LA DECONSTRUCCIÓN COMO TÉCNICA
METODOLÓGICA AUXILIAR DE LA
HERMENÉUTICA EN LOS ESTUDIOS HISTÓRICOS
DECONSTRUCTION AS AN AUXILIARY
METHODOLOGICAL TECHNIQUE FOR HERMENEUTICS
IN HISTORICAL STUDIES
Cinthia Alejandra Urquiza Cepeda
Universidad Pedagógica Nacional del Estado de Chihuahua, México
pág. 1980
DOI: https://doi.org/10.37811/cl_rcm.v8i2.10635
La Deconstrucción como Técnica Metodológica Auxiliar de la
Hermenéutica en los Estudios Históricos
Cinthia Alejandra Urquiza Cepeda1
curquiza@upnech.edu.mx
https://orcid.org/0000-0002-6038-6916
Unidad Nuevo Casas Grandes
Universidad Pedagógica Nacional del Estado de Chihuahua
México
RESUMEN
Se asume frecuentemente que la investigación documental-histórica se vale de la interpretación del
investigador, pero se omite cuán importante es interpretar con la metodología adeucada. El resultado de
este análisis mostrará la relación íntima y necesaria que hay entre la deconstrucción de Jacques Derridá
y la hermenéutica de Hans-Georg Gadamer, ésta última como método per se, puede hacer su función
independiente, pero la deconstrucción es como un nutriente, que abona a la interpretación y
comprensión, dado que solo se pueden aplicar en el paradigma interpretativo, bajo el supuesto de que
no son opuestas, porque la hermenéutica es método y la deconstrucción es técnica. El artículo se
propone en tres partes, la primera y segunda tratarán sobre la conceptualización de la hermenéutica y
deconstrucción y la tercera sobre cómo esta última se convierte en una técnica auxiliar en los estudios
históricos.
Palabras clave: hermenéutica, deconstrucción, derridá, gadamer, historia
1
Autor principal.
Correspondencia: [email protected]
pág. 1981
Deconstruction as an auxiliary methodological technique for hermeneutics
in historical studies
ABSTRACT
Is frecuently assumed that documentary-historical research uses the researcher’s interpretation, but it
omits how important is to interpret with the appropiate methodology. The result of this analysis will
show the intimate and necessary relationship that exists between Jacques Derrida’s deconstruction and
Hans-Georg Gadamer’s hermeneutics, the latter as a method per se, can do its independent function,
but deconstruction is like a nutrient which contributes to interpretation and undestanding, given the fact
that can only be applied in the interpretative paradigm. Under the assumption that they are not opposites,
because hermeneutics is method and deconstruction is technique. This article is proposed in three parts,
the first and second will deal with the conceptualization of hermeneutics and deconstruction, and the
third about how the last one becomes an auxiliary technique in historical studies.
Keywords: hermeneutics, deconstruction, derrida, gadamer, history
Artículo recibido 20 febrero 2024
Aceptado para publicación: 22 marzo 2024
pág. 1982
INTRODUCCIÓN
Historia es, desde luego, exactamente lo que se escribió,ero ignoramos si es exactamente lo que
sucedió.” Enrique Hardiel Poncela
El siguiente texto es el resultado de la construcción de una tesis doctoral interpretativa, teórica y
documental, de análisis de la educación en la Grecia Antigua; en la cual durante el trayecto fue
emergiendo cuán importante es enmarcar la investigación interpretativa desde un método comprensivo
que dé cuenta de aquello que se traduce como objetivo: Demostrar que la deconstrucción es una técnica
metodológica complementaria a la hermenéutica, en cuanto a estudios históricos se refiere.
Para el estudio de los métodos: histórico (la investigación de sucesos pasados), histórico-crítico (trata
de buscar el origen y el mundo que subyace a los textos más antiguos, generalmente asociados a la
teología), historiográfico (es la actividad del registro escrito de los acontecimientos), de filosofía de la
historia (el estudio profundo de la historia y el registro historiográfico, desde el pensar y la
comprensión), o historiología (se ocupa de la fundamentación filosófica, metodológica y
epistemológica de la historia), entre más retrocedamos a la antigüedad, se va tornando difícil encontrar
fuentes de primera mano, y posteriormente, analizarlas.
