DOI: https://doi.org/10.37811/cl_rcm.v8i2.10537

Análisis de Estudiantes de Grado Once Sobre la Prudencia, la Conciencia y sus Juicios Según Santo Tomás de Aquino

 

Carlos Andrés Suárez Montoya[1]

[email protected]

https://orcid.org/0009-0004-1044-3881

Ateneo Pontificio Regina Apostolorum

Medellin- Colombia

 

 

RESUMEN

La ética filosófica busca comprender la acción humana mediante un conjunto de conceptos, con destacado énfasis en el trabajo de grandes pensadores como santo Tomás de Aquino. La conciencia y la prudencia son pilares fundamentales en la vida moral, aunque a menudo se malinterpretan y se confunden. En la presente investigación, se analizará el concepto de conciencia, especialmente en las obras en las que se trata extensamente, así como el papel de la prudencia según Santo Tomás. Luego, se buscará establecer la relación entre estos dos conceptos, ofreciendo reflexiones para aclarar su comprensión y aplicación en la vida moral. Al establecer la información teórica, se realizará una serie de lecturas y preguntas de comprensión lectora a un grupo de estudiantes de grado once de una institución de Medellín. Para su análisis se empleará una metodología que combina elementos de análisis de contenido y enfoque reflexivo, permitiendo una comprensión profunda y contextualizada de los temas abordados.

 

Palabras clave: ética filosófica, conciencia, prudencia, santo tomás de aquino, análisis

 


 

Eleventh Grade Students' Analysis of Prudence, Conscience, and Judgments According to Santo Tomas Aquino

 

ABSTRACT

Philosophical ethics seeks to understand human action through a set of concepts, with emphasis on the work of great thinkers such as St. Thomas Aquinas. Conscience and prudence are fundamental cornerstones in moral life, although they are often misunderstood and confused. In the present research, the concept of conscience will be analyzed, especially in the works in which it is extensively treated, as well as the role of prudence according to St. Thomas. Then, it will seek to establish the relationship between these two concepts, offering reflections to clarify their understanding and application in the moral life. Once the theoretical information is established, a series of readings and reading comprehension questions will be asked to a group of eleventh grade students from an educational institution in Medellin. For its analysis, a methodology that combines elements of content analysis and reflective approach will be used, allowing a deep and contextualized understanding of the topics addressed.

 

Keywords: philosophical ethics, conscience, prudence, saint thomas aquinas, analysis

 

 

Artículo recibido 20 febrero 2024

Aceptado para publicación: 25 marzo 2024

 


 

INTRODUCCIÓN

Conciencia

Según Santo Tomás, la conciencia proviene del latín conscientia, que significa "saber con", y se refiere tanto a la conciencia psicológica como a la conciencia moral, que determina el valor moral de los actos humanos. Aunque la palabra "conciencia" no se encuentra en los escritos de los grandes filósofos griegos y romanos, su significado ha sido enriquecido con el tiempo.

En cuanto a la conciencia en las cuestiones disputadas sobre la verdad, Santo Tomás la considera un acto, no un hábito ni una potencia, y busca aclarar si la conciencia obliga, si puede errar y su relación con la prudencia (Doherty, 1961). Se establece que la conciencia es un juicio de la razón, que puede equivocarse debido a errores en los principios o en su aplicación práctica (Schnakenburg, 1991).

La formación de la conciencia es crucial para evitar cometer errores, ya que se puede cometer errores debido a la naturaleza humana herida por el pecado (Izquierdo, Burggraf, & Arocena, 2007). La conciencia tiene atributos como el testimonio, la indicación de lo que se debe hacer o no hacer, y el juicio de alabanza o vituperio (Juan Pablo II, 1983).

También se explora la noción de conciencia moral según la perspectiva de Santo Tomás de Aquino, centrándose en sus cuestiones disputadas sobre la verdad. Se resaltan los siguientes puntos clave: Santo Tomás argumenta que la conciencia puede caer en error cuando se mezcla con lo particular, lo cual puede derivar de errores en los principios universales o su aplicación práctica.

