PRESENTACIÓN DE AMAUROSIS FUGAX EN
PACIENTE MASCULINO. REPORTE DE CASO
THE EXCLUSION OF SHAREHOLDERS IN
PUBLIC COMPANIES AND ITS IMPACT ON
ECUADORIAN LEGISLATION
Julio César Ruiz Zhingre
Investigador Independiente, Ecuador
Alexandra Valeria Poma Delgado
Investigador Independiente, Ecuador
Carlos Geovanny Román Torres
Investigador Independiente, Ecuador
pág. 5131
DOI: https://doi.org/10.37811/cl_rcm.v8i3.11714
Presentación de Amaurosis Fugax en Paciente Masculino. Reporte de Caso
Priscilla Andreina Aldaz Caicedo
1
prisandreialdaz@gmail.com
https://orcid.org/0009-0003-6622-4402
Universidad San Francisco de Quito
Quito, Ecuador
Md. Bryan Jason Utreras Figueroa
bryanufigue@gmail.com
https://orcid.org/0000-0002-4899-1371
Clínica Medilab
Loja, Ecuador
Sebastian Rene Flores Droira
sefloresdr@uide.edu.ec
https://orcid.org/0009-0006-3296-7728
Médico General
Ecorad, Quito, Ecuador
Lisseth Viviana Castillo Córdoba
lisseth.castillo@unl.edu.ec
https://orcid.org/0009-0008-2032-042X
Médico General
Quito, Ecuador
RESUMEN
La amaurosis fugaz se refiere a la pérdida temporal de la capacidad de ver de forma repentina en un
solo ojo, debido a una obstrucción momentánea del flujo de sangre hacia la retina, pudiendo extenderse
desde unos cuantos segundos hasta varios minutos. Normalmente, esta condición actúa como un
indicador de la presencia de otros problemas de salud. A continuación, vamos a detallar las razones
comunes por las que ocurre y las estrategias recomendadas para abordar este problema. La amaurosis
fugaz no constituye una enfermedad independiente, sino que puede presentarse como un resultado
derivado de la presencia de otros desórdenes médicos. Esto suele ocurrir en los casos en que hay una
obstrucción en la arteria. Este fenómeno se produce cuando un coágulo sanguíneo, que es sangre que
ha coagulado, o un fragmento de placa formado por la acumulación de sustancias como el colesterol en
las arterias, se origina a partir de una arteria de mayor tamaño. La pérdida repentina e inesperada de la
capacidad de ver en uno de los ojos es la forma en que se caracteriza el síntoma más importante en este
caso. Puede ocurrir durante un breve período de tiempo, que puede ser breve, es decir, de varios
segundos a incluso unos pocos minutos, tras lo cual la visión se restablece a su estado normal. Los
individuos que han experimentado esto relatan que perciben una presencia de color gris o negro que se
desplaza hacia abajo a través de sus ojos. Se reporta un paciente masculino de 60 años de edad, acude
por presentar perdida de la visión repentina por varios segundos.
Palabras Claves: amaurosis fugax, perdida de la visión, obstrucción arterial
1
Autor principal
Correspondencia: prisandreialdaz@gmail.com
pág. 5132
Presentation of Amaurosis Fugax in a Male Patient. Case Report
ABSTRACT
Amaurosis fugax refers to the temporary loss of the ability to see suddenly in one eye due to a
momentary blockage of blood flow to the retina, which can last from a few seconds to several minutes.
Normally, this condition acts as an indicator of the presence of other health problems. Below, we will
detail the common reasons why it occurs and recommended strategies to address this problem.
Amaurosis fugax does not constitute an independent disease but may occur as a result of the presence
of other medical disorders. This usually occurs in cases where there is a blockage in the artery. This
phenomenon occurs when a blood clot, which is blood that has coagulated, or a fragment of plaque
formed by the accumulation of substances such as cholesterol in the arteries, originates from a larger
artery. Sudden and unexpected loss of the ability to see in one of the eyes is how the most important
symptom in this case is characterized. It may occur for a short period of time, which may be brief, i.e.,
from several seconds to even a few minutes, after which vision is restored to normal. Individuals who
have experienced this report that they perceive a gray or black presence moving downward across their
eyes. We report a 60-year-old male patient who presented with sudden loss of vision for several seconds.
