AMÉRICA LATINA: ¿ES POSIBLE UN ÚNICO
SISTEMA DE INTEGRACIÓN ECONÓMICO?
LATIN AMERICA: IS A SINGLE ECONOMIC INTEGRATION
SYSTEM POSSIBLE?
Adriana Yasmin Andrade Peñaranda
Universidad Internacional de La Rioja
pág. 2253
DOI: https://doi.org/10.37811/cl_rcm.v8i3.11412
América Latina: ¿es posible un único sistema de integración económico?
Adriana Yasmin Andrade Peñaranda
1
ari_jazm@hotmail.com
http://orcid.org/0009-0002-5007-8693
Universidad Internacional de La Rioja
Máster Universitario en Derecho del Comercio Internacional
RESUMEN
Con la presente investigacn se podconstatar que, una de las características principales al estudiar la
integración regional a nivel mundial es la dificultad para establecer un concepto y naturaleza de la
variable estudiada al encontrar diversas teorías, identificando las teorías más claras con el fin de crear un
concepto propio y comprobar su naturaleza. En este texto analizaré, desde el punto de vista de las
Relaciones Internacionales las características principales y la importancia de los sistemas de integración
ecomicos, posteriormente exploraré si es posible la convergencia a un único sistema de integración
ecomica el Latinoarica.
Palabras Claves: américa latina, procesos de integración, relaciones político-sociales
1
Autor principal
Correspondencia: ari_jazm@hotmail.com
pág. 2254
Latin America: is a single economic integration system possible?
ABSTRACT
With the present investigation it will be possible to verify that, one of the main characteristics
when studying the regional integration at world-wide level is the difficulty to establish a concept
and nature of the studied variable when finding diverse theories, identifying the clearest theories
in order to create an own concept and verify its nature. In this text I will analyze, from the point of
view of the International Relations, the main characteristics and the importance of the economic
integration systems, later I will explore if the convergence to a single system of economic
integration in Latin America is possible.
Keywords: latin america, integration processes, political-social relations
Artículo recibido 20 abril 2024
Aceptado para publicación: 22 mayo 2024
pág. 2255
INTRODUCCIÓN
Los acuerdos comerciales regionales han tenido una presencia significativa en el diseño de políticas
internacionales y productivas en los países de América Latina y el Caribe desde principios de los años
cincuenta. Además, han constituido una herramienta de fortalecimiento de las naciones, tanto para el
fomento económico, como del bienestar de sus ciudadanos (Sanahuja, 2012). En ocasiones, la crisis
financiera internacional y la "gran recesión" han alterado sustancialmente el proceso dinámico de la
economía internacional motivando a que existan acuerdos dentro de la geopolítica. En vista de estos
desarrollos, la integración regional se ha convertido en la segunda mejor estrategia para los países en
desarrollo, específicamente para los países de América del Sur. Desde la década de 2000, como
resultado del estancamiento de las negociaciones del Área de Libre Comercio de las Américas, el
proceso de integración de América del Sur ha experimentado cambios importantes, como la creación
de la Comunidad de Naciones de América del Sur, en 2004, la creación de la Unión de Naciones de
América del Sur, en 2007, y la implementación de algunas 'institucionalidades' en el Mercado Común
del Sur - MERCOSUR (Saraiva, 2012).
Cincuenta años después, la región no ha alcanzado el grado de interrelación económica que se
encuentra, por ejemplo, en Europa occidental, pero la preocupación por promover la integración
regional ha sido una tradición en una cantidad impresionante de discursos y declaraciones de los
responsables políticos en los últimos años. décadas.
El debilitamiento de las negociaciones multilaterales y la multiplicidad de acuerdos bilaterales con
países de otras regiones podrían afectar el comercio regional tanto a través de la desviación del
comercio como a través de decisiones de inversión, considerando un horizonte temporal más amplio.
El movimiento internacional de capital podría afectar los tipos de cambio y el crecimiento del
producto, lo que influiría en el comercio. Al mismo tiempo, la necesidad de una agenda de
negociación nueva y más amplia, desde simplemente tratar temas comerciales hasta tener en cuenta
temas no directamente relacionados con el comercio, sino más bien con la competencia, las normas
laborales, los problemas ambientales y otros, aumentan las dificultades para diseñar estrategias de
integración. Más aún si el grupo de países que apuntan a integrar sus economías presenta
características marcadamente diferentes.
pág. 2256
La idea es que esta propuesta de integración regional será más consistente cuanto mayor sea la
convergencia de las políticas macroeconómicas, simplemente porque puede inducir la cooperación
comercial y financiera. Latinoamérica no ha sido indiferente a esta evolución global, a pesar de que
sus empresas ostentan economías pequeñas ha ido evolucionando proporcionalmente al buscar ampliar
su actividad comercial en cada uno de sus Estados. Sin embrago, la historia nos ha demostrado que las
integraciones económicas latinoamericanas existentes tienden a basarse en estructuras que fortalecen
las relaciones asimétricas, las cuales no se sujetan a vecindades territoriales sino más bien a intereses
comunes en lo ideológico, político y económico, presentando un escenario incierto con la
implementación de políticas nacionales soberanas y anticíclicas, cada una valedera en su propio
contexto, lo que me conlleva a realizar dentro de esta investigación un análisis de los sistemas de
integración económicos existentes en América Latina (Saraiva, 2012).
Para el desarrollo de la presente investigación se han empleado los siguientes métodos:
Figura 1. Métodos empleados en el proceso de investigación
Elaboración propia
El trabajo ha sido desarrollado de la siguiente manera, en la primera parte se verificará el concepto de
integración, se examinará la naturaleza de la integración regional en función del regionalismo, así
como también, la importancia de la integración y sus características principales. En la segunda parte se
explorará como Latinoamérica analiza este sistema de integración para conducir a sus países a un
pág. 2257
desarrollo económico, en busca de bienestar, se identificara antecedentes, objetivos de la integración
latinoamericana, su sistema monetario, si podría dares una unión monetaria y su integración política,
con el objetivo de llegar a conocer si es posible la convergencia a un único sistema de
integración económica (Bonilla, 2014).
Presentación
Partiendo del supuesto de que la Unión de Naciones Suramericanas - UNASUR puede consolidar el
proceso de integración económica en América del Sur, este Trabajo de Fin de Máster presenta un
análisis del acuerdo regional para UNASUR basada en la creación de un Mercado Regional que sea
capaz de impulsar las relaciones comerciales y financieras, disciplinar y estandarizar políticas
macroeconómicas y para evitar cualquier situación disruptiva resultante de las crisis financieras y
cambiarias.
Antecedentes
Según Baumann (2001), el proceso de integración económica en América del Sur puede dividirse en
tres períodos: desde la década de 1960 hasta la de 1970, la integración regional se caracterizó por una
fuerte presencia del Estado y una reducción gradual de los aranceles comerciales; en la década de
1980, los acuerdos bilaterales eran predominantes; y, desde la década de 1990, la integración
económica ha sido determinada por la cooperación monetaria y financiera y la creación de acuerdos
regionales.
Históricamente, la idea de integración económica en América del Sur comenzó en 1960 cuando se
firmaron algunos acuerdos comerciales dentro de la Asociación de Libre Comercio de América Latina
(ALALC). ALALC fue un intento fallido de crear un área de libre comercio en América Latina. Los
países miembros fueron Argentina, Brasil, Chile, México, Paraguay, Perú y Uruguay. En 1970,
Bolivia, Colombia, Ecuador y Venezuela se convirtieron en países miembros de ALALC. En 1980,
ALALC fue reemplazado por la Asociación Latinoamericana para el Desarrollo Integrado (ALADI).
En ese momento, Cuba también se convirtió en un país miembro de ALADI. (Quiliconi & Espinoza,
2017)
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Concomitantemente con la propuesta de tener una integración regional más amplia en América Latina,
como ALADI, a fines de los años 60 y principios de los 90 se crearon dos bloques subregionales: la
Comunidad Andina de Naciones (CAN) y el MERCOSUR.
