ACTUALIZACIÓN DEL MANEJO DE LA
ECLAMPSIA ¿QUE HA CAMBIADO?
ECLAMPSIA MANAGEMENT UPDATE:
WHAT'S CHANGED?
María José Pérez Nisperuza
Universidad del Sinú Elías Bechara, Colombia
María Valentina Sarmiento Lombana
Universidad Cooperativa de Colombia
Rodrigo Alejandro Gómez Rodríguez
Universidad Cooperativa de Colombia
Nancy Paola Ortega López
Fundación Universitaria San Martín, Colombia
Melisa Eugenia Ordosgoitia Betín
Universidad del Sinú Elías, Colombia
Karina Mercedes Soto Lara
Universidad del Sinú Elías Bechara, Colombia
Néstor Andrés Cortés Benavides
Universidad de Santander, Colombia
pág. 365
DOI: https://doi.org/10.37811/cl_rcm.v8i3.11205
Actualización del Manejo de la Eclampsia ¿Que ha Cambiado?
María José Pérez Nisperuza1
maryperez_105@hotmail.com
Médico General
Universidad del Sinú Elías Bechara
Zainum sede Montería
Colombia
María Valentina Sarmiento Lombana
mariavalentina9716@gmail.com
https://orcid.org/0009-0008-5116-0975
Médico General
Universidad Cooperativa de Colombia
Colombia
Rodrigo Alejandro Gómez Rodríguez
alejogomez_98@hotmail.com
https://orcid.org/0009-0001-2604-5966
Médico General
Universidad Cooperativa de Colombia
Colombia
Nancy Paola Ortega López
paolaortega07@outlook.com
https://orcid.org/0009-0004-2736-5015
Médico General
Fundación Universitaria San Martín
Colombia
Melisa Eugenia Ordosgoitia Betín
Melibetin9712@hotmail.com
https://orcid.org/0009-0001-3433-7512
Médico general
Universidad del Sinú Elías
Bechara Zainum sede Montería
Colombia
Karina Mercedes Soto Lara
Karinasotolara@hotmail.com
https://orcid.org/0009-0000-4373-6956
Médico general
Universidad del Sinú Elías Bechara
Zainum sede Montería, Colombia
Colombia
Néstor Andrés Cortés Benavides
nestor.cortes.benavides@gmail.com
https://orcid.org/0000-0002-9499-5939
Médico General
Universidad de Santander
Colombia
1
Autor principal
Correspondencia: maryperez_105@hotmail.com
pág. 366
RESUMEN
El embarazo es la etapa de la vida de la mujer en donde se lleva a cabo el desarrollo de un feto dentro
del cuerpo. Al menos el 10% de los embarazos se ven afectados por trastornos hipertensivos durante la
gestación y dentro de los trastornos hipertensivos que suceden en el embarazo, la eclampsia se
caracteriza por la presencia de crisis convulsivas tónico-clónicas generalizadas en mujeres que
previamente han presentado preeclampsia y estas no son atribuidas a otras causas. Tal patología se
produce durante el anteparto en un 46.3% de los casos, el intraparto en un 16.4% y el postparto en el
37.3% y resulta de mucha importancia la identificación temprana y el manejo adecuado para minimizar
los riesgos asociados, incluida la administración adecuada de sulfato de magnesio para prevenir
convulsiones. De la misma manera, la atención integral de estas pacientes implica una evaluación
cuidadosa de los factores de riesgo y la vigilancia constante para detectar cualquier deterioro clínico,
por esta y otras razones discutibles a lo largo de esta revisión el objetivo del presente artículo es realizar
una revisión bibliográfica actualizada del manejo de la eclampsia e introducir que ha cambiado a lo
largo del tiempo para la disminución del riesgo materno perinatal.
Palabras claves: TA, eclampsia, embarazo, preeclampsia, gestante, manejo, actualización e
hipertensión
pág. 367
Eclampsia Management Update: What's Changed?
ABSTRACT
Pregnancy is the stage of a woman's life where the development of a fetus takes place inside the body.