En cuanto a la obligatoriedad de la conciencia, se sostiene que esta proviene del precepto divino y se distinguen dos tipos de necesidades: la coacción, propia del mundo material, y la necesidad del fin, que busca acercarse al bien y evitar el mal. Por último, se aborda el juicio de la conciencia, entendido como un juicio inmediato y práctico sobre la moralidad de las acciones, basado en los principios universales presentes en la sindéresis. Aunque no es un acto imperativo, expresa la norma moral de manera concreta (Forment, 2003).


 

Prudencia

La prudencia, según Santo Tomás de Aquino, se presenta como una virtud cardinal que desempeña un papel fundamental en la vida moral del hombre. En su análisis, la prudencia se define como la capacidad de discernir y aplicar principios universales a situaciones particulares, permitiendo una correcta elección de acciones en concordancia con la razón y el bien humano. Se destaca su carácter previsor y gobernante, siendo esencial para dirigir las virtudes morales hacia sus fines apropiados (Tomás de Aquino, Suma Teológica, II-II, q. 47, a. 1). La prudencia se diferencia de las artes en su amplitud y enfoque en la totalidad de la vida humana, mientras que estas últimas se ocupan de la producción de bienes específicos (Tomás de Aquino, Suma Teológica, I, q. 58, a. 4).

La relación de la prudencia con la razón práctica la sitúa como una virtud intelectual, pero su conexión con la voluntad la distingue de otras virtudes intelectuales (Tomás de Aquino, Suma Teológica, I-II, q. 57, a. 6). La prudencia no solo implica el acto de aconsejar, sino también el juicio y la dirección de acciones hacia el fin último del hombre (Tomás de Aquino, Suma Teológica, I-II, q. 56, a. 3). Se sostiene que la prudencia es necesaria para alcanzar la rectitud moral, siendo su ejercicio una manifestación de la razón en la elección de acciones moralmente virtuosas (Tomás de Aquino, Suma Teológica, I-II, q. 57, a. 6 ad 1). Así, la prudencia se erige como una guía esencial en el camino hacia la realización del bien humano.

La prudencia, según Santo Tomás de Aquino, se erige como una virtud esencial que guía las acciones humanas hacia el bien moral. Se caracteriza por la capacidad de discernir y aplicar principios universales a situaciones particulares, lo que permite una elección adecuada de acciones en concordancia con la razón y el bien humano. La prudencia requiere tanto el conocimiento de principios universales como la comprensión de circunstancias particulares, siendo fundamental para dirigir las virtudes morales hacia sus fines apropiados (Tomás de Aquino, 1274/2001).

En su análisis, Santo Tomás destaca que la prudencia no solo implica elegir el bien, sino también conducir hacia el fin último del hombre, mediante la elección de los medios apropiados para alcanzarlo. Esta virtud se relaciona estrechamente con la razón práctica y la voluntad, siendo necesaria para alcanzar la rectitud moral y manifestar la razón en la elección de acciones moralmente virtuosas (Tomás de Aquino, 1274/2001).

La prudencia se diferencia de las artes en su amplitud y enfoque en la totalidad de la vida humana, mientras que estas últimas se centran en la producción de bienes específicos. Además, la prudencia se constituye como una guía esencial en el camino hacia la realización del bien humano, al dirigir las acciones hacia el fin último del hombre de manera previsora y gobernante (Tomás de Aquino, 1274/2001).

En cuanto a sus elementos constitutivos, Santo Tomás identifica partes integrales, subjetivas y potenciales de la prudencia. Las partes integrales incluyen aspectos cognitivos y preceptivos, como la memoria, la razón, la providencia y la cautela, entre otros. Por otro lado, las partes subjetivas se refieren a los sujetos en los que se manifiesta la prudencia, como el gobernante, el súbdito, el líder familiar y el líder militar. Finalmente, las partes potenciales se relacionan con virtudes adjuntas que complementan la prudencia, como la eubulia, la synesis y la gnome, que influyen en los actos de pedir consejo, juzgar y mandar (Tomás de Aquino, 1274/2001).

En síntesis, la prudencia según Santo Tomás de Aquino es una virtud esencial que guía las acciones humanas hacia el bien moral, combinando el conocimiento de principios universales con la comprensión de circunstancias particulares. Esta virtud se diferencia de las artes por su enfoque en la totalidad de la vida humana y se constituye como una guía fundamental para alcanzar la rectitud moral y dirigir las acciones hacia el fin último del hombre.