CAN se creó, en 1969, para lograr un desarrollo económico y social sostenible y equilibrado en la
región andina (CAN, 2013). Los países miembros originales de CAN fueron Bolivia, Chile, Colombia,
Ecuador, Perú y Venezuela. En 1977, por razones políticas, Chile decidió abandonar CAN y en 2006
Venezuela también dejó CAN para unirse al MERCOSUR como país asociado (Homez, 2016).
En 1991, el Tratado de Asunción, firmado por Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay, creó el
MERCOSUR. El MERCOSUR fue creado para ser un acuerdo económico y político entre Argentina,
Brasil, Paraguay y Uruguay. Su propósito es promover el área de libre comercio en la Región. En
realidad, es una Unión Aduanera, pero, en el pasado, algunas Autoridades Económicas del
MERCOSUR propusieron una moneda regional y común al MERCOSUR. En 2012, Venezuela se
convirtió en un país miembro del MERCOSUR (Busso, 2016).
En la década de 2000, CAN y MERCOSUR, los principales bloques de integración económica de
América del Sur, atravesaron períodos durante los cuales se plantearon preguntas en términos de
resultados comerciales decepcionantes, así como en términos de experiencia política y diplomática. En
este contexto, para evitar el debilitamiento de estos bloques económicos, en 2004 se creó CASA para
estimular los acuerdos económicos entre CAN y MERCOSUR, y, en 2007, CASA fue reemplazada
por UNASUR - de un tratado firmado entre los miembros de CAN y MERCOSUR - ser una
alternativa y un proyecto más consistente de integración económica en América del Sur. Los
principales objetivos de UNASUR son: coordinación política, tratado de libre comercio, integración de
infraestructura, especialmente en términos de energía y comunicaciones, integración financiera,
cooperación en tecnología, ciencia, educación y cultura, integración entre empresas y sociedad civil e
integración regional. Desarrollo (Busso, 2016).
Todos los países de América del Sur son miembros permanentes de UNASUR, que son Argentina,
Bolivia, Brasil, Colombia, Chile, Ecuador, Guayana Francesa, Guyana, Paraguay, Perú, Surinam,
Uruguay y Venezuela.
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Justificación del objeto de investigación
La consolidación de un bloque de izquierda durante las dos últimas décadas en América Latina y el
Caribe (ALC) ha impulsado la formación de la Unión de Naciones Suramericanas (UNASUR). Sin
embargo, la agenda de UNASUR es el producto de un renovado interés en la planificación del
desarrollo que resuelva los obstáculos de consolidación regional. Su agenda es también el producto de
eventos disruptivos seguidos de cumbres de emergencia y esfuerzos de resolución de crisis. En otras
palabras, el marco de la agenda de UNASUR no ha alcanzado el objetivo de consolidación, lo que se
ha visibilizado con el abandono cinco gobiernos estratégicos de sus filas, provocando el
desmantelamiento de la UNASUR(Sánchez Cabarcas, 2017).
En América del Sur, la integración fiscal, monetaria y financiera vuelve a la agenda de negociación a
partir del año 2018, con la vigencia del acuerdo del Pacífico y nuevas alianzas de corte bilateral.
Además, el regionalismo contemporáneo en América del Sur está conformado por la geopolítica
polarizada. El relativo declive de los Estados Unidos y el hecho de que Washington se centra en las
preocupaciones internas y las crisis internacionales fuera del hemisferio, junto con los dilemas de la
política exterior de Brasil, significan que no existe una hegemonía regional indiscutible.
La UNASUR podría definirse como una de las más importantes formas post hegemónicas de
esquemas de gobernanza regional, fue creada en 2008 (Jenne & Schenoni, 2015). Su Carta
Constitucional establece como sus objetivos principales abordar el desarrollo social, profundizar la
democracia y establecer complementariedades económicas entre los estados miembros con el
propósito de reducir la pobreza(UNASUR, 2011).
De alguna manera, retoma donde quedó la idea anterior del Mercado Común del Sur (MERCOSUR),
que data de 1991. Pero mientras el MERCOSUR representa solo cinco países sudamericanos
(Argentina, Brasil, Paraguay, Uruguay y Venezuela), UNASUR, con doce, une al hemisferio sur. Igual
de importante, UNASUR dejó de lado cualquier intento de integración económica, precisamente el
área donde el MERCOSUR ha fracasado, a fin de centrarse en desarrollar una insignia de identidad
profundamente política (Riggirozzi & Grugel, 2015).
Ciertamente, existe alguna duda sobre cuánto UNASUR realmente puede cumplir, incluso con este
mandato más limitado. UNASUR necesita construir su legitimidad y demostrar su valía. Con esto en
pág. 2260
mente, exploramos en este artículo algunos aspectos clave de cómo UNASUR está tratando de
construir su legitimidad como actor regional a través de la protección de la democracia y la promoción
del bienestar, con un enfoque en la provisión y el intercambio de información en apoyo a la entrega de
políticas sociales basadas en derechos (Márquez-Ramos, Florensa, & Recalde, 2017).
Objetivos
Objetivo general
Argumentar las opciones de implementar un único sistema de integración económico en América
Latina.
Objetivos específicos
Describir la naturaleza de la integración de naciones suramericanas en términos del derecho
internacional.
Analizar los supuestos económicos que promovieron el acuerdo de integración de la
UNASUR.
Explorar e identificar los antecedentes, objetivos principales, sistema monetario, unión
monetaria e integración política para que se llegue a un único sistema de integración económico en
Latinoamérica.
METODOLOGÍA
Para el propósito de este estudio, la metodología que se propone es de tipo descriptivo, basado en un
análisis cualitativo de la información de fuentes secundarias sobre la documentación publicada que se
relaciona con la integración económica, para encontrar los factores en común que se identifiquen
como preponderantes dentro de la relación conformada en la UNASUR. En este caso, se plantea
discutir la evidencia sobre el proceso de integración real y monetario-financiero entre los países de
UNASUR. Esto se llevará a cabo en términos de algunas variables que promulgaron los acuerdos de
integración, en el marco jurídico internacional.
Antes de presentar y analizar la etapa actual de integración económica en UNASUR, se considera la
exclusión de los países que no han formado parte de los procesos de integración, como son: Guayana
Francesa, Guyana y Surinam. Es decir, se plantean el análisis sobre los siguientes países: Argentina,
Bolivia, Brasil, Colombia, Chile, Ecuador, Perú, Paraguay, Uruguay y Venezuela.
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Los sistemas de integración económicos en América Latina
La negociación de acuerdos de libre comercio regionales o bilaterales se ha convertido en una
característica distintiva de las relaciones económicas internacionales. La mayoría de estos acuerdos
comenzaron a negociarse a mediados de la década de 1960 y su número no ha dejado de aumentar
desde entonces. La Unión de Naciones Suramericanas (UNASUR) nacoficialmente el 11 de marzo
de 2011, cuando entró en vigor el Tratado Constitucional (Pereira, 2010).
Los acuerdos comerciales entre los países de América del Sur se han vinculado tradicionalmente a sus
políticas económicas de acuerdos comerciales bilaterales. En 1961, se estableció la Asociación
Latinoamericana de Libre Comercio (ALALC) y en 1980 fue reemplazada por la Asociación
Latinoamericana de Integración (ALADI) (Bonilla, 2014). En 1967, se negoció el Acuerdo Andino de
Integración Subregional, más conocido como el Pacto Andino, una unión comercial inicialmente
formada por Bolivia, Colombia, Chile, Perú, Ecuador y Venezuela. En 1991, se estableció el Mercado
Común del Sur (MERCOSUR) con la participación de Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay, en el
mismo período en que el Pacto Andino fue reactivado y modernizado, y transformado en la
Comunidad Andina de Naciones (Homez, 2016). La principal fuerza impulsora del proceso de
integración regional desde mediados de la década de 1990 se centró en las políticas para abrir sus
economías emprendidas por casi todos los países latinoamericanos para enfrentar sus problemas de
deuda externa. Estas políticas facilitaron rápidamente la liberalización del comercio exterior dentro de
la CAN y el Mercosur, estimularon el comercio recíproco, aunque recientemente se produjeron
importantes fluctuaciones en ese comercio, y sirvieron de base para el establecimiento de acuerdos de
libre comercio dentro y fuera de la región.