At least 10% of pregnancies are affected by hypertensive disorders during pregnancy and among the
hypertensive disorders that occur during pregnancy, eclampsia is characterized by the presence of
generalized tonic-clonic seizures in women who have previously had preeclampsia. and these are not
attributed to other causes. Such pathology occurs during antepartum in 46.3% of cases, intrapartum in
16.4% and postpartum in 37.3% and early identification and adequate management are very important
to minimize the associated risks, including adequate administration. of magnesium sulfate to prevent
seizures. In the same way, the comprehensive care of these patients involves a careful evaluation of the
risk factors and constant surveillance to detect any clinical deterioration. For this and other reasons
discussed throughout this review, the objective of this article is to carry out a updated bibliographic
review of the management of eclampsia and introduce what has changed over time to reduce perinatal
maternal risk.
Keywords: AT, eclampsia, pregnancy, preeclampsia, pregnant woman, management, update and
hypertension
Artículo recibido 28 abril 2024
Aceptado para publicación: 25 mayo 2024
pág. 368
INTRODUCCIÓN
El embarazo (gestación) es aquel estado materno caracterizado por el desarrollo de un feto dentro del
cuerpo. El producto de la concepción desde la fecundación hasta la semana 8 del embarazo recibe el
nombre de embrión y a partir de esta semana y hasta el parto se llama feto. Para fines obstétricos, la
duración del embarazo se basa en la edad gestacional; la edad estimada del feto es calculada a partir del
primer día del último período menstrual (normal), si se supone un ciclo de 28 días. La edad gestacional
se expresa en semanas cumplidas, a diferencia de la edad de desarrollo (edad fetal), que es la edad
calculada a partir del momento de la implantación (1) .
En el embarazo , existen cuatro categorías de hipertensión arterial que son: preeclampsia-eclampsia,
hipertensión gestacional,hipertensión arterial crónica, e hipertensión preexistente con preeclampsia
(2).En el caso de la preeclampsia- eclampsia, la preeclampsia es un trastorno hipertensivo caracterizado
por la presencia de hipertensión y proteinuria significativa, que ocurre por vez primera después de la
semana 20 del embarazo, durante el parto o en el puerperio (3).
Tabla 1. Criterios de severidad de preeclampsia
Tomado de: Townsend, Rosemary, Patrick O’Brien, and Asma Khalil. "Current best practice in the management of
hypertensive disorders in pregnancy." Integrated blood pressure control (2016): 79-94.
También es preeclampsia cuando existe hipertensión en el embarazo y un criterio de severidad (Tabla
1) aun cuando no haya proteinuria demostrada en un primer momento (4) por su parte, la eclampsia se
caracteriza por la presencia de crisis convulsivas tónico-clónicas generalizadas en mujeres que
pág. 369
previamente han presentado preeclampsia y estas no son atribuidas a otras causas (5). La preeclampsia,
es el desorden hipertensivo más frecuente del embarazo, variando su incidencia entre 2% y 25% en
diferentes partes del mundo (6).
En Estados Unidos de Norteamérica la frecuencia está entre 6% y 7%, mientras que en Puerto Rico se
calcula en 30% (7). Mientras que la eclampsia ocurre en alrededor de 2-3% de los pacientes con
preeclampsia y puede ser la característica que permite el diagnóstico de esta entidad (8) .La eclampsia
se produce durante el anteparto en 46.3% de los casos, el intraparto en 16.4% y el postparto en 37.3%
(9).
Dentro de su fisiopatología, resulta relevante señalar la fisiopatología de la preeclampsia ya que la
eclampsia podría considerarse una complicación de la preeclampsia, en este orden de ideas, en la Figura
1, se pueden observar los mecanismos fisiopatológicos involucrados en la preeclampsia, los factores de
riesgo adquiridos, genéticos e inmunológicos contribuyen a la disfunción placentaria temprana (Etapa
1).
La disfunción placentaria produce la liberación de factores antiangiogénicos,lo que lleva a una
disfunción multiorgánica posterior (Etapa 2).
Las flechas sólidas representan la progresión de la enfermedad. Las flechas discontinuas muestran el
efecto del SNS en los órganos respectivos, el mecanismo preciso responsable de la crisis convulsiva no
está claro, pero se proponen múltiples teorías, entre ellas se incluye el edema vasoespasmo cerebral, y
la posibilidad de que el aumento de la presión arterial media induce una alteración en la autorregulación
cerebral y la barrera hematoencefálica. El edema cerebral en la eclampsia involucra predominantemente
al lóbulo posterior y parietooccipital, y es similar a la imagen descrita en el síndrome de encefalopatía
posterior reversible (10).
