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DERECHOS HUMANOS, PARTICIPACIÓN
SOCIAL Y POLÍTICAS PÚBLICAS,
ENFOCADOS AL DESARROLLO LOCAL
HUMAN RIGHTS, SOCIAL PARTICIPATION AND PUBLIC
POLICIES, FOCUSED ON LOCAL DEVELOPMENT
Leyda Maricela Mc Kay Levy
Universidad de Panamá , Centro Regional Universitario de Colón, Panamá
pág. 8239
DOI: https://doi.org/10.37811/cl_rcm.v8i3.11297
Derechos Humanos, Participación Social y Políticas Públicas,
Enfocados al Desarrollo Local
Leyda Maricela Mc Kay Levy1
Leyda.mckay@up.ac.pa
https://orcid.org/0000-0002-6866-4351
Universidad de Pana
Centro Regional Universitario de Colón
Panamá
RESUMEN
Los derechos humanos son principios fundamentales que garantizan la dignidad, libertad y el
bienestar de todas las personas sin distinción. Su protección y promoción son cruciales para el
desarrollo de sociedades justas y equitativas. En el contexto del desarrollo local, los derechos
humanos proporcionan un marco normativo y ético que guía la creación y ejecución de políticas
públicas. Estas políticas, al estar alineadas con los derechos humanos, buscan asegurar que todos
los miembros de una comunidad tengan acceso a recursos y oportunidades necesarios para su
desarrollo integral. Desde este enfoque, la participación social es un pilar fundamental en el
proceso de desarrollo local. Facilita que los ciudadanos, especialmente aquellos en situaciones de
vulnerabilidad, tengan voz y voto en las decisiones que afectan directamente sus vidas y
comunidades. La participación activa de la comunidad no solo aumenta la legitimidad y
relevancia de las políticas públicas, sino que también fortalece el tejido social y fomenta una
cultura de responsabilidad y compromiso cívico. Este enfoque participativo contribuye a que las
políticas públicas no solo sean más inclusivas y representativas, sino también más efectivas en
términos de alcanzar sus objetivos de desarrollo.
Palabras clave: Derechos, humanos, social, políticas, publicas, desarrollo, local
1
Autor principal
Correspondencia: Leyda.mckay@up.ac.pa
pág. 8240
Human Rights, Social Participation and Public Policies, Focused on
Local Development
ABSTRACT
Human rights are fundamental principles that guarantee the dignity, freedom and well-being of
all people without distinction. Its protection and promotion are crucial for the development of just
and equitable societies. In the context of local development, human rights provide a normative
and ethical framework that guides the creation and execution of public policies. These policies,
being aligned with human rights, seek to ensure that all members of a community have access to
resources and opportunities necessary for their integral development. From this approach, social
participation is a fundamental pillar in the local development process. It makes it easier for
citizens, especially those in vulnerable situations, to have a voice and vote in decisions that
directly affect their lives and communities. Active community participation not only increases the
legitimacy and relevance of public policies, but also strengthens the social fabric and fosters a
culture of responsibility and civic engagement. This participatory approach contributes to making
public policies not only more inclusive and representative, but also more effective in terms of
achieving their development objectives.
Keywords: Rights, human, social, political, public, development, local
Artículo recibido 23 marzo 2024
Aceptado para publicación: 25 abril 2024
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INTRODUCCIÓN
En la última década, el estudio de las interacciones entre el cambio climático y la biodiversidad
ha cobrado gran relevancia. Estos estudios se centran principalmente en cómo los patrones
climáticos alterados afectan la distribución y la supervivencia de las especies en diferentes
ecosistemas (García, 2022). En por ello, que la urbanización continua ha intensificado este efecto,
poniendo en peligro no solo la fauna y flora locales, sino también los servicios ecosistémicos que
son vitales para la supervivencia humana (Martínez & Rodríguez, 2023).
Por otro lado, las soluciones basadas en la naturaleza han emergido como un enfoque prometedor
para mitigar algunos de estos efectos, argumentando que la restauración y conservación de
ecosistemas pueden jugar un papel crucial en la adaptación y mitigación del cambio climático
(Hernández, 2022).
Este contexto ha llevado a un incremento en la investigación y desarrollo de políticas que buscan
integrar la conservación de la biodiversidad dentro de las estrategias de planificación urbana y
rural. Estas políticas están diseñadas para fomentar un equilibrio entre el crecimiento humano y
la preservación del medio ambiente, una necesidad subrayada por los recientes informes sobre el
estado del planeta (López et al., 2023). Así, la interdisciplinariedad emerge como un componente
esencial en la investigación actual, donde la colaboración entre biólogos, urbanistas y políticos es
fundamental para abordar estos desafíos complejos y multidimensionales (Torres, 2022).