Significado de integración económica
Existen muchos tratadistas que hablan sobre las relaciones internacionales entre los Estados,
específicamente sobre la Teoría de la Integración (Marinov, 2015; Sadek, 2013; Triffin, 1954). Un
destacado autor sobre la materia fue Karl Deutsch (1968), quien propuso una concepción y definición
conductistas de la integración de la cooperación y las relaciones internaciones, que se enmarcaba en
una visión interdependiente del mundo.
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En “The analysis of international relations (1968) se percibe que su criterio exhorta a que cada Estado
encierra ciertos elementos que no pueden pasar desapercibidos, sino que deben ser analizados e
interpretados en su justa dimensión. Conviene señalar que, Karl Deutsch define integración como: “la
relación entre unidades interdependientes que buscan la creación de un nuevo sistema” (Deutsch,
1968: 59), destaca la estrecha relación entre el poder y la integración. Es así que, presenta cuatro
vórtices de integración, (1) el dominio, que es la extensión geográfica de los estados integrados, (2)
alcance, que se refiere a los semblantes políticos, sociales y culturales para que engrane la integración,
(3) el grado puntualiza la fuerza y debilidades de las unidades integradas y (4) el peso señala la
coherencia con la que se va a manejar los desequilibrios y tensiones del sistema integrado.
Históricamente este escritor alemán ha realizado varios análisis de casos de integración, especialmente
en Europa, llevándolo a ejemplificar modelos de integración alemana, italiana, inglesa y suiza.
También, Deutsch concede a los estados con más poder un papel predominante en los procesos de
integración, ya que, considera que sin su presencia la integración no podría llevarse a cabo: “los
estados fuertes o unidades políticas grandes desempeñan un papel muy importante; el desarrollo de
sus capacidades políticas y económicas es decisivo para la integración de cada una de las
comunidades s amplias” (K. Deutsch, 1954: 2015), sin embargo, el autor evidencia el papel
importante que juegan los estados pequeños, al considerar que tienen la capacidad de afectar el
equilibrio de poder entre los estados más poderosos, jugando también un papel muy importante en la
integración: “en la carrera entre las cargas de conflicto y las capacidades de ajuste, los países
pequeños pueden jugar un papel importante en la solución de los mismos” (K. Deutsch, 1954: 215).
A decir de Marinov (2015) la teoría de la integración económica pasa por dos etapas de desarrollo,
cada una de las cuales aborda el contexto político y económico relevante para su época. La primera
etapa se considera como teoría clásica o análisis estático e incluye las teorías tradicionales de
integración económica que explican los posibles beneficios de la integración. La segunda etapa
incluye las nuevas teorías de integración económica que a menudo se denominan análisis dinámico de
los arreglos económicos. Además de estos dos, hay un tercer tipo de teorías de integración que se
ocupa de los efectos, beneficios y limitaciones de los acuerdos de integración económica de los países
en desarrollo y menos desarrollados.
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Por otra parte, Sadek (2013) concluye que la integración económica debe verse como parte de un
proceso en el que el resultado final estará determinado por factores políticos. Además, que no es
posible separar los elementos económicos de los elementos políticos de integración, ya que las
pérdidas y ganancias económicas de la integración están en algunos casos sistemáticamente
relacionadas con factores políticos.
Triffin (1954) indica que los acuerdos regionales, como una unión aduanera o un área arancelaria
preferencial, han sido objeto de fuertes críticas debido a sus implicaciones discriminatorias o
desviadoras del comercio que favorecen a aquellos países con economías desarrolladas, que puede
ocasionar desequilibrios en los tratados regionales. Entonces, para que se una integración sólida y
duradera se necesita del engranaje de los países de poder con aquellos países pequeños. Con los
antecedentes señalados por nuestro autor podemos decir que:
La integración es darle poder a un nuevo organismo, transfiriendo la soberanía de los Estados tanto
fuertes como débiles a una entidad supranacional, en dónde se fijan reglas comunes para el
favorecimiento comercial y de los capitales de cada uno, aprovechando así las ventajas que brinda el
comercio internacional como la especialización o incremento de productividad.
Enfoque neorrealista
Los cambios en el ámbito global, como el ascenso de Brasil como líder regional. Enfrentado con el
activismo venezolano y la diplomacia agresiva, Brasil logró establecer una agenda consensuada e
impuso su forma de gestionar crisis como la boliviana en 2008. Sanahuja también hace el mismo
punto obteniendo, que ”UNASUR es en gran medida el resultado de un diseño geopolítico brasileño”.
Como resultado, “UNASUR fue el resultado de una convergencia de que Brasil propuso en la CAN y
las demandas sociales de los nuevos gobiernos de izquierda”. Finalmente, la hegemonía brasileña
podría generar resistencia dentro de América del Sur y descarrilar el proceso.
Enfoque liberal
Para algunos, esta convergencia de intereses no es arraigado en preferencias compatibles nacionales.
Las preocupaciones geopolíticas de las fuerzas armadas y la diplomacia, y los objetivos
contrahegemónicos de los actores progresistas que apoyan al gobierno del Partido de los Trabajadores.
Sin embargo, difícilmente puede ayudar a entender por qué los países sudamericanos abandonaron la
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cuestión comercial creada la UNASUR. De forma reversible, no tiene en cuenta la inclusión en la
agenda de cuestiones como salud o ciencia que no son empujados por ninguna circunscripción
influyente. El enfoque liberal sufre dos limitaciones que obstaculizan su capacidad de explicar el
regionalismo centrado en el contexto post comercio.
Naturaleza de la integración económica
La teoría de la integración de Deutsch hace especial referencia a los símbolos, aclarando de donde
nace la naturaleza de la integración entre Estados, por lo que nuestro autor define dos tipos, los
políticos y reguladores.
Símbolos Políticos
En su obra el autor señala: “Los símbolos políticos nos ayudan a entender el significado político y la
percepción política en momentos y en comunidades diferentes. Los símbolos políticos pueden
asociarse con patrones nuevos de comportamiento político (K. Deutsch, 1954: 248), interpretando lo
que menciona Deutsch y teniendo en cuenta la independencia del continente latinoamericano y con
esto el inicio de sus repúblicas, nuestros escudos de armas y colores de banderas muestran símbolos
políticos propios, es decir, una identidad enriquecida por el mestizaje.
Símbolos Reguladores
En su obra el autor señala: Los símbolos reguladores funcionan como instrumentos de cambio y
control político que establecen mites a la sociedad (K. Deutsch, 1954: 248), en Latinoamérica
encontramos muchos símbolos reguladores unificadores como el idioma, la moneda, los deportes, la
cultura, lemas, edificios, reliquias, lideres, sitios históricos, partidos políticos, símbolos religiosos,
entre otros.
Sin embargo, a decir de Guerrero (1995) es observable un problema crítico de Gobierno que ha sido
definido como Ingobernabilidad. Bajo esta perspectiva, la ingobernabilidad ha sido planteada como
un diagnóstico de inviabilidad de los Gobiernos para alcanzar su objeto, pero solamente desde el
punto de vista del papel del Estado ante sus deberes modernos”. Este esquema plantea una reducción
de la capacidad de cooperar regionalmente, debido a la inestabilidad institucional interna que degenera
en agendas discontinuas de relaciones exteriores.
pág. 2265
En definitiva, la naturaleza de todos estos hechos conlleva a que como Estados podamos engranar de
una manera más sólida, tratando de construir un sistema de integración que nos lleve a eliminar
barreras que separan distintos mercados regionales.
Características del sistema de integración económico
Fiezzoni (2011) plantea que existe la necesidad de establecer acuerdos legales que fortalezcan los
acuerdos económicos. En este caso se requiere (1) un régimen de arbitraje sea compatible con los
principios económicos de la UNASUR, (2) que el marco legal internacional, así como los acuerdos
internacionales a los que se encuentran suscritos los países miembros, y (3) existe necesidad de crear
mecanismos propios de intervención y mediación que mejoren las condiciones de inversión Por otra
parte, se observa una falta de imparcialidad de los procedimientos y posible conflicto de intereses.
