APLICACIÓN DEL PET Y SPECT EN LOS
GLIOMAS DE TALLO CEREBRAL
APPLICATION OF PET AND SPECT IN BRAIN
STEM GLIOMAS
Anny Carolina Sarria Mena
Universidad Pontificia Bolivariana, Colombia
José Luis Díaz Díaz
Universidad Del Valle, Colombia
Natalia Mejía Serrano
Universidad Pontificia Bolivariana, Colombia
Gabriel Orlando González Herrera
Universidad de Ciencias Médicas de la Habana
Gloria Edith Estor Chamorro
Universidad del Sinú Elías Bechara Zainum, Colombia
Laura Camila Velásquez Ardila
Universidad Libre seccional Barranquilla, Colombia
Natalia Mejía Serrano
Universidad Pontificia Bolivariana, Colombia
Daniela Otalvaro Hernández
Universidad del Sinú, Colombia
pág. 285
DOI: https://doi.org/10.37811/cl_rcm.v8i2.10436
Aplicación del Pet y Spect en los Gliomas de Tallo Cerebral
Anny Carolina Sarria Mena1
sarria.ani@gmail.com
https://orcid.org/0000-0001-8429-1244
Médico General
Universidad Pontificia Bolivariana
Colombia
José Luis Díaz Díaz
jose.diaz.diaz@correounivalle.edu.co
https://orcid.org/0009-0007-5999-4133
Médico General
Universidad Del Valle
Colombia
Natalia Mejía Serrano
nataliamejia242@gmail.com
https://orcid.org/0009-0006-5257-1472
Médico General
Universidad Pontificia Bolivariana
Colombia
Gabriel Orlando González Herrera
gabbogh@gmail.com
Residente de tercer año de imagenología
Universidad de Ciencias Médicas de la Habana
Gloria Edith Estor Chamorro
https://orcid.org/0009-0008-7915-0568
Médico general
Universidad del Sinú Elías Bechara Zainum
sede Montería, Colombia
Natalia Mejía Serrano
https://orcid.org/0009-0006-5257-1472
Médico general Universidad Pontificia
Bolivariana
Colombia
Laura Camila Velásquez Ardila
lauracvelasquez27@gmail.com
https://orcid.org/0009-0003-1577-3137
Médico general
Universidad Libre seccional Barranquilla
Colombia
Daniela Otalvaro Hernández
Daniela_otalvaroh@hotmail.com
https://orcid.org/0009-0005-1361-8832
Médico General de la Universidad del Sinú,
Colombia
RESUMEN
Los tumores cerebrales representan del 85 al 90 % de todos los tumores primarios del SNC. El glioma
de tallo cerebral se refiere a cualquier tumor de origen glial localizado en el tronco encefálico, ya sea
en el mesencéfalo, el puente o el bulbo raquídeo y pueden ser tanto focales o difusos.Los síntomas y
signos clínicos se relacionan estrechamente con la ubicación del tumor siendo las alteraciones visuales,
disfunción de nervios craneales, debilidad en las extremidades y trastornos de la marcha los principales
síntomas en la mayoría de los casos. Para el diagnóstico, las técnicas de neuroimagen han avanzado
significativamente, permitiendo una mejor comprensión de las lesiones en el tallo cerebral, su
ubicación, extensión y relaciones anatómicas. Dentro de la alta gama de opciones, la tomografía por
emisión de positrones (PET) y la tomografía computarizada de emisión de fotón único (SPECT) en la
evaluación de gliomas de tallo cerebral ofrecen ventajas pero a la vez limitaciones únicas en la
caracterización de estos tumores. El objetivo del presente artículo es realizar una revisión bibliográfica
de la literatura disponibles para reconocer la aplicación del PET y SPET en los gliomas de tallo cerebral.
Palabras clave: glioma, PET, SPECT, tronco encefálico, neuroimagen
1
Autor principal
Correspondencia: sarria.ani@gmail.com
pág. 286
Application of Pet and Spect in Brain Stem Gliomas
ABSTRACT
Brain tumors account for 85 to 90% of all primary CNS tumors. Brainstem glioma refers to any tumor
of glial origin located in the brainstem, whether in the midbrain, pons or medulla oblongata and can be
either focal or diffuse. Clinical symptoms and signs are closely related to the location. of the tumor,
with visual alterations, cranial nerve dysfunction, weakness in the extremities and gait disorders being
the main symptoms in most cases. For diagnosis, neuroimaging techniques have advanced significantly,
allowing a better understanding of lesions in the brain stem, their location, extent and anatomical
relationships. Within the high range of options, positron emission tomography (PET) and single photon
emission computed tomography (SPECT) in the evaluation of brain stem gliomas offer advantages but
at the same time unique limitations in the characterization of these tumors. The objective of this article
is to carry out a bibliographic review of the available literature to recognize the application of PET and
SPET in brain stem gliomas.