En primera instancia, la historiografía –atendiendo a su origen etimológico-, da cuenta de una
descripción de acontecimientos pasados; por lo cual existe diferencia con la filosofía de la historia, ya
que mientras que la historia indaga en el pasado, la filosofía de la historia hace una reflexión filosófica
a partir de esa indagación, de manera que, la historiografía implica una narración de sucesos pasados,
mientras que la filosofía de la historia verá el pasado a través de un lente filosófico. Entonces, con el fin
de intentar examinar los textos históricos desde el presente, la hermenéutica se convierte el método de
comprensión más adhoc y la desconstrucción, una técnica metodológica de apoyo, a diferencia del
método analítico-sintético el cual se trata de desarmar un objeto de estudio para observar sus partes por
separado, luego analizarlas de manera ordenada, reconstruirlas y estudiarlas de manera holística. Son
dos procesos que actúan en conjunto: el análisis y la síntesis.
“La deconstrucción es una estrategia; no es un método propiamente, sino una intervención
“intencional”, por lo tanto, con un objetivo y en un campo determinado” (García Masip, 2008) ese
campo es el discurso escrito y hablado, y la intervención se da con la lectura e interpretación, en este
pág. 1983
sentido se convierte en una especie de instrumento auxiliar de análisis de datos, no hay deconstrucción
sin hermenéutica, sin interpretación por parte del investigador, por eso “se dice: “el mundo está
deconstruido”, lo que quiere decir, “está profundamente relativizado” (Celedón, 2017).
Dicho esto, en los estudios teóricos e históricos se puede distinguir dos vertientes: las que atienden a la
descripción y reconstrucción del pasado y, las que buscan la reflexión a partir de ciertos fenómenos
ocurridos; así, el papel que juega primeramente la hermenéutica –entendida como interpretación- es
primordial para el establecimiento de la deconstrucción como técnica auxiliar.
METODOLOGÍA
Hablar de metodología cuando el mismo estudio plantea una alternativa metodológica puede resultar
redundante, por lo cual, este trabajo se centrará en explicar la hermeneútica de Hans-Georg Gadamer y
la deconstrucción de Jaques Derridá, en miras a fusionarlas para desenmarañar la interpretación de
textos pasados.
Porque cuando hablamos de hermenéutica, no nos referimos a una sola y para Gadamer, la hermenéutica
parte de un prejuicio, y fue más allá de la interpretación de textos, tenía que ver con la comprensión
como “una reflexión sobre lo que acontece con el hombre cuando efectivamente comprende” (De la
Maza, 2005), es así que la interpretación deriva en el modo de comprender y se convierte en una
dialéctica, cuya pretensión es dejar siempre abierto el diálogo, “constató los límites de toda
comprensión, cuyo origen último se encuentra en la limitación del ser humano(Aguilar, 2004).
La conciencia hermenéutica nos puede llevar hacia la transparencia de la tradición por medio del diálogo
y el discurso, que son los causantes de que haya un cruce de tradiciones, o dicho de otro modo, de
distintas formas de comprensión, porque luego del intercambio de palabras, nadie permanece igual. La
comprensión es el camino propio que transita el investigador, pero cuando se interpone el discurso, deja
de ser algo personal y se convierte en algo compartido.
Aunque pudiera parecer que la hermenéutica y la deconstrucción están de un extremo a otro, porque la
primera busca una comprensión profunda de las palabras y sus significados, mientras que la segunda se
centra en los textos y cómo es que hace falta analizarlos críticamente. La hermenéutica interpreta sin
desmantelar, profundiza en el significado y se centra en la comprensión de textos, mientras que la
pág. 1984
deconstrucción desarma los supuestos que hay en el texto, pretende sacar a la luz prejuicios y
contradicciones, se centra en el análisis crítico de los textos.
