Estr�s acad�mico en universitarios de enfermer�a, estudio de corte longitudinal en tiempos de covid-19

 

LE. Jes�s Radai L�pez Posadas

[email protected]

https://orcid.org/0000-0003-4728-7398

Instituto de Estudios Superiores en Ciencias de la Salud, Orizaba

 

Dr. Javier Salazar Mendoza*

[email protected]

https://orcid.org/0000-0001-9172-8731

Universidad Veracruzana, Facultad de Enfermer�a Orizaba

 

Dra. Edith Castellanos Contreras

[email protected]

https://orcid.org/0000-0002-1288-198X

Universidad Veracruzana, Facultad de Enfermer�a Veracruz

 

ME. Pedro Gonz�lez Angulo

[email protected]

https://orcid.org/0000-0001-6098-1945

Universidad Ju�rez Aut�noma de Tabasco

 

M.C.Enf. Mar�a de los �ngeles Onofre Santiago

[email protected]

https://orcid.org/0000-0002-8951-4379

 

Universidad Veracruzana, Facultad de Enfermer�a Orizaba

 

M.C.Enf. Mar�a Esperanza Conzatti Hern�ndez

[email protected]

https://orcid.org/0000-0002-9612-2613

Universidad Veracruzana, Facultad de Enfermer�a Orizaba

 

LN. Ramses Aquino Castellanos

[email protected]

https://orcid.org/0000-0003-0649-9407

Universidad Veracruzana, Facultad de Enfermer�a Veracruz

 

Dra. Claudia Beatriz Enr�quez Hern�ndez

[email protected]

https://orcid.org/0000-0002-7346-3714

Universidad Veracruzana, Facultad de Enfermer�a Veracruz

 


 

RESUMEN

Introducci�n: el confinamiento vivido por el SARS-Cov2 ha modificado la forman en que el mundo funcionaba, sin embargo, el mayor impacto ha sido recibido en tres sectores, el sanitario, econ�mico y educativo, siendo este �ltimo el punto de partida para la realizaci�n de la presente investigaci�n. Objetivo: comparar la media de estr�s acad�mico en un grupo de alumnos de la licenciatura en enfermer�a en dos per�odos durante la pandemia por Covid-19. Materiales y m�todos: estudio cuantitativo, descriptivo, comparativo y longitudinal, aplicando el Inventario SISCO-24, con un muestreo no probabil�stico consecutivo. Resultados y discusi�n: 75.0% de la poblaci�n pertenece al sexo femenino, 38.8% estudia y trabajan simult�neamente, la edad promedio es de 19.72 DE 1.43, los dominios que resultaron m�s afectados son los s�ntomas f�sicos y psicol�gicos (ME: 14.63 DE 4.38; ME: 15.99 DE 4.44) y a trav�s de la prueba t de Student para muestras relacionadas se identific� que no existen diferencias significativas entre las medias de estr�s acad�mico (t= 0.13; Sig. Bilateral: .990). Conclusi�n: los m�todos de educaci�n virtuales manifiestan una incompatibilidad con el proceso ense�anza-aprendizaje, se�alando que el aumento de factores estresores acad�micos es persistente y mantiene niveles peligrosamente elevados que amenazan a la salud mental.

 

Palabras clave: estr�s acad�mico; universitario; enfermer�a; covid-19.

 


 

Academic stress in nursing undergraduates, a longitudinal

cross-sectional study in covid-19 times

 

ABSTRACT

Introduction: the confinement experienced by SARS-Cov2 has modified the way in which the world functioned; however, the greatest impact has been received in three sectors, health, economic and educational, the latter being the starting point for this research. Objective: to compare the mean academic stress in a group of nursing students in two periods during the Covid-19 pandemic. Materials and methods: quantitative, descriptive, comparative, and longitudinal study, applying the SISCO-24 Inventory, with non-probabilistic consecutive sampling. Results and discussion: 75.0% of the population was female, 38.8% studied and worked simultaneously, the mean age was 19.72 SD 1.43, the most affected domains were physical and psychological symptoms (ME: 14.63 SD 4.38; ME: 15.99 SD 4.44) and through the student�s t-test for related samples it was identified that there were no significant differences between the means of academic stress (t= 0.13; Bilateral Sig.: .990). Conclusion: virtual education methods manifest an incompatibility with the teaching-learning process, indicating that the increase of academic stressors is persistent and maintains dangerously high levels that threaten mental health.

