FISIOPATOLOGÍA, DIAGNÓSTICO Y
MANEJO DEL VITÍLIGO.
REVISIÓN DE LA LITERATURA
PATHOPHYSIOLOGY, DIAGNOSIS AND
MANAGEMENT OF VITILIGO. LITERATURE REVIEW
Md. Daniela Alejandra Moreno Contento
Hospital Julia Esther González Delgado, Ecuador
Dra. Sheyla Dayanna Salinas Reinoso
HPAS, Ecuador
Md. Ana Belén Garzon Ortega
Investigadora Independiente, Ecuador
Md. Brisila Mayrin Pesantez Yaguana
Investigadora Independiente, Ecuador
Dra. Karla Gabriela Buendía Maldonado
HECAM, Ecuador
Md. Jorge Patricio Daquilema Toabanda
Investigador Independiente, Ecuador
Dra. Leslie Natasha Manosalvas Mena
Centro de Salud Tajamar, Ecuador
pág. 2516
DOI: https://doi.org/10.37811/cl_rcm.v8i2.10689
Fisiopatología, Diagnóstico y Manejo del Vitíligo. Revisión de la Literatura
Md. Daniela Alejandra Moreno Contento1
damoreno.ec@gmail.com
https://orcid.org/0009-0008-1339-2089
Médica Residente de la Clinica
Hospital Julia Esther González Delgado
Loja, Ecuador
Dra. Sheyla Dayanna Salinas Reinoso
daysalinasr1@gmail.com
https://orcid.org/0009-0008-2637-6731
Médica Residente- HPAS
Quito, Ecuador
Md. Ana Belén Garzon Ortega
dranagarzon@gmail.com
https://orcid.org/0009-0006-8819-7910
Investigadora Independiente
Machala, Ecuador
Md. Brisila Mayrin Pesantez Yaguana
brisilapesantez15@gmail.com
https://orcid.org/0009-0006-2042-497X
Investigadora Independiente
Machala, Ecuador
Dra. Karla Gabriela Buendía Maldonado
kgbuendiam@gmail.com
https://orcid.org/0009-0008-1384-3417
Médica en funciones hospitalarias - HECAM
Quito, Ecuador
Md. Jorge Patricio Daquilema Toabanda
mdjorgedaquilema2024@gmail.com
https://orcid.org/0009-0009-9913-014X
Investigador Independiente
Machala, Ecuador
Dra. Leslie Natasha Manosalvas Mena
leslie.manosalvas@gmail.com
https://orcid.org/0009-0005-3895-0049
Médica General
Funciones año de Salud Rural
Centro de Salud Tajamar
Quito-Ecuador
RESUMEN
El vitíligo es una enfermedad dermatológica multifactorial de carácter autoinmune, compleja en la que
intervienen procesos autoinmunes, estrés oxidativo, factores genéticos y ambientales. Por lo que cobra
importancia el correcto y precoz diagnóstico utilizando los criterios clínicos y herramientas de
evaluación de la gravedad y la actividad de la enfermedad. Actualmente existen varias líneas de
tratamientos disponibles desde las opciones tópicas hasta la cirugia. Muchas de las veces de forma
equivocada no se estiman conveniente realizar un enfoque integral y personalizado del paciente y de su
enfermedad, sin embargo, en esta patología en la que existe evidencia de una disminución de la calidad
de vida debido a causas psicológicas siempre es importante un análisis completo con todas las
especialidades necesarias para restablecer la salud.
Palabras clave: vitíligo, melanocitos, repigmentación, camuflaje, fototerapia
1
Autor principal
Correspondencia: damoreno.ec@gmail.com
pág. 2517
Pathophysiology, Diagnosis and Management of Vitiligo. Literature Review
ABSTRACT
Vitiligo is a multifactorial dermatological disease of an autoimmune nature, complex in which
autoimmune processes, oxidative stress, genetic and environmental factors intervene. Therefore, correct
and early diagnosis using clinical criteria and tools for evaluating the severity and activity of the disease
becomes important. Currently there are several lines of treatments available from topical options to
surgery. Many times, it is mistakenly not considered advisable to carry out a comprehensive and
personalized approach to the patient and their disease; however, in this pathology in which there is
evidence of a decrease in quality of life due to psychological causes, it is always important. a complete
analysis with all the specialties necessary to restore health.