Keywords: glioma, PET, SPECT, brainstem, neuroimaging
Artículo recibido 20 febrero 2024
Aceptado para publicación: 25 marzo 2024
pág. 287
INTRODUCCN
Los tumores cerebrales representan del 85 al 90 % de todos los tumores primarios del SNC. Según la
Organización Mundial de la Salud (OMS), los tumores primarios se clasifican teniendo en cuenta su
origen histológico en: gliomas, a los cuales pertenecen los astrocitomas, oligodendrogliomas,
ependimomas (1). En el caso de los gliomas, en el presente artículo se resalta el glioma del tallo cerebral,
este término se refiere a cualquier tumor de origen glial localizado en el tronco encefálico, ya sea en el
mesencéfalo, el puente o el bulbo raquídeo y pueden ser tanto focales como difusos. Los focales son
aquellos que se ubican dentro de un área específica del tallo cerebral y los difusos, son los que se han
diseminado a lo largo de esta estructura como se observa en la Imagen 1 (2).
Imagen 1. Glioma de tallo cerebral
IRM axial y sagital. Lesión hipointensa en T1 sin captación de contraste, pero en el estudio de difusión
y el corte sagital se observa el carácter infiltrativo y diseminado de los gliomas de Tallo, tomado de:
Peiró OP y cols. Gliomas de tallo cerebral; generalidades de diagnóstico, tratamiento y pronóstico 7.
Estos tumores de tronco encefálico hacen parte del 10% al 20% de los tumores del sistema nervioso
central que afecta con mayor frecuencia a los niños pero cuando se presenta en forma de glioma cerebral
intrínseco difuso suele aparecer frecuentemente en adultos jóvenes entre 20 y 50 años de edad (la edad
media es de 34 años al momento del diagnóstico). El glioma intrínseco difuso es el más frecuente en un
80% de los casos, y se caracterizan por la mala evolución y una sobrevida corta (3). De manera general,
su prevalencia es muy alta en pacientes con edades entre 6 y 9 años, pero se han reportado casos en
niños menores de un año (4).
pág. 288
En base de su histopatología, tradicionalmente se han categorizado los gliomas en 2 grandes grupos:
gliomas de bajo y de alto grado como se observa en la figura 1, tal clasificación se desprende de la
histopatológica más ampliamente aceptada y utilizada que los clasifica en 4 grados y que relaciona los
hallazgos anatomopatológicos e histológicos con el comportamiento clínico y el pronóstico: gliomas de
grados histológicos 1 y 2 se consideran de bajo grado, quedando los de grados 3 y 4 calificados como
de alto grado, siendo en general mejor el pronóstico a menor el grado (5).
Figura 1. Clasificación del glioma
Tomado de: Cristina Carrato Dpto Anatomía Patológica Hospital Germans Trias i Pujol, Barcelona 2016.
En cuanto a la clínica, la evolución es subaguda, consta de parálisis de los nervios craneales, visión
borrosa y signos piramidales que ocasionan rápidamente un estado funcional alterado. Los síntomas y
signos clínicos se relacionan estrechamente con la ubicación del tumor. Las alteraciones visuales,
disfunción de nervios craneales, debilidad en las extremidades y trastornos de la marcha son los
principales síntomas en la mayoría de los casos (6). También pueden presentarse otras manifestaciones
clínicas tales como cefalea e hipertensión endocraneana que pueden aparecer en el inicio cuando el
tumor ya ocasiona obstrucción del drenaje de líquido cefalorraquídeo causando hidrocefalia, las cuales
se reportan en 23% de los pacientes (7).
pág. 289
Para diagnosticar este tipo de patologías, las ayudas por medio de neuroimagen son útiles, existe una
amplia gama de técnicas con diferente disponibilidad, pero puntualmente, las técnicas de imagen
metabólica y molecular, como la PET y la SPECT, permite acceder a la información valiosa de la
bioquímica y fisiológica vinculada al metabolismo tumoral, la tasa de proliferación y la invasividad (8).