Según Desiderá y Teixeira (2012) para que los Estados lleguen a formar un sistema de integración
económico se deben establecer las siguientes características:
a) Vínculos institucionales fuertes;
b) Reglas del mercado de libre funcionamiento;
c) Libertas de comercio y promoción de exportaciones;
d) Sistemas democráticos de gobierno con líneas claras;
e) Generar competencia a nivel mundial;
f) Mantener relaciones de comercio internacional con el resto del mundo evitando la
discriminación;
g) Aperturar mercados;
h) Eliminar barreras comerciales;
i) Fomentar la cooperación política institucional;
j) Respetar y cumplir estrictamente con las políticas creadas por los Estados miembros, sin
preferencia alguna;
k) Todo acuerdo adoptado es vertical;
l) Cualquier país puede suscribir uno o más acuerdos comerciales con otros países; y,
m) En este sistema el regionalismo es más abierto, menos proteccionista, al adoptar políticas
aperturistas ante las barreras comerciales.
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Ribeiro y Van Der (2007) menciona que la proliferación de actores no estatales en el sistema
internacional durante las últimas tres décadas ha aumentado la necesidad de espacios más amplios de
discusión para alcanzar una consolidación de los Estados. Actores no estatales como académicos,
profesionales y estudiantes en los campos del derecho internacional, la política y la gobernanza deben
ser incluidos dentro de un sistema de integración. Al enfatizar los aspectos legales, políticos y de
gobernanza de las actividades de los actores no estatales a nivel internacional (global o regional), la
serie intenta trascender los límites disciplinarios y organizativos tradicionales.
Etapas del Sistema de Integración económico
Una vez que se ha analizado el significado, la naturaleza, las características de la integración, se
identifican cuatro etapas de integración económica según el grado de intervención de los estados, la
autora Bela Balassa nos señala que son cuatro: zona de libre comercio, unión aduanera, mercado
común y unión económica” (Balassa, 1961: 18), a continuación analizare cada una de ellas.
Figura 2. Etapas del sistema de integración
Elaboración propia
pág. 2267
América Latina ¿Es posible la convergencia a un único sistema de integración económica?
América Latina y el Caribe comprende un espacio heterogéneo con 34 países, más de 600 millones de
habitantes y un territorio cinco veces más grande que la Unión Europea. Por lo contrario, se observan
procesos de integración infructuosos para una política conjunta, tanto económica como de acuerdos
comerciales, de los estados suramericanos. Además, se han desarrollado diferentes iniciativas de
integración económica, basándose en el modelo europeo desde los años 60. Los resultados alcanzados
en este proceso que inicio a finales de los años 90 mantienen marcadas diferencias producto de
estructuras económicas inequitativas en la región (Márquez-Ramos et al., 2017).
La Unión Europea como referente de integración regional
La UE como representa la unión económica y política de veintisiete estados miembros, ubicados
principalmente en Europa. Establecido por el Tratado de Maastricht en noviembre de 1993, sobre la
base de la Comunidad Económica Europea preexistente, tiene una población de casi 700 millones de
ciudadanos y genera aproximadamente el treinta por ciento de los productos mundiales brutos
nominales (Ette, 2014).
La UE desarrolló numerosas políticas e instrumentos, fomentando así la integración económica
(Schuh, Gorny, Kaucic, & Kirchmayr-Novak, 2016). Desde su inicio, la política económica ha sido la
característica dominante de la UE. Estas políticas han sido establecidas por sus diversos tratados y
ratificadas por los Estados miembros. Comenzando con el Tratado de Roma en 1951, los seis
miembros fundadores de la comunidad europea fueron Bélgica, Francia, Italia, los Países Bajos,
Luxemburgo y Alemania Occidental. Acordaron unir las industrias del carbón y el acero juntas, y
pasaron a la creación de un mercado común en 1957. A partir de ese momento, la UE se ha extendido
gradualmente a una gran cantidad de actividades económicas, sociales y políticas (Quiliconi &
Espinoza, 2017). El tratado de Roma también estableció una unión aduanera que eliminó todos los
aranceles, barreras y otros obstáculos al comercio entre sus miembros. Creó un arancel externo común
y una política comercial común hacia sus países.
Perspectivas para la integración económica
En las opiniones de algunos autores (Márquez-Ramos et al., 2017; Riggirozzi & Grugel, 2015, 2015;
Rodrik, 2000), esto muestra un hecho "preocupante" de no aprendizaje de las experiencias
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latinoamericanas pasadas. Hay muchos factores que influyen en el progreso de integración
insuficiente. Finalmente, se menciona que la decisión de fundar el MERCOSUR fue política y
económica debido a la voluntad de los gobiernos argentino y brasileño de fomentar el comercio
regional desde 1991 (Homez, 2016).
El mercado único europeo, por su parte, permitió la libre circulación de personas, dinero, servicios y
bienes en todos los estados miembros de la UE (Ette, 2014). La Política Agrícola Común (PAC)
también se creó para proporcionar a los agricultores un precio garantizado por sus productos,
estabilizar el mercado y garantizar el suministro continuo de alimentos (Warwick, Hardy, Hoffman, &
Homer, 2016). Se permitiría que el dinero en efectivo y el capital fluyan libremente a través de las
fronteras de los estados miembros de la UE.
La integración económica europea que desencadenó la conformación de la Unión Europea (UE), como
se conoce hoy en día, se considera un precedente sobre los proyectos de integración de naciones. Esta
unificación de políticas que incluye los acuerdos económicos complementarios bajo una política
común se constituye por tres elementos: (1) el vínculo político invulnerable y sostenido, (2) la
creación de un sistema jurídico institucional supranacional; y, (3) las acciones y políticas alineadas a
fortalecer la integración económica (Jenne & Schenoni, 2015).
Las personas podrían vender sus productos en cualquier país miembro de la UE. Además, se creó el
Acta Única Europea de 1986 para eliminar las barreras en las áreas física, fiscal y técnica de la
economía europea. Con los años, los miembros de la Comunidad Económica Europea (CEE)
sugirieron una unión monetaria (Ette, 2014). En 2002, los billetes y monedas en euros que ya eran de
curso legal en 1999 reemplazaron todas las demás monedas y monedas de once estados miembros. Los
beneficios del euro incluyen la reducción de los costos de transacción, la eliminación de los riesgos de
tipo de cambio, una mayor transparencia de los precios y la creación de mercados financieros
profundos (Rodrik, 2000).
En este caso, se hace referencia al “trinomio perfecto virtuoso” identificado en el modelo de
integración de la UE. Es decir, se han producido avances significativos en la dimensión económica ya
que ha sido dominante, la integración económica se ha usado de manera exitosa como un canal directo
para conseguir objetivos económicos precisos en el desarrollo de los Estados parte, pero también
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consiguió de manera indirecta objetivos no económicos muy interesantes como superar el
nacionalismo destructivo y la pacificación tras la Segunda Guerra Mundial.
Durante los años 60, se planeta un nuevo enfoque a la integración económica de los Estados de
América Latina a seguir impulsando mecanismos de integración, a través del acuerdo denominado
como Mercado Común Centroamericano (MCCA).
Por otra parte, en la parte sur de Latinoamérica, el Mercado Común del Sur (MERCOSUR) se
convirtió en un espacio en el que intentan engranar diferentes iniciativas de integración y cooperación
económica. La suscripción del Tratado de Libre Comercio (TLC) entre el MERCOSUR y la
Comunidad Andina de Naciones (CAN), da nacimiento a la Comunidad Sudamericana de Naciones
(CSN) y las solicitudes de Venezuela y Bolivia para ser estados parte, son manifestaciones de esta
tendencia propuesta durante la reconfiguración global de la geopolítica.