Keywords: vitiligo, melanocytes, repigmentation, camouflage, phototherapy
Artículo recibido 04 marzo 2024
Aceptado para publicación: 05 abril 2024
pág. 2518
INTRODUCCIÓN
El vitíligo es una patología dérmica crónica autoinmune, con características propias como la perdida de
la pigmentación de la piel manifestada por maculas blancas debido a la destrucción selectiva de los
melanocitos (Lastre-Meza & Barceló, 2023). A lo largo del tiempo a sido clasificado de muchas
maneras por su distribución, forma y color (Molé & Coringrato, 2019).
Se estima que afecta a cerca del 1% de la población mundial, sin tener una asociación a la raza o el
sexo, sin embargo, más del 50% de los casos reportados se dan en personas antes de los 20 años. Se ha
estudiado la existencia de un componente hereditario ya que el 30% de los pacientes presentan
antecedentes familiares (Castro et al., 2023).
Sin duda la problemática que genera el vitíligo es de importancia, como son las alteraciones visuales y
auditivas, que menoran la calidad de vida de los pacientes, como lo identifica García y colaboradores
(2024), en su trabajo en donde se observó una correlación en la calidad de vida del niño y la de su
cuidador, teniendo como un factor importante la edad de este.
El tratamiento aún se presenta como un desafío debido a que en muy pocas ocasiones la repuesta a este
es sigue siendo subóptima, poco dirigida y generalizada como lo señala en su trabajo Feng y Lu (2022.
Por lo que se estudia aun terapias moleculares y biológicas (Prado et al., 2023).
A pesar de que el diagnostico en su mayoría es clínico, la evidencia de despigmentación aún existe
paciente con diagnósticos tardíos, muchas veces como causa del desconocimiento de la fisiopatología
de este por lo que cobra importancia el realizar este articulo con la finalidad de conocer de manera
puntual la fisiopatología, diagnóstico y tratamiento.
El artículo se desenvuelve mediante una revisión de literatura utilizando los buscadores científicos
adecuados y con la premisa de traer la literatura mas reciente en cuanto al tema.
METODOLOGÍA
Se realizó búsqueda en Pubmed, Web Of Science, Cochrane con los términos indexados en español:
“fisiopatología, “diagnostico”, “tratamiento” y “vitiligo”, junto a sus términos indexados en inglés:
“physiopathology”, “diagnoses”, “treatment” y “vitiligo”. Se seleccionan los arculos relacionados con
la fisiopatología, diagnóstico y tratamiento del vitíligo.
pág. 2519
RESULTADOS
El vitíligo es un trastorno inflamatorio crónico común que causa despigmentación en la piel, con una
prevalencia mundial del 0,5 al 1% (Elbuluk & Ezzedine, 2017). La formación de manchas blancas se
debe a la pérdida de melanocitos en la epidermis (Boniface et al., 2018). Aunque el vitíligo no afecta la
esperanza de vida, la diferencia de color tiene un impacto significativo en la calidad de vida y el
bienestar mental de los pacientes. Con frecuencia, los pacientes sufren de estigmatización y aislamiento
social, además de tener un mayor riesgo de sufrir morbilidades psiquiátricas (Hamidizadeh et al., 2020).
Hasta el momento, los tratamientos disponibles para el vitíligo siguen siendo limitados. Las estrategias
terapéuticas se centran en terapias no específicas que abordan las respuestas inflamatorias e
inmunitarias, como los esteroides tópicos o sistémicos, o los inhibidores tópicos de la calcineurina, a
menudo combinados con luz ultravioleta (UV) para estimular la regeneración de los melanocitos. Esta
limitación en las opciones de tratamiento destaca la necesidad de mejorar el manejo del vitíligo (Lai et
al., 2017).
Fisiopatología
La destrucción de los melanocitos y la aparición de manchas blancas en el vitíligo se han asociado con
diversos mecanismos. Estos incluyen estrés neural, genético, autoinmune, oxidativo, producción de
mediadores inflamatorios y otros mecanismos relacionados con la separación de los melanocitos
(Ezzedine et al., 2012).
Mecanismos autoinmunes: Los mecanismos autoinmunes implicados son al teoria más común y
establecida, sugiriendo que una alteración en la respuesta inmunitaria provoca la destrucción de los
melanocitos por medio de mecanismos autoinmunes, como células T citotóxicas de memoria o
autoanticuerpos dirigidos contra antígenos de superficie de los melanocitos. Se sabe que el vitíligo y
los trastornos autoinmunes están interrelacionados (Morrison et al., 2017). Por ejemplo, el vitíligo suele
asociarse con trastornos de la tiroides, como la tiroiditis de Hashimoto y la enfermedad de Graves, así
como con otras enfermedades endocrinas como la enfermedad de Addison y la diabetes mellitus
(Dwivedi et al., 2015). Se requiere más investigación sobre la relevancia de estas condiciones, incluido
el síndrome poliglandular autoinmune, la alopecia areata, el lupus eritematoso sistémico, la enfermedad
inflamatoria intestinal, la artritis reumatoide, la psoriasis y la anemia perniciosa (Zhang et al., 2016).