 

Keywords: Academic stress; University; Nursing; Covid-19.

 

 

Art�culo recibido:� 05 octubre. 2021

Aceptado para publicaci�n: 02 noviembre 2021

Correspondencia: [email protected]

Conflictos de Inter�s: Ninguna que declarar

 

 

 

 

 

1. INTRODUCCI�N

El estr�s se define como un estado de cansancio mental provocado por las exigencias superiores que un individuo hace de manera habitual generando trastornos f�sicos y psicol�gicos, y desde el enfoque biol�gico es un conjunto de alteraciones producidas en el organismo como respuesta f�sica a ciertos est�mulos (Oxford L�xico, 2021).

Por otro lado, es necesario tener en consideraci�n que el estr�s representa la capacidad de adaptarse a los cambios o exigencias en el entorno donde se encuentra la persona a fin de mantener un equilibrio en su salud mental (Gallego, Gil, Sep�lveda & Le�n, 2018), por ello, es importante se�alar que el contexto ambiental, es un determinante para provocar respuestas de adaptaci�n o fracaso.

Actualmente se vive una situaci�n hist�rica sin precedentes para el sistema sanitario y el resto del mundo, debido a que para finales del 2019 se inici� en Wuhan, China, la pandemia por SARS-CoV-2, que hasta el d�a de hoy ha cobrado la vida de m�s de 4,5 millones de personas en todo el planeta (Statista, 2021).

En relaci�n con M�xico el 27 de febrero de 2020, el Subsecretario de Salud con informaci�n del Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias, declar� que exist�an tres casos positivos en el pa�s con un posible contagio proveniente de B�rgamo, Italia (British Broadcasting Corporation [BBC], 2020). Del mismo modo, el 24 de marzo se decret� la fase II de la pandemia, lo que determin� la suspensi�n de actividades no esenciales, restricci�n de reuniones masivas, recomendaci�n del resguardo domiciliario y la implementaci�n del Plan DN-III-E (Secretar�a de Salud, 2020).

Estas medidas impactaron diversos sectores de la poblaci�n, entre ellos el educativo, implementando un modelo de ense�anza-aprendizaje a distancia que se sustenta en la aplicaci�n de plataformas digitales, situaci�n para la que no se encontraban preparados los docentes ni estudiantes de ning�n �mbito escolar, generando diversas alteraciones en su salud mental, destacando el estr�s acad�mico, elemento que se define como un proceso sist�mico, que surge de forma adaptativa y psicol�gica cuando el alumno se encuentra sometido a m�ltiples tareas, responsabilidades y ambientes que considera estresores, lo que puede provocar da�os a nivel emocional, conductual, cognitivo y fisiol�gico (Instituto Mexicano del Seguro Social [IMSS], 2020; Silva, L�pez, & Meza, 2020).

Del mismo modo, la formaci�n de recursos humanos en el �rea de enfermer�a se ha visto modificada, adoptado un nuevo planteamiento de ense�anza y aprendizaje que se nutre a trav�s de los medios digitales, sin embargo, esto representa un reto de adaptaci�n para la ciencia del cuidado, seg�n datos de Consejo Internacional de Enfermer�a (CIE, 2021), 46.0% de los estudiantes de pregrado han experimentado un retraso en su trayectoria acad�mica, elemento aparentemente ligado a la implementaci�n de clases en modalidades virtuales, sin poder identificar el origen que genera dicha situaci�n.