La creciente evidencia científica sugiere que los impactos del cambio climático son más
inmediatos y severos de lo previamente estimado, lo que requiere respuestas rápidas y eficaces en
la gestión de recursos naturales y la planificación urbana. La integración de modelos climáticos
en la planificación territorial ha mostrado ser una herramienta valiosa para predecir y mitigar los
efectos adversos en la biodiversidad y la calidad de vida humana (Ramírez & Sánchez, 2024). Sin
embargo, aún existen significativos desafíos en la aplicación de estos modelos debido a la
variabilidad en las escalas temporales y espaciales de los datos disponibles (Cruz, 2023).
Por otro lado, la participación comunitaria ha demostrado ser crucial en la implementación
efectiva de políticas ambientales. Los proyectos que involucran activamente a las comunidades
locales no solo resultan en una mayor aceptación y compromiso con las iniciativas de
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conservación, sino también en una mejor adaptación de estas estrategias a las condiciones y
necesidades locales (Vega & Morales, 2022). Además, el empoderamiento de las comunidades a
través de la educación ambiental fortalece la resiliencia local y promueve un manejo sostenible
de los recursos (Jiménez, 2022).
Estos enfoques interdisciplinarios y participativos son esenciales para enfrentar los retos que
plantea el cambio climático. La colaboración entre científicos, políticos, y ciudadanos no solo es
necesaria para desarrollar soluciones efectivas, sino también para garantizar que estas soluciones
sean sostenibles y equitativas. La urgencia de estas medidas se refleja en los recientes acuerdos
internacionales y las políticas gubernamentales que buscan mitigar los impactos ambientales
mientras se promueve el desarrollo sostenible (Pérez & López, 2023).
El planteamiento del problema es un componente fundamental en la estructura de una
investigación, donde se identifica claramente la cuestión o problema a estudiar, justificando su
relevancia y la necesidad de encontrar soluciones o respuestas.
A pesar de los esfuerzos internacionales para combatir el cambio climático y promover la
sostenibilidad ambiental, persisten desafíos significativos en la conservación de la biodiversidad
frente a la expansión urbana y el crecimiento económico. Uno de los problemas más apremiantes
es la pérdida de hábitats naturales, que no solo amenaza a las especies animales y vegetales, sino
que también compromete los servicios ecosistémicos esenciales para la supervivencia humana
(Ortiz & Fernández, 2023).
Este fenómeno se ve exacerbado por la falta de integración efectiva de políticas ambientales en
los planes de desarrollo urbano y rural. Además, aunque existen políticas destinadas a mitigar
estos impactos, frecuentemente se enfrentan a problemas de implementación debido a la falta de
coordinación entre agencias gubernamentales y la resistencia por parte de sectores económicos
que priorizan el crecimiento a corto plazo sobre la sostenibilidad a largo plazo (Gómez, 2022).
Otro aspecto crítico es la insuficiente participación comunitaria en la gestión y planificación
ambiental. Aunque las iniciativas que incluyen a las comunidades locales tienden a ser más
exitosas, muchas veces estas comunidades no tienen el conocimiento necesario para participar
efectivamente, o no se les proporciona suficiente poder de decisión en los procesos que
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directamente les afectan (Luna & Martínez, 2023). Esto plantea una necesidad urgente de
desarrollar métodos que no solo involucren a las comunidades en la planificación y ejecución de
proyectos ambientales, sino que también fortalezcan sus capacidades para gestionar sus recursos
de manera sostenible.
Estos problemas destacan la necesidad de abordar la intersección entre desarrollo humano,
conservación de la biodiversidad y cambio climático de manera más efectiva y coordinada. La
investigación propuesta busca examinar cómo las estrategias de integración de políticas
ambientales pueden ser mejoradas y cómo la participación comunitaria puede ser más
efectivamente facilitada y empoderada. El objetivo es proporcionar recomendaciones concretas
que ayuden a superar los obstáculos identificados, contribuyendo aa un futuro más sostenible
para las generaciones actuales y futuras.
Una pregunta de investigación concisa que resume el problema planteado es la siguiente:
¿Cómo pueden mejorarse las estrategias de integración de políticas ambientales y la participación
comunitaria para mitigar efectivamente la pérdida de biodiversidad y garantizar la sostenibilidad
de los servicios ecosistémicos frente al crecimiento urbano y económico?
El análisis del planteamiento del problema aborda cómo la expansión urbana y el crecimiento
económico continúan amenazando la biodiversidad y los servicios ecosistémicos, pese a las
políticas existentes.
Este conflicto subraya una desconexión significativa entre las políticas ambientales formuladas y
su aplicación efectiva. Los problemas de implementación surgen, en parte, debido a la falta de
coordinación intersectorial y la resistencia de los sectores económicos que favorecen el desarrollo
a corto plazo sobre la conservación a largo plazo (Gómez, 2022). Por otro lado, la participación
comunitaria en la gestión ambiental es fundamental para el éxito de las políticas de conservación,
pero a menudo se ve obstaculizada por la falta de capacidades locales y una auténtica transferencia
de poder decisivo a las comunidades afectadas (Luna & Martínez, 2023).