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Mecanismos genéticos: el vitíligo muestra un patrón de agrupación familiar. Según varios estudios, la
prevalencia del vitíligo entre familiares de primer grado varía del 0,14% al 20%. Esto indica claramente
un componente genético; sin embargo, solo el 23% de los gemelos monocigóticos muestran
concordancia, lo que sugiere que puede haber un importante factor no genético en la fisiopatología del
vitíligo (Kemp et al., 2001). Dado que el vitíligo es una enfermedad poligénica, se han identificado
varios genes candidatos, como el complejo mayor de histocompatibilidad (MHC), la enzima
convertidora de angiotensina (ACE), la catalasa (CAT), el antígeno 4 de los linfocitos T citotóxicos
(CTLA-4), proteína tirosina fosfatasa, antígeno leucocitario humano (HLA) y receptor A de
interleucina-2 (IL2RA). Todos estos genes involucrados en el control de la inmunidad han sido
investigados para determinar su asociación genética con el vitíligo generalizado (Ezzedine et al., 2013).
Estrés oxidativo: Según esta teoría, la acumulación de especies reactivas de oxígeno intraepidérmicas,
especialmente peróxido de hidrógeno (H2O2), es el principal factor en la patogénesis del vitíligo. El
H2O2 causa alteraciones en las mitocondrias a esta concentración, induciendo la apoptosis de los
melanocitos y su muerte. Los pacientes con vitíligo a menudo presentan cambios en los indicadores del
estado redox (Kemp et al., 2001). El malondialdehído (MDA), el selenio, las vitaminas C y E, el
glutatión peroxidasa (GPx), la superóxido dismutasa (SOD) y la catalasa (CAT) son marcadores
importantes de interés. El MDA es un subproducto de la peroxidación lipídica y un indicador de estrés
oxidativo (Dwivedi et al., 2015). El selenio, un antioxidante clave, es esencial para la actividad de la
GPx. Los radicales superóxidos son neutralizados por la SOD, reduciendo su toxicidad, y luego se
convierten en oxígeno (O2) y agua (H2O) por la CAT. Los pacientes con vitíligo muestran niveles
significativamente mayores de SOD, disminución de la actividad GPx de los eritrocitos, bajos niveles
de la enzima CAT y bajos niveles de vitaminas C y E tanto en la epidermis como en el suero (Arora &
Kumaran, 2017).
Mecanismos neuronales: Esta teoría sugiere que las terminaciones nerviosas liberan sustancias
neuroquímicas que pueden reducir la producción de melanina o dañar los melanocitos. También
propone que la patogénesis del vitíligo está relacionada con el gen de la catalasa (Ezzedine et al., 2013).
La enzima catalasa está presente en casi todos los seres vivos y protege a las células de los radicales de
oxígeno altamente reactivos al catalizar la hidrólisis del peróxido de hidrógeno en agua y oxígeno.
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La actividad de la enzima catalasa está disminuida tanto en la piel lesionada como en la no lesionada
de pacientes con vitíligo (He et al., 2022).
Mecanismos bioquímicos: Esta teoría sugiere que la acumulación de metabolitos intermedios tóxicos
de la síntesis de melanina y una defensa inadecuada contra los radicales libres conducen a la producción
excesiva de peróxido de hidrógeno (H2O2), lo que causa la destrucción de los melanocitos. Algunas
teorías incluyen factores genéticos, defectos en la estructura y función de los melanocitos, y la falta de
factores de desarrollo de los melanocitos como contribuyentes al proceso de despigmentación (Boniface
et al., 2018). La contribución relativa de cada uno de estos mecanismos aún se debate, aunque hay
consenso en que el vitíligo es una enfermedad autoinmune. Ninguna de estas hipótesis sugeridas es
suficiente para explicar los numerosos fenotipos del vitíligo. Sin embargo, el desarrollo de
enfermedades manifiestas depende de factores ambientales (Bibeau et al., 2022).
Diagnóstico
La mayoría de los criterios diagnósticos del vitíligo se basan en hallazgos clínicos de lesiones blancas
adquiridas en la piel, bien definidas y sin inflamación asociada, que tienden a expandirse de manera
centrífuga (Picardo et al., 2015). Durante la inspección con luz de Wood, estas lesiones de vitíligo son
más notorias. La luz de Wood es una técnica de diagnóstico que utiliza luz negra generada por una
lámpara especial para examinar la piel o el cabello (Lotti et al., 2008).
