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deconstrucción desarma los supuestos que hay en el texto, pretende sacar a la luz prejuicios y
contradicciones, se centra en el análisis crítico de los textos.
El término deconstrucción surgió por una adaptación de la destruction heideggeriana, que apelaba a la
estructura o arquitectura metafísica y ontológica, pero la palabra destrucción cargaba en sí un sentido
de pesimismo o de acabamiento, por lo que Derridá amplió este concepto a déconstruction
(deconstrucción). Mientras la ciencia se ocupa del encuentro de lo real, la filosofía, de la realidad
misma, para Derridá “lo esencial del discurso es que implica nuestro encuentro con una realidad sin
valor” (Strathern, 2000), hablar de deconstrucción “resulta difícil esencialmente porque nos
enfrentamos a una perspectiva crítica asistemática, es decir, no se trata de una filosofía ordenada ni de
una metodología precisa o técnica analítica definida” (Huamán Villavicencio, 2003).
Patricio Peñalver introduce la obra La desconstrucción en las fronteras de la filosofía de Derridá y dice:
Desconstruir parece significar ante todo: desestructurar o descomponer, incluso dislocar las estructuras
que sostienen la arquitectura conceptual de un determinado sistema o de una secuencia histórica,
también des-sedimentar los estratos de sentido que ocultan la constitución genética de un proceso
significante bajo la objetividad constituida y, en suma, solicitar o inquietar, haciendo temblar su suelo,
la herencia no-pensada de la tradición metafísica (Derrida, 1989).
El término surgió por una adaptación de la destruction heideggeriana, que apelaba a la estructura o
arquitectura metafísica y ontológica. Pero la palabra destrucción cargaba en sí un sentido de pesimismo
o de acabamiento, por lo que Derrida amplió ese concepto a deconstrucción. Por consiguiente, se puede
pensar ¿qué es susceptible de deconstruirse? Todo: las fuentes, el autor, la obra, sus influencias, la
interpretación, la teoría literaria, la teoría del lenguaje, la traducción, la estética, la política y la teología
(solo por mencionar algunos), del mismo modo “la desconstrucción no tiene un objetivo porque todo
puede ser objetivo de la desconstrucción” (García Masip, 2008).
Strathern aclara la desconstrucción diciendo que: separa lo que ha sido unido en un texto, y así, “en
lugar de un significado, adopta muchos” (Strathern, 2000), mientras que García Masip dice que “en vez
de armar cosas “directamente” con la desconstrucción se desarman palabras y cosas, y se rearman de
otra forma, a veces con las mismas piezas, a veces introduciendo piezas de otras cosas o lugares, de
otros “seres”, otras “palabras”” (García Masip, 2008) Con todo y lo anterior, la deconstrucción es el