pág. 4731
en la que los participantes expresan su postura, aportes, vivencias que se desarrollaron en el juego; y
cómo estas actividades las puedan aplicar en su vida cotidiana, mejorando el conocimiento de sí mismo
y sus semejantes. De esta manera, los aprendizajes adquiridos ayudan aplicar los valores en la vida
cotidiana.
Actividad 1. Utilización de las redes sociales, creando mensajes para impactar la convivencia
escolar: La temática principal que se aborda es el conocimiento y manejo de las emociones y el conflicto
escolar. Los educandos utilizarán las redes sociales con fines formativos. Esta experiencia es una
estrategia que consiste en crear audios que contengan mensajes de tolerancia, respeto, amor propio y
situaciones que generan conflicto escolar. Estos audios son hechos por jóvenes para jóvenes. De esta
manera se cumple el objetivo de identificar y sensibilizar los patrones que llevan a los estudiantes a
reaccionar de manera agresiva frente a situaciones que se presentan a diario. La utilización de las redes
sociales con fines formativos permite la apropiación y buen uso de las mismas. Esto genera habilidades
tecnológicas para editar audio, motivación hacia la clase, compañerismo y solidaridad en las actividades
académicas. Estos audios se difunden por los distintos grupos de WhatsApp de la comunidad educativa,
generando una gran receptividad.
Actividad 2. Conferencia y capacitación sobre las emociones: Las capacitaciones y conferencias de
inteligencia emocional y el manejo del conflicto parten de la apropiación de conceptos como las ideas
preconcebidas, las emociones y los sentimientos, con el objetivo de alejar confusiones entre los
términos. Posteriormente, se generará una estrategia que consiste en realizar una explicación sobre las
emociones, según la teoría de Robert Plutchik, que está compuesta por ocho emociones básicas, que
abarca experiencias relativamente comunes que se reflejan en la cotidianidad, las cuales son: la alegría,
la confianza, el miedo, la sorpresa, la tristeza, la aversión, la ira y la anticipación. Posteriormente, se
procede a decirle al grupo que se organice en parejas, a las que se reparten papeles en los que están
escritas diferentes emociones: un integrante escoge un papel y, por medio de su expresión corporal,
debe dramatizar la emoción que le correspondió, en tanto su compañero, a partir de la información
recibida, identifica cuál es la emoción que el compañero ha dramatizado (Dispenza, 2012). De esta
forma se fortalece el aprendizaje emocional. El estudiante aprende de manera sensible a identificar las
emociones que trasmiten sus compañeros dentro del contexto escolar, con lo que adquiere herramientas