PERCEPCIÓN DE LOS ESTUDIANTES DE
ENFERMERÍA SOBRE EL USO DE LA
SIMULACIÓN CLÍNICA EN EL PROCESO
DE APRENDIZAJE
NURSING STUDENTS' PERCEPTION OF THE USE
OF CLINICAL SIMULATION IN THE LEARNING PROCESS
Flor Maria Cuenca Caraguay
Universidad Nacional de Loja, Ecuador
Erika Lucía González Carrión
Universidad Nacional de Loja, Ecuador
pág. 4246
DOI: https://doi.org/10.37811/cl_rcm.v8i2.10833
Percepción de los Estudiantes de Enfermería sobre el Uso de la Simulación
Clínica en el Proceso de Aprendizaje
Flor Maria Cuenca Caraguay1
flormariacuenca@hotmail.com.ar
https://orcid.org/0000-0001-8505-1656
Facultad de la Educacion,
el Arte y la Comunicación
Universidad Nacional de Loja
Ecuador
Erika Lucía González Carrión
erika.gonzalez@unl.edu.ec
https://orcid.org/0000-0002-3847-0554
Universidad Nacional de Loja
Ecuador
RESUMEN
La simulación clínica desempeña un papel esencial en la formación de futuros profesionales de la salud
al permitirles adquirir nuevas conductas partiendo de experiencias vividas. Cuyo objetivo fue analizar
el empleo de la simulación clínica durante el proceso de aprendizaje efectuado en la carrera de
Enfermería de la Universidad Nacional de Loja. Se adoptó por un enfoque mixto y un diseño no
experimental-transversal mediante entrevistas y encuestas, con una población de 56 estudiantes de
enfermería comprendidos entre tercero a séptimo ciclo. Se obtuvo como resultados que el 98.1% de los
estudiantes encuestados habían participado en prácticas con estos simuladores. El 59.6% expresó estar
de acuerdo con la experiencia vividas al hacer uso de los simuladores, destacando la posibilidad de
cometer errores y corregirlos antes de enfrentarse a situaciones reales. El 86.5% experimentó mejoras
en habilidades técnicas y de comunicación. La totalidad consideró que los simuladores son herramientas
efectivas para el aprendizaje de la enfermería, y como también recomendaron su uso. Los docentes
fueron señalados como crucialmente involucrados en el proceso, reforzando dudas y proporcionando
apoyo. En conclusión, los estudiantes percibieron que la simulación clínica facilita el aprendizaje,
promoviendo el desarrollo de habilidades y la adquisición de destrezas.
Palabras claves: simuladores clínicos, enfermería, ética
1
Autor principal.
Correspondencia: flormariacuenca@hotmail.com.ar
pág. 4247
Nursing Students' Perception of the use of Clinical Simulation in the
Learning Process
ABSTRACT
Clinical simulation plays an essential role in the training of future health professionals by allowing them
to acquire new behaviors based on lived experiences. Which objective was to analyze the use of clinical
simulation during the learning process carried out in the nursing major at the “Universidad Nacional de
Loja”. A mixed approach and a non-experimental-cross-sectional design were adopted through
interviews and surveys, with a population of 56 nursing students between the third and seventh cycle.
The results were obtained that 98.1% of the students surveyed had participated in practices with these
simulators. 59.6% expressed agreement with the experience they had when using the simulators,
highlighting the possibility of making mistakes and correcting them before facing real situations. 86.5%
experienced improvements in technical and communication skills. All of them considered that
simulators are effective tools for learning nursing, and also recommended their use. Teachers were
noted as crucially involved in the process, reinforcing doubts and providing support. In conclusion,
students perceived that clinical simulation facilitates learning, promoting the development of abilities
and the acquisition of skills.
Keywords: clinical simulators, nursing, ethics
Artículo recibido 20 febrero 2024
Aceptado para publicación: 28 marzo 2024
pág. 4248
INTRODUCCN
En la actualidad que vivimos la sociedad, requiere de profesionales éticos y que sean capaces de resolver
problemas, donde los/as enfermeras puedan desarrollarse en ambientes complejos con conocimientos
suficientes para brindar cuidados acordes a cada patología de cada individuo. López y Rodríguez (2022)
la formación en el ámbito de la salud es un proceso en constante evolución que demanda en
consecuencia nuevas metodologías de enseñanza y aprendizaje, con el propósito de desarrollar
competencias. Por ende, la percepción se define como un procedimiento mediante el cual los estímulos
externos presentes en el entorno de las personas son recogidos a través de los sentidos y posteriormente,
son interpretados de manera única por cada estudiante, esto conduce a la formación de una impresión
acerca de las prácticas de simulación como resultado de la experiencia en actividades simuladas.
