CONSTRUCCIÓN DE UN MODELO DIDÁCTICO
BASADO EN GAMIFICACIÓN QUE PERMITA EL
DESARROLLO DE PENSAMIENTO CRÍTICO EN
ESTUDIANTES DE PRIMARIA
DIDACTIC MODEL BASED ON GAMIFICATION THAT
ALLOWS THE DEVELOPMENT OF CRITICAL THINKING
IN ELEMENTARY STUDENTS
Elsa Isabel Loaiza Ramírez
Universidad UMECIT - Panamá
pág. 4587
DOI: https://doi.org/10.37811/cl_rcm.v8i2.10881
Construcción de un Modelo Didáctico Basado en Gamificación que Permita
el Desarrollo de Pensamiento Crítico en Estudiantes de Primaria
Elsa Isabel Loaiza Ramírez1
isabelloaiza.est@umecit.edu.pa
issabelita1991@gmail.com
https://orcid.org/0009-0000-4464-093X
Universidad UMECIT
Panamá
RESUMEN
En esta investigación se teje una trama educativa centrada en el desarrollo crucial del pensamiento
crítico. Desde sus raíces en la filosofía griega hasta las modernas investigaciones, se ha consolidado
como un pilar esencial en la formación de individuos reflexivos y analíticos. Los antecedentes históricos
evidencian la influencia de grandes pensadores, cuyas ideas han permeado la evolución de estrategias
pedagógicas. Este diálogo abraza la diversidad social, geográfica y académica, explorando
investigaciones que van desde el análisis del pensamiento crítico en estudiantes universitarios hasta su
aplicación en entornos específicos, como la realidad social nacional e internacional. Los estudios, como
el de Pedro Luis Mendoza Guerrero, 2015 proponen modelos que fusionan investigación y pensamiento
crítico, delineando caminos hacia un desarrollo formativo más sólido. Otros autores amplifican el coro,
destacando la eficacia de tácticas como los debates académicos, pero también señalando desafíos como
la gestión del conocimiento y la necesidad de una evaluación constante. Esta síntesis revela una urgencia
educativa: adoptar dinámicas y efectivas que fomenten el pensamiento crítico, no solo como una
habilidad deseable, sino como un cimiento esencial para equipar a los estudiantes con las herramientas
necesarias para enfrentar los retos complejos de una sociedad en constante evolución.
Palabras clave: gamificación, educación, pensamiento crítico, modelo didáctico
1
Autor principal
Correspondencia: isabelloaiza.est@umecit.edu.pa
pág. 4588
Didactic Model Based on Gamification that Allows the Development of
Critical Thinking in Elementary Students
ABSTRACT
In this research, an educational framework is woven around the crucial development of critical thinking.
From its roots in Greek philosophy to modern investigations, it has solidified as an essential pillar in
shaping reflective and analytical individuals. Historical backgrounds highlight the influence of great
thinkers, whose ideas have permeated the evolution of pedagogical strategies. This dialogue embraces
social, geographical, and academic diversity, exploring research ranging from the analysis of critical
thinking in university students to its application in specific environments, such as the national and
international social reality. Studies, like that of Pedro Luis Mendoza Guerrero in 2015, propose models
that integrate research and critical thinking, outlining paths toward a more solid formative development.
Other authors amplify the chorus, emphasizing the effectiveness of tactics such as academic debates,
but also pointing out challenges such as knowledge management and the need for constant evaluation.
This synthesis reveals an educational urgency: to adopt dynamic and effective strategies that foster
critical thinking, not only as a desirable skill but as an essential foundation to equip students with the
necessary tools to face the complex challenges of a constantly evolving society.
Keywords: gamification, education, critical thinking, teaching model
Artículo recibido 25 febrero 2024
Aceptado para publicación: 28 marzo 2024
pág. 4589
INTRODUCCIÓN
La labor docente, arraigada en la interacción constante de los procesos de enseñanza/aprendizaje en el
aula, se enfrenta a un entorno complejo que se nutre de diversas realidades y factores externos. Este
ambiente, lejos de limitarse a las fronteras del aula, se ve influenciado por contextos ajenos y demanda
una constante adaptación para afrontar los desafíos emergentes.