La Relación entre el Juicio de la Conciencia y el Juicio de la Prudencia

En la reflexión sobre la conciencia y la prudencia en la vida moral, surge la interrogante de si el juicio de la conciencia es similar al juicio práctico de la prudencia o si son distintos, con implicaciones especulativas. Algunos consideran que son equivalentes, mientras que otros sostienen su diversidad, vinculando uno con lo práctico y otro con lo especulativo. Para comprender la posición de Santo Tomás de Aquino sobre esta cuestión, se examinan sus fuentes y se ofrecen principios de solución.

Joseph Pieper, por ejemplo, equipara el acto de la conciencia con la prudencia, argumentando que esta última se aplica a situaciones específicas, lo que podría llamarse "conciencia de la situación" (Pieper, 2010). Por otro lado, figuras como el Padre Noble distinguen entre el juicio de conciencia, especulativo y guía del valor moral de un acto, y el juicio de elección, afectivo y posterior al primero (Aquino, Summa Theologica). Este debate es relevante en el contexto de una ética de la virtud, que ha resurgido con interés reciente, centrando la atención en conceptos como prudencia, felicidad y virtud.

En este marco, se destaca la importancia de la prudencia como virtud fundamental que unifica y guía a las demás. Esta virtud se distingue por orientar al individuo hacia el bien, no solo por deber moral, sino por la realización personal. Las cuatro virtudes cardinales -prudencia, templanza, justicia y fortaleza- se apoyan mutuamente y perfeccionan diferentes aspectos del ser humano.

La conciencia se presenta como un juicio previo del intelecto práctico, permitiendo evaluar la moralidad de un acto antes de realizarlo. Aunque formalmente diferente de la prudencia, la conciencia y esta última están interrelacionadas, siendo la prudencia crucial para la realización efectiva del juicio de la conciencia y la producción de actos virtuosos.

La sindéresis, como base firme de la moral, también es crucial en este análisis, proporcionando los principios esenciales sobre los cuales se fundamentan la conciencia y la prudencia. Esta unidad inseparable entre la conciencia, la prudencia y la sindéresis establece un marco sólido para la reflexión ética y la toma de decisiones morales.

La sindéresis es la fuente originaria de todos los juicios de conciencia, mientras que estos últimos se refieren a la particularidad de la acción y sus elementos constitutivos. Aunque tradicionalmente se los ha considerado estrechamente relacionados, desde un punto de vista ontológico se diferencian claramente: la sindéresis es el hábito operativo de los primeros principios prácticos que perfecciona la potencia racional, mientras que la conciencia es un juicio que se aplica a un acto concreto, recibiendo la luz proporcionada por el hábito de los primeros principios.

Santo Tomás de Aquino presenta la conciencia como una regla regulada, donde la sindéresis actúa como la chispa más pura que ilumina el juicio de la conciencia, aunque este último puede errar debido a su mezcla con lo particular.

En cuanto a la relación entre sindéresis y prudencia, la prudencia recibe la luz de los primeros principios de la razón práctica y los aplica a los actos concretos, siendo esta labor complementada por la sindéresis. La prudencia es crucial para dirigir racionalmente las tendencias humanas, ya que los principios de la sindéresis, aunque universales, necesitan ser aplicados correctamente a la práctica mediante la prudencia para formar la estructura tendencial del individuo.

A pesar de la estrecha relación entre conciencia y prudencia, existen diferencias significativas. Mientras que el juicio de conciencia se mantiene en el plano del puro conocimiento, el juicio de la prudencia aplica conocimiento a afecto, moviendo la voluntad hacia el bien. Además, la conciencia remuerde o alaba los actos ya realizados, mientras que la prudencia considera el acto presente y se dispone a la decisión. Es decir, la prudencia es una virtud intelectual que, materialmente moral, termina en decisiones concretas, mientras que la conciencia es un juicio del intelecto sobre la moralidad de la acción.

MÉTODO

La metodología propuesta para analizar las respuestas de estudiantes ante temas filosóficos combina elementos de análisis de contenido y enfoque reflexivo. El análisis de contenido es una metodología de investigación que implica examinar textos para hacer inferencias válidas a partir de ellos. Esta actividad analítica comienza con la planificación del muestreo y la recogida de información, seguida de la segmentación y codificación del material recolectado. Se centra en textos creados por el investigador o generados por los sujetos o instituciones (Riba, 2017).

