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contienen pensamiento. Por último, Vidaurre y Zambrano (2020) exponen que “el dibujo es la
representación gráfica de una idea humana” (p. 33).
Por otra parte, si se centra la discusión hacia el papel del dibujo dentro del entorno escolar, como base
de las artes ha funcionado como medio didáctico, generalmente desarticulado y particularmente poco
visibilizado en las escuelas. Es por ello que la propuesta centrada en el dibujo rescata un aspecto clave
para el aprendizaje significativo en el aula: la activación del dispositivo atencional. Se encontró en la
bibliografía revisada, que “la variedad de las técnicas de dibujo en el aula mejora la atención” (EA1),
convirtiéndose en una herramienta didáctica que fortalece los procesos cognitivos.
Por lo tanto, la reflexión gira en torno a considerar que, al momento de proponer cualquier actividad en
el aula, se analice cómo centrar la atención de los estudiantes. De forma similar, Toalombo (2014)
subraya que la atención es un factor clave de una actividad en el aula y, sin duda, el dibujo lo potencia.
La revisión bibliográfica ha permitido visibilizar herramientas útiles para activar el dispositivo
atencional. El método de dibujo propuesto por Edwards (1997) sugiere que el hemisferio derecho del
cerebro se fortalece al dibujar, ya que el hemisferio izquierdo, dominante y rápido, tiende a ocuparse de
palabras y símbolos. Este enfoque busca mejorar procesos cognitivos relacionados con habilidades
analógicas, espaciales, holísticas y concretas, entre otras (González, 2014).
Las técnicas gráfico-plásticas, como la dactilopintura, papiroflexia, collage, mandalas, pintura mixta y
dibujo creativo, son herramientas que estimulan la atención y la creatividad en los niños al permitirles
expresar su estética y comprender el mundo que les rodea. De acuerdo con Romo (1987), estas técnicas
promueven el pensamiento divergente y evitan la simple memorización.
La infografía se convierte en una herramienta didáctica valiosa cuando se utiliza en la escuela,
mejorando los procesos de enseñanza y aprendizaje al representar información de manera visual y
comprensible. Puede aplicarse en diversas asignaturas y fomentar la creatividad de los estudiantes.
Los GIF basados en contenidos curriculares han demostrado ser efectivos en el aula, atrayendo la
atención de los estudiantes y fortaleciendo los procesos cognitivos al ofrecer elementos visuales
dinámicos que combinan lo digital con lo sensorial y analógico (González, 2014).
En estos enfoques, es fundamental involucrar plenamente los sentidos, ya que evocan experiencias
sensoriales y permiten narrar historias a través de la representación gráfica. El dibujo sirve como punto