En el contexto actual, uno de los principales retos para los educadores es cultivar el pensamiento crítico
en los estudiantes. Esto implica crear escenarios que potencien no solo las habilidades intrínsecas de
los niños, sino que también les permitan desenvolverse de manera fluida en diversas situaciones
cotidianas, produciendo resultados óptimos.
La formación de individuos críticos, reflexivos, autónomos e investigadores se posiciona como una
meta central para los educadores. Este propósito requiere la creación de espacios donde los procesos de
enseñanza/aprendizaje se asimilen de manera significativa, fomentando que los estudiantes se acerquen
al conocimiento con una mirada crítica, analítica y racional.
Según Núñez López (2015), el pensamiento crítico no es una destreza que se enseña, sino que se
desarrolla de manera interdisciplinar. Creamer, Monserrat (2011; p.13) conceptualiza el pensamiento
crítico como un proceso intelectualmente disciplinado que involucra la conceptualización, aplicación,
análisis, síntesis y evaluación de información. Este enfoque no solo se limita a lo académico, sino que
implica una valoración racional de creencias y emociones.
El pensamiento crítico se erige como una herramienta indispensable para comprender el entorno en
constante cambio y enfrentar situaciones diversas. Facilita el desarrollo de habilidades de interacción y
toma de decisiones, permitiendo al individuo adaptarse adecuadamente a su entorno sin perder la
capacidad de generar pensamiento desde su individualidad.
En los últimos 10 años, la educación ha experimentado una revolución significativa. Se ha dejado atrás
la concepción de imponer la voz del educador como el único portador de la verdad. Ahora, la labor
docente se entiende como un acompañamiento teórico/práctico que busca generar procesos de
pensamiento y creación de conocimiento basados en la observación, indagación, interpretación y
deducción.
pág. 4590
Los procesos educativos, orientados al desarrollo integral del ser humano, demandan estrategias
formativas que potencien destrezas de pensamiento útiles tanto para el ámbito escolar como para la vida
cotidiana. El énfasis recae en generar un discurso educativo que posea cualidades de reflexión y
observación, respaldadas por argumentos sólidos.
Desde las prácticas pedagógicas, surge la necesidad de identificar estrategias efectivas para cultivar el
pensamiento crítico en los estudiantes. Los resultados de las pruebas oficiales, en este caso, el estudio
de los datos que arroja la prueba de lenguaje (lectura/escritura) a nivel nacional, evidencian la necesidad
de reevaluar las actividades educativas actuales para alinearse con esta meta crucial (ver figura 1).
La gamificación, según Marín I y Hierro E (2013), se define como una técnica, método y estrategia que
parte del conocimiento de los elementos atractivos de los juegos. Su objetivo es identificar aspectos
dentro de una actividad, tarea o mensaje en un entorno no lúdico, para convertirlos en dinámicas de
juego. La finalidad es establecer una conexión especial con los usuarios, motivar cambios de
comportamiento y transmitir mensajes o contenidos, creando así una experiencia significativa y
motivadora (p.1).
En términos más simples, la gamificación es una táctica que, aplicada correctamente, puede motivar a
los estudiantes, llevándolos a abordar los contenidos de manera lúdica y creativa. Este camino tiene el
potencial de mejorar significativamente la forma en que aprenden, impulsando un cambio en la sinapsis
cerebral y, por ende, reestructurando el proceso de enseñanza/aprendizaje. Desde esta perspectiva, el
objetivo es potenciar las habilidades de pensamiento crítico, mejorando así los procesos educativos.
La era digital ha transformado radicalmente la enseñanza, colocando a niños y jóvenes en un entorno
saturado de información, tecnología y constantes cambios. Sin embargo, las generaciones de transición
luchan por seguir el acelerado ritmo de los estudiantes. Ante esta realidad, docentes y autoridades
buscan globalizar el conocimiento de manera apresurada, enfrentándose a tensiones entre la regulación
institucional y la creatividad innovadora (Herrera & Bayona, 2018, p. 15).