Tabla 1. Indicadores de integración regional
INDICADORES
MERCOSUR
CENTRAL
AMERICANA
CAN
Actores
Participación efectiva de
todos los países en todas
las instituciones
Participación efectiva de
todos los países en todas
las instituciones
Repartición de la
competencia legislativa
Repartición de la
competencia legislativa
entre diferentes actores
entre diferentes actores
Factores
estructurales
Elaboración del régimen
de contratación pública
Mecanismos de
financiación sostenible
según la incapacidad
Mecanismos de
financiación sostenible
según la incapacidad
Institucionalización
y Políticas
Políticas comunes
Política Comercial
Exterior Común (CEC)
Política Comercial
Exterior Común
Política Común en La
Agricultura
Política Común en La
Agricultura
Implementación
Armonización de los
marcos reglamentarios:
Aplicación de marcos
comunes de
reglamentación del
comercio:
Aplicación de marcos
comunes de
reglamentación del
comercio:
Aplicación del Acuerdo
Marco de servicios del
MERCOSUR
Legislación sobre
competencia
Legislación sobre
competencia
Compatibilidad con los
Acuerdos de la OMC
sobre Obstáculos
Técnicos al Comercio
(OTC)
Instrumentos de defensa
comercial
Instrumentos de defensa
comercial
pág. 2270
Definición de normas
(también coherente con
OTC)
Normas Sanitarias y
Fitosanitarias (NFS)
Normas Sanitarias y
Fitosanitarias (NFS)
Validación de los
procedimientos de
mercado, incluidas las
consultas con los Estados
Partes antes de su
examen por el Grupo de
Mercado Común
Inversión
Inversión
Medidas de
salvaguardia:
Contratación pública
Contratación pública
Alcance y aplicación
OTC
OTC
Examen de los precios de
importación
Factores económicos
Indicaciones geográficas
Indicaciones geográficas
Solicitantes calificados
Aplicación de la
legislación sobre precios
mínimos, subvenciones,
etc.
Aplicación de la
legislación sobre precios
mínimos, subvenciones,
etc.
Iniciación; medida;
investigación
Implementación del
CEC
Implementación del CEC
Verificación
Aplicación de los
procedimientos
aduaneros (valoración de
mercancías, requisitos de
despacho a libre
práctica)
Aplicación de los
procedimientos
aduaneros (valoración de
mercancías, requisitos de
despacho a libre práctica)
Medidas provisionales
Aplicación del
mecanismo de solución
de controversias
Aplicación del
mecanismo de solución
de controversias
Medidas definitivas
Implementación de
Implementación de
Apelaciones/solución de
controversias
liberalización del
comercio de servicios
liberalización del
comercio de servicios
Interés público
Finalización del TLC
Finalización del TLC
Autoridades (Comité de
Defensa comercial y
salvaguardia; Comisión
Comercial del
MERCOSUR)
Notificación de la OMC-
Plan de ajuste
Aplicación de la
legislación
antidumping:
pág. 2271
Valor normal
Volumen de las
importaciones/cuota de
mercado
Mínimo dumping
Apoyo a la queja
Plazos para el
procedimiento
Período de investigación
Verificación de la
información presentada
Información confidencial
presentada por las partes
Medidas provisionales
Medidas definitivas
Aplicación regional
Regla de servicio menor
Apelaciones/solución de
controversias
Legitimidad de terceros
(consumidores y
usuarios, otras partes
regionales o extranjeras)
Interés público/interés
comunitario
Medidas en nombre de
un tercer país
Elusión
Definición de la
producción nacional
Comparación de valor
normal y precios de
exportación
Reglas de
comunicación:
Actos restrictivos
Concentraciones
Ayuda estatal
Normas de origen:
Reglas básicas de origen
Transporte directo
Principio de
territorialidad
Acumulación de origen
Trabajo o procesamiento
insuficientes
pág. 2272
Disposición de tolerancia
Elementos neutros-
documental de prueba
Armonización de MSF
Efectos
Igualdad de trato para
cualquier producto de la
UE que entre en CA
desde cualquier puerto
Igualdad de trato para
cualquier producto de la
UE que entre en CA
desde cualquier puerto
Progreso del comercio
intrarregional
Progreso del comercio
intrarregional
Interdependencia
Nivel de comercio
intrarregional
Nivel de comercio
intrarregional
Nivel de comercio
intrarregional
Adaptado de Musiałkowska (2011)
En la tabla 1, se observa las categorías de indicadores que se refieren a actores, factores estructurales,
implementación, efectos e interdependencia. En el caso del MERCOSUR, la mayoría de los
indicadores se enumeran en la sección de “implementación” y se refieren al funcionamiento de la
unión aduanera y los acuerdos comerciales.
Los niveles de institucionalización de cada organización internacional son diferentes debido a los
diferentes enfoques de los Estados miembros hacia la integración. Lo que puede ser característico para
el proceso es la construcción de una especie de estructura institucional en los casos de Comunidad del
Caribe (CARICOM) o MCCA y la falta de estructuras realmente fuertes en el caso del MERCOSUR o
la Comunidad Andina.
Estos hechos no han llevado a cambiar la imagen débil que proyectan los mecanismos de integración
en América Latina, más allá de la elocuencia en las cumbres presidenciales, a pesar del avance de
estos procesos, existen importantes limitaciones que no permiten el engranaje para una integración
subregional eficaz para el desarrollo económico de los Estados parte (Riggirozzi & Grugel, 2015).
Últimamente, también se ha discutido la apariencia e importancia de Unión de Naciones
Suramericanas (UNASUR) y Zona de Integración del Centro Oeste de América del Sur (ZICOSUR).
Objetivos de la integración Latinoamericana
La Unión de Naciones Suramericanas tiene como objetivo construir, de manera participativa y
consensuada, un espacio de integración y unión en lo cultural, social, económico y político entre sus
pueblos, otorgando prioridad al dialogo político, las políticas sociales, la educación, la energía, la
infraestructura, el financiamiento y el medio ambiente, entre otros, con miras a eliminar la
pág. 2273
desigualdad socioeconómica, lograr la inclusión social y la participación ciudadana, fortalecer la
democracia y reducir las asimetrías en el marco del fortalecimiento de la soberanía e independencia
de los Estados (UNASUR, 2011).
Del párrafo anterior se desprenden 21 objetivos específicos que engloban los aspectos que se presentan
en la siguiente figura:
Figura 3. Aspectos que enmarcan los objetivos constitutivos de la UNASUR
La tendencia a largo plazo hacia la integración regional es clara: en las últimas dos décadas ha habido
un progreso constante hacia economías regionales más integradas en casi todas las partes del mundo
(Consani, 2016). En Asia oriental, se están realizando esfuerzos para concluir negociaciones sobre la
Asociación Económica Integral Regional de 16 países, que abarcaría varias economías importantes y
mejoraría el comercio de bienes y servicios, la inversión, la cooperación económica y técnica, la
propiedad intelectual, la competencia y la solución de controversias, entre otros. Cuestiones (Bonilla,
2014).
En África, los países están trabajando para reducir los costos comerciales y aportar inversiones de
infraestructura muy necesarias, al tiempo que abordan los desafíos que enfrentan los pobres extremos
para beneficiarse del comercio. América Latina no es diferente. El surgimiento de la Alianza del
Pacífico, un esquema de integración ambicioso y con visión de futuro entre Colombia, Chile, México
y Perú, ha revivido un impulso para la integración regional con el objetivo de liberalizar el
pág. 2274
movimiento de bienes, servicios, personas y capital entre los países participantes. También es una
buena plataforma para fortalecer aún más las relaciones comerciales con los países de Asia y el
Pacífico. El reciente interés de Argentina en la Alianza del Pacífico, el cambio de la dinámica
económica en el Cono Sur y un nuevo interés en estrechar los lazos entre México, Brasil y Argentina,
seguramente traerán un impulso renovado para la integración en la región (Rodrik, 2000).
Al encontrarnos en un mundo globalizado, este sistema se alimenta de los esfuerzos de los estados
para crear acuerdos de integración en diferentes niveles, la integración económica Latinoamericana
tiene los siguientes objetivos:
Elevar el comercio entre sus países miembros.
Eliminar los obstáculos comerciales y de libre circulación de bienes, mercancías y personas, lo
que reducirá los costos del transporte.
Creación de distintas políticas comunes en distintos sectores de la economía.
Establecer tarifas a estados que no son parte.
Reducir el riesgo que se genera en situaciones de inseguridad en la economía mundial.