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Figura 1. Fisiopatología de la Preeclampsia- Eclampsia.
En tratamiento de las complicaciones neurológicas de la preeclampsia se deben tener en cuenta en cinco
aspectos esenciales, que son: el adecuado control de la presión arterial, uso de anticonvulsivantes, uso
adecuado de fluidos, la elección de la vía y momento adecuado de la atención del parto, así como
descartar otras complicaciones, el objetivo del presente artículo es realizar una revisión bibliográfica
actualizada del manejo de la eclampsia e introducir que ha cambiado a lo largo del tiempo.
MATERIALES Y MÉTODOS
Se realizó una búsqueda bibliográfica detallada de información publicada más relevante en las bases de
datos pubmed, scielo , medline, bibliotecas nacionales e internacionales especializadas en los temas
tratados en el presente artículo de revisión. Se utilizaron los siguientes descriptores: TA, Eclampsia,
Embarazo,preeclampsia, Gestante, Manejo, Actualización e Hipertensión. La búsqueda de artículos se
realizó en español e inglés, se limitó por año de publicación y se utilizaron estudios publicados desde
2005 a la actualidad.
RESULTADOS
Al menos el 10% de los embarazos se ven afectados por trastornos hipertensivos durante la gestación.
La eclampsia, que surge en el 2% de los casos de preeclampsia grave, aumenta el riesgo de mortalidad
materna hasta catorce veces en países en desarrollo. En Colombia, estos trastornos constituyen la
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segunda causa más común de muerte obstétrica, con una incidencia del 13.7% reportada para el año
2020 (11).
Arriaga y colaboradores en el año 2022 dan a conocer el caso de 6 pacientes con eclampsia en un
hospital rural. El primer caso es de una mujer primigesta de 22 años con control prenatal regular, quien
desarrolla eclampsia durante el trabajo de parto activo a las 38.4 semanas. Después de presentar
convulsiones, se administra sulfato de magnesio, y se realiza una cesárea sin complicaciones. Tanto la
madre como el recién nacido son estabilizados y trasladados a cuidados intensivos, donde permanecen
por dos días sin eventos adversos antes de ser dados de alta. El caso 2 es una mujer primigesta de 17
años, con control prenatal irregular, experimenta eclampsia durante el trabajo de parto a las 40.6
semanas. Aunque no presenta hipertensión, desarrolla convulsiones y es tratada con sulfato de magnesio
antes de someterse a una cesárea sin complicaciones. Tanto la madre como el bebé son estabilizados en
cuidados intensivos por dos días y luego dados de alta. El caso 3 reporta el de una adolescente primigesta
de 13 años, sin control prenatal, llega al hospital con eclampsia severa y convulsiones. Se le administra
sulfato de magnesio y se controla su presión arterial. Después de una cesárea sin complicaciones, tanto
la madre como el bebé son trasladados a cuidados intensivos, donde permanecen estables por dos días
antes de ser dados de alta. El caso 4 trata de una mujer de 36 años, con control prenatal irregular,
desarrolla eclampsia durante el trabajo de parto a las 40.2 semanas. Después de convulsiones, es tratada
con sulfato de magnesio y da a luz mediante parto vaginal con fórceps. Es trasladada a cuidados
intensivos, donde se recupera sin complicaciones antes de ser dada de alta. El caso 5 describe una mujer
primigesta de 18 años sin control prenatal desarrolla eclampsia después de un parto vaginal sin
complicaciones a las 40.1 semanas. Después de convulsiones, se le administra sulfato de magnesio y se
maneja su hipertensión en un hospital rural, donde se recupera sin complicaciones y es dada de alta en
cuatro días. El caso 6 es una joven primigesta de 16 años sin control prenatal desarrolla eclampsia
durante el trabajo de parto a las 41.1 semanas. Después de convulsiones, se le administra sulfato de
magnesio y se somete a una cesárea sin complicaciones. Es trasladada a cuidados intensivos, donde se
recupera sin complicaciones antes de ser dada de alta (12). La mayoría de los casos involucran a
adolescentes primerizas en trabajo de parto que superan las 40 semanas de embarazo. Todas recibieron
tratamiento que incluyó medidas de apoyo y neuroprotección con sulfato de magnesio. Ninguna
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experimentó nuevas convulsiones y no se observaron resultados negativos para los recién nacidos ni se
registraron fallecimientos maternos.