La segmentación de saberes según la etapa de desarrollo se ha vuelto esencial. Desde la primera infancia
hasta la educación media, cada etapa demanda enfoques específicos para garantizar una transición
armoniosa y pertinente entre los retos académicos. Sin embargo, las limitaciones, especialmente en
zonas rurales, donde el acceso a tecnologías es un privilegio, obstaculizan este proceso.
pág. 4591
El Ministerio de Educación Nacional de Colombia (MEN) define la educación como un proceso de
formación integral, pero las barreras como la falta de infraestructura, insumos, y la presencia de grupos
armados, limitan su alcance. Modelos educativos como la Escuela Nueva, aplicados en zonas apartadas,
presentan desafíos al ignorar aspectos cruciales como la edad y etapa de desarrollo de los estudiantes.
Además, factores como movimientos sociales, políticos y culturales, así como problemas de acceso y
calidad, complican aún más la situación educativa en Colombia (Casas Novoa, 2022, p. 70).
En el ejercicio docente, se enfrentan dificultades que afectan el proceso formativo, impactando la
capacidad de asimilar y aplicar los recursos académicos. La falta de pensamiento crítico se identifica
como un problema central. López Aymes, citando a Fancione, describe el pensamiento crítico como un
movimiento innovador que desafía las concepciones tradicionales del aprendizaje (Fancione, 1990,
citado por López Aymes, 2013, p. 42).
Desarrollar el pensamiento crítico se vuelve esencial, y el papel del docente se enfatiza como
fundamental. López Aymes destaca la importancia de crear un contexto que promueva valores como la
verdad, empatía, racionalidad, autonomía y autocrítica (López Aymes, 2012, p. 52). Los docentes, como
mediadores y formadores, deben guiar a los estudiantes hacia el cuestionamiento, la exploración de
ideas y la defensa coherente de sus puntos de vista en un entorno educativo cada vez más desafiante,
por tanto, se genera el siguiente cuestionamiento:
¿Cómo estaría conformado un modelo didáctico basado en gamificación que permita el desarrollo de
pensamiento crítico en estudiantes de primaria?
A causa de tal cuestionamiento se plantearon los siguientes objetivos en pro de avanzar en la
investigación:
Diseñar un modelo didáctico basado en gamificación que permita el desarrollo de pensamiento crítico
en estudiantes de primaria.
Para esto se constituyen además objetivos específicos que suman en pro de una meta clara:
Describir las actividades donde se emplee el pensamiento crítico en estudiantes de primaria del
Centro Educativo Rural C.E.R Madre Seca y sus 21 sedes.
Caracterizar los procesos didácticos de los docentes vinculados al Centro Educativo Rural C.E.R
Madre Seca y sus 21 sedes.
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Analizar las propuestas utilizadas para el desarrollo del pensamiento crítico a nivel mundial que
desarrollen el pensamiento crítico en estudiantes de básica primaria vinculados al Centro Educativo
Rural C.E.R Madre Seca y sus 21 sedes.
Explicar la relación entre el desarrollo del pensamiento crítico en estudiantes y la didáctica de los
docentes de primaria del Centro Educativo Rural C.E.R Madre Seca y sus 21 sedes.
Elaborar una propuesta didáctica fundamentada en la gamificación para fomentar el desarrollo del
pensamiento crítico en los estudiantes del Centro Educativo Rural C.E.R Madre Seca y sus 21 sedes.
Dicho lo anterior, el impacto de esta investigación se plantea desde las siguientes aristas:
La investigación en el Centro Educativo Rural C.E.R Madre Seca y sus 21 sedes destaca la necesidad
de abordar la carencia de pensamiento crítico en niños de básica primaria. Por tanto, la repercusión
potencial de esta investigación radica en la generación de estrategias y planes de desarrollo adaptados
a las necesidades específicas del entorno educativo.