Entonces, ¿qué se necesita para impulsar el comercio intrarregional en América Latina? Por ejemplo,
algunos países harían bien en reducir sus aranceles y buscar acuerdos comerciales formales. Además
de eso, los formuladores de políticas ven cada vez más tres áreas clave que obstaculizan el éxito de la
integración regional y global:
La integración latinoamericana todavía se ve afectada por los costos comerciales relativamente altos,
en su mayoría asociados con la geografía, pero exacerbados por la mala calidad de la infraestructura
sólida y flexible de la región (UNASUR, 2012). Si bien abordar la infraestructura dura representa una
agenda ambiciosa debido al tamaño de las inversiones necesarias, se podría prestar más atención a los
componentes blandos relacionados con la mejora de la facilitación del comercio y la gestión de
fronteras (Riggirozzi & Grugel, 2015).
Medidas no arancelarias
Las medidas no arancelarias se definen generalmente como medidas de política distintas de los
aranceles aduaneros ordinarios que potencialmente pueden tener un efecto económico en el comercio
internacional de bienes, cambiar las cantidades comercializadas o los precios o ambos. Dado que esta
pág. 2275
definición es amplia, una clasificación detallada es de importancia crítica para identificar y distinguir
mejor entre las diversas formas de medidas no arancelarias. El trabajo varió de 2007 a 2012. Esta
versión se presenta como la versión de 2012, el resultado de esa discusión y prueba. Se considera que
la clasificación evoluciona y debe adaptarse a la realidad del comercio internacional y las necesidades
de recopilación de datos.
Limitaciones reglamentarias al comercio de servicios
Muchos acuerdos para liberalizar el comercio de servicios tienden a tener un alcance limitado. Este es
un enigma considerando la alta proporción de servicios en el empleo total y el valor agregado y las
barreras relativamente altas para el comercio de servicios en muchos países. Por lo que, un mayor
esfuerzo para diseñar acuerdos comerciales con miras a mejorar la calidad regulatoria puede ser una
condición necesaria para profundizar la cobertura de servicios de los acuerdos comerciales y mejorará
las ganancias de bienestar de la liberalización del comercio de servicios.
La integración política Latinoamericana
La integración financiera regional en este contexto no era un objeto específico de preocupación. Por
un lado, esto se debe al hecho de que el término integración financiera en no tenía un significado
claro en ese momento, aunque el estrechamiento de los lazos financieros entre países ya comenzaba a
manifestarse. Por otro lado, el punto crítico de las discusiones, que duró hasta la década de 1980, se
centró en las formas de financiar la industrialización (Barrera, 2002).
Es una realidad que la actividad económica está geográficamente agrupada, ya sea porque los costos
comerciales son más bajos o porque los determinantes del desempeño económico, como las dotaciones
y las instituciones, son similares entre los países vecinos (Pereira, 2010). Los formuladores de
políticas reconocen internacionalmente que la integración regional es vital para el crecimiento
económico y el comercio, y por lo tanto para la creación de más y mejores empleos (Quiliconi &
Espinoza, 2017).
En el siglo XXI, la principal motivación para la integración regional es explorar el potencial de dos
canales de comercio interrelacionados: la aparición de redes regionales de producción (o cadenas de
valor regionales) y el desarrollo del comercio transfronterizo de servicios (Homez, 2016).
pág. 2276
Ribeiro y Van Der (2007) identifica las ventajas asociadas con una integración Sur-Sur y Sur-Norte de
la región. Según el estudio, las ganancias de eficiencia promedio de países como Argentina y México
podrían obtener de socios regionales fuera de su subregión son comparables a las que podrían lograrse
mediante el comercio con países de otras partes del mundo.
En la última década se observa una transición hacia una nueva gobernanza global y los países de
Latino América se preguntan ¿es posible la convergencia a un único sistema de integración
económica?, una utopía para muchos, ya que estos esquemas han formado un nuevo regionalismo que
buscan beneficios para unos cuantos, así tenemos que a través de la historia de Latinoamérica se han
creado varios organismos de integración que no han conseguido plasmar un verdadero hito de cambio
en la económica de cada una de nuestras zonas, por las disonancias conceptuales en los objetivos que
se buscan como una sola nación (Márquez-Ramos et al., 2017).
Existen muchos puntos críticos para una verdadera integración económica que hace ver a la región
débil, problemáticas de carácter común, sin embargo, Adolfo Barrera menciona que las debilidades
que muestra Latinoamérica son una serie de problemas de carácter doméstico en los que sobresalen:
“Personalización de la política, Eficiencia del Estado y Regulación institucional” (Barrera, 2002),
que se analizan a continuación:
Personalización de la política. Los intereses del gobierno de turno siempre están por
encima de los objetivos e intereses de los Estados latinoamericanos, es decir, que limitan y
menoscaban a la democracia, ya que, en Latinoamérica se carece de una estructura institucional fuerte
en donde las instituciones sean preponderantes ante los intereses presidenciales, un ejemplo de ello la
Secretaría del CAN, quien no representa a la organización y se ve eclipsada por el Consejo
Presidencial quien lleva la batuta y reemplaza a los otros órganos, quitándole articulación al sistema.
Eficiencia del Estado. La falta de capacidad en la administración de los gobiernos de
América Latina para solucionar las problemáticas que siempre nos han aquejado como la corrupción,
delincuencia común, narcotráfico, entre otros.
Regulación Institucional. La falta de implementación de políticas públicas y la adaptación
interna en las instituciones, lleva a que no se puedan complementar con diversas legislaciones.
pág. 2277
Los gobernantes de Latinoamérica mencionan la existencia de más democracia, sin embargo, muchos
de nosotros por no decir la mayoría cuestionamos la capacidad de estos actores políticos para mejorar
nuestras condiciones de vida, dicen hay más crecimiento, pero la extrema pobreza aún se encuentra
latente, se debe reconocer que, sin la implementación de políticas adecuadas, seguridad jurídica y
sobre todo sin dejar sus intereses personales, no se va a llegar a crear un sistema único de integración
económica, aunque se percibe una retórica voluntad política para la integración, la verdad es que en
Latinoamérica cada vez más se fragmentan los procesos de integración.
Las diferentes visiones e ideologías políticas alejan las aproximaciones de cómo Latinoamérica debe
integrarse, tomando en cuenta que existe privilegio a lo político sobre lo económico y lo social, pero
esto no debe ser una excusa para no avanzar a un posicionamiento internacional, cuando
Latinoamérica está lleno de riqueza natural, agrícola, entre otras.
Para crear una integración económica en Latinoamérica se debe buscar que todos los países se sientan
parte de un gran cambio, sin importar ideologías políticas, sin tener en cuenta la superficie del país, sin
que nosotros mismos excluyamos a nuestras propias zonas, un ejemplo de lo que acabo de mencionar
se dio en el bloque de la CAN, producto de diferencias políticas, Ecuador y Bolivia comparten
políticas reformistas; y, Colombia y Perú políticas liberales, gracias a estas diferencias los países se
alejan de procesos de integración buscando beneficios exclusivamente para ellos (Bonilla, 2014).
Para que América Latina cree un único sistema de integración económica los gobiernos deben
unificarse, olvidar que son de izquierda, derecha y centro, para poder construir una integración que sea
realmente productiva y que lleve a cada uno de nuestros pueblos al crecimiento de la economía y
sociedad, creando un proceso que no sea la explotación de un país por otro.
Los esfuerzos más recientes dentro de América Latina, como la Unión de Naciones Suramericanas
(UNASUR), se han centrado principalmente en cuestiones políticas y sociales (Sanguinetti, Traistaru,
& Volpe, 2004). Además, los más de 30 acuerdos comerciales regionales, en virtud de los cuales se
produce el 80% del comercio en América Latina, tienen diferentes reglas operativas, lo que ahoga el
comercio de bienes intermedios y la oportunidad de crecimiento de las cadenas de valor globales
regionales (Cardona & González, 2016).
pág. 2278
Ahora es el momento para que los países latinoamericanos armonicen sus acuerdos comerciales
preferenciales existentes, fortalezcan las cadenas de valor regionales y globales y aumenten el
comercio intrarregional, tomando la amenaza inminente del proteccionismo global como motivación
para la "convergencia en la diversidad". región tiene una ventaja inicial; La integración ha comenzado
a materializarse en movimientos como la Alianza del Pacífico y el Mercosur, que intentan facilitar las
cadenas de valor regionales competitivas y fortalecer las cadenas de valor globales de América Latina
(Ríos, 2011).
