pág. 5256
Duque, Vallejo y Rodríguez (2013) consideran el desempeño académico como un concepto
diverso y amplio, que alcanza variables que cobijan desde el ámbito personal, familiar, educativo
y social. Sin embargo, no presentan con claridad los aspectos que hace diversa la definición, lo
cual no deja clara su comprensión. Entre tanto, Tilano, Henao y Restrepo (2009), limitan el
alcance del concepto al resultado de un proceso de instrucción, que tiene como fin la inteligencia,
la motivación, la personalidad y las actitudes, además del contexto familiar, lo cual permite
afirmar que existe confusión con otros criterios.
Se puede observar de la revisión de los planteamientos de los autores consultados, que hay
confusión al definir el concepto desempeño académico. Por eso, en el nivel paradigmático donde
se contrastan las posturas de los autores, se encuentra que en general desarrollan planteamientos
orientados a reconocerlo como resultado del proceso de enseñanza, hasta tal punto que algunos lo
manejan como sinónimo de rendimiento académico, también se pudo evidenciar que no tienen un
planteamiento claro sobre los componentes del concepto.
Hacia el Nuevo Concepto de Desempeño
Partiendo de la premisa de Palacios y Vásquez (2003), de que el ser humano es un ser integral, es
necesario relacionar el concepto de integralidad, que desde la perspectiva antropológica y
filosófica de Barrera (2016), se asume como reconocimiento de las variadas dimensiones que
componen lo humano, que pueden ser identificadas por separado, pero que cada una de ellas
manifiestan unidad interna, puesto que el ser humano cuando se expresa lo hace como una sola
entidad. Dichas dimensiones son las que admite la racionalidad, la intelectualidad, el
pensamiento; otra, que alude a la volición y toca las decisiones. De igual manera, la que concierne
a la corporeidad, relacionada con la emocionalidad y la afectividad; y otra correspondiente a las
relaciones; es decir, a la sociabilidad.
Lo anteriormente sustentado, brinda la oportunidad de crear un nuevo concepto de desempeño
académico, apoyado también desde la etimología de la palabra desempeño, tomado de Pérez y
Merino (2021), quienes apuntan que desde esa perspectiva expresa el comportamiento de la
persona para alcanzar una meta. Lo anterior, contradice las posturas de los autores.