El uso de la gamificación emerge como propuesta didáctica para fomentar el pensamiento crítico y
abordar retos clave en la educación y, con base en tal premisa se esperan resultados tangibles como:
Mejora del Desempeño Académico: Desarrollar habilidades de análisis, interpretación y reflexión
potencia el pensamiento crítico, conduciendo a un mejor rendimiento académico. La comprensión
efectiva y la aplicación de conceptos generan motivación y autoestima, impulsando la participación y
el compromiso con el aprendizaje.
Estimulación de la Participación y la Motivación: La gamificación, al integrar elementos lúdicos y
motivadores, crea un ambiente dinámico y atractivo. Desafíos, recompensas y competencias fomentan
la participación y el compromiso, aumentando la retención de conocimientos y generando una conexión
cognitiva, psicológica y emocional en el proceso educativo.
Desarrollo de Habilidades Transversales: Una propuesta didáctica basada en la gamificación impulsa
habilidades cognitivas y transversales fundamentales, como resolución de problemas, toma de
decisiones informadas, comunicación efectiva, trabajo en equipo y creatividad. Estas competencias
preparan a los estudiantes para enfrentar situaciones del mundo real y ser ciudadanos activos y
responsables en la sociedad.
pág. 4593
Empoderamiento y Autonomía: La participación en actividades que requieren pensamiento crítico
empodera a los estudiantes. La gamificación les permite explorar, experimentar y tomar decisiones,
fortaleciendo su confianza y fomentando su autonomía. Se convierten en agentes activos de su
aprendizaje, desarrollando habilidades de autorregulación y autodirección.
Transferencia de Habilidades a la Vida Cotidiana: El pensamiento crítico cultivado mediante la
gamificación trasciende el ámbito escolar y se aplica en situaciones cotidianas. Los estudiantes
adquieren habilidades para analizar información, tomar decisiones fundamentadas y comunicarse
efectivamente, contribuyendo a su desarrollo personal y preparándolos para las pruebas del mundo real.
Además de los beneficios inmediatos, la implementación de esta propuesta educativa generará impactos
a largo plazo. Potenciar el pensamiento crítico fortalece la capacidad de los estudiantes para cuestionar
la información, contribuyendo a una sociedad más informada y democrática. Además, fomentará la
resolución de problemas, la creatividad y la formación de individuos capaces de enfrentar los desafíos
de la vida diaria.
La implementación exitosa de esta propuesta requerirá una actualización de planteamientos
pedagógicos y capacitación para los docentes, impulsando una cultura de mejora continua en la
educación. A través de la gamificación y el pensamiento crítico, se busca contribuir a la construcción
de un mapeo educativo óptimo, que potencie los procesos educativos y abordando las problemáticas
existentes dentro y fuera del aula.
Esta investigación no solo impactará el desempeño académico, sino que también equipará a los
estudiantes con habilidades esenciales para su desarrollo integral. Al cultivar el pensamiento crítico, se
forman ciudadanos comprometidos, creativos y capaces de contribuir positivamente a la sociedad. La
propuesta no solo transforma la educación en un nivel local, sino que también allana el camino para
innovaciones pedagógicas que beneficiarán a estudiantes y docentes a largo plazo.
El pensamiento crítico, vital en el desarrollo intelectual, ha sido abordado desde diversas perspectivas
teóricas a lo largo de la historia. Filósofos como Sócrates y Platón resaltaron la importancia de
cuestionar y argumentar de manera lógica, estableciendo las bases teóricas en la filosofía y la lógica
formal.
pág. 4594
La lógica formal, con raíces en Aristóteles, provee un marco estructurado para analizar argumentos y
desarrollar habilidades de razonamiento deductivo. Según el Diccionario Filosófico Abreviado, el
pensamiento contradictorio e incoherente impide el conocimiento científico, destacando la importancia
de seguir reglas lógicas.
