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queloides son pequeños y únicos o grandes y múltiples. Los queloides pequeños y únicos se
pueden tratar radicalmente mediante cirugía con terapia adyuvante (incluida la radioterapia);
alternativamente, podrían tratarse con terapia multimodal no quirúrgica. Para queloides grandes
y múltiples, la cirugía de reducción de volumen y número es una opción (18). Según estudios la
escisión quirúrgica combinada con radioterapia debe reservarse como último recurso en el
tratamiento de los queloides resistentes al tratamiento debido a que la tasa de recurrencia fue del
71,9% (19) Otros trabajos reportan que la braquiterapia de alta dosis demuestra la eficacia y
seguridad y sugiere la importancia de la irradiación postoperatoria inmediata. Además, sólo se
requiere un tratamiento ambulatorio después de la cirugía, lo que mejora la comodidad del
paciente (20). También se ha evaluado que la fotobiomodulación utilizando la longitud de onda
azul reduce la velocidad de proliferación y el número de fibroblastos, así como la expresión de
TGF-β. Por lo que estudios han determinado los efectos de la combinación de fotobiomodulación
con luz azul y la administración intralesional del corticoide hexacetónido de triamcinolona sobre
la calidad de la cicatriz remanente en el postoperatorio de cirugía queloide (21). Por tanto, la
monoterapia quirúrgica no es el abordaje principal por la alta tasa de recurrencia (22) (23). Se
recomienda utilizar métodos quirúrgicos que mitiguen la tensión dérmica, incluidas suturas que
reducen la tracción subcutánea o fascial, plastias en Z y transferencias de colgajos locales, junto
con la radiación posoperatoria y la aplicación de esteroides mediante cinta adhesiva o yeso.
Cuando las suturas se colocan en la fascia superficial o profunda debajo de la capa dérmica,
naturalmente acercan los bordes de la herida. Esto, a su vez, permite la aplicación de suturas
dérmicas con tensión mínima, seguida de la adición de suturas superficiales. Es fundamental
reconocer que, en ausencia de estas suturas profundas, las suturas dérmicas no sólo no logran
reducir la tensión dérmica sino que, de hecho, pueden empeorarla. El uso de suturas en zig-zag,
que incluyen técnicas como las plastias en Z, es beneficioso para abordar las contracturas y la
tensión en las cicatrices lineales. Otra ventaja es que las cicatrices segmentadas tienden a madurar
más rápidamente que las cicatrices largas y continuas. El uso de incisiones en zigzag y suturas se
recomienda especialmente cuando las cicatrices se extienden a lo largo o involucran una
articulación (24) (25) (26). Los colgajos locales también son útiles para liberar contracturas