Tomando en cuenta lo antes citado, esta investigaci�n tiene como objetivo comparar la media de estr�s acad�mico en un grupo de alumnos de la licenciatura en enfermer�a en dos per�odos durante la pandemia por Covid-19.

2. MATERIALES Y M�TODOS

Esta investigaci�n es de tipo cuantitativa, retoma al elemento num�rico para la expresi�n y an�lisis de datos, descriptiva porque detalla al fen�meno de estudio, comparativa y longitudinal debido a que se realizaron dos cortes de tiempo que permiten conocer la evoluci�n del estr�s acad�mico (Grove & Gray, 2019; Hern�ndez & Mendoza, 2018; Polit & Beck, 2018). Se desarroll� en una facultad de enfermer�a incorporada a una universidad de car�cter privado, ubicada en la ciudad de Orizaba, estado de Veracruz, M�xico.

El muestreo utilizado fue de tipo no probabil�stico consecutivo, que no dependi� de procesos mec�nicos o estad�sticos, debido a que este implica la inclusi�n de todas las personas disponibles en una poblaci�n hasta alcanzar un tama�o muestral deseado, en este caso se trabaj� con el 100% del universo disponible en cada ciclo escolar (Hern�ndez & Mendoza, 2018; Polit & Beck, 2018).

Tomando en cuenta lo anterior, se cont� con una muestra equivalente a 119 participantes en el primer cort� que se realiz� el 28 de julio de 2020 tras dos meses de haber iniciado la educaci�n a distancia mediante plataformas virtuales y 116 al finalizar el estudio el d�a 20 de diciembre del mismo a�o, terminado el per�odo ordinario de su tercer semestre acad�mico y segundo virtual, cabe destacar que ambas mediciones se realizaron fuera de momentos en lo que se presentara una evaluaci�n escolar, con la finalidad de que esta situaci�n no representara una influencia en la variable de an�lisis.

Conviene subrayar que debido al confinamiento provocado por la pandemia de Covid-19 el instrumento de medici�n se aplic� con apoyo de la plataforma virtual Google Formularios (Google, 2020), este elemento estuvo constituido por tres secciones, la primera incluy� el consentimiento informado, donde se plantean los fines de la investigaci�n, protecci�n de datos personales y derecho de abandonar el proyecto en cualquier momento, la segunda hace referencia a la c�dula sociodemogr�fica, que pretende consultar las variables intervinientes de la poblaci�n.

La tercera secci�n, evalu� el estr�s acad�mico mediante el inventario SISCO-24 que fue construido y validado para poblaciones mexicanas por Barraza (2006), esta herramienta tiene la habilidad de identificar los niveles de estr�s en estudiantes y los factores que suelen detonar este mal. La prueba se encuentra conformada por 24 �tems, el primero es de car�cter dicot�mico y sirve como un tamizaje de eliminaci�n donde se cuestiona si el alumno ha sentido preocupaci�n o nerviosismo en el mes reciente, consecutivamente se integra por tres dominios, iniciando con el denominado Estresores e incluye los cuestionamientos de 2 al 9, posteriormente se encuentran los S�ntomas f�sicos, que va de las interrogantes 10 a la 14, continuando con S�ntomas psicol�gicos abarcado por las preguntas 15 a 19, y por �ltimo, los S�ntomas comportamentales de los �tems 20 a 24. El inventario implementa una escala de tipo Likert que va de 1 a 5, con las siguientes opciones de respuesta: Nunca (1), Rara vez (2), Algunas veces (3), Casi siempre (4) y Siempre (5), donde a mayor puntuaci�n, m�s alto es el nivel de estr�s acad�mico. Respecto a su confiabilidad refleja un alfa de Cronbach de 0.90 reportada por el autor.

