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nictitante, miosis, hiperemia conjuntival y lagrimeo excesivo” (Centelles, Riera, Sousa, & García,
Causas, diagnóstico y tratamiento de las úlceras corneales en el perro, 2016).
La intensidad de estos signos puede variar según la profundidad de la úlcera; las úlceras más
superficiales suelen ser más dolorosas que las que afectan las capas más profundas debido a la presencia
de fibras nerviosas sensitivas. La estimulación de las terminaciones nerviosas corneales desencadena
un reflejo axonal y es el responsable de la aparición de los signos clínicos de uveítis anterior; miosis,
disminución de la presión intraocular, acumulación de proteínas en cámara anterior, hifema, hipopion,
fibrina y edema. (Centelles, Riera, Sousa, & García, 2015, pág. 54)
Para llevar a cabo un diagnóstico preciso, es vital realizar una revisión oftalmológica completa en ambos
ojos, examinando todas las estructuras oculares. En caso de úlceras complicadas, se debe efectuar el
test de Schirmer y obtener un cultivo con antibiograma de los márgenes de la lesión. La verificación del
diagnóstico se realiza al aplicar una solución de fluoresceína en la córnea, que tiñe de verde el área del
estroma corneal sin epitelio. Habitualmente, el epitelio corneal evita la adhesión de la fluoresceína
debido a su naturaleza hidrofóbica, mientras que el estroma, siendo hidrofílico, permite la fijación del
colorante acuoso. La fluoresceína no se adhiere a la membrana de Descemet, que es hidrófoba. En
úlceras profundas con pérdida completa del estroma, el lecho de la úlcera permanece sin teñir, aunque
las paredes del estroma sí se colorean. Desde el punto de vista clínico, todas las úlceras pueden ser
clasificadas como simples o complicadas.
Las úlceras corneales pueden surgir por múltiples razones. El epitelio puede lesionarse debido a factores
“como la sequedad ocular, alteraciones anatómicas de los párpados, capilares que crecen en zonas
anormales del párpado, infecciones” (Castillo, 2024, pág. 1). Asimismo, el animal puede dañar la
superficie ocular al frotarse, lo que puede ocurrir si un objeto extraño, como el casco de una semilla,
entra en el ojo o si el perro tiene entropión, una condición que causa que los párpados se plieguen hacia
adentro.
Existen diferentes tipos de úlceras entres las cuales tenemos las siguientes: “Superficiales, Estromales,
Profundas, Descemetocele y Úlceras perforantes” (Trujillo, Jordao, Lima de Andrade, & Plazas, 2017,
pág. 3).