La ampliación del uso de la lógica formal implica considerar aspectos como el razonamiento deductivo,
donde la identificación y evaluación de inferencias son esenciales. Toulmin, a su vez, ofrece una
perspectiva complementaria, rechazando la lógica formal como única teoría válida, y definiendo el
argumento como una secuencia de razonamiento que va desde datos iniciales hasta la conclusión,
considerando objeciones para construir argumentos sólidos.
Richard Paul y Linda Elder, (2005) en su entendimiento sobre el pensamiento crítico, lo definen como
un proceso de analizar y evaluar el pensamiento con el propósito de mejorarlo. Este enfoque implica
someter las estructuras del pensamiento a estándares intelectuales, estableciendo complejas relaciones
sinápticas que pueden medirse en función de los objetivos del aula o del uso cotidiano de herramientas.
La diversidad de perspectivas contribuye a la formación integral del pensamiento crítico, abarcando
desde fundamentos lógicos hasta planteamientos activos y constructivistas. La combinación de estas
teorías ofrece un panorama enriquecedor para la comprensión y desarrollo del pensamiento crítico,
resaltando la importancia de una holística en la formación educativa.
¿Explorar el estado del arte en el ámbito del pensamiento crítico revela una rica historia arraigada en la
filosofía antigua, destacando el método socrático como un pilar esencial?
A medida que evoluciona en la historia de la educación occidental, se acentúa la necesidad de pericias
para su desarrollo. Desde los orígenes, influyentes pensadores como Richard Paul (2005) han dejado su
huella en la educación para el pensamiento crítico.
Estas ideas se entrelazan con las bases del aprendizaje experiencial que planteó Dewey, influenciando
planteamientos pedagógicos modernos como el método del caso y el aprendizaje basado en problemas.
En Colombia, la Ley 115 de 1994 reconoce la importancia de la capacidad crítica en la educación,
señalando al entorno educativo como catalizador para su formación.
Las investigaciones doctorales, como la de Pedro Luis Mendoza Guerrero, proponen modelos que
combinan investigación y pensamiento crítico, enfocándose en beneficios formativos. Es evidente que
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estas investigaciones, provenientes de diversas esferas geográficas y académicas, resaltan la
importancia de fomentar el pensamiento crítico en distintos niveles educativos.
A nivel universitario, la tesis de Deli Miró-Miró destaca el papel de proyectos de Aprendizaje-Servicio
en el desarrollo del pensamiento crítico. Otros estudios, como el de Robert Salazar Meza y Judith Roca
Llobet, exploran la relación entre el pensamiento crítico y el rendimiento académico en contextos
específicos.
Estas investigaciones teóricas proporcionan un sólido fundamento, subrayando la importancia de
estrategias pedagógicas que combinen teoría y práctica sin importar la esfera social y/o académica en
la que se centre. A medida que se toman como base teórica, se destaca la necesidad de fomentar el
pensamiento crítico en el aula desde una perspectiva dinámica.
En este contexto, es crucial resaltar opiniones que respaldan estas investigaciones. Resultados obtenidos
por Anta y Barrón subrayan la percepción de los estudiantes sobre los debates académicos como táctica
para el desarrollo del pensamiento crítico.
En función de los resultados obtenidos, se constata que el alumnado valora muy positivamente la tarea
de los debates académicos, afirmando que dichos debates suponen una estrategia pedagógica válida
para el desarrollo de su pensamiento crítico como futuros docentes. Anta, E., & Barrón, I. (2018.
pp:197)
Sin embargo, también se enfrentan duelos. Guzmán y Arrieta (2020) señalan que la gestión del
conocimiento, aunque relevante, enfrenta dificultades en su implementación en las Instituciones de
Educación Superior.
Los resultados revelan que la gestión del conocimiento es un proceso que adquiere gran relevancia para
las Instituciones de Educación Superior en su esfuerzo por desarrollar exitosamente sus funciones
sustantivas, no obstante, existen algunas dificultades que limitan su proceso de implementación.