Pero se puede hacer más, como alentar una Cumbre comercial y económica regional de América
Latina y el Caribe, que muestre una intención regional unificada de trabajar hacia la armonización de
las reglas comerciales para estar mejor posicionados colectivamente para responder a los desafíos del
comercio mundial. Tal cumbre necesitaría considerar que los patrones divergentes de integración de
América Latina y tomarlos en cuenta encuentran formas de repensar y armonizar la integración
comercial, económica y política para hacerla más coherente y dinámica frente a la economía global.
En resumen, este nuevo panorama del comercio mundial brinda la oportunidad de enfrentar desafíos
viejos pero relevantes en América Latina. Al armonizar las reglas de los acuerdos comerciales
existentes, América Latina puede escapar de la trampa del emergente proteccionista de ojo por ojo que
emerge en la economía global usándolos como una forma de promover la competitividad de la región
y la participación latinoamericana en las cadenas de suministro globales.
Marco legal de los acuerdos comerciales en ALC
Muchas naciones latinoamericanas están muy inmersas en el comercio regional e internacional, y
algunas promueven activamente la inversión extranjera a nivel nacional y regional. Los países
latinoamericanos son miembros de la Organización Mundial del Comercio, y también hay varias
iniciativas regionales que promueven el comercio y la cooperación económica (Consani, 2016).
pág. 2279
Tabla 2. Acuerdos alcanzados entre el 2000 y 2008
Agenda
2004
2008
Consejos UNASUR
Democracia
X
X
Consejo Electoral (CE, 2012)
Comercio
X
Infraestructura
X
X
Infraestructura y Planeamiento (COSIPLAN, 2009)
Drogas
X
Consejo sobre el problema mundial de las drogas
(CSPMD, 2010)
Ciencia
X
X
Educación, Ciencia, Tecnología e Innovación
(COCECCTI, 2009)
Dividido en 2012 en 3 consejos: Educación, Cultura,
Ciencia, Tecnología e Innovación
Energía
X
X
Energía (CES, 2007)
Desarrollo social
X
Desarrollo Social (CSDS, 2009)
Economía/Finanzas
X
Economía y Finanzas (CESF, 2010)
Defensa
X
Defensa (CDS, 2008)
Salud
X
Salud (CSS, 2008)
Adaptado de (UNSAUR, 2002)
Los acuerdos expresados en la Tabla 2, son consecuencia de las reuniones alcanzadas desde antes de la
constitución de la UNASUR. Entonces, la Comunidad Andina (Comunidad Andina), con sede en
Lima, comprende Bolivia, Colombia, Ecuador y Perú. El MERCOSUR (Mercado Común del Sur), con
sede en Montevideo, es un bloque comercial formado por Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay (la
membresía de Venezuela fue suspendida en 2016). La Alianza del Pacífico (Alianza del Pacífico) es
un bloque comercial que involucra a Chile, México, Colombia y Perú. La Asociación Latinoamericana
de Integración (Asociación Latinoamericana de Integración), compuesta por 13 naciones, promueve la
integración económica en la región y está trabajando para la creación de un mercado común
latinoamericano. También existe un Sistema de Integración Centroamericana (Sistema de la
Integración Centroamericana), y la Comunidad del Caribe (CARICOM) tiene la integración
económica como uno de sus cuatro pilares organizativos principales (Barrera, 2002).
pág. 2280
Limitaciones para la integración de ALC
El estado del regionalismo en América Latina y el Caribe (ALC) descrito aquí deja en claro que hay
muchas iniciativas superpuestas. En la mayoría de los casos, aún no está claro si están relacionados o
no, o si, al menos, no son incompatibles entre sí. Esta falta de convergencia política dificulta la acción
externa común y una posición común cuando se negocia con otras regiones o países.
La primera característica común que se puede notar es la falta de instituciones supranacionales. En
todas las entidades regionales mencionadas anteriormente, existen diferentes instituciones internas. Sin
embargo, esas instituciones son estrictamente intergubernamentales y no supranacionales. Eso
significa que esas instituciones están, en la mayoría de los casos, influenciadas políticamente por los
intereses nacionales y las decisiones se toman por consenso o por unanimidad (Busso, 2016).
La experiencia europea demostró claramente que los organismos supranacionales y democráticos son
necesarios para dejar atrás un Área de Libre Comercio clásica y avanzar hacia una Unión Aduanera
más fuerte y luego hacia un Mercado Común. Pero prevalece la llamada "Diplomacia de la Cumbre", y
es una de las razones por las que es difícil desarrollar aún más la integración basada solo en decisiones
intergubernamentales, tomadas por cuerpos políticos fuertes y en la mayoría de los casos por
unanimidad (Guerrero, 1995).
CAN, SICA y MERCOSUR comparten características institucionales y estructurales similares. Su
institución más importante son las cumbres presidenciales, complementadas por reuniones periódicas
de cancilleres. Estas tres entidades tienen Asambleas Parlamentarias donde los miembros no son
elegidos directamente, pero son miembros de los Parlamentos nacionales. Además, tienen una
Secretaría General, similar a la Alianza del Pacífico y la CARICOM (Nolte & Studies, 2018).
La ausencia de instituciones para garantizar el interés común y el cumplimiento de los acuerdos, la
demora en la incorporación del derecho consuetudinario en el derecho interno y el recurso a medidas
unilaterales son otros desafíos para la profundización de la integración. Al comienzo de este
documento, se destacaron las tremendas asimetrías geográficas, económicas y sociales dentro de los
países de ALC. Debido a estas divergencias, algunos países estarán más motivados que otros para
avanzar en el proceso de integración, teniendo en cuenta las ventajas y desventajas de estar
estrechamente integrados.
pág. 2281
Económicamente hablando, uno de los principales objetivos de casi todas las entidades de integración
regional es fomentar el comercio entre sus estados miembros. Esto puede llevarse a cabo, entre otras
medidas, reduciendo los aranceles, evitando barreras no arancelarias, simplificando los procedimientos
aduaneros y adoptando normas comerciales comunes o armonizadas. Se sabe que cuanto más
estructurado y armonizado sea el mercado regional, mayor convergencia económica habrá entre sus
miembros. En la tabla 3, se presentan los resultados de las relaciones regionales alcanzadas en sus
diferentes estructuras respecto a los resultados económicos.
Tabla 3. Convergencia económica regional
Nombre
Porcentaje
Alianza del Pacífico
7,6%
CAN
8,8%
MCCA
19,5%
MERCOSUR
26,2%
Sistema de la Integración
Centroamericana
13,7%
Fuente: CEPAL (2017)
Finalmente, la falta de liderazgo se puede ver desde dos puntos de vista: político - falta de voluntad
para impulsar la entidad regional - y económico - falta de recursos para enfrentar los gastos de las
instituciones regionales o los fondos de cohesión.36 Para solucionar la falta de liderazgo económico,
las organizaciones regionales solían crear fondos regionales para hacer frente a gastos excepcionales o
para desarrollar proyectos regionales (por ejemplo, carreteras transnacionales). Sin embargo, en
América Latina, estos fondos (por ejemplo, FOCEM en el Mercosur o el Fondo Estructural para la
Cohesión Social en el SICA) no son suficientes para convertirse en pilares sólidos del proceso de
integración.
DISCUSIÓN
En los últimos años, se ha promovido la creación de organizaciones y mecanismos regionales que
articulan los esfuerzos en diversos temas en todo el mundo, para resolver problemas regionales y
buscar el desarrollo económico y social a través de la cooperación entre los Estados. En los últimos
pág. 2282
años, los gobiernos latinos han buscado con vehemencia la creación de organizaciones
supranacionales para integrar la región. Existen muchas iniciativas, pero poco cumplimiento y
voluntad por parte de los Estados, lo que ha provocado que la historia de la integración latina tenga
como protagonista varios mecanismos regionales.
Debo recalcar que el éxito del modelo europeo de integración económica no solo se basa en
mecanismos económicos, como creación de políticas o acciones comunes favorecedoras dentro de la
integración, sino, en la acogida de otros componentes, como el vínculo político, el sistema jurídico
institucional, lo que hace virtuoso a este modelo de integración.