De igual manera, siempre se debe considerar el diagnóstico de eclampsia cuando se presentan
convulsiones en una mujer embarazada después de la semana 20 de gestación. La aparición de
eclampsia antes de las 20 semanas es rara y se debe considerar un embarazo molar (13) y solo un 1,5%
ocurre a las 20 semanas o antes (14).
Makin en el año 2021 reporta el caso de una mujer primigesta de 23 años presentó ntomas de dolor
de cabeza, fiebre, vómitos y convulsiones, sin historial previo de hipertensión o convulsiones. Al ser
admitida en el hospital, se encontró una presión arterial elevada de 184/134 mmHg y se diagnosticó
eclampsia a las 20 semanas de gestación. Se inició tratamiento con artesunato, sulfato de magnesio e
hidralazina según los protocolos del hospital. Se realizó la inducción del parto con misoprostol y dio a
luz un feto no viable doce horas después. Después de 48 horas, su presión arterial variaba entre 150 y
174 mmHg sistólica y 94 y 124 mmHg diastólica. Fue dada de alta con nifedipina y su presión arterial
se mantuvo estable dos semanas después del parto sin necesidad de antihipertensivos (15).
DISCUSIÓN
Como se puede observar en la bibliografía existente y los reportes de casos publicados en la literatura,
la gran mayoría de los casos en los que se presenta eclampsia en pacientes gestantes, resuelven con la
aplicación de sulfato de magnesio, sin embargo, en algunos casos pueden complicarse y tener graves
consecuencias como hemorragias, muerte fetal o muerte materna.
En su revisión bibliográfica, Paredes y colaboradores refieren que existen una serie de factores de riesgo
para el desarrollo de Eclampsia, como son preeclampsia anterior, la hipertensión, enfermedades renales,
diabetes y obesidad, así como otros factores como la edad, la raza, los embarazos gemelares, la
multiparidad y la diversidad de los padres. A su vez, los factores más significativos asociados con la
enfermedad incluyen principalmente factores ginecoobstétricos, entre los que destacan la multiparidad,
la edad, la obesidad, la malnutrición, la hipertensión previa y los factores hereditarios (16).
Por esto, es de vital importancia la atención prioritaria a este tipo de pacientes, quienes deben consultar
a urgencias y se sugiere considerar la hospitalización para asegurar el cumplimiento del tratamiento y
monitorear la posibilidad de empeoramiento de los síntomas, como un aumento y persistencia del dolor
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de cabeza, cambios en el nivel de conciencia o convulsiones debido a la encefalopatía hipertensiva.
También se debe estar atento al desarrollo de otras complicaciones, como ictericia debido a daño
hepático, hemólisis o lesiones en órganos vitales como riñones, hígado y cerebro. Esta medida permitiría
evaluar de manera oportuna si es necesario interrumpir el embarazo para proteger la vida tanto de la
madre como del bebé (17).