(Cabellos, 2021).
La simulación clínica en el campo de la salud, para Yusef et al., (2021), es aquella que el alumno puede
asemejar a la realidad de alguna situación de la práctica. Por ende, la simulación clínica en el campo de
la enfermería se ajusta al contexto de la seguridad del paciente, brindando al estudiante el desarrollo de
habilidades para ejecutar procedimientos en este campo (Correa et al., 2021).
Consecuentemente, la simulación se describe como un enfoque de enseñanza que posibilita la
recreación de situaciones reales para los alumnos, mediante experiencias guiadas por instructores,
integrando aspectos fundamentales del mundo real vinculados al ámbito de la salud y en concordancia
con los objetivos de aprendizaje previstos en su desarrollo académico tanto teórico como práctico. (Ruiz
y Martini, 2020). Es así, que para Durá, (2013), “simular es la actuación ante los acontecimientos
externos que llevan a dar una respuesta que, en esencia busca preservar la armonía, el equilibrio y la
estabilidad” (p. 63). De igual manera la simulación en el ámbito de la atención médica implica la
imitación o representación de un acto o sistema mediante el uso de herramientas como simuladores,
pacientes estandarizados o juegos de roles, esta metodología educativa construye escenarios clínicos
con el propósito de demostrar habilidades y toma de decisiones integradas según objetivos
predeterminados después de la ejecución, se proporciona retroalimentación y se fomenta la reflexión,
facilitando así un aprendizaje efectivo y duradero. (Calleja et al., 2020)
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La utilización creciente de la simulación en la educación médica se debe a su capacidad para potenciar
las destrezas prácticas, facilitando la retención de información crucial para la toma de decisiones y la
ejecución de procedimientos (Lomez et al., 2024). Silva et al. (2021) hacen referencia que los
estudiantes aprenden mejor cuando practican en entornos controlados/simulados con la participación
activa, es decir permiten al estudiante repetir las veces que creyera necesario sin causar daño alguno.
Además, que la simulación clínica permite desarrollar o afirmar destrezas, habilidades dentro del campo
de la salud, potenciándoles a los estudiantes seguridad, confianza y capacidad de desenvolverse dentro
de situaciones desconocidas y de riesgo. (Yusef et al., 2021).
En la enfermería los simuladores permiten el desarrollo crítico dentro del trabajo, mientras mejor sea la
enseñanza a base de la simulación mejores profesionales, con características empáticas, mejor
conocimiento de la teoría y la práctica y por ende el trabajo en equipo (Correa et al., 2021). Por lo
tanto, para la enseñanza de la simulación clínica es necesario incluir metodologías que abarquen
conocimientos del campo clínico, con la finalidad de evaluar al estudiante lo que sabe, sabe hacer para
plasmar lo que ha aprendido (Yusef et al., 2021).
Antiguamente la parte práctica era desarrollada directamente con el paciente (Yusef et al., 2021). Así,
la simulación clínica se ha empleado como una estrategia efectiva en la enseñanza del plan de estudios
de enfermería desde hace varias décadas, según Urra et al. (2017). En América Latina específicamente
en Ecuador surge a partir del 2000, con modelos anatómicos básicos, por lo que hace mención que
cuentan con 31 tipos de simuladores de alta y media gama (Piña et al., 2018).Los escenarios de
simulación clínica, como estrategia de aprendizaje han demostrado su efectividad para la adquisición
de competencias, acercando a los estudiantes a una práctica clínica real, especialmente en las carreras
de medicina y enfermería (Alfonso-Mora, et al., 2020). La posibilidad de reflexionar en acción, durante
la simulación, permite al estudiante en un instante adaptarse a la situación para lograr el resultado
esperado, lo cual puede ser limitado conceptualmente, pero rico en detalles prácticos para completar
una tarea (Berner, 2018). Además, ayuda a contribuir el aprendizaje y desarrollo de habilidades
cognitivas, sociales, personales y técnicas (Correa et al., 2021).