El análisis no solo implica la división o deconstrucción del texto, sino también la síntesis y el esfuerzo constructivo, que son casi imposibles de realizar sin hacer comparaciones y establecer relaciones entre las categorías propuestas al final de la fase de codificación. Estas relaciones pueden requerir cierta cuantificación, apoyada en el análisis previo y cualitativo de los textos (Riba, 2017).

En primer lugar, se inicia con la recolección de datos mediante la selección de un conjunto representativo de respuestas estudiantiles a preguntas o ejercicios filosóficos específicos. Una vez recopiladas las respuestas, se procede con el análisis de contenido. Este análisis implica la codificación de las respuestas para identificar categorías temáticas y patrones recurrentes. Las respuestas son categorizadas en temas amplios y se buscan subtemas dentro de cada categoría para capturar la diversidad de opiniones y argumentos presentes.

Posteriormente, se pasa a la etapa de reflexión y análisis crítico. Aquí, se interpreta el significado y la relevancia de los temas y subtemas identificados en las respuestas estudiantiles. Se examinan las respuestas desde la perspectiva filosófica trabajada, evaluando la consistencia lógica, profundidad conceptual y originalidad de los argumentos presentados. Se busca identificar tendencias emergentes o patrones de pensamiento que puedan indicar áreas de confusión, interés o necesidad de más exploración por parte de los estudiantes.

Una vez completado el análisis, se procede a la interpretación y conclusiones. Se sitúan las respuestas estudiantiles dentro de un contexto filosófico más amplio, relacionándolas con teorías y conceptos filosóficos relevantes. Se extraen conclusiones sobre las fortalezas y debilidades de las respuestas, así como sobre las áreas de mejora en la enseñanza y el aprendizaje de la filosofía. Finalmente, se consideran las implicaciones pedagógicas de los hallazgos para el diseño de futuras actividades de aprendizaje y evaluación en filosofía. Esta metodología permite una comprensión profunda y contextualizada de las respuestas estudiantiles ante temas filosóficos, integrando el rigor del análisis de contenido con la reflexión crítica propia de la investigación filosófica.

RESULTADOS

Se realizaron cuatro cuestionarios de comprensión lectora a los estudiantes, los tres primeros corresponden a cada uno de los capítulos de la tesis y el cuarto es el cuestionario en el que se evalúa toda la información sobre lo aplicado en los anteriores documentos. El primer cuestionario fue resuelto por 22 estudiantes de grado once, el segundo por 16 y el tercero por 15, a pesar de que las preguntas fueron abiertas, estas se categorizaron por categorías de frecuencia de acuerdo con las respuestas.

Primer Cuestionario

 A continuación, se sistematizan tres preguntas del cuestionario en las que se definen conceptos como la realidad de la acción, la conciencia y la prudencia. En la primera pregunta se obtuvieron 26 respuestas debido a que los estudiantes respondieron en algunas dos categorías, la cual fue ¿cómo contribuye la ética filosófica al desarrollo de conceptos que abordan la realidad de la acción?

En siete respuestas dijeron que generaba sesgos sobre lo bueno o lo malo, esto corresponde a un 26%, cinco respuestas establecieron que contribuía sobre la realidad de la acción, esto se ubica en un 19%, otras cinco respuestas (19%) plantearon que influía en la formación de conceptos morales, en cuatro respuestas (15%) establecieron que evaluaba la moralidad, dos de ellas el comportamiento moral (7,6%) y otras dos dieron respuestas que no se extraían de la lectura.

En la segunda pregunta, ¿cómo se interpreta el papel de la conciencia en la ética filosófica y teología moral según el texto?, se obtuvieron 27 respuestas debido a que los estudiantes respondieron en algunas dos categorías de acuerdo con la frecuencia, 12 (44%), de ellas respondieron que se interpretaba como la facultad o voz interior para dirigir acciones correcciones, seis (22%) de ellas que era un juicio basado en el conocimiento ético, dos (7.4%) que eran decisiones éticas, dos más (7,4%) que era moralidad como virtud, en otras dos (7,4%) establecieron que era la voluntad divina que discierne entre el bien y el mal. Se evidencia que estas respuestas fueron homogéneas y que el concepto de conciencia se interpretó adecuadamente.