En un artículo publicado en la revista Chilena de Obstetricia y Ginecología, Ángel Silva destaca los
resultados de un estudio realizado en la unidad de cuidados intensivos obstétricos del Hospital
Maternidad "Dr. Armando Castillo Plaza". Este estudio reveló que un alto porcentaje de mujeres
embarazadas, con una edad promedio de 25 años, recibieron un seguimiento prenatal insuficiente, y la
mayoría de ellas tuvieron que someterse a cesáreas. El artículo se basa en el caso de una mujer de 35
años, embarazada de 26 semanas, que fue diagnosticada con hipertensión arterial crónica, lo que
desencadenó eclampsia y posteriormente Síndrome HELLP. La paciente fue ingresada a cuidados
intensivos tras sufrir convulsiones y pérdida de conocimiento. Dado su estado crítico, se realizó una
cesárea de emergencia, pero lamentablemente falleció poco después en el período posparto. Aunque el
manejo médico fue adecuado en todo momento, las complicaciones de la enfermedad y el ingreso tardío
impidieron brindar una intervención efectiva para salvar a la paciente. (18)
A su vez, existen retos médicos como el descrito por Falla y colaboradores, quienes presentan el caso
de una mujer de 26 años, en su primer embarazo y con 36 semanas de gestación, seguida mediante
ecografías a las 20, 24 y 30 semanas. Aunque comenzó su control prenatal un poco tarde, a las 21
semanas, siguió el protocolo estándar sin anomalías notables. Ella tenía antecedentes de miastenia
gravis (MG), diagnosticada a los 20 años tras pruebas específicas y timectomía a los 22 años debido a
hiperplasia tímica. Estaba en tratamiento con piridostigmina y prednisolona sin presentar debilidad
muscular significativa durante el embarazo. Durante una consulta prenatal, su presión arterial estaba
elevada, lo que la llevó a ser remitida a un hospital de nivel III-IV. En urgencias, se confirmó
hipertensión sin signos iniciales de eclampsia y se la hospitalizó para observación. A pesar de la falta
de proteinuria inicial, desarrolló preeclampsia leve. Se inició nifedipino debido a la persistencia de la
hipertensión. Se optó por inducir el parto debido a la contraindicación del MgSO4 por su MG.
Experimentó una convulsión eclámpsica durante el trabajo de parto pero dio a luz a un bebé sano por
pág. 374
vía vaginal. Después del parto, se suspendió la fenitoína sin complicaciones y fue dada de alta con
seguimiento médico.
Regresó al hospital 11 días después con síntomas de infección sistémica y exacerbación de su MG, que
se trató con inmunoglobulina y ajustes en su medicación; y tras una mejoría significativa, fue dada de
alta después de 10 días (19).
Por lo tanto, en este tipo de pacientes se sugiere la administración de oxígeno, revisión de la vía aérea,
vía periférica, sonda foley, monitorización de fetocardia, sulfato de magnesio a dosis de 4 gr diluidos
en 100 ml de solución glucosada al 5% con dosis de mantenimiento hasta 24 horas después del parto,
monitorización de reflejos o el uso de difenilhidantoina a dosis de 750 a 1000 mg en solución salina de
250 ml IV en 30 minutos con mantenimiento de 100 o 125 cada 8 horas, además del uso de un
antihipertensivo como la hidralazina a dosis de 5 mg en bolo IV, con el fin de controlar las cifras
tensionales (20)
Finalmente, es de vital importancia que el personal de la salud realice una vigilancia estricta de la
administración de sulfato de magnesio en estas pacientes, puesto que cuando se excede la dosis del
mismo, la paciente puede llegar a un estado de intoxicación, con graves consecuencias tanto para ella
como para el feto. Con una concentración de 10 mEq/L se pierden los reflejos osteotendinosos, con 15
mEq/L se inicia una depresión respiratoria, y dosis mayores a esta puede ocasionar paro respiratorio,
por lo que es posible determinar que la intoxicación con este se asocia a un gran riesgo de mortalidad y
morbilidad materna y fetal (21).
CONCLUSIÓN
La preeclampsia y eclampsia representan desafíos significativos en la práctica obstétrica debido a su
potencial impacto tanto en la madre como en el feto. Estas condiciones pueden manifestarse con
hipertensión arterial y proteinuria significativa después de la semana 20 de gestación, siendo la
eclampsia una complicación grave que puede resultar en convulsiones y otras complicaciones
neurológicas. Por ello, la identificación temprana y el manejo adecuado son fundamentales para
minimizar los riesgos asociados, incluida la administración prudente de sulfato de magnesio para
prevenir convulsiones. Asimismo, la atención integral de estas pacientes implica una evaluación
cuidadosa de los factores de riesgo y la vigilancia constante para detectar cualquier deterioro clínico. El
pág. 375
tratamiento oportuno, que incluye el control de la presión arterial, la administración de
anticonvulsivantes y la monitorización fetal, puede ayudar a mejorar los resultados maternos y
neonatales acompañado de un seguimiento adecuado durante el período posparto para detectar y
manejar posibles complicaciones a largo plazo.
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