En el caso del PET, la caracterización de la biología tumoral se realiza mediante la evaluación de los
diferentes acontecimientos moleculares, procesos fisiopatológicos y vías metabólicas, adicional a ello,
el uso de radiofármacos específicos como se observa en la Figura 2. Dentro de los radiofármacos, la
FDG fue el primero empleado para el diagnóstico, establecimiento del grado tumoral, evaluación de las
alteraciones metabólicas peritumorales, evaluación de metástasis, la valoración de la recidiva tumoral
o la transformación del grado de malignidad de los tumores cerebrales (9).
Figura 2. Estudio PET con F-FDOPA
En la imagen A) Se observa la evaluación de la actividad dopaminérgica mediante la enzima
dopadecarboxilasa durante la metabolización de la FDOPA a FDopamina entre los 30 y 90 min tras la
administración. En la imagen B) Se observa del transporte de aminoácidos entre los 10 y 30 min en el
mismo paciente. Se aprecian varias lesiones hipercaptantes en corona radiada derecha, por delante e
inferior al núcleo caudado derecho y en cerebelo compatibles con lesiones tumorales. Tomado de: J.
Arbizu et al / Rev Esp Med Nucl. 2011;30(1):4765
pág. 290
Todas estas características importantes de estas técnicas específicas facilitan la diferenciación entre
enfermedades no específicas y los grados tumorales, además de la diferenciación entre los cambios
inducidos por el tratamiento y la recidiva y permite delimitar con precisión los volúmenes tumorales.
Pese a esto, los avances de las técnicas diagnósticas por imagen en la mejoría de la terapia, el
perfeccionamiento y la adecuada evolución de los pacientes con tumores cerebrales sigue siendo un
desafío (10). En el presente artículo, el objetivo es reconocer la aplicación del PET y SPET en los
gliomas de tallo cerebral.
MATERIALES Y MÉTODOS
Se realizó una búsqueda bibliográfica detallada de información publicada más relevante en las bases de
datos pubmed, scielo , medline, bibliotecas nacionales e internacionales especializadas en los temas
tratados en el presente artículo de revisión. Se utilizaron los siguientes descriptores: Anestesiología,
Neuropatías periféricas , Bloqueos, Neuropraxia, Lesión nerviosa. La búsqueda de artículos se realizó
en español e inglés, se limitó por año de publicación y se utilizaron estudios publicados desde 1999 a
la actualidad.
RESULTADOS
En niños, los tumores del tronco encefálico representan del 10 - 20% de los tumores intracraneales
siendo el glioma difuso intrínseco del tronco encefálico (BSG) el más común que afecta el puente (11).
La resonancia magnética (RM) tiene una alta sensibilidad diagnóstica cuando un tumor hiperintenso en
secuencias ponderadas en T2 se extiende e infiltran difusamente el puente, pero presenta limitaciones
en la evaluación de la actividad metabólica tumoral (12). Por ello, la tomografía por emisión de protones
(PET) utilizando FDG marcado con 18 F fusionado con resonancia magnética logra demostrar
enfermedad metabólica activa y alcanza a ser útil en el diagnóstico y seguimiento de los niños con
gliomas del tronco (13).
En el año 2011, Zukotynski y colaboradores realizaron un estudio que analizó la asociación entre la
captación de 18F-FDG en PET cerebral y la supervivencia de niños con tumores cerebrales que estaban
siendo tratados en estudios clínicos. El estudio incluyó a 106 niños, de los cuales 40 se sometieron tanto
a PET cerebral como a resonancia magnética al inicio del estudio. En el estudio se logró evidenciar que
la intensidad y uniformidad de la captación de 18F- FDG no se asociaron significativamente con la
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supervivencia sin progresión (SSP) o la supervivencia global (SO) a los 12 meses. Sin embargo, cuando
más del 50% del tumor mostraba captación de 18F-FDG, la SSP y la SO parecían disminuir. Además,
se observó que la captación de 18F-FDG más alta en comparación con los tejidos normales se asoció
con una muerte más temprana en promedio. Además, los resultados sugieren que una mayor captación
de 18F-FDG en comparación con los tejidos normales puede ser un factor pronóstico de peor
supervivencia en estos pacientes. Estos hallazgos resaltan la importancia de continuar investigando
biomarcadores para mejorar la estratificación del riesgo y el tratamiento de los tumores cerebrales
pediátricos (14).