En la tercera pregunta, ¿en qué medida la prudencia evita actuar de manera inadecuada según la perspectiva del autor? arrojó 22 respuestas en cinco (22%), plantearon que la prudencia ayuda a discernir o predecir lo que va a pasar, ocho (36%), que evita actuar inadecuadamente, tres (13%), que permite diferenciar entre el bien o el mal, dos (9%), que permite hacer las cosas de forma imparcial y objetivamente, otras dos que permite evaluar las circunstancias y tomar decisiones basadas en el conocimiento y lo que es moralmente correcto, finalmente dos (2%), estudiantes respondieron algo que no tenía relación con el texto.

Segundo Cuestionario

El segundo cuestionario lo respondieron 16 estudiantes, con relación a la primera pregunta se obtuvieron 17 respuestas por frecuencia, a la pregunta ¿cuál es la relación entre la prudencia y la experiencia según lo descrito en el capítulo II? la mayoría de ellos que corresponde a nueve respuestas (52%), respondieron que la prudencia requiere experiencia, otra respuesta que se repitió con frecuencia fue que la relación entre estas dos categorías consiste en racionalizar sobre el pasado para elegir entre el bien o el 4 (23%), tres (17%) de ellos no lograron relacionar los conceptos y uno (5,8%) estableció que la experiencia contribuye al consejo y juicio practico de la prudencia.

En la siguiente pregunta ¿cómo define Santo Tomás la razón práctica y cuál es su importancia según lo expuesto en el capítulo II? la mayoría de ellos 10 (62,5%), plantearon que es esencial para juzgar y dirigir acciones virtuosas; la segunda respuesta con más coincidencia 4 (25%), planteó que gracias a la razón práctica se identifica el bien o el mal, un estudiante (6%), respondió que esta se usa para actuar y entender lo que es prudente y finalmente uno de ellos (6%),  respondió algo que no se relacionaba con lo que se preguntó.

A la pregunta ¿qué es la sagacidad y cómo se diferencia de la docilidad? Se obtuvieron 25 respuestas, 15 que definieron la sagacidad y 10 la docilidad. En cuanto a la sagacidad, la mayoría de ellos 11 (73%) establecieron que es la capacidad de comprender rápidamente lo que implican las acciones, dos (13%), que trata sobre las habilidades personales, alguien más (6,6%), que es el juicio de la conciencia y finalmente una (6,6%), persona respondió algo que no tenía que ver con lo que se preguntó. Respecto a la docilidad, la mayoría, con 7 respuestas (63.6%), respondieron que es aceptar las enseñanzas de los demás, es decir el conocimiento externo, tres personas que corresponden al (28%) respondieron que es ser prudente y una persona más (9%), que hace referencia al juicio de la conciencia.

Respecto a la pregunta ¿cuál es el papel de la circunspección en la prudencia? la mayoría de ellos, siete personas que corresponden al (44%), respondieron que se trata de evaluar las circunstancias antes de actuar, otros siete (44%), que es la prudencia al evaluar la situación, uno de ellos (6%), que es el desarrollo y la promoción de virtudes morales, finalmente una persona (6%), redacto mal y no se comprendió la respuesta.

En lo referente a la pregunta ¿cuál es la diferencia entre la prudencia gobernativa y la prudencia política?, la mayoría de los estudiantes establecieron tal como se muestra en este insight de un estudiante, que “la prudencia familiar es similar al gobierno de un país pequeño, porque el gobernante de una familia necesita de esa virtud para gobernar correctamente”.

A la pregunta ¿qué significa gnome y cuál es su función en el contexto de la prudencia? la mayoría de estudiantes 11 (69%), respondieron que es la virtud encargada en momentos difíciles, concretos y excepcionales; en una de las respuestas (6%), se estableció que es el manejo de momentos en los que se toma decisiones importantes, otro de ellos (6%), planteó que es tomar decisiones fuera de las leyes comunes, finalmente tres (19%), respuestas estuvieron totalmente fuera de contexto y fueron buscadas en internet.