El término deconstrucción surgió por una adaptación de la destruction heideggeriana, que apelaba a la
estructura o arquitectura metafísica y ontológica, pero la palabra destrucción cargaba en un sentido
de pesimismo o de acabamiento, por lo que Derridá amplió este concepto a déconstruction
(deconstrucción). Mientras la ciencia se ocupa del encuentro de lo real, la filosofía, de la realidad
misma, para Derridá “lo esencial del discurso es que implica nuestro encuentro con una realidad sin
valor” (Strathern, 2000), hablar de deconstrucción “resulta difícil esencialmente porque nos
enfrentamos a una perspectiva crítica asistemática, es decir, no se trata de una filosofía ordenada ni de
una metodología precisa o técnica analítica definida” (Huamán Villavicencio, 2003).
Patricio Peñalver introduce la obra La desconstrucción en las fronteras de la filosofía de Derridá y dice:
Desconstruir parece significar ante todo: desestructurar o descomponer, incluso dislocar las estructuras
que sostienen la arquitectura conceptual de un determinado sistema o de una secuencia histórica,
también des-sedimentar los estratos de sentido que ocultan la constitución genética de un proceso
significante bajo la objetividad constituida y, en suma, solicitar o inquietar, haciendo temblar su suelo,
la herencia no-pensada de la tradición metafísica (Derrida, 1989).
El término surgió por una adaptación de la destruction heideggeriana, que apelaba a la estructura o
arquitectura metafísica y ontológica. Pero la palabra destrucción cargaba en sí un sentido de pesimismo
o de acabamiento, por lo que Derrida amplió ese concepto a deconstrucción. Por consiguiente, se puede
pensar ¿qué es susceptible de deconstruirse? Todo: las fuentes, el autor, la obra, sus influencias, la
interpretación, la teoría literaria, la teoría del lenguaje, la traducción, la estética, la política y la teología
(solo por mencionar algunos), del mismo modo “la desconstrucción no tiene un objetivo porque todo
puede ser objetivo de la desconstrucción” (García Masip, 2008).
Strathern aclara la desconstrucción diciendo que: separa lo que ha sido unido en un texto, y así, “en
lugar de un significado, adopta muchos” (Strathern, 2000), mientras que García Masip dice que “en vez
de armar cosas “directamente” con la desconstrucción se desarman palabras y cosas, y se rearman de
otra forma, a veces con las mismas piezas, a veces introduciendo piezas de otras cosas o lugares, de
otros “seres”, otras “palabras”” (García Masip, 2008) Con todo y lo anterior, la deconstrucción es el
pág. 1985
superlativo de análisis del discurso donde es menester sobrepasar los límites establecidos para poder
adentrarnos en el texto.
Por una parte, Derrida se presenta como el que trata de deconstruir aquello que Gadamer trata de
mantener, mientras que éste, por su parte, con su filosofía hermenéutica sobre el diálogo y la
conversación, parece que trata de arbitrar cualquier forma de encuentro y, al mismo tiempo, intenta
buscar una justificación o legitimación de sus propios principios (De Santiago Guervós, 1999).
Más allá de aquellas aparentes diferencias, ambas propuestas comparten la idea de que el lenguaje
escrito y hablado es una presencia fundamental en el mundo, principio del cual parte todo ese proceso
que culmina en la comprensión.
RESULTADOS Y DISCUSIÓN
Se puede decir que mirar desde la visión gadameriana y derrideana implica analizar capa por capa cada
fragmento, desde lo más minucioso, se convierte en un análisis escrupuloso de cada una de las partes,
en donde se observa el lenguaje, pero también lo que no se ha dicho, lo ausente, es ver más allá de lo
que está encima e ir viendo a través de, y hacia adentro.
