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utiliza un conjunto de métodos y técnicas participativas y se utiliza como un término paraguas para
hablar de cocreación, diseño participativo y diseño abierto.
De manera que, el proceso co-creativo y el co-diseño se reúnen para desarrollar proyectos participativos,
que ponen en consideración la creatividad, lo social, el trabajo conjunto, que fomenta la creación de
nuevas ideas, de forma colaborativa, cooperativa y participativa, esto permite construir conocimiento
en nuevas áreas, con resultados diversos.
En consecuencia, la co-creación entre diseñador y artesano textil, involucra algunas características
como sostenibilidad, cultura, calidad de vida, valor agregado, trabajo conjunto entre el diseñador y el
artesano textil, por lo cual se debe considerar en el mismo nivel de importancia y valor al trabajo de
cada una de las partes para un ganar ganar entre ellas, como lo plantea Godoy (2019) según la definición
de Vinatea (2014), así también (Pinilla Apud Durand, 2004, como se citó en Godoy, D. 2019) expresa
que es fundamental el diálogo entre las partes para el proyecto de creación, ya que el artesano en sí
transmite su experiencia, vivencia, a través de sus destrezas, saberes y habilidades que le permiten
plasmar su huella, su cultura y su alma en su arte.
Por una parte el diseñador como generador y transmisor de un mensaje de forma visual, en el proceso
de diseño participativo como rol en la sociedad aporta a mejorar la calidad de vida de los artesanos, al
crear productos auténticos, con diseños innovadores para que exista mayor venta de artesanías que
producen los artesanos, según menciona Godoy (2019)
Entonces, “La artesanía textil tiende a imprimir y codificar los comportamientos culturales y todos son
portadores del mismo lenguaje”. (Sánchez-Parga, 1995). Según la UNESCO (1997), se define como
artesanía textil a las piezas elaboradas “ya sea totalmente a mano, o con ayuda de herramientas manuales
o incluso medios mecánicos, siempre que la contribución manual directa del artesano siga siendo el
componente más importante del producto acabado”. Con estos conceptos, se establece una relación que
puede coordinarse de manera interdisciplinaria para el trabajo colaborativo, tanto el rol del diseñador
como el artesano permiten construir un proyecto que aporte positivamente a las dos partes y generan
algo nuevo como aporte para la sociedad y la construcción de nuevos conocimientos.
Es así como la marca, toma un valor importante en la siguiente fase del proyecto ya que con ella se
comercializan los productos y dan realce a los mismos, poniendo en práctica los conocimientos