Tercer Cuestionario

Este cuestionario lo respondieron quince estudiantes. Respecto a la pregunta Según Joseph Pieper, ¿cómo se relaciona la conciencia con la prudencia?, la mayoría de ellos respondieron que “el acto de la conciencia es asimilado por la prudencia”.

Con relación a la pregunta ¿qué opinión sostiene el P. Noble respecto al juicio de conciencia y su relación con la prudencia? la mayoría de ellos seis personas (40%), respondieron que el juicio de la conciencia es puramente especulativo, tres (20%), de ellos respondieron que se relaciona con la prudencia afectiva, dos de ellos (13%), que orienta la moralidad, dos más (13%), que es la prudencia que orienta la elección, otro de ellos que es el comportamiento ético fundamental para la prudencia, y uno más (7%), que influye en la formación de la conciencia.

A la pregunta ¿cuál es el enfoque principal de la ética de la virtud?, siete de ellos (46%), respondieron que es un cultivo de virtudes morales; seis (40%), que es una ética teológica y evaluación de personas y finalmente, dos (13%) de ellos que es una virtud como guía hacia el bien y la razón.

Respecto a la pregunta ¿por qué se consideran las cuatro virtudes cardinales como fundamentales en la ética de la virtud?, la mayoría de ellos escribieron que la importancia de las virtudes cardinales en la ética de la virtud es destacar el papel fundamental y central de las virtudes cardinales (prudencia, templanza, justicia y fortaleza) como pilares de la ética de la virtud, y que se centran en cómo las virtudes cardinales orientan y regulan la conducta moral, que proporcionan una base sólida para el desarrollo ético y son esenciales tanto para el individuo como para otras virtudes.


 

DISCUSIONES

Primer Cuestionario

Se revela la comprensión y reflexión de los estudiantes sobre conceptos éticos fundamentales, en particular sobre la conciencia, según la perspectiva de Santo Tomás de Aquino, además de su relación con la prudencia, la ética filosófica y la teología moral.

En cuanto a la primera pregunta, se observa que la ética filosófica se percibe como un marco conceptual que influye en la percepción de lo bueno y lo malo, generando sesgos sobre la moralidad de las acciones. Este hallazgo sugiere una comprensión crítica por parte de los estudiantes sobre cómo las teorías éticas influyen en la percepción y evaluación de la realidad de la acción moral. Sin embargo, también se destaca que algunos estudiantes no lograron extraer conclusiones relevantes de la lectura, lo que indica la necesidad de una comprensión más profunda de los conceptos éticos discutidos.

En relación con la segunda pregunta, los estudiantes demostraron una comprensión adecuada del papel de la conciencia en la ética filosófica y teología moral, identificando correctamente la conciencia como una facultad o voz interior que guía las acciones correctas. Este resultado sugiere una comprensión sólida de la importancia de la conciencia como guía moral en la toma de decisiones éticas.

Por último, en la tercera pregunta, los estudiantes reconocieron en su mayoría que la prudencia desempeña un papel crucial en la prevención de acciones inadecuadas, al permitir el discernimiento entre el bien y el mal, así como la evaluación imparcial de las circunstancias. Esta respuesta refleja una comprensión profunda del papel de la prudencia según la perspectiva del autor, que es crucial para la toma de decisiones éticas informadas.

Como se evidencia los resultados sugieren una comprensión generalizada y adecuada de los conceptos éticos discutidos en el texto, destacando la importancia de la conciencia y la prudencia en la ética filosófica y teología moral. Sin embargo, también se identificaron algunas áreas de mejora en la comprensión y aplicación de estos conceptos, lo que sugiere la necesidad de una mayor reflexión y análisis crítico por parte de los estudiantes.


 

Segundo Cuestionario

Respecto a la relación entre la prudencia y la experiencia la mayoría de los estudiantes (52%) identificaron correctamente que la prudencia requiere experiencia. Este resultado está en línea con la noción de Santo Tomás de Aquino de que la prudencia implica discernir y aplicar principios universales a situaciones particulares, lo que requiere tanto conocimiento teórico como experiencia práctica. Sin embargo, es relevante destacar que una parte significativa (23%) de los estudiantes asoció la relación entre la prudencia y la experiencia con la racionalización del pasado para tomar decisiones futuras, lo cual también refleja una comprensión adecuada del papel de la experiencia en el ejercicio de la prudencia.