Keywords: amaurosis fugax, loss of vision, arterial obstruction
Artículo recibido 20 mayo 2024
Aceptado para publicación: 22 junio 2024
pág. 5133
INTRODUCCIÓN
Con frecuencia, se suele emplear el término amaurosis fugaz de forma intercambiable para hacer
referencia a la pérdida de la visión temporal, abreviada como TVL. No obstante, en el ámbito de la
medicina, se utiliza de manera extendida para hacer mención de cualquier motivo que genere una
pérdida temporal de visión en un solo ojo.(Kvickström et al., 2016a) En este contexto, discutiremos
sobre la amaurosis fugaz, que se refiere específicamente a la pérdida temporal de visión en un ojo,
relacionada con episodios tromboembólicos que se originan en el sistema arterial de la carótida
interna. Esta condición no es frecuente en niños, siendo más probable que tenga un origen benigno. En
adultos, es comúnmente la causa de este problema que se presenta en la mayoría de los casos, embolias
ateroscleróticas que se originan en la bifurcación de la arteria carótida.(Douglas et al., 2024)
La pérdida temporal de visión debida a una obstrucción o estrechamiento en el flujo sanguíneo de la
arteria carótida interna es conocida como amaurosis fugaz. Los procesos subyacentes que ocurren son
la formación de un coágulo sanguíneo en la circulación de las arterias carótidas, así como la reducción
del flujo sanguíneo causada por el estrechamiento de dichas arterias. El síndrome isquémico ocular se
produce cuando hay una disminución crónica del flujo sanguíneo en el ojo debido a un bloqueo parcial
o completo en uno o ambos lados de la arteria carótida.(Kvickström et al., 2016a)
Por lo general, la amaurosis fugaz se presenta en individuos de más de 50 años de edad, que presentan
otros factores de riesgo vasculares como la presión arterial alta, niveles altos de colesterol, hábito de
fumar, historial de ataques isquémicos transitorios (AIT) y dificultad para caminar debido a problemas
circulatorios. Se calcula que la probabilidad de sufrir un accidente cerebrovascular en un solo
hemisferio en pacientes que experimentan amaurosis fugaz es del 2 por ciento por cada año, mientras
que para aquellos que tienen embolias retinianas, esta probabilidad se eleva al 3 por ciento por cada
año.(Douglas et al., 2024; Zafar et al., 2022)
La amaurosis fugaz puede manifestarse como resultado de las siguientes circunstancias:
Tromboembolismo por placa carotídea.
hipoperfusión
vasoespasmo
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Un ejemplo de una condición en la que la viscosidad del plasma se encuentra elevada es cuando se
sufre de enfermedades como la leucemia o el mieloma múltiple.
Enfermedad cerebrovascular aterosclerótica
En la amaurosis fugaz, la disminución repentina de la capacidad visual generalmente ocurre en un ojo,
sin causar dolor y de manera temporal. Generalmente, la duración de la pérdida de visión suele oscilar
entre breves momentos de unos cuantos segundos hasta periodos más prolongados de varios minutos
en la mayoría de las situaciones. En la mayoría de las situaciones, el émbolo se origina de una placa
aterosclerótica localizada en la bifurcación carotídea. La disminución del flujo sanguíneo debido a
diversas causas puede también presentar síntomas similares a la amaurosis fugaz.(Manea et al., 2024)
Mientras se realiza el examen de la retina, el profesional médico tiene la capacidad de observar la
acumulación de placa de colesterol ubicada en el interior de un vaso sanguíneo de la retina. La placa de
Hollenhorst es el término utilizado para describir una situación en la que una partícula de colesterol se
muestra de manera refringente, presentando un color amarillo y un brillo característico.(Baker et al.,
2020)
Caso Clínico
Individuo de 60 años de edad que no cuenta con historial médico significativo de enfermedades
previas. El paciente acudió a urgencias por experimentar un episodio único de amaurosis fugaz en
ambos ojos, que él describcomo una distorsión, fragmentación y falta de claridad en las imágenes
visuales. Hace una semana tuvo lugar el episodio, el cual se extendió durante varios segundos en más
de tres ocasiones. Ha mencionado que tuvo síntomas similares en los meses anteriores y que como
secuela persiste una reducción en la visión periférica.
