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Lo señalado en el párrafo anterior, está en concordancia con lo mencionado por Carmona y Veliz,
(2005) cuando describió que la discriminación es una manera de violentar, que en primer lugar se da de
manera pasiva, siendo así una violencia física o psicológica de forma extrema, por ello, las personas
que discriminan tienden a ver de mala forma los valores, y estas entrelazan las características físicas,
como también culturales, estos tienen la idea de que son perfectos y ello hace que, desde su punto de
vista, juzguen a los demás que no tengan las características que ellos tienen. Aunado a ello, Ramos
(2013) señaló que las medidas de protección son las actitudes que el Estado toma en cuenta en base a
diferentes instituciones públicas, con la finalidad de cuidar y proteger a la persona, la cual tiene calidad
de víctima de cualquier agresión, adicionalmente, lo que se busca es tranquilizar a la víctima para que
esta pueda seguir con su vida normal, sin algún tipo de traumas.
Si analizamos ambas de forma conjunta, la falta de la aplicación del enfoque de género en las medidas
de protección, hacen que continúe la discriminación de la mujer porque las medidas de protección no
garantizan que vivan una vida libre de violencia.
Finalmente, se puede afirmar que el tener múltiples medidas de protección no estaría garantizando una
mejor protección de la víctima, porque del resultado de las encuestas se ha confirmado con la
contrastación de hipótesis sobre tener múltiples medidas de protección no garantizan una mejor
protección a la víctima, esto conforme lo señaló Pomé (2016) que refirió que las medidas de protección
son aquellas actitudes y decisiones que toma en cuenta el Estado a través de sus diversas instituciones
públicas, a fin de hacer efectivo el cuidado y protección de la víctima de la agresión, con respecto a la
agresión misma y a su agresor; son mecanismos que buscan brindar apoyo y protección a las víctimas
de las agresiones e impedir la continuación de estas. Asimismo, estas medidas de protección van más
allá, por cuanto buscan que la víctima se sienta tranquila y que pueda gradualmente volver a su vida
normal, rehabilitándola de sus traumas. Dichas medidas de protección se encuentran establecidas en
nuestra legislación; sin embargo, así una persona tenga varias medidas de protección a su favor contra
su mismo agresor no se garantiza que estén mejor protegidas, porque existe una suerte de desampara al
momento de ejecutarse una medida de protección, así como vacíos legales de cómo hacer cumplirla,
enfatizando que al ser las mujeres en su mayoría las víctimas de violencia y no verse solucionado su