Guzmán, J., & Arrieta, D. (2020 pp:83)
Este reconocimiento destaca la importancia de superar obstáculos para lograr un impacto efectivo. Por
otra parte, aportes como los de Wong y Alarcón (2003) señalan que, si bien existen resultados positivos,
se requiere una constante autoevaluación y reforzamiento de destrezas evaluativas para mejorar los
resultados adquiridos.
pág. 4596
En última instancia, Lozano Díaz y Fernández apuntan al reto de fomentar una ciudadanía digital crítica
y activa en el ámbito universitario, subrayando la importancia de abordar la dimensión del activismo
online los procesos de enseñanza/ aprendizaje dado que:
el nivel educativo universitario se enfrenta al reto de fomentar la educación para una ciudadanía digital
crítica y activa, especialmente en su dimensión de activismo o implicación online en todos los aspectos
del proceso de enseñanza aprendizaje. Lozano Díaz, A., & Fernández-Prados, J. (2019. pp:187).
METODOLOGÍA
Esta investigación se diseñará de manera integral para abordar los objetivos previamente delineados.
Dado que el foco principal recae en fomentar el pensamiento crítico en el entorno educativo, se
implementarán estrategias cuidadosamente seleccionadas para lograr una comprensión profunda y
efectiva de este proceso. Aquí se detallan los aspectos clave de la metodología:
Revisión Documental Exhaustiva: Se ha llevado a cabo una revisión documental amplia y detallada
para consolidar la base teórica. Se analizaron estudios históricos, teorías filosóficas y modelos
pedagógicos relevantes que hayan influido en el desarrollo del pensamiento crítico. Esto proporcionó
una comprensión contextual sólida y permitió identificar las mejores prácticas y caminos que han sido
construidos exitosamente.
Análisis de Modelos Pedagógicos Existentes: Se examinaron críticamente los modelos pedagógicos
existentes que han demostrado ser efectivos en la promoción del pensamiento crítico. Esto incluyó la
evaluación de enfoques didácticos, planes evaluativos y métodos de enseñanza que han sido respaldados
por investigaciones previas.
Investigación Empírica en Contexto Específico: Se ha consolidado una investigación empírica en el
entorno específico de interés, en este caso, el Centro Educativo Rural C.E.R Madre Seca y sus 21 sedes.
Esto implica la aplicación de encuestas, entrevistas y observaciones para comprender las dinámicas
educativas actuales, identificar duelos específicos y evaluar el nivel de pensamiento crítico en los
estudiantes.
Diseño y Aplicación de Estrategias Pedagógicas Innovadoras: Con base en los hallazgos de la revisión
documental y la investigación empírica, se están diseñando maniobras pedagógicas centradas en la
gamificación y otras guías relevantes. Estas pericias se aplicarán como pruebas piloto, permitiendo una
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evaluación continua de su efectividad y la recopilación de datos sobre el impacto en el pensamiento
crítico de los estudiantes.
Evaluación y Retroalimentación Continua: Se están estableciendo mecanismos de evaluación continua
para medir el progreso y la eficacia de las estrategias implementadas. La retroalimentación constante
de docentes y estudiantes será fundamental para ajustar y mejorar las metodologías a medida que avanza
la investigación.
Análisis y Sistematización de Resultados: Los datos recopilados se analizarán de manera sistemática
para identificar patrones, tendencias y áreas de mejora. Este estudio informa las conclusiones
preliminares y orientará las decisiones posteriores en la implementación de planes pedagógicos.
Por tanto, La metodología de ejecución se concibe como un proceso dinámico que combina la teoría
con la práctica, incorporando la retroalimentación y seguimiento del proceso constante para asegurar la
pertinencia y efectividad de las pericias implementadas en el fomento del pensamiento crítico en el
contexto educativo específico.
En la búsqueda de estrategias pedagógicas que impulsen el pensamiento crítico en estudiantes de
primaria, surge la necesidad de no solo teorizar, sino de convertir esas ideas en prácticas concretas y
efectivas. En este contexto, la elección del pragmatismo como modelo epistémico para guiar nuestro
proyecto cobra vital importancia.