Índice VASI y puntuación VIDA
Para evaluar la gravedad y la actividad de la enfermedad, se pueden utilizar el Índice de Gravedad del
Área de Vitíligo (VASI) y la Puntuación de Actividad de la Enfermedad de Vitíligo (VIDA). La
extensión del vitíligo se determina en unidades de mano, donde una unidad de mano representa
aproximadamente el 1% de la superficie corporal, incluyendo la palma y las superficies volares de todos
los dedos (Lakhani et al., , 2016). El VASI se calcula multiplicando el área de vitíligo en unidades de
mano por el grado de despigmentación dentro de cada parche medido en unidades de mano para cada
área del cuerpo (Oulehri et al., 2020).
El VIDA es una escala de seis puntos utilizada para clasificar la gravedad del vitíligo, basada en la
percepción individual de la actividad de la enfermedad a lo largo del tiempo.
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El crecimiento de las lesiones y la aparición de nuevas lesiones son síntomas de vitíligo activo (Attwa
et al., 2020). Los puntajes del VIDA van desde +4 para actividad de menos de seis semanas, +3 para
actividad entre seis semanas y tres meses, +2 para actividad entre tres y seis meses, +1 para actividad
durante 6 a 12 meses, 0 para estabilidad durante al menos un año, y -1 para estabilidad con
repigmentación espontánea durante al menos un año (Rodrigues, 2017).
Tratamiento
El vitíligo es una condición dermatológica que requiere enfoques terapéuticos variados para manejar
sus síntomas (Jha & Karli, 2015). A continuación, se presentan algunas opciones de tratamiento
comunes:
Inmunomoduladores: Los corticosteroides tópicos e inhibidores de la calcineurina son tratamientos de
primera línea que reducen la respuesta inmune celular (Imran et al., 2023). Se ha demostrado que la
combinación de esteroides tópicos con terapia de luz UVB aumenta la repigmentación (Ibrahim et al.,
2019). El 5-fluorouracilo (5-FU) es un fármaco citotóxico que se ha investigado para el vitíligo y se ha
encontrado que es eficaz cuando se administra intradérmicamente con microagujas (Bouceiro Mendes
et al., 2022).
Análogos de vitamina D: Los análogos de la vitamina D, como el calcipotriol, se utilizan para estimular
la repigmentación en combinación con otros tratamientos como los corticosteroides tópicos o la terapia
con luz UV (Qi et al., 2021).
Otros: El metotrexato y los inhibidores de la Janus quinasa (JAK) son tratamientos menos comunes
pero que se han utilizado en casos de vitíligo resistente a otros tratamientos (Lotti et al., 2020).
Fototerapia: La fototerapia UVB, especialmente la UVB de banda estrecha (NB-UVB), se considera
eficaz y segura para tratar el vitíligo. Se puede usar sola o en combinación con otros tratamientos tópicos
(Bouceiro Mendes et al., 2022).
Cirugía: Los injertos de piel y la micropigmentación son opciones quirúrgicas para el vitíligo
segmentario o estable, donde se trasplanta piel sana en áreas afectadas (Tapfumaneyi et al., 2022).
Camuflaje cosmético y terapia estética: Se utilizan diversos productos cosméticos, como tintes líquidos
o bases correctoras, para ocultar las lesiones de vitíligo de forma temporal (Tanioka et al., 2010).
El tatuaje cosmético se utiliza para implantar pigmento en la piel de forma permanente, proporcionando
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una solución a largo plazo para las lesiones de vitíligo (Kaliyadan & Kumar, 2012).
Cada opción de tratamiento tiene sus propias ventajas y consideraciones, y la elección del tratamiento
adecuado depende de factores como la extensión y la gravedad del vitíligo, así como las preferencias
del paciente. Es importante consultar a un dermatólogo para determinar el plan de tratamiento más
adecuado para cada caso individual (Lotti et al., 2020).
DISCUSIÓN
Se reconoce que el vitíligo es una afección compleja y multifactorial, en la que intervienen diversos
mecanismos como la autoinmunidad, el estrés oxidativo, los factores genéticos y neuronales, entre otros
(Hamidizadeh et al., 2020). La interrupción en la respuesta autoinmune, en particular, ha sido
identificada como una causa principal de la destrucción de los melanocitos, lo que lleva a la
despigmentación característica de la piel en el vitíligo (Morrison et al., 2017).