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El proceso enseñanza-aprendizaje, a través de la simulación clínica, proporciona “mejores estándares
de atención, formación, gestión de errores y seguridad del paciente, la autonomía paciente, y la justicia
social” (Cabrera y Herrera, 2020, p. 16)
El estilo de aprendizaje práctico, es un método educativo que aborda los problemas a través de la acción
práctica, resolviéndolos mediante la participación activa, esto les proporciona la capacidad de actuar de
manera rápida y segura en situaciones que requieren su atención (Villarreal-Fernández, 2023). Según
Juárez y Rodríguez (2021), se basa en dar respuesta a problemas y la manera de tomar decisiones.
Así mismo el estilo de aprendizaje teórico muestra ser metódico, racional, objetivo, analítico, crítico y
organizado, se basa en la conceptualización abstracta, planificada de forma sistemática y estructurada,
evitando ambigüedades e incertidumbres (Villacís et al., 2020). Además, adapta las observaciones a
teorías complejas y lógicas con el fin de alcanzar conclusiones (Villarreal-Fernández, 2023 y Gamboa
et al., 2015). Finalmente se caracteriza por examinar, resumir e incorporar la información en teorías
lógicas, según Juárez y Rodríguez (2021).
METODOLOGÍA
El siguiente estudio se realizó en la provincia de Loja, cantón Loja, Universidad Nacional de Loja,
facultad de salud humana, a los estudiantes de tercero a séptimo de la carrera de enfermería, del periodo
2023.
Por lo tanto, presenta un alcance de tipo descriptivo, en este contexto, se busca detallar propiedades y
aspectos relevantes de cualquier fenómeno objeto de análisis, como señala Hernández et al. (2014).
Según lo indicado por Ramos-Galarza (2020), implica el análisis de características previamente
conocidas del fenómeno en cuestión. Es así, que la investigación pretende examinar el uso de
simuladores clínicos en el proceso de aprendizaje.
De igual modo, el diseño de investigación, está enmarcado en un estilo no experimental-transversal, y
de campo, ya que no implicó la manipulación de variables y se llevó a cabo en un único periodo. Se
examinó la percepción de los simuladores en el proceso de aprendizaje de estudiantes. Este diseño se
considera transversal, también conocido como diseño transeccional, debido a su naturaleza de
recopilación de datos se da en un solo momento (Müggenburg y Pérez, 2007). Y de campo debido a
que es un tipo de investigación que implica la obtención de datos directamente de los sujetos estudiados
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o del entorno donde ocurren los acontecimientos, sin intervenir ni controlar ninguna variable (Arias,
2012). Es decir, el investigador recopila información sin alterar las condiciones existentes.
En consecuencia, tuvo un enfoque de investigación mixta, según Otero-Ortega (2018), implica que el
investigador lleva a cabo la recopilación, análisis e interpretación de datos tanto cualitativos como
cuantitativos que considere relevantes para su estudio.
Por lo tanto, se utilizó Google Forms, en donde se transcribió la encuesta la cual fue previamente
validada por tres expertos y realizada la confiabilidad con el alfa de Cronbach en el programa SPSS
versión 19.0, obteniendo una confiabilidad de 0,739, lo cual indica una alta confiabilidad (Alvarado et
al., 2022). De esta manera se la aplicó a un total de 124 estudiantes de los cuales se obtuvo como
respuesta favorable de 52 estudiantes de tercero a séptimo ciclo de la carrera de enfermería, la misma
que fue de carácter voluntaria. Para el análisis estadístico se lo realizó en el programa SPSS versión
19.0. Por ende, la población se trata de un conjunto de datos que cumplen con determinadas
especificaciones (Hernández et al., 2014), siendo así la muestra se tomó a estudiantes que cumplen
ciertos criterios de elegibilidad, de acuerdo con Otzen y Manterola (2017), indican que una muestra no
probabilística se selecciona basándose en que los sujetos de estudio posean ciertas características o
cumplan con criterios específicos. Consecuentemente la elección es intencionada, ya que se rige por
criterios personales del investigador, tanto de inclusión como de exclusión, según lo mencionan Arias
y Covinos (2021).
Como criterios de inclusión se tomó en cuenta que los alumnos estén legalmente matriculados, que
asista normalmente a clases y sea de manera voluntaria y que hayan hecho al menos una vez el uso de
los simuladores. Al contrario, como criterios de exclusión formaron parte los estudiantes de primer y
segundo ciclo. Así pues, los datos fueron tabulados en el programa Excel y procesados en SPSS versión
19.0.