En lo que concierne a la definición e importancia de la razón práctica la mayoría de los estudiantes (62.5%) comprendieron que la razón práctica es esencial para juzgar y dirigir acciones virtuosas, lo cual concuerda con la idea de Santo Tomás de Aquino de que la prudencia implica la aplicación de la razón práctica para discernir el bien del mal y dirigir las acciones hacia el fin último del hombre. Sin embargo, es necesario señalar que una minoría (6%) no proporcionó una respuesta relacionada, lo que sugiere una falta de comprensión de este concepto crucial.

Respecto a la diferencia entre sagacidad y docilidad la mayoría de los estudiantes (73%) la definieron como la capacidad de comprender rápidamente las implicaciones de las acciones, lo cual está relacionado con la idea de Santo Tomás de Aquino de la prudencia como la capacidad de discernir y aplicar principios universales a situaciones particulares. Sin embargo, es importante señalar que hubo algunas respuestas que no estaban directamente relacionadas con la definición de sagacidad, lo que podría indicar una confusión en torno a este concepto. Respecto a la docilidad, la mayoría de los estudiantes (63.6%) la asociaron correctamente con aceptar las enseñanzas de los demás, lo cual refleja una comprensión adecuada de este aspecto.

Por su parte, el papel de la circunspección en la prudencia la mayoría de los estudiantes (88%) comprendieron adecuadamente que la circunspección implica evaluar las circunstancias antes de actuar, lo cual está en consonancia con la noción de Santo Tomás de Aquino de que la prudencia implica considerar las circunstancias particulares al tomar decisiones morales.

En lo referente a la diferencia entre prudencia gobernativa y prudencia política, la respuesta proporcionada por los estudiantes indica una comprensión limitada de la diferencia entre estos dos tipos de prudencia. La mayoría de ellos vinculó la prudencia gobernativa con el gobierno de una familia y la prudencia política con el gobierno de un país, lo cual refleja una comprensión superficial de estos conceptos. Sin embargo, no consideraron las diferencias fundamentales en los ámbitos de aplicación y el alcance de estas formas de prudencia según lo establecido por Santo Tomás de Aquino.

Finalmente, en lo que refiere al significado y función de gnome en el contexto de la prudencia, la mayoría de los estudiantes (69%) identificaron correctamente a gnome como la virtud encargada de tomar decisiones en momentos difíciles y excepcionales, lo cual está en línea con la idea de Santo Tomás de Aquino de la prudencia como la capacidad de discernir y aplicar principios universales en situaciones particulares, incluso en circunstancias difíciles y excepcionales.

Tercer Cuestionario

La discusión de resultados basada en las respuestas de los estudiantes revela diferentes perspectivas sobre la relación entre el juicio de la conciencia y el juicio de la prudencia. Mientras que algunos estudiantes sostienen que el juicio de la conciencia es puramente especulativo y está vinculado a la prudencia afectiva, otros enfatizan que la conciencia influye en la formación de la prudencia y orienta la moralidad. Esta diversidad de opiniones resalta la complejidad del tema y la necesidad de un análisis más profundo para comprender plenamente su relación.

En cuanto al enfoque principal de la ética de la virtud, los estudiantes señalan que se centra en el cultivo de virtudes morales, la evaluación teológica de las personas y la guía hacia el bien y la razón. Esta variedad de respuestas sugiere una comprensión diversa de los principios éticos fundamentales y destaca la importancia de explorar diferentes enfoques en la ética moral.

Por último, en relación con las cuatro virtudes cardinales, los estudiantes reconocen su importancia como pilares de la ética de la virtud, proporcionando una base sólida para el desarrollo ético y siendo esenciales tanto para el individuo como para otras virtudes. Esta convergencia en la comprensión de las virtudes cardinales resalta su papel central en la formación del carácter moral y la toma de decisiones éticas.

CONCLUSIONES

En este trabajo se ha abordado la dinámica de la conciencia y la prudencia en la vida moral del ser humano. En primer lugar, se ha explorado el desarrollo histórico del concepto de conciencia, desde sus raíces como un simple reclamo interno hasta su enriquecimiento como una aplicación del conocimiento moral a los actos del individuo. Se destaca la posibilidad de error en la conciencia al aplicar el conocimiento extraído de la sindéresis, así como su función de evaluar la conformidad de la conducta con los principios universales de la sindéresis.

