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curtiembre estudiada, contrata establecimientos externos dedicados a realizar las operaciones de
dividido, rebajado, y secado. Maquinas como la grabadora y la cilindradora solo son útiles cuando se
trata de cuero para confección, marroquinería y/o calzado.
Teniendo en cuenta, características de la curtiembre, tales como, numero de bombos, cantidad de
máquinas operando, número de actividades realizadas fuera de la curtiembre y cantidad de pieles
procesadas al mes, Jaramillo et al., (2005), proponen una clasificación de acuerdo con la capacidad
productiva de las curtiembres, baja, media y alta. Considerando la clasificación anterior, se puede
deducir que la curtiembre objeto de estudio se clasifica como una curtiembre de baja capacidad
productiva, ya que cuenta con dos bombos, posee tres máquinas en funcionamiento, fuera de la empresa
se realizan seis operaciones del proceso de curtición y mensualmente se procesan de 300 a 400 pieles.
Durante cada operación del proceso de curtición, se emplean como principales insumos: agua, energía
eléctrica para el funcionamiento de la maquinaria e insumos químicos, que realizan acciones sobre la
piel para convertirla gradualmente en cuero y otorgarle la calidad deseada. Los insumos químicos, son
añadidos durante el proceso según porcentajes establecidos para el tipo de cuero que la curtiembre
procesa (Cuero para guante industrial), estos porcentajes se calculan de acuerdo con el peso total de las
pieles a procesar. Cuando estos insumos han cumplido con su función en las pieles bajo proceso, pasan
a formar parte de los efluentes y residuos del proceso de curtición, los cuales, si son liberados sin ningún
tratamiento previo, pueden causar efectos negativos en el medio ambiente.
En operaciones como el remojo y el piquelado, se emplean altas cantidades de sal industrial, que le
confiere a los efluentes una elevada cantidad de solidos solubles totales difíciles de remover, debido a
la alta solubilidad de la sal (Cárdenas, 2012).
En las operaciones de pelambre y encalado o calero, se utiliza sulfuro de sodio y cal, los cuales forman
parte de los efluentes de estas operaciones y pueden generar emisiones de sulfuro de hidrogeno,
compuesto químico que, en concentraciones bajas en el aire, puede ocasionar irritación de vías
respiratorias, intoxicación y en mayores concentraciones hasta la muerte. En cuanto a operaciones como
el desencalado y rendido, debido al uso se sulfato de amonio y de proteínas solubilizadas, los efluentes
pueden desprender emisiones de amoniaco al ambiente (Esparza y Gamboa, 2001).