Esta investigaci�n, se realiz� con la autorizaci�n de los directivos para aplicar los instrumentos en los estudiantes de segundo semestre que posteriormente avanzar�an y se evaluar�an en tercero, en todo momento, los responsables se apegaron los aspectos �ticos de la investigaci�n en M�xico. Las personas que decidieron participar aceptaron un consentimiento informado v�a electr�nica, para garantizar la confidencialidad la informaci�n que se obtuvo de forma an�nima, el participante se registr� con un c�digo por lo que no se puede, asociar o conectar con la persona a quien se refiere. As� como lo sugiere recomendaciones Principios �ticos aplicados a la epidemiolog�a. Pautas Internacionales para la Evaluaci�n �tica de los Estudios Epidemiol�gicos CIOMS (Gobierno de M�xico, 2019).

Cabe se�alar que no se expuso a la persona a riesgos ni da�os innecesarios de acuerdo con la normativa nacional vigente y los beneficios esperados son mayores que los riesgos predecibles seg�n la Norma Oficial Mexicana NOM-012-SSA3-2012, que establece los criterios para la ejecuci�n de proyectos de investigaci�n para la salud en seres humanos (DOF, 2013).

Para el an�lisis de la informaci�n y tomando como punto de partida los instrumentos capturados y validados mediante la plataforma Google Formularios (Google, 2020) se dise�� una base de datos en el programa Statistical Package for the Social Sciences en su versi�n 25 (IBM, 2021) para MacOs Catalina, se utiliz� estad�stica descriptiva, (frecuencias, porcentajes), medidas de tendencia central (media, mediana y moda), dispersi�n (desviaci�n est�ndar) y extremos de funci�n (valor m�nimo y m�ximo) y estad�stica inferencial (prueba de normalidad de Kolmogorov-Smirnov y t de Student para muestras relacionadas), (Celis & Labrada, 2014).

3. RESULTADOS Y DISCUSI�N

Tabla 1

Variables categ�ricas

Sexo

f

%

Masculino

Femenino

29

25.0

87

75.0

Estado civil

f

%

Soltero

114

98.3

Casado

2

1.7

Divorciado

0

0

Ocupaci�n

f

%

�nicamente estudio

71

61.2

Estudio y trabajo

45

38.8

Nerviosismo durante cursos virtuales

f

%

S�

116

100.0

No

0

0

Las clases virtuales han mejorado

f

%

S�

60

51.7

No

56

48.3

Nota: Fuente: C�dula de datos sociodemogr�ficos e Inventario SISCO 24 de Estr�s Acad�mico (Barraza, 2006), n= 116.

 

En la Tabla 1, se exponen las variables categ�ricas del estudio, es importante destacar que el primer �tem del inventario SISCO 24 (Barraza, 2006) hace referencia al sentimiento de nerviosismo durante los cursos virtuales, debido a que este elemento es el tamizaje que permite la eliminaci�n de los participantes que no reflejan ning�n grado de estr�s acad�mico, y de manera alarmante se puede identificar que el 100% de la poblaci�n ha experimentado alguna sensaci�n o s�ntoma relacionado a esta alteraci�n de salud en el transcurso del desarrollo de la educaci�n virtual.

No obstante, en la segunda medici�n se cuestion� al estudiante si �l sent�a que hab�a experimentado una mejora en la calidad de las clases a distancia implementado plataformas virtuales, a lo que sorpresivamente 51.7% dijo que s�, aunque no parece un porcentaje significativo es importante destacar que los resultados del estudio apuntan claramente a una prevalencia del estr�s acad�mico, situaci�n que puede parecer contradecirse, porque un aumento en la satisfacci�n de indicadores escolares, deber�a poder mitigar o disminuir de manera parcial la presencia de estresores en dicho �mbito.