Un ejemplo de deconstrucción y hermenéutica, se puede dar con un extracto del artículo Aproximación
histórica a la figura del sofista cuando habla de la palabra sophistes y reza así: “el verbo en su sentido
originario, expresa la posesión de conocimientos adquiridos por la experiencia y transmisibles por la
enseñanza” (Sánchez manzano, 1990), el cual a continuación se va a desmoronar:
El verbo designa una acción, y por lo tanto es algo inacabado; si se está en el supuesto de que todo
aquello que se designa verbo es cambiante, se diría entonces, que el verbo aún no es. Luego el adjetivo
originario nos lleva a pensar ¿cuál es la diferencia entre original y originario? Original es algo único,
con cualidades y características muy propias, pero originario quiere decir que da origen, es fundador.
Entonces, el verbo crea, da origen a algo, pero ¿cómo puede dar origen si él mismo es algo inacabado?
La frase que estamos analizando habla de conocimientos, ese acercamiento a la realidad que se adquiere
por la experiencia, a decir de los empiristas, son aquellos datos que nos proporcionan los sentidos y que
constituyen lo que va formando al ser humano, le van dando enseñanza, esa transmisión de saberes que
no necesariamente refieren a la experiencia propia, sino de lo que otros comparten.
pág. 1986
Otra ejemplificación, se pondrá sobre la mesa un fragmento del texto de Sánchez Manzano que reza lo
siguiente: “la búsqueda de la verdadera sophía es la humilde actitud socrática frente a la prepotencia
de los que dominan el saber” (Sánchez Manzano, 1990), de esta manera se puede deconstruir e
interpretarla cita mencionada.
Tenemos dos adjetivos sobre virtudes o no virtudes, la humildad y la prepotencia, Aristóteles describía
una virtud (o un valor como se le llama actualmente) como el justo medio, es decir, ni aquello que
provocara un placer terrenal o carnal excesivo ni aquello que no lo fuera, entonces, ¿a partir de quién
entender esos dos significados? Desde la concepción actual de valor y humildad en el diccionario de la
RAE (Real Academia Española) o desde el discurso aristotélico, pero cabe mencionar que Sócrates fue
antecesor de Aristóteles, entonces el primero tenía su propio concepto. También se ve la palabra sophía,
la cual se entiende como el “saber” pero tan difícil ha de haber sido hablar de historia cuando tenía poco
de escribirse, como tan difícil es hablar de sophía con los primeros pensadores. Este apartado afirma
que sophia y saber son dos concepciones distintas, pero ¿así lo serían en la antigüedad o es un error o
intención del autor o intérprete?, porque una cosa es la interpretación donde hay una interpelación
intencional, y otra es la traducción.
Los anteriores fueron ejemplos un tanto exagerados de como deconstruir, ya que en la investigación
sería laborioso y prácticamente imposible hacer una exégesis de cada fragmento, pero la pretensión es
demostrar, evidenciar, como la deconstrucción se vale de deshacer, desmontar lo que tenemos para
volverlo a unir y recobrar nuevos sentidos. Se trata de elegir varios lentes y adoptar el que más mejora
la vista de la mirada histórica. Ni yo soy el autor, ni se la intención, ni el significado, ni el suceso, pero
como indagador del pasado tendré que usar la mirada filosófica más allá de lo dual y entender que para
comprender el blanco no diré que no es negro, sino que hay un no-blanco que me indica la ausencia del
primero, más no su contrariedad.
CONCLUSIONES
La hermenéutica y la deconstrucción pueden complementarse en más de un sentido: a) respecto al
significado del texto, b) acerca de la crítica y c) sobre la tradición, como se muestra en el siguiente
cuadro.
pág. 1987
Tabla 1. Cómo se complementan la Hermenéutica y la Deconstrucción
Hermenéutica
Deconstrucción
Ambos
En cuanto al
significado del
texto
Es la comprensión del texto,
como condicionante de la
interpretación.
Es la búsqueda de
prejuicios y
contradicciones
Encuentran los puntos de
coincidencia en el
lenguaje y tratan de
encontrar desde donde se
originan, para poder re-
interpretarlos.