A su vez, se ejecutó la entrevista a cuatro estudiantes de la carrera de enfermería las mismas que fueron
elegidas de manera aleatoria y con el consentimiento de cada uno de los participantes. Conforme a lo
expuesto por Arias (2012), la entrevista se describe como un diálogo sencillo que implica un
cuestionamiento dirigido por dos individuos, el entrevistador y el entrevistado, sobre un tema particular
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con el propósito de recopilar información, en este proceso, se emplea un instrumento con un guion de
preguntas de manera estructurada.
RESULTADOS Y DISCUSIÓN
La simulación emerge como una herramienta altamente provechosa no solo en la etapa inicial de la
formación profesional, que abarca a estudiantes, sino también en el entrenamiento de aprendices en
fases más avanzadas, como pasantes, internos y residentes (Vargas y Franco, 2022). Por lo tanto, resulta
significativa para los profesionales del ámbito de la atención médica, independientemente de su nivel
de experiencia (Gropper et al, 2020). Finalmente, dentro del campo de la salud, se procura emular
procedimientos y cuidados asistenciales en un ambiente controlado y seguro, con la finalidad de mejorar
la comprensión teórico-práctica de profesionales y estudiantes (Teles et al., 2020).
Por tal motivo, el presente trabajo de investigación se basó en dos objetivos específicos, el primer
objetivo específico fue especificar el uso de los simuladores clínicos disponibles en la Universidad
Nacional de Loja para el desarrollo del aprendizaje de los estudiantes de enfermería.
El 100% de los entrevistados manifestaron estar de acuerdo con el uso de los simuladores clínicos,
porque constituye una herramienta segura para el proceso de enseñanza-aprendizaje. En consecuencia,
la simulación ofrece a los estudiantes la posibilidad de llevar a cabo procedimientos, asegurando que
las prácticas previas se traduzcan en aplicaciones efectivas con los pacientes (Cabrera y Kempfer, 2020).
Así mismo, para VILLCA (2018), la formación en el ámbito de la salud, la simulación se presenta como
un complemento al entrenamiento tradicional, favoreciendo la disminución de las curvas de aprendizaje
en un entorno seguro y bajo supervisión.
Por consiguiente, el 86,5% a mejorada las habilidades técnicas al hacer uso de los simuladores. Mota et
al. (2021) en su investigación, señalan que la simulación constituye una oportunidad para cultivar
habilidades clínicas mediante la resolución de problemas basada en casos realistas, los resultados
indican que la utilización de simuladores en la práctica demuestra ser eficaz para el aprendizaje,
presentando una metodología que favorece la adquisición de competencias. De acuerdo con una
investigación realizado por Villegas-Stellyes et al. (2021) el 47.7% de los 300 estudiantes encuestados
expresaron que la simulación les ha sido útil para integrar la teoría y la práctica.
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En otro estudio conducido por Zambrano et al. (2020), el 95.8% de los estudiantes concuerdan en que
la práctica con simuladores les ha permitido fusionar los conocimientos teóricos con la aplicación
práctica. Lo que guarda relación con la presente investigación.
De acuerdo con Dávila-Cervantes (2014), los simuladores contribuyen al desarrollo de habilidades,
técnicas y conocimiento, generando confianza y seguridad. El 98.1% de los participantes manifestaron
que los simuladores aportan en el desarrollo de habilidades, técnicas, conocimiento, además de generar
confianza y seguridad. En un estudio de Padilla et al. (2023), sobre la simulación clínica, los estudiantes
también coinciden en que esta práctica promueve habilidades comunicativas en general, así como la
capacidad de interactuar eficazmente con los miembros del equipo. Illesca et al. (2019) indican que la
utilización de simuladores les brinda la oportunidad de practicar, aprender de sus errores y desarrollar
habilidades para mejorar la comunicación, lo que, a su vez, contribuye a una toma de decisiones más
acertada. Por lo tanto, los simuladores benefician a los estudiantes al proporcionarles la oportunidad de
cometer errores y aprender de ellos.