Tabla 2

Estad�sticos descriptivos de las variables continuas

Variable

`c

Me

Mo

DE

M�nimo

M�ximo

Edad

19.72

19.00

19

1.43

18

26

Horas de trabajo semanales

23.28

16.00

8

17.39

8

72

Horas de estudio semanales

32.92

30.00

30

8.28

20

70

Estr�s acad�mico medici�n I

69.43

71.00

62

15.64

32

41

Estr�s acad�mico medici�n II

69.36

69.50

70

14.88

41

109

Nota: Estr�s acad�mico bajo: 23-39, Estr�s acad�mico medio: 40-79, Estr�s acad�mico alto: 80-115. Fuente: c�dula de datos sociodemogr�ficos e Inventario SISCO 24 de Estr�s Acad�mico (Barraza, 2006). �n= 116.

 

Al analizar la Tabla 2, se puede identificar que la edad de la poblaci�n ronda un promedio de 19.72 DE 1.43, la media de horas trabajadas a la semana es de 23.28 con un valor m�ximo de 72, determinando que existen estudiantes cuya jornada laboral rebasa el tiempo establecido en la Ley Federal del Trabajador (C�mara de Diputados del H. Congreso de la Uni�n, 2021), donde se establece que este per�odo no debe sobrepasar 48 horas semanales, siendo un factor que logra generar falta de organizaci�n y llevar a la desestimaci�n de la vida acad�mica, adem�s de propiciar la aparici�n de m�ltiples elementos estresores.

M�ndez (2015) se�ala que el estr�s elevado es un fen�meno que puede detonarse por la sobrecarga laboral, perjudicando el desempe�o escolar y gremial de un individuo, debido a que disminuye el inter�s por las actividades relacionadas a estos �mbitos, propiciando una deficiencia en el cumplimiento de tareas y objetivos, de igual forma, destaca que un nivel excesivo de este elemento logra llevar al colapso nervioso, cesando totalmente el comportamiento acad�mico y producci�n en el trabajo.

Por otro lado, se expone que las horas dedicadas a las actividades acad�micas corresponden a un promedio de 32.29 DE 8.28, con un valor m�nimo de 20 y m�ximo de 70, situaci�n que se considera adecuada, manteni�ndose en un est�ndar normal de tiempo destinado al cumplimiento universitario y que ata�e a la formaci�n profesional, sobre todo bajo un enfoque de aprendizaje basado en competencias y de car�cter autodidacta.

Lo anterior sugiere que destinar una mayor cantidad de horas a la vida acad�mica, dentro o fuera de los espacios propuestos para actividades escolares es un comportamiento necesario para el estudiante universitario, debido a que su aprendizaje debe estar modulado por competencias autorregulables y aut�nomas, que le permitan alcanzar un m�ximo rendimiento acad�mico y generar aprendizajes significativos para la vida profesional o cotidiana (Gaeta & Cavazsos, 2016).

No obstante, es necesario analizar los datos relacionados a la caracterizaci�n del estr�s acad�mico, donde es posible visualizar que en un per�odo de cinco meses el cambio pr�cticamente fue nulo, pasando por un promedio de 69.43 DE 15.64 en la primera medici�n y 69.36 DE 14.88 para el segundo corte, sin embargo, aqu� es m�s importante destacar la evoluci�n de los valores m�nimos, debido a que en el primer c�lculo se alcanz� una puntuaci�n de 32, clasificando a ciertos estudiantes en un indicador bajo, pero en el �ltima an�lisis se obtuvo el resultado de 41, situaci�n altamente preocupante, permitiendo afirmar que al finalizar el estudio no exist�a ni un solo caso de estr�s acad�mico bajo y todos se orientaron a las categorizaciones medio y alto, sugiriendo un agravamiento del problema conforme se desarrolla el modelo de educaci�n virtual.