El pragmatismo, encabezado por filósofos como William James y Charles Sanders Peirce (vitado por
Rizo, 2008), propone un enfoque donde la verdad se mide por su utilidad y aplicabilidad en la vida real.
En el ámbito educativo, esta corriente nos insta a ir más allá de las ideas abstractas y a enfocarnos en
soluciones prácticas para desafíos específicos.
La relevancia del pragmatismo se destaca en la investigación mixta que proponemos. Al combinar
métodos cuantitativos y cualitativos, no solo buscamos medir el impacto numérico de la gamificación
en el pensamiento crítico, sino también comprender las experiencias y percepciones de los estudiantes.
Este enfoque brido, según Martínez León y colaboradores (2018), enriquece la investigación al
proporcionar perspectivas variadas y complementarias.
La elección de una metodología aplicada refuerza nuestro compromiso con la acción. No nos
contentamos con teorías desligadas de la realidad; nos sumergimos directamente en la práctica para
pág. 4598
cerrar la brecha entre el conocimiento académico y las necesidades del aula. En un momento donde la
educación enfrenta desafíos sin precedentes, la investigación aplicada se erige como un puente crucial
entre la teoría y la práctica, generando soluciones concretas y basadas en evidencia.
Este estudio no solo aspira a avanzar teóricamente en la educación y el pragmatismo, sino a ofrecer a
educadores herramientas efectivas para cultivar habilidades de pensamiento crítico en sus estudiantes.
Al transformar ideas en acciones, buscamos impactar directamente en la calidad del aprendizaje,
equipando a los alumnos con las destrezas necesarias para navegar la complejidad del mundo actual. La
investigación no es un fin en misma, sino un medio para mejorar la práctica educativa y, en última
instancia, la vida de los estudiantes.
ILUSTRACIONES TABLAS Y FIGURAS
Figura 1: análisis de resultados pruebas saber 2022 de lenguaje (lectura)
Fuente: https://www.icfes.gov.co/documents/39286/19845423/Informe_saber_359_06_2022.pdf
CONCLUSIONES
En conclusión, las primeras etapas de esta investigación, centradas en el mapeo y la planificación,
resaltan la importancia vital de promover el pensamiento crítico en el entorno educativo. Desde sus
raíces filosóficas hasta las teorías y modelos contemporáneos, queda claro que el desarrollo de
habilidades analíticas y reflexivas es esencial para formar individuos capaces de afrontar los desafíos
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de una sociedad dinámica.
Las contribuciones de diversos estudios doctorales, subrayan que la promoción del pensamiento crítico
no solo es deseable sino indispensable en el ámbito educativo. La aplicación de estrategias pedagógicas
que fomenten la reflexión y el análisis crítico se revela como un componente clave para el desarrollo
integral de los estudiantes.
A pesar de hallarnos en las fases iniciales, esta investigación ya sugiere que la sinergia entre la teoría y
la práctica, combinada con evaluaciones continuas, será esencial para trazar un camino efectivo. En este
sentido, las voces que destacan la importancia de la gestión del conocimiento y la necesidad de
seguimiento constante, como Guzmán y Arrieta (2020), Wong y Alarcón (2003), y Díaz y Fernández
(2019), resuenan como llamados a la acción para garantizar el éxito de estrategias implementadas.
El pensamiento crítico no solo es deseable sino esencial en el proceso educativo. Las investigaciones y
opiniones expuestas refuerzan la premisa de que fomentar el pensamiento crítico enriquece no solo la
capacidad de los estudiantes para resolver problemas complejos, sino que también los equipa para
participar activamente en una sociedad dinámica. Es tiempo de adoptar estrategias pedagógicas
efectivas y dinámicas que cultiven el pensamiento crítico, preparando a los estudiantes para las
situaciones retadoras del mundo real.
Así, la investigación está gestando no solo un análisis detallado, sino también un compromiso hacia la
mejora continua del proceso educativo, reconociendo que la promoción del pensamiento crítico no es
simplemente un ideal, sino una necesidad imperante en la formación de ciudadanos preparados para
enfrentar el futuro con agudeza y perspectiva crítica.
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