En cuanto a la prudencia, se enfatiza su primacía en la vida moral y su papel en la perfección del proceso intelectivo del acto humano, especialmente en la selección de medios adecuados para alcanzar un fin. Se reconoce su relación especial con lo contingente y operable, así como su influencia en los apetitos y las virtudes morales.

Se ha realizado un análisis sobre la relación y diferencia entre el juicio de la conciencia y el juicio de la prudencia, destacando cómo la prudencia perfecciona el juicio de la conciencia y cómo ambos interactúan entre sí, aunque son de naturaleza diversa.

En última instancia, se subraya que la naturaleza humana es racional y libre, lo que permite al individuo tomar decisiones prudentes para su propio enriquecimiento y la integración de su vida. La prudencia capacita a la razón práctica para manejar lo contingente sin perder de vista los principios que sustentan la vida humana.

Este trabajo de investigación ha explorado en profundidad la dinámica de la conciencia y la prudencia en la vida moral del ser humano, centrándose en el enfoque filosófico de Santo Tomás de Aquino. A través del análisis de los conceptos de conciencia y prudencia, así como de su relación entre sí, se ha proporcionado una visión integral de la ética filosófica y su aplicación en la toma de decisiones morales.

La conciencia, según se ha discutido, es un aspecto central en la evaluación moral de las acciones humanas. Proviene del latín "conscientia", que significa "saber con", y abarca tanto la conciencia psicológica como la conciencia moral. Santo Tomás de Aquino la considera un juicio de la razón que puede errar debido a errores en los principios universales o en su aplicación práctica. La formación de la conciencia es crucial para evitar cometer errores morales, ya que la naturaleza humana está herida por el pecado.

Por otro lado, la prudencia se presenta como una virtud cardinal que desempeña un papel fundamental en la vida moral del hombre. Define la capacidad de discernir y aplicar principios universales a situaciones particulares, permitiendo una elección adecuada de acciones en concordancia con la razón y el bien humano. La prudencia se diferencia de las artes en su enfoque en la totalidad de la vida humana y se erige como una guía esencial en el camino hacia la realización del bien humano.

La relación entre el juicio de la conciencia y el juicio de la prudencia ha sido objeto de debate, con diferentes puntos de vista sobre su similitud o diferencia. Mientras algunos equiparan el acto de la conciencia con la prudencia, otros distinguen entre el juicio de conciencia, especulativo y guía del valor moral de un acto, y el juicio de elección, afectivo y posterior al primero. Esta discusión es relevante en el contexto de una ética de la virtud, que ha resurgido con interés reciente.

La metodología utilizada para analizar las respuestas de los estudiantes ha combinado elementos de análisis de contenido y enfoque reflexivo. Se ha realizado un muestreo representativo de respuestas estudiantiles a preguntas filosóficas específicas, seguido de una segmentación y codificación del material recolectado. El análisis ha permitido identificar tendencias emergentes y patrones de pensamiento entre los estudiantes, así como evaluar la comprensión y aplicación de los conceptos discutidos.

En cuanto a los resultados obtenidos, se destaca la adecuada interpretación y comprensión de conceptos como conciencia y prudencia por parte de los estudiantes, así como la identificación de su importancia en la vida moral. Además, se evidencia la capacidad de los estudiantes para relacionar estos conceptos con experiencias personales y situaciones concretas, lo que demuestra un entendimiento profundo de su relevancia en la toma de decisiones éticas.

Por ende, este trabajo ha proporcionado una visión integral de la ética filosófica, centrada en los conceptos de conciencia y prudencia según la perspectiva de Santo Tomás de Aquino. Se ha destacado la importancia de estos conceptos en la evaluación moral de las acciones humanas y se ha explorado su relación entre sí. Además, se ha utilizado una metodología rigurosa para analizar las respuestas de los estudiantes, lo que ha permitido identificar tendencias y patrones de pensamiento relevantes. En última instancia, este trabajo contribuye al entendimiento y aplicación de la ética filosófica en la vida cotidiana, así como a la reflexión sobre la formación ética de los individuos.

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[1] Autor principal

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