 

 

Tabla 3

Baremos de los dominios SISCO-24 estr�s acad�mico medici�n II

Variable

`c

Me

Mo

DE

M�nimo

M�ximo

Estresores

24.82

25.00

23

4.99

11

34

S�ntomas f�sicos

14.63

15.00

14

4.38

5

25

S�ntomas psicol�gicos

15.99

16.00

17

4.44

5

25

S�ntomas comportamentales

13.99

13.00

13

4.69

5

25

Nota: Estresores: Bajo: 11-23, Medio: 24-28, Alto: 29-34. S�ntomas f�sicos: Bajo: 5-12, Medio: 13-17, Alto: 18-25. S�ntomas psicol�gicos: Bajo: 5-14, Medio: 15-18, Alto: 19-25. S�ntomas comportamentales: Bajo: 5-12, Medio: 13-16, Alto: 18-25. Fuente: Inventario SISCO 24 de Estr�s Acad�mico (Barraza, 2006). La cuantificaci�n de los baremos se retoma del modelo indicativo centrado en el valor te�rico de la variable de Barraza (2006). n= 116.

 

Para exponer el impacto de los cuatro dominios analizados con el SISCO-24 (Barraza, 2006) se gener� la Tabla 3, interpretada con el modelo de baremos en referencia a la variable te�rica del instrumento, en primera instancia se hablar� de los Estresores, donde es posible identificar un promedio 24.82 DE 4,99, situ�ndolo con un nivel de alteraci�n medio, exponiendo que esta poblaci�n universitaria se ve afectada por elementos como la competencia desarrollada entre los compa�eros de su grupo, debido a que pueden sentirse insuficientes o amenazados por las capacidades que demuestran otros alumnos.

Respecto a lo anterior, De la Fuente et al. (2017), han se�alado que el estr�s puede ser modulado por la percepci�n del estudiante, donde �l ha generado un sentimiento de incertidumbre ante la relaci�n esfuerzo-resultado y que se origina en factores no controlables que suelen orientarse gracias a la idea de que otro alumno logra ser premiado por atributos considerados injustos (experiencia previa en la carrera, mayor tiempo libre y comodidad econ�mica), creando un pensamiento competencia indigna de car�cter no explicito, instituyendo una sensaci�n de desventaja en el aprovechamiento acad�mico.

De igual manera, los estudiantes expresan que existe una sobrecarga de tareas y trabajos escolares, y esto puede relacionarse a una mala implementaci�n de la educaci�n virtual, donde sobresale la solicitud de actividades asincr�nicas que normalmente no vienen acompa�adas de una explicaci�n te�rica del tema o son implementadas mediante instrucciones confusas y poco detalladas.

Asimismo, algunos elementos relacionados a los profesores provocan estr�s en ellos, destacando la personalidad y el car�cter que puede generar una brecha en la comunicaci�n y actitud negativa al aprendizaje, sumado a esto, la manera en que el docente eval�a su rendimiento acad�mico crea conflicto en ellos, sugiriendo que muchas veces este proceso no es claro e incluso pueden interpretarlo como un elemento imparcial. Ante esto, Mu�oz y Lluch (2020) expresan que una mala relaci�n e inadecuada interacci�n con el docente puede presentarse como un factor estresor que afecta a la esfera mental y comportamental del estudiante, de igual forma, se�alan que existen peligros acad�micos al saturar los tiempos del alumno con la sobrecarga de actividades escolares, dando pie a la generaci�n de ansiedad, confusi�n y desconfianza en la calidad de la formaci�n profesional que se est� recibiendo.

Posteriormente, en el baremo de S�ntomas f�sicos se visualiza una media de 14.63 DE 4.38, situ�ndolo en un nivel de alteraci�n medio, exponiendo un grado de afectaci�n que contribuye a la clasificaci�n final del estr�s y esto se puede ver reflejado principalmente por la presencia de trastorno del sue�o, fatiga cr�nica y dolores de cabeza, escenario preocupante, debido a que dichos elementos afectan el estado general del estudiante, realidad respaldada por Trujillo, Gonz�lez y Betancur (2019), quienes menciona que estos factores repercuten directamente en el desempe�o personal y escolar del individuo, generando dificultades para el desarrollo de actividades acad�micas que le permitan alcanzar un rendimiento acad�mico �ptimo.

