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poder, sino que encuentran los elementos necesarios para justificar la. Simbólica e ideológicamente
la figura del varón como protector, conquistador, proveedor y castigador, tiene enorme importancia
en la conformación del contenido de las conciencias personales.
Si este tema es requerido en la nueva experiencia de formación del alumnado debe considerarse como
se citaba que es un problema de salud social así es importante señalar que, desde la perspectiva de
género, la definición de la violencia es considerada como un fenómeno social que se encuentra ligada
a la construcción de la identidad masculina en nuestra sociedad, ya que forma parte de un proceso de
socialización masculina en mayor medida que las mujeres. Por otro lado, el artículo siete de la Ley
General de Acceso a las Mujeres a una Vida Libre de Violencia, establece que ésta es: “Cualquier acción
u omisión, basada en su género, que les cause daño o sufrimiento psicológico, físico, patrimonial,
económico, sexual o la muerte, tanto en el ámbito privado como el público”. De igual manera se
menciona que las modalidades de la violencia pueden ser en el ámbito familiar, laboral o docente, la
comunidad, las instituciones y el feminicidio
Dentro del ámbito familiar, la violencia se manifiesta debido a la distribución del poder dentro del
hogar, lo cual desencadena conductas violentas hacia los miembros de la familia; por ello, la
LGAMVLV (2007, p. 39), en su artículo 7°, define a la violencia familiar como: El acto abusivo de
poder u omisión intencional, dirigido dominar, someter, controlar o agredir de manera física, verbal
o psicológica, patrimonial, económica y sexual a las mujeres, dentro o fuera del domicilio familiar, cuyo
agresor tenga parentesco por consanguinidad o afinidad, de matrimonio, concubinato o mantengan o
hayan mantenido una relación de hecho. Por lo tanto, la violencia familiar o doméstica se refiere al
espacio físico donde correlacionan los miembros que la componen, teniendo en cuenta la pareja, el
maltrato a los niños y a los ancianos. Actualmente, la violencia familiar es considerada un asunto
público, ya que representa riesgos a la salud, como enfermedades psicosomáticas y depresiones,
entre otras, repercutiendo en baja productividad, ausentismo y falta de concentración. En los niños y
adolescentes ocasiona trastornos de conducta escolar, dificultades de aprendizaje y, a veces, conductas
delictivas. Asimismo, la violencia familiar causa desenlaces trágicos, como asesinatos o lesiones graves
entre los miembros de la familia (Cruzado, R. J. B., & Saucedo, L. H. C. (2024).).