Con el propósito de cumplir con el segundo objetivo, acerca del aporte que los simuladores brindan al
proceso de aprendizaje de los estudiantes de enfermería se llevó a cabo una entrevista con estudiantes
de enfermería, revelando la importancia y eficacia de los simuladores clínicos como herramienta de
aprendizaje. Los participantes resaltaron que estos simuladores han sido cruciales en el proceso de
formación, facilitándoles la aplicación de diversas técnicas y la integración efectiva de la teoría con la
práctica. La mejora de habilidades técnicas y procedimientos, así como la posibilidad de abordar
deficiencias teóricas, subrayan la utilidad esencial de los simuladores clínicos en la formación de
profesionales de la salud. La práctica simulada se vuelve crucial en el proceso de enseñanza-
aprendizaje, consolidándose como una herramienta educativa esencial VILLCA (2018). Según las
afirmaciones de Durá (2013) y Navarro (2009), la simulación se presenta como la forma de actuar que
desencadena una respuesta, posibilitando que los estudiantes adquieran competencias. En este sentido,
la simulación proporciona a los alumnos la oportunidad de llevar a cabo procedimientos, asegurando
que las prácticas previas se traduzcan en aplicaciones efectivas con los pacientes.
Así pues, Kolb sostiene que el aprendizaje humano se logra mediante la acción (pragmática) y la
experiencia directa (activo). En un estudio llevado a cabo por Botero y López (2011) sobre la percepción
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de estudiantes de enfermería, concluyerón de manera positiva acerca de la simulación clínica como
estrategia de aprendizaje de este modo, se destaca la relevancia de fortalecer la teoría a través de la
práctica. En una investigación de Juguera et al. (2014) sobre la percepción de estudiantes de enfermería,
se encontró que la simulación clínica les permite integrar aspectos teóricos con la práctica, siendo
considerada como una técnica valiosa para el aprendizaje y, por ende, una herramienta útil para los
educadores.
En conclusión, los simuladores clínicos juegan un papel fundamental en mejorar el proceso educativo
de los estudiantes de enfermería al ofrecer experiencias prácticas, perfeccionar habilidades técnicas y
procedimientos, y contribuir al desarrollo global de competencias esenciales. Estos beneficios afirman
la importancia de los simuladores como instrumentos valiosos para la formación efectiva de
profesionales de enfermería. Por lo tanto, resulta crucial el respaldo de los docentes en la utilización de
simuladores, tal como señalaron los estudiantes, ya que los docentes desempeñan un papel fundamental
al corregir errores, presentar ejemplos y ofrecer directrices clínicas. En este contexto Gamboa et al.
(2013), resalta la importancia que los estudiantes atribuyen al apoyo proporcionado por los docentes
durante la práctica con simuladores clínicos, ya que creen que la presencia continua de este recurso
facilitará el proceso de aprendizaje. Según los estudiantes, consideran esencial la participación activa
del docente en la simulación clínica, ya que estos pueden brindar orientación inmediata y asegurar la
corrección o guía necesaria cuando sea preciso.
CONCLUSIONES
Los simuladores clínicos son de vital importancia en la formación de la enfermería, debido a que son
una herramienta innovadora y efectiva, facilitando al estudiante desarrollar habilidades prácticas de
forma segura, además replicando situaciones cnicas realistas.
Según resultados obtenidos, se pudo confirmar que la simulación clínica es una estrategia de aprendizaje
positiva para los estudiantes de enfermería de la Universidad Nacional de Loja, la cual crea un entorno
de aprendizaje activo, fomentando la toma de decisiones críticas, el trabajo en equipo y la mejora
continua.
Se resalta la importancia de incrementar la utilización de simuladores a lo largo de la trayectoria
educativa, debido a que, brinda la oportunidad de practicar procedimientos médicos sin poner en riesgo
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a pacientes reales, lo que contribuye de manera significativa al desarrollo de la competencia clínica y
la confianza en los futuros profesionales de enfermería.
La simulación clínica en el proceso de aprendizaje de la enfermería juega un papel importante en este
campo, debido a que es una herramienta que les permite reforzar conocimientos que surgen de la
práctica.
Posterior al hacer uso de los simuladores clínicos los estudiantes manifestaron que estos contribuyeron
al desarrollo de habilidades tanto técnicas y comunicativas, además de saber como actuar ante
dificultades ante alguna emergencia, y por ende el trabajo en equipo.
Los estudiantes inmersos en esta investigación han mencionado que los simuladores clínicos en la
universidad Nacional de Loja, deben ir actualizando debido a que es útil en el proceso de formación en
el pregrado, así como incrementar según la demanda de los estudiantes, como la actualización de los
mismos según el avance de la tecnología.
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