La necesidad de integrar efectivamente las políticas ambientales en los planes de desarrollo no
sólo es un imperativo ecológico sino también social y económico. Las soluciones sostenibles
requieren que las estrategias políticas se alineen más estrechamente con las necesidades y
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capacidades locales, promoviendo una gobernanza inclusiva que fomente la colaboración entre
diferentes niveles de gobierno, el sector privado, y las comunidades locales. Esta integración
promovería no solo la conservación de los recursos naturales sino también un crecimiento más
equitativo y sostenible. Además, fortalecer las capacidades comunitarias para gestionar los
recursos locales puede aumentar la resiliencia de los ecosistemas y las comunidades que dependen
de ellos.
En virtud de ello, abordar estos desafíos de manera eficaz requerirá no solo políticas bien
diseñadas y coordinadas, sino también un cambio en la manera en que se conceptualiza y se
practica la participación comunitaria en la gestión ambiental. El enfoque debe estar tanto en las
políticas como en las personas: una estrategia dual que puede ofrecer soluciones más duraderas y
justas para los desafíos ambientales contemporáneos.
METODOLOGÍA
La metodología del estudio es cualitativa de un artículo científico al análisis de documentos, se
empleará un enfoque sistemático y riguroso, orientado a comprender cómo se han implementado
y documentado las políticas ambientales y la participación comunitaria en diferentes contextos.
Esta metodología permitirá analizar documentos oficiales, informes técnicos, legislación
relevante, y literatura académica, con el objetivo de identificar patrones, inconsistencias, y
lagunas en la aplicación y efectividad de dichas políticas.
La recopilación de documentos se realizará mediante una búsqueda exhaustiva en bases de datos
académicas, archivos gubernamentales, sitios web de ONGs y organismos internacionales. Se
seleccionarán documentos que abarquen una variedad de perspectivas sobre la gestión ambiental
y el desarrollo urbano, incluyendo planes de desarrollo, informes de impacto ambiental, políticas
de conservación, y estudios previos sobre la participación comunitaria en contextos similares.
Se establecerán criterios claros para la inclusión y exclusión de documentos, basados en la
relevancia temática, la autoridad de la fuente, y la actualidad de la información. Esto garantizará
que el análisis se centre en información confiable y pertinente, facilitando una interpretación
precisa de las tendencias y resultados actuales.
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RESULTADOS Y DISCUSIÓN
Estudio 1: Análisis de la Efectividad de las Políticas de Conservación en Áreas Protegidas
Este estudio se centra en evaluar la efectividad de las políticas de conservación implementadas
en áreas protegidas. Mediante el análisis de documentos oficiales, como planes de manejo,
informes de monitoreo de biodiversidad y legislación ambiental, el estudio busca identificar mo
se articulan y se cumplen los objetivos de conservación. El análisis incluye documentos emitidos
tanto por entidades gubernamentales como por organizaciones no gubernamentales que operan en
estas áreas. Se examinan los marcos regulatorios y se comparan con informes de campo y
evaluaciones de impacto ambiental para determinar la coherencia y la alineación entre las políticas
formuladas y las acciones ejecutadas. La metodología permite revelar discrepancias entre los
objetivos de las políticas y los resultados reales, identificando así las barreras que impiden la
efectiva conservación de la biodiversidad en las áreas protegidas. El estudio también destaca las
prácticas exitosas y recomienda ajustes en la política y la gestión basados en evidencia
documental sólida.
Estudio 2: Rol de la Participación Comunitaria en la Planificación Urbana Sostenible
El segundo estudio explora el rol de la participación comunitaria en la planificación urbana
sostenible. Aquí, el foco está en analizar documentos como actas de reuniones municipales, planes
de desarrollo urbano, y reportes de consultas públicas para evaluar la integración de las opiniones
comunitarias en la toma de decisiones urbanísticas. El estudio investiga cómo se documentan y
se consideran las preocupaciones y sugerencias de los residentes locales en el desarrollo de
políticas urbanas que afectan directamente a sus comunidades. Se busca identificar patrones de
inclusión o exclusión de voces comunitarias en los procesos de planificación. Este análisis ayuda
a entender el grado de transparencia y democracia participativa en la planificación urbana,
destacando tanto las áreas de éxito como las de necesidad de mejora. Las conclusiones apuntan
hacia la necesidad de fortalecer los mecanismos de participación comunitaria para asegurar que
las políticas urbanas no solo sean sostenibles desde el punto de vista ambiental, sino también
equitativas y justas para los ciudadanos afectados.