Entre las teorías propuestas, la autoinmunidad ha surgido como la más común y bien establecida, dado
que el vitíligo se asocia frecuentemente con otros trastornos autoinmunes, como la tiroiditis de
Hashimoto y la enfermedad de Graves (Morrison et al., 2017). Además, se ha observado un componente
genético en el vitíligo, con estudios que demuestran un mayor riesgo entre familiares de primer grado.
Sin embargo, la falta de concordancia total en gemelos monocigóticos sugiere la influencia de factores
ambientales o epigenéticos en la expresión de la enfermedad (Kemp et al., 2001).
Otro mecanismo implicado es el estrés oxidativo, que provoca la acumulación de especies reactivas de
oxígeno, como el peróxido de hidrógeno, causando la muerte de los melanocitos. Esta teoría se ve
respaldada por cambios en los marcadores del estado redox en pacientes con vitíligo, como niveles
alterados de malondialdehído y actividad reducida de enzimas antioxidantes (Arora & Kumaran, 2017).
En cuanto al diagnóstico, se destacan los criterios clínicos basados en la presencia de lesiones blancas
bien definidas en la piel, que tienden a expandirse de manera centrífuga (Picardo et al., 2015). La
inspección con luz de Wood puede ser útil para visualizar las lesiones de manera más notoria. Además,
se han desarrollado índices de evaluación de la gravedad y la actividad de la enfermedad, como el Índice
de Gravedad del Área de Vitíligo (VASI) y la Puntuación de Actividad de la Enfermedad de Vitíligo
(VIDA), que ayudan a guiar el manejo clínico (Rodrigues, 2017).
En cuanto a las opciones terapéuticas, se han identificado varias estrategias, incluida la farmacoterapia
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con inmunomoduladores tópicos y orales, como corticosteroides e inhibidores de la calcineurina
(Bouceiro Mendes et al., 2022). Estos tratamientos pueden ayudar a reducir la respuesta autoinmune y
promover la repigmentación de la piel afectada. Sin embargo, es importante considerar los posibles
efectos secundarios y ajustar el tratamiento según la respuesta individual de cada paciente.
La fototerapia, especialmente con UVB de banda estrecha, ha demostrado ser efectiva para estimular la
repigmentación de la piel en pacientes con vitíligo. Esta modalidad de tratamiento puede combinarse
con otros enfoques terapéuticos para mejorar los resultados y minimizar los efectos adversos (Ibrahim
et al., 2019).
En casos seleccionados, la cirugía puede ser una opción para el vitíligo segmentario o estable, con
procedimientos como los injertos de piel y la micropigmentación que pueden proporcionar resultados
estéticos satisfactorios (Tanioka et al., 2010). Sin embargo, es importante tener en cuenta los posibles
riesgos y limitaciones asociados con estos procedimientos, así como la necesidad de una evaluación
cuidadosa antes de realizar cualquier intervención quirúrgica (Lotti et al., 2008).
Además de los tratamientos médicos y quirúrgicos, el camuflaje cosmético y la terapia estética pueden
desempeñar un papel importante en el manejo del vitíligo al mejorar la apariencia de la piel afectada y
la calidad de vida del paciente. Estas opciones pueden proporcionar una solución temporal o permanente
para ocultar las lesiones de vitíligo y mejorar la autoestima y el bienestar psicológico de los pacientes
(Lotti et al., 2008).
CONCLUSIONES
El vitíligo es una enfermedad cutánea compleja y multifactorial, en la que intervienen procesos
autoinmunes, estrés oxidativo, factores genéticos y ambientales. El diagnóstico precoz y preciso,
utilizando criterios clínicos y herramientas de evaluación de la gravedad y la actividad de la enfermedad,
es crucial para un manejo efectivo. Afortunadamente, existen varias opciones terapéuticas disponibles,
desde tratamientos farmacológicos hasta fototerapia y cirugía, que pueden proporcionar mejoras
significativas en la repigmentación de la piel y la calidad de vida de los pacientes. Además, el camuflaje
cosmético y la terapia estética ofrecen opciones adicionales para aquellos que buscan mejorar la
apariencia de la piel afectada.
Sin embargo, se necesitan más investigaciones para comprender completamente los mecanismos
pág. 2525
subyacentes de la enfermedad y desarrollar enfoques terapéuticos más efectivos y seguros. En última
instancia, un enfoque integral y personalizado es fundamental para abordar las necesidades individuales
de cada paciente y mejorar los resultados a largo plazo en el manejo del vitíligo.
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