De igual forma los tumores del sistema nervioso central (SNC), aunque en poca frecuencia, se
relacionan con diversas patologías ya establecidas como en un paciente como Neurofibromatosis tipo 1
(NF-1). El NF-1 también se caracteriza por tumores de bajo grado del sistema nervioso central y
periférico. Pero, hay un mayor riesgo de desarrollar tumores malignos (15). Los gliomas del tallo
encefálico parecen representar una entidad muy particular que pueden progresar rápidamente, a pesar
de tener un pronóstico más favorable y un curso más indolente cuando estos se encuentran relacionados
en pacientes con NF-1 (16). Por ello, F-FDG-PET/CT ha demostrado proporcionar información útil. En
el año 2013, Treglia y colaboradores reportan el caso de un paciente masculino de 32 años con NF1 que
se sometió a una resonancia magnética cerebral (RMN) por inicio de diplopía, paresia faciales y signos
y síntomas cerebelosos. La RMN mostró una lesión de tronco cerebral compatible con BSG. 18F-FDG-
PET/CT demostró intenso 18 Acción F-FDG en la lesión del tronco cerebral, lo que sugiere una
neoplasia agresiva. El paciente fue remitido a radioterapia, pero desarrolló una rápida progresión de la
enfermedad. En este caso,18F-FDG-PET/CT proporcionó información útil sobre este raro tumor
asociado NF-1 (17).
De igual modo, los gliomas intrínsecos del tronco encefálico (DIBSGs) en niños siguen siendo los
tumores más difíciles de manejar y tienen un pronóstico demasiado pobre (18). Por ende, se necesita un
mayor entendimiento de estos tumores con el fin de desarrollar terapias más efectivas. La tomografía
por emisión de positrones (PET) es una modalidad de neuroimagen no invasiva utilizada para la
detección de tumores y la caracterización metabólica de tumores cerebrales. En el 2011, Rosenfeld y
colaboradores realizaron un estudio que examinó a pacientes con diagnóstico de gliomas intrínsecos
pág. 292
difusos del tronco encefálico (DIBSG). La mayoría de los pacientes presentaban signos de tronco
encefálico, cerebelo y tractos largos. Se realizaron exploraciones PET con FDG y CMET en 25
pacientes. De los 17 pacientes que tuvieron exploraciones PET con CMET, 10 mostraron exploraciones
positivas para ambos FDG y CMET (supervivencia media de 380 días), 2 tenían exploraciones de FDG
negativas pero CMET positivas (supervivencia media de 229 días), y 5 pacientes tenían exploraciones
negativas para ambos (supervivencia media de 446 días). No hubo pacientes con exploraciones de FDG
positivas y exploraciones de CMET negativas (19).
DISCUSIÓN
La elección entre la tomografía por emisión de positrones (PET) y la tomografía computarizada de
emisión de fotón único (SPECT) en la evaluación de gliomas de tallo cerebral es un tema debatido en
la literatura médica. Ambas técnicas ofrecen ventajas y limitaciones únicas en la caracterización de
estos tumores intrincados. Mientras que la PET proporciona una mayor sensibilidad y especificidad en
la detección de actividad metabólica tumoral, el SPECT puede ofrecer una mejor resolución espacial y
una mayor accesibilidad económica. Sin embargo, la decisión sobre qué modalidad utilizar depende de
varios factores, incluida la disponibilidad de equipos, las necesidades clínicas específicas del paciente
y la experiencia del radiólogo nuclear.
Las técnicas de neuroimagen han avanzado significativamente, permitiendo una mejor comprensión de
las lesiones en el tallo cerebral, su ubicación, extensión y relaciones anatómicas. Esto, junto con la
información clínica, ha mejorado la precisión en los diagnósticos tentativos, que son fundamentales
para el tratamiento y manejo de los tumores del tallo, especialmente en niños. Actualmente, existen
estudios que proporcionan detalles anatómicos precisos mediante diversas técnicas como tomografía,
resonancia magnética, angiografía y tractografía, así como información adicional sobre la naturaleza de
las lesiones y aspectos funcionales de los tejidos cerebrales circundantes, como la espectroscopia y la
PET (20) siendo este último uno de los preferidos por su gran utilidad para el diagnóstico de metástasis,
ya que a pesar de realizar una evaluación completa y exhaustiva del sistema, el sistema nervioso y los
exámenes radiológicos, existe la posibilidad de un diagnóstico incorrecto. En tales casos, se debe
considerar la realización de una biopsia. La tomografía por emisión de positrones (PET-Scan) utilizando
pág. 293
FDG ([18F] fluorodesoxiglucosa) y MET [11C]-metionina puede ser beneficiosa para mejorar el
diagnóstico al definir el área objetivo para la biopsia. (21)
Aunque estos estudios sean utilizados principalmente para diferenciar la recurrencia tumoral y la
necrosis post irradiación (22), ciertos autores tales como León y colaboradores mencionan que en
algunos casos no son precisos, tal como se evidenció en su presentación de caso de un paciente que
presentaba síntomas neurológicos preocupantes, acompañados de lesiones cerebrales detectadas en
imágenes de resonancia magnética. A pesar de haberse sometido a una evaluación exhaustiva, que
incluyó pruebas avanzadas como la tomografía por emisión de positrones (PET-Scan) utilizando FDG
y MET, los resultados no lograron proporcionar una conclusión definitiva para un diagnóstico preciso.
