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compleja para entender y regular las cogniciones propias y ajenas, lo que es básico para establecer
relaciones interpersonales saludables. En ese sentido Medina (2024), reflexiona sobre la consciencia
correflexiva en estudiantes y docentes, indica:
El comprenderse a sí mismo involucra el proceso de explorar, reflexionar, correflexionar, además de
estar consciente de los propios pensamientos, estados emocionales, motivacionales, considerando las
fortalezas y debilidades que se tienen, como también valores, creencias y las experiencias vividas. La
comprensión interna del sujeto académico es imprescindible para el desarrollo personal, la gestión
emocional y la interacción con su comunidad académica inmediata (p.99)
Entre los aspectos importantes de una pedagogía afectiva es su impulso para fomentar la empatía y la
comprensión entre docentes y estudiantes, se habla en sentido literal de aprender a comprender y
manejar las emociones en medio de las interacciones con los demás, considerando las fortalezas y
debilidades que se poseen, además de los valores, creencias y las experiencias vividas, que conviven en
ambientes académicos altamente complejos.
Ahora bien, la teoría de la complejidad está relacionada con la educación a través de la interpretación
de los sistemas educativos como identidades conformadas por variados elementos interconectados, cuyo
comportamiento es no previsible, convirtiéndolos en sistemas complejos. Esta perspectiva, da por
sentada la interdependencia y la interacción de múltiples factores en el ámbito educativo, lo que incluye
la pedagogía afectiva y la inteligencia emocional, ubicándose más allá de una perspectiva lineal y
simplificadora de la enseñanza y del aprendizaje. La presencia de la teoría de la complejidad en el
trabajo educativo significa tener en cuenta la diversidad de factores que influyen en el proceso
educativo, como la interacción entre profesores y estudiantes, el entorno social y cultural de la sociedad,
los métodos de enseñanza y la tecnología educativa y otros.
Una de las primeras en iniciar este concepto fue Prigogine (1996), quien esbozó la complejidad desde
la configuración del desequilibrio y equilibrio de los sistemas y su autoorganización, considerando tres
momentos para los mismos: equilibrio, cerca del equilibrio y lejos del equilibrio, a este último relacionó
la complejidad haciendo referencia al caos y la posibilidad de autoorganizarse, aseverando que la vida
social es todo un sistema en desequilibrio, con capacidad para autoorganizarse. De esta forma la teoría
de la complejidad en la educación se fundamenta en el concepto de que los sistemas educativos no son