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ILUSTRACIONES, TABLAS, FIGURAS
Figura 1. Políticas de Conservación en Áreas Protegidas
Fuente: Méndez (2020)
Figura 1. Comunitaria en la Planificación de movilidad urbana
Fuente: Fernández (2019)
CONCLUSIONES
En conclusión, los estudios realizados sobre la efectividad de las políticas de conservación en
áreas protegidas y el rol de la participación comunitaria en la planificación urbana sostenible
ofrecen insights cruciales para la mejora de estrategias ambientales y urbanas. A través del análisis
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de documentos, hemos identificado una serie de factores clave que influyen en la eficacia de estas
políticas.
En el primer estudio, la revisión detallada de planes de manejo, informes de biodiversidad y
legislación ambiental ha revelado que, aunque las políticas de conservación están bien articuladas
en el papel, su implementación a menudo enfrenta obstáculos significativos. Estos incluyen la
falta de recursos, la insuficiente formación del personal encargado de la gestión de áreas
protegidas y la limitada colaboración entre agencias gubernamentales y comunidades locales.
Para mejorar la situación, es crucial aumentar la financiación dirigida a la conservación, mejorar
la capacitación de los trabajadores de conservación, y fomentar un enfoque más colaborativo y
participativo en la gestión de áreas protegidas.
Por otro lado, el segundo estudio ha demostrado que la participación comunitaria en la
planificación urbana a menudo es formal más que sustantiva. Aunque las estructuras para la
consulta pública están en su lugar, la profundidad y el impacto de la participación de los
ciudadanos en las decisiones finales son limitados. Para que la planificación urbana sea
verdaderamente sostenible y justa, es esencial fortalecer los mecanismos de participación
comunitaria, asegurando que las voces de los residentes no solo sean escuchadas sino que tengan
un peso real en las decisiones de planificación. Esto implica no solo abrir más espacios para la
interacción, sino también educar y capacitar a los ciudadanos para que participen efectivamente
en estos procesos.
Ambos estudios subrayan la necesidad de un enfoque más integrado y transparente en la
formulación e implementación de políticas. Además, resaltan la importancia de la evaluación
continua y la adaptabilidad de las políticas para responder a los desafíos emergentes. Al tomar en
cuenta estas recomendaciones, los responsables de políticas y los planificadores pueden mejorar
significativamente la efectividad de las estrategias de conservación y desarrollo urbano,
beneficiando tanto al medio ambiente como a las comunidades locales. En última instancia, la
sostenibilidad a largo plazo requiere un compromiso continuo con la mejora de las políticas y
prácticas, asegurando que tanto los objetivos ambientales como los sociales sean alcanzados de
manera equilibrada y justa.
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En efecto, las conclusiones de estos estudios destacan la importancia de la transparencia y la
rendición de cuentas en la gestión de políticas ambientales y urbanas. La falta de claridad en cómo
se implementan las políticas y cómo se asignan los recursos puede llevar a desconfianza y falta
de apoyo por parte de la comunidad, lo que a su vez puede socavar los esfuerzos de conservación
y desarrollo. Para combatir esto, es esencial establecer sistemas de monitoreo y evaluación
robustos que no solo sigan el progreso y la efectividad de las políticas implementadas, sino que
también fomenten un diálogo abierto y continuo entre los encargados de formular políticas, los
implementadores y las comunidades afectadas.
Por otra parte, ambos estudios resaltan la necesidad de adaptabilidad en las políticas. El contexto
social, económico y ambiental en el que se implementan estas políticas está constantemente
cambiando, lo que requiere una revisión y adaptación regular de las estrategias para asegurar que
sigan siendo relevantes y efectivas. La adaptabilidad también debe ser acompañada de un
compromiso con el aprendizaje institucional, donde las lecciones aprendidas de las experiencias
pasadas y presentes informen las futuras decisiones políticas y de gestión.
Finalmente, los estudios refuerzan la importancia de la colaboración intersectorial. Los desafíos
ambientales y urbanos son multifacéticos y requieren la intervención coordinada de múltiples
sectores, incluyendo el gobierno, el sector privado, las organizaciones no gubernamentales y las
comunidades locales. Fomentar una colaboración efectiva entre estos actores puede potenciar los
recursos, distribuir equitativamente las responsabilidades y aumentar la eficacia de las
intervenciones. Esta colaboración debe ser estructurada de manera que todos los actores sientan
que sus opiniones son valoradas y que tienen un papel claro en la formulación e implementación
de las políticas.
Estas conclusiones proporcionan un camino claro para mejorar las políticas de conservación y
planificación urbana. Implementando estas recomendaciones, los encargados de la formulación
de políticas pueden asegurar que sus esfuerzos no solo sean más efectivos, sino también más
equitativos y sostenibles en el largo plazo, contribuyendo así al bienestar de las generaciones
actuales y futuras.
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