Continuando con el an�lisis, se exponen los resultados del baremo S�ntomas psicol�gicos, que arroja una media de 15.99 DE 4.44, puntaje que se clasifica en un da�o medio, lo que se traduce en la incapacidad que presenta el estudiante para para poder alcanzar un estado de relajaci�n y tranquilidad, de igual forma, este indicador refleja la existencia de angustia, desesperaci�n y problemas de concentraci�n en el alumnado, en conjunto, todos estos elementos fungen como una barrera que impide la adaptaci�n del educando, mermando la habilidad de afrontamiento al estr�s y encamin�ndolo a la p�rdida de equilibrio que reflejar� un alto impacto en su salud mental.

Con referencia a lo anterior Rodr�guez, Guevara y Miramontes (2017) argumenta que todos los factores citados repercuten en la salud integral del individuo, alterando su esfera psicol�gica y desencadenando da�os mentales e interpersonales que complican la b�squeda de apoyo en su medio social. Se sostiene que el principal detonante es la persistencia de un elemento estresor, que impide conseguir un estado de descanso y tranquilidad, dando paso al desarrollo del estr�s, condici�n que establece una brecha de vulnerabilidad multidimensional.

Para finalizar con la descripci�n de los baremos, se detallan los S�ntomas comportamentales, cuyos valores reflejan un promedio de 13.99 DE 4.69, arrojando nuevamente un nivel medio de alteraci�n, lo que permite enunciar que los alumnos presentan de manera constante sentimientos de agresividad o irritabilidad sin poder identificar un origen para estas emociones, de igual forma, es posible visualizar un patr�n nutricional alterado, que se caracteriza por la reducci�n en el consumo de alimentos.

Hallazgo que corresponde al expuesto por Beltramino (2020), quien se�ala que la vida universitaria se ha visto modificada por la pandemia, propiciando que algunas actividades consideradas como acad�micamente cotidianas ahora pasen a ser un estresor, que genera cambios en los comportamientos del estudiante, destacando la aparici�n de sentimientos hostiles que pueden tipificarse en irritabilidad e ira.

Tabla 4

Prueba de normalidad de Kolmogorov-Smirnov

Mediciones

Estad�stico

Sig.

Estr�s acad�mico medici�n I

.060

.200*

Estr�s acad�mico medici�n II

.058

.200*

Nota: *: Esto es un l�mite inferior de la significancia verdadera. Correlaci�n de significancia de Lilliefors. Fuente: Inventario SISCO 24 de Estr�s Acad�mico (Barraza, 2006), n= 116.

 

Por otro lado, para poder medir la distribuci�n de las variables de estudio se ejecuta la prueba de normalidad de Kolmogorov-Smirnov, donde es posible identificar que en la primera medici�n del estr�s acad�mico se obtuvo un resultado de .060 (>0.05; Sig: .200) y para el segundo corte se puntu� en .058 (>0.05; Sig: .200), exponiendo que se cuenta con un comportamiento de homogeneidad para ambos c�lculos, situaci�n que sugiera la implementaci�n de estad�stica param�trica.

 

Tabla 5

Prueba t de Student para muestras relacionadas estr�s acad�mico

Mediciones

`c

DE

t

Sig. bilateral

Estr�s acad�mico medici�n I

69.43

15.64

0.13

.990

Estr�s acad�mico medici�n II

69.36

14.88

Nota: fuente: Inventario SISCO 24 de Estr�s Acad�mico (Barraza, 2006), n= 116.

