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estudiantes, preparándolos para enfrentar situaciones desafiantes y contribuyendo a su desarrollo
profesional en el campo de la Psicología (Romero-Heredia y Guarnizo-Chávez, 2022).
Según Be Ojeda y Aguayo Chan (2023), los primeros auxilios psicológicos pueden ser utilizados
en la educación para prevenir los efectos negativos de factores de riesgo como el uso de drogas,
la exposición a la violencia y las crisis económicas, entre otros, que pueden afectar la salud mental
de los adolescentes.
Los estudios sobre la importancia de enseñar primeros auxilios psicológicos son diversos;
Romero-Heredia y Guarnizo-Chávez (2022) encontraron que la instrucción en primeros auxilios
psicológicos capacita a profesionales de la salud y otros individuos en técnicas de apoyo
humanitario, permitiéndoles ofrecer una respuesta más efectiva y oportuna durante situaciones de
crisis psicológicos, pueden disminuir el impacto psicosocial y emocional de las emergencias en
las personas afectadas, contribuyendo así a su recuperación y rehabilitación y posibilita que todo
el personal involucrado en una emergencia, no solo los psicólogos, pueda aplicar estas técnicas,
ampliando así la capacidad de respuesta y el alcance de la atención. Imbert, et al. (2007), concluyó
que enseñar primeros auxilios psicológicos desde temprana edad puede fomentar una cultura de
primeros auxilios en la sociedad, fortaleciendo la capacidad de respuesta y la resiliencia
comunitaria. Igualmente, Varela y Gil (2019), encontraron que la instrucción en primeros auxilios
psicológicos puede mejorar la capacidad de intervención en emergencias, especialmente en
situaciones donde la atención psicológica es limitada o no está disponible. Coincidiendo así con
Be Ojeda y Aguayo Chan (2023), que enfatizan la relevancia de los primeros auxilios psicológicos
en las escuelas, especialmente para los adolescentes que enfrentan diversos riesgos que pueden
desencadenar crisis de salud mental. Según este estudio, las escuelas pueden actuar como entornos
protectores al brindar apoyo social y emocional a través de los primeros auxilios psicológicos. Al
respecto, el estudio de Martínez y González (2023), presenta varios modelos de intervención,
incluyendo los propuestos por la Federación Internacional de la Cruz Roja y de la Media Luna
Roja, concluyendo que la aplicación de primeros auxilios psicológicos reduce la intensidad de los
síntomas del estrés postraumático. Esto coincide con el estudio de Gómez Villalpando, (2023),
donde revisó la relación entre la psicoeducación y los primeros auxilios psicológicos, haciendo