En cuanto a la
crítica
Se centra en interpretar
Deshace para poder
entender
Buscan qué es lo que se
comprende cuando se
comprende y de qué modo
se realiza ese proceso
comprensivo.
En cuanto a la
tradición
Pretende restaurarla
Pretende re-hacerla
Todo hecho es
interpretado porque todo
hecho es comprendido y
eso nos lleva a reinventar.
Fuente: Elaboración propia con base en lo analizado en este documento.
La hermenéutica puede llevarse a cabo por misma, pero la deconstrucción ser sirve del método de
Gadamer para poder desentrañarse y poder encontrar un punto de partida, de encuentro y de cierre,
porque “la deconstrucción es. Y en tanto que es, tiene límites, pues too lo que es, dice, tiene límites”
(Celedón, 2017), el límite es el telos, el fin para dar una conclusión.
REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS
Aguilar, L. A. (febrero-julio de 2004). La hermenéutica filosófica de Gadamer. Revista electrónica
sinéctica(24), 61-64. Obtenido de https://www.redalyc.org/pdf/998/99815918009.pdf
Celedón, G. (2017). Deconstruir la deconstrucción. En C. Contreras, & Agüero, Javier, Jacques
Derrida. Envíos pendientes. Im-posibilidades de la democracia (págs. 307-344). Viña del Mar:
Ediciones Cenaltes. Obtenido de
https://www.academia.edu/35263561/Deconstruir_la_deconstrucci%C3%B3n
Celedón, G. (2017). Mutaciones infinitas de la deconstrucción. Revista Latinoamericana del Colegio
Internacional de Filosofía, 185-199. Obtenido de
pág. 1988
http://www.revistalatinoamericana-ciph.org/wp-content/uploads/2020/01/13-
Gustavo_Celedo%CC%81n.pdf
De la Maza, L. M. (2005). Fundamentos de la filosofía hermenéutica: Heidegger y Gadamer. Teología
y vida, 46(1-2), 122-138. doi:https://dx.doi.org/10.4067/S0049-34492005000100006
De Santiago Guervós, L. E. (1999). Hermenéutica y deconstrucción: divergencias y coincidencias ¿Un
problema de lenguaje? Estética y Hermenéutica, 229-248. doi:
https://doi.org/10.24310/Contrastescontrastes.v0i0
Derrida, J. (1989). La desconstrucción en las fronteras de la filosofía. La retirada de la metáfora.
España: Paidós.
Gama, L. E. (Junio de 2021). El método hermenéutico de Hans-Georg Gadamer. Escritos , 29(62), 17-
32. doi:https://doi.org/10.18566/escr.v29n62.a02
García Masip, F. (2008). Comunicación y desconstrucción. El comcepto de comunicación a partir de
la obra de Jaques Derrida. México: Universidad Iberoamericana.
García Masip, F. (2008). Comunicación y desconstrucción. El concepto de comunicación a partir de la
obra de Jaques Derrida. México: Universidad Iberoamericana.
Huamán Villavicencio, M. A. (2003). Claves de la deconstrucción. En M. A. Huamán Villavicencio,
Lecturas de teoría literaria II (págs. 89-124). Lima: Fondo editorial. Obtenido de
https://sisbib.unmsm.edu.pe/bibvirtualdata/libros/Literatura/Lect_teoria_lit_II/claves.pdf
Krieger, P. (2004). La deconstrucción de Jacques Derrida (1930-2004). Anales del Instituto de
Investigaciones Estéticas, 26(84), 179-188. Obtenido de
http://www.scielo.org.mx/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0185-
12762004000100009&lng=es&nrm=iso
Sánchez Manzano, M. &. (1990). Aproximación histórica a la figura del sofista. Myrtia. Revista de
filología clásica de la Universidad de Murcia, 107-130.
Strathern, P. (2000). Derrida en 90 minutos. (J. A. Padilla Villate, Trad.) España: siglo XXI.