En cuanto al “trinomio perfecto vicioso” de Latinoamérica, poniendo como hecho principal a la crisis
que se dio en esta región en los años 80, lo que propicio el nacimiento al regionalismo que pronto se
rego rápidamente por toda América Latina, cuyos objetivos estaban enmarcados con los principios de
libre mercado y libre comercio del nuevo modelo económico, dicho regionalismo desemboco en la
reactivación de modelos económicos dados en los años 60, como la CAN, el MCCA, lo que también
propicio el nacimiento de nuevos acuerdos subregionales como el MERCOSUR.
El regionalismo que está experimentando Latinoamérica ha conseguido que el comercio intrarregional
crezca de manera considerable, mejorando su calidad y llamando la atención de inversión extranjera
directa, lo que ha logrado el crecimiento económico de la región, sin embargo, también ha conseguido
otros de naturaleza no económica, entre los más importantes para la integración es el acercamiento
político de la región y la consolidación de la democracia.
CONCLUSIONES
El regionalismo que vive América Latina difiere de la europea, puesto que, los sistemas de integración
económicos que se han creado o reactivado se han dado sin ningún tipo de compromiso político fuerte
y sostenible, por el contrario, se ha dado con un marco jurídico institucional muy débil, es así, que no
se ha podido implementar políticas y acciones comunes que nos lleven a establecer etapas más altas de
integración como una unión aduanera y conseguir un grado de convergencia macroeconómica, es
decir, que han sido apenas consideradas las políticas comunes de compensación; y, sin medidas
adicionales que conlleven a atender las necesidades prioritarias de los estados miembros menos
pág. 2283
desarrollados, los beneficios que se quieren conseguir con la integración económicas no se alcanzarán
y se correría el riesgo que las asimetrías intrarregionales se agraven.
Todos los antecedentes explican por si solos las grandes limitaciones de la integración económica
latinoamericana, no conocemos con exactitud cuánto nos lleve superar estas limitaciones sin la
implementación de medidas adecuadas, el nuevo regionalismo no podrá guiarnos eficazmente a un
desarrollo económico y peor aún, no podrá ser un instrumento de inserción internacional.
Mucho se ha dicho en la academia sobre este fenómeno. América Latina ha trabajado para integrarse,
pero los resultados no son los esperados. Lo que hace que los Estados prioricen iniciativas y
mecanismos de descarte, lo que dificulta la creación de sinergias en el continente.
El socialismo del siglo XXI promovió un modelo de desarrollo alternativo y ajeno al neoliberalismo
de las grandes potencias occidentales. En consecuencia, se puede concluir que la institucionalidad de
la integración aún está fragmentada y que los obstáculos o limitaciones son más fuertes que la
voluntad política de los gobiernos. La crisis en UNASUR es un ejemplo reciente que recopila las
causas mencionadas anteriormente y es el reflejo de una historia de fracasos en la integración regional.
Después del fracaso de la integración latinoamericana debido a mecanismos grandes y limitados, los
gobiernos han optado por hacer alianzas bilaterales o multilaterales. Los acuerdos o alianzas entre
gobiernos se están volviendo más comunes. Los resultados de estos acuerdos generan mayores
rendimientos y la prospección de estas alianzas es alentadora. La Alianza para el Pacífico compuesta
por Perú, Colombia, Chile y México es un ejemplo de lo anterior.
El futuro prometedor de la asociación genera optimismo en la región, los avances en educación,
migración y comercio crean una perspectiva positiva para el futuro.
Al comparar con el modelo de integración de la UE podemos darnos cuenta de que estos mecanismos
no han podido establecer un trinomio perfecto virtuoso, ya que, en Latinoamérica existe un endeble
compromiso político, un sistema jurídico institucional frágil y las delimitadas políticas y acciones
comunes que se han ido configurando, llegando a ser un trinomio perfecto vicioso, que indica con
precisión la creciente pérdida de dinamismo de la integración Latinoamericana.
pág. 2284
Recomendaciones
UNASUR es una declaración política importante cuya única posibilidad de crecimiento es si la
población y los líderes políticos adoptan una identidad sudamericana y actúan de acuerdo con eso. El
ejercicio de la ciudadanía como sudamericano podría ser un medio para prevenir y evitar que los
gobiernos asociados firmen tratados internacionales con potencias industriales que ponen en riesgo la
autonomía y soberanía regional. Tales posibles problemas de riesgo podrían ser la biodiversidad, la
cultura o la educación. Por lo tanto, la construcción y el fortalecimiento de esta identidad en los
corazones y las mentes colectivas de los constituyentes es potencialmente el mayor desafío.
Para reducir esas asimetrías, es necesario contar con mecanismos para hacer frente a los desequilibrios
internos actuales y evitar posibles desequilibrios, tratando de garantizar una distribución equitativa de
la riqueza generada por la integración. Estos podrían incluir un tratamiento más favorable de los países
pobres y las políticas de cohesión social, económica y territorial. En América Latina, las disparidades
entre los países son más visibles que, por ejemplo, en la UE y esa es una de las razones por las cuales
el proceso de integración Está lejos de ser completado.
Limitaciones y amenazas
Argumentó que América Latina tiene más acuerdos comerciales preferenciales que cualquier otra
región del mundo y, sin embargo, la integración allí va a la zaga de sus contrapartes. Estos son
exactamente el tipo de percepciones y motivaciones que nos han llevado al BID a dar un paso atrás y
profundizar en los resultados de la integración en América Latina y el Caribe. Nuestras conclusiones
se publicaron recientemente en un informe de políticas y ofrecen una hoja de ruta para aprovechar al
máximo el mercado de 5 billones de dólares de la región. El informe señala que, si bien los acuerdos
comerciales preferenciales de la región han aumentado el comercio intrarregional en un 64% en
promedio desde su creación, estas ganancias han estado muy por debajo de lo que el mercado regional
puede ofrecer.
La convergencia entre los acuerdos comerciales preferenciales existentes es el camino a seguir, ya que
esta estrategia eventualmente conduciría a un Acuerdo de Libre Comercio de América Latina y el
Caribe. Por solos, sin una masa crítica, los acuerdos actuales enfrentan irrelevancia o incluso una
pág. 2285
muerte lenta, particularmente dada la nueva cosecha de mega acuerdos como la Asociación Integral
Progresista Trans-Pacífico y el surgimiento de mega economías como China.
La mayoría de la gente no sabe que aproximadamente el 90% del comercio intrarregional en América
Latina y el Caribe ya está libre de impuestos, un logro que proporciona una plataforma sólida sobre la
cual construir un área regional de libre comercio. Después de haber pasado por un desastroso episodio
de políticas comerciales populistas, la región nunca ha estado más cerca de un consenso político sobre
los beneficios del comercio y la integración.
Las estimaciones del estudio sugieren que un TLC-ALC produciría ganancias promedio del 9% en el
comercio intrarregional de insumos utilizados en las exportaciones, reforzando las cadenas de valor
subdesarrolladas de la región. En un escenario de ficciones comerciales en aumento, el informe
muestra que un TLC-ALC también podría funcionar como una póliza de seguro efectiva, ya que
mitigaría los impactos negativos del aumento del proteccionismo en las exportaciones de ALC hasta
en un 40%. A pesar de que estas ganancias podrían cosecharse bajo diferentes estrategias de
convergencia, el tiempo claramente importa.
Del mismo modo, debilitaría aún más el argumento económico y la credibilidad de la aspiración
política de larga data de lograr la integración latinoamericana en su conjunto.
Línea de investigación prospectiva
Las investigaciones posteriores deben encaminarse hacia los efectos de la contracción de la UNASUR,
dado el abandono de países miembros y el retiro del apoyo político y económico para el
funcionamiento. Si bien, no se puede establecer con certeza los efectos en la integración de ALC
mientras la UNASUR tuvo vigencia, es necesario establecer un análisis que compare la situación de
los Estados, inclusive considerando los nuevos acuerdos, como la Alianza del Pacífico que tiende a
romper la cooperación Sur-Sur.
REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS
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