Enfermedades médicas: No refiere
Antecedentes alérgicos: No refiere
Antecedentes quirúrgicos: No refiere
Antecedentes familiares: No refiere
Hábitos
Alimentación: 4 veces al día
Intolerancias alimenticias: ninguna
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Catarsis: 1 vez al día
Diuresis: 4 veces al día
Sueño: 8 horas diarias, reparador
Medicación: ninguna
Paciente ingresa al servicio de Oftalmología en donde realiza la exploración física pertinente, signos
vitales: frecuencia cardiaca 86 latidos por minuto, saturación 94% con fio2 21%, tensión arterial 122/79
mmhg, frecuencia respiratoria de 19, temperatura de 36.5°C axilar.
Paciente Lucido, afebril, orientado en tiempo, espacio y persona con razonamiento lógico, comprensión
y juicio normales. Glasgow 15/15.
Exploración oftalmológica
Agudeza visual: El ojo derecho (OD) tiene una medida de 10/10, y el ojo izquierdo (OI) tiene una
medida de 10/10 en agudeza visual.
En la biomicroscopía con lámpara de hendidura se observó que la córnea se encontraba transparente, se
observó la presencia de una cámara anterior bien formada y no se evidenció la presencia del fenómeno
de Tyndall. Anejos cutáneos sin alteraciones
La presión intraocular en el ojo derecho se mide en 16, mientras que en el ojo izquierdo se registra en
15. Examen de la parte interna del ojo realizado y los resultados arrojaron que no se encontraron
anomalías en la retina. No se encontraron coágulos sanguíneos obstruyendo los vasos sanguíneos de la
retina durante la observación. Se lleva a cabo un examen de campo visual que evidencia la presencia
de una pérdida de visión en la mitad izquierda del campo visual que afecta ambos ojos (Figura 1).
Figura 1. El examen de campo visual indica la presencia de una anomalía en la percepción visual en
una mitad del campo visual, específicamente en el lado izquierdo, lo que se conoce como hemianopsia
homónima.
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Una tomografía computarizada axial reveló la presencia de áreas de tejido cerebral dañado en el lóbulo
occipital derecho, localizado en la región irrigada por la arteria cerebral posterior.
Figura 2. Tomografía Axial Computarizada Cerebral revelando la presencia de áreas de
encefalomalacia localizadas en el tejido cerebral. El lóbulo occipital derecho se encuentra ubicado
dentro del área suministrada por la arteria cerebral posterior.
La Amaurosis fugax fue diagnosticada como secundaria a episodios vasculares en el lóbulo occipital
derecho que concuerdan con el área suplida por la arteria cerebral posterior.
DISCUSIÓN
La expresión "amaurosis fugaz" se emplea comúnmente de manera intercambiable para hacer referencia
a la pérdida temporal de la visión, también conocida como TVL. No obstante, este término es
comúnmente utilizado en el campo de la medicina para hacer referencia a cualquier motivo temporal
que provoque la pérdida de visión en un solo ojo.(Kvickström et al., 2016b) La amaurosis fugaz, que se
caracteriza por una pérdida temporal de la visión en un ojo, puede ser considerada como una señal
anticipada que advierte sobre la posibilidad inminente de sufrir un accidente cerebrovascular. Esta
actividad se enfoca en detallar y explicar las razones subyacentes, los síntomas al aparecer y las técnicas
de diagnóstico usadas para identificar la amaurosis fugaz, resaltando especialmente la importancia del
trabajo en equipo de profesionales de diferentes disciplinas en el cuidado y tratamiento de estos
individuos.(Kubo et al., 2021; Parsons et al., 2018)
Los pacientes reportan tener una disminución súbita de la vista en uno de sus ojos, la cual puede persistir
durante un lapso de tiempo que oscila entre los 2 y 30 minutos. La pérdida de visión puede tener un
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impacto en la totalidad del campo visual o manifestarse de forma parcial. Con frecuencia, los pacientes
suelen describirlo como una especie de cortina que se despliega delante de sus ojos, o como una
sensación de opacidad que se extiende de forma generalizada, similar a un oscurecimiento o
sombra.(Kubo et al., 2021) De manera natural y sin intervención externa, estos episodios terminan
solos. Los individuos que están bajo cuidado médico pueden sufrir la manifestación de un solo episodio
o incluso de múltiples episodios a lo largo de su tratamiento. En caso de que una persona tenga más de
60 años y experimente repetidos episodios, se recomienda considerar la posibilidad de arteritis de
células gigantes y realizar