Ante esta incertidumbre diagnóstica, el equipo médico decidió llevar a cabo una biopsia cerebral. Esta
intervención permitiría obtener una muestra del tejido cerebral afectado, lo que a su vez posibilitaría un
diagnóstico más certero y específico, proporcionando así una guía más precisa para el tratamiento
médico posterior. (23)
A su vez, Porta y colaboradores presentan el caso de una mujer de 40 años sin antecedentes médicos
significativos comenzó a experimentar fatiga y deterioro de la memoria en mayo de 1996. Después de
su matrimonio en julio y un viaje de novios por Sudamérica, donde no hubo exposición a elementos
que pudieran desencadenar su condición, como picaduras de animales o alimentos no procesados, su
estado de salud se deterioró aún más en agosto. En este punto, presentaba abulia, lentitud, amenorrea e
hiperfagia, lo que resultó en un aumento de peso considerable. A pesar de una serie de pruebas médicas
exhaustivas, que incluyeron tests de embarazo, ecografías, análisis de hormonas y pruebas neurológicas
como EEG y RM, todos los resultados fueron normales o negativos. Ante el empeoramiento continuo
de la paciente, fue ingresada en el hospital el 30 de septiembre de 1996.
Durante su hospitalización, su condición continuó deteriorándose progresivamente, manifestando
mayores niveles de apatía, abulia y confusión. Además, se observaron signos neurológicos adicionales,
como nistagmo y movimientos espontáneos de flexión y extensión en la muñeca.
Se realizaron pruebas complementarias adicionales, entre las que se incluyó un SPECT, que reveló una
hiperperfusión en ambos lóbulos temporales mediales, lamos y GGBB (gánlios basales de los
pág. 294
hemisferios cerebrales). Posteriormente, una biopsia cerebral confirmó el diagnóstico de gliomatosis
cerebri, descartando otras posibles afecciones como encefalitis límbica o Whipple cerebral. (24)
Finalmente, teniendo en cuenta la bibliografía existente, la PET como el SPECT son técnicas valiosas
en el diagnóstico de gliomas cerebrales, cada una con sus propias ventajas y limitaciones. Mientras que
la PET ofrece una evaluación detallada de la actividad metabólica y funcional del tejido cerebral, el
SPECT puede proporcionar información crucial sobre la perfusión cerebral y la vascularización del
tumor. La elección entre estas modalidades de imagen depende de diversos factores, como la
disponibilidad de equipos, la experiencia del equipo médico y las características específicas del caso.
En algunos escenarios clínicos, la combinación de ambas técnicas puede ser beneficiosa para obtener
una evaluación integral y precisa del glioma cerebral.
CONCLUSIÓN
Hoy en día, los gliomas del tallo cerebral representan un duro desafío clínico debido a su alta prevalencia
y dificultad en cuanto a su diagnóstico y manejo. Las herramientas diagnósticas de neuroimagen
avanzadas, como la PET y el SPECT, enfocados en la caracterización precisa de estos tumores,
ofreciendo información vital sobre la actividad metabólica, la perfusión y la vascularización del tejido
tumoral han destacado un papel crucial en la literatura médica. Sin embargo, ambas herramientas tienen
diferentes ventajas y limitaciones, su uso complementario logra brindar una evaluación integral y
detallada de la enfermedad dando lugar a decisiones terapéuticas mejor informadas y mejorar en los
resultados clínicos. Por ello, la integración de la PET y el SPECT en la práctica clínica ofrece una
herramienta valiosa para el diagnóstico, seguimiento y mejora de los resultados en pacientes con
gliomas del tallo cerebral.
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