 

Por �ltimo, en la Tabla 5 se exponen los valores de la prueba t de Student para muestras relacionadas, identificando que en la primera medici�n se obtuvo una puntuaci�n media de 69.43 DE 15.64, lo que demuestra una evoluci�n b�sicamente nula para el segundo corte, donde el promedio fue 69.36 DE 14.88, permitiendo observar que no se encontraron diferencias estad�sticamente significativas entre las medias del estr�s acad�mico en los estudiantes de enfermer�a durante la pandemia por Covid-19 (t= 0.13; Sig. Bilateral: .990).

Es importante se�alar que este mal persiste en la poblaci�n, a pesar de que un 51.7% de ellos declar� percibir una mejor�a en la calidad de las clases virtuales recibidas. En este sentido, es bien sabido que la formaci�n universitaria presenta un car�cter demandante y con exigencias acad�micas fuertes, categorizadas en esferas escolares, sociales y personales, situaci�n que toma forma de un elemento estresor con la capacidad de generar en el estudiante una respuesta negativa y evidenciar su falta de adaptaci�n.

Aunque el estr�s acad�mico es un fen�meno que siempre ha existido, es imposible ignorar que antes de la pandemia por Covid-19 pocos autores hab�an reportados niveles tan elevados en esta variable, clasific�ndolo principalmente en sus categor�as m�s bajas (Castillo, Barrios & Alvis, 2017; Llorente et al., 2020; Silva, L�pez & Meza, 2020), exponiendo que los factores estresores como exigencias escolares, dificultad para comprender el contenido tem�tico, baja calidad en la din�mica de trabajo con el docente e incumplimiento de metas impuestas se han potencializado a trav�s del modelo de aprendizaje virtual.

4. CONCLUSI�N

Para finalizar, se concluye que los modelos de educaci�n virtual siguen enfrentando problemas al adaptar el proceso ense�anza-aprendizaje durante la pandemia por Covid-19, demostrando que su ejecuci�n aumenta la aparici�n de factores estresores, que tiene un impacto m�s fuerte en los dominios relacionados a los s�ntomas f�sicos y psicol�gicos.

Los s�ntomas f�sicos afectan directamente el rendimiento acad�mico, debido a que estos suelen caracterizarse por alteraciones del sue�o, que incluyen la presencia de pesadillas, insomnio y descanso no reparador, adem�s, los dolores de cabeza persistentes y la constante sensaci�n de agotamiento, impiden la realizaci�n de tareas personales, sociales y acad�micas, llevando al fracaso escolar, que puede ser otro detonante para aumentar los niveles estr�s en el alumnado.

Por otro lado, los s�ntomas psicol�gicos, repercuten en el aprovechamiento escolar, a raz�n de que estos impiden un adecuado desarrollo del estado de concentraci�n y al mismo tiempo predisponen actitudes de inquietud que se reflejan con la incapacidad de relajarse, sentir comodidad o tranquilidad, de igual manera, son detonantes de sentimientos negativos, llevando al estudiante a un estado de tristeza y abriendo la posibilidad de evolucionar a un nivel depresivo que conduzca a mayores da�os en la salud f�sica y mental.

El estr�s acad�mico en los universitarios es un fen�meno que la sociedad ha normalizado, sin embargo, actualmente se vive un contexto situacional sin precedentes que ha potenciado la presencia de alteraciones en la salud f�sica y mental, ante esto, se sugiere que la profesi�n de enfermer�a genere el dise�o de intervenciones que busquen atender la mayor cantidad de estos males y espec�ficamente el estr�s, sobre todo con un enfoque preventivo que implemente medidas no farmacol�gicas relacionadas al estilo de vida y la conducta.

No obstante, es imprescindible rectificar la implementaci�n de la educaci�n virtual en enfermer�a, identificando cuales han sido los modelos de ense�anza retomados por los docentes y generando sesiones educativas que intenten suplir en medida de lo posible la interacci�n que se ten�an en el aula f�sica, evitando la sobrecarga de actividades extramuros que necesiten el papel de un gu�a para ser comprendidas y asimiladas, asegurando el aprendizaje significativo y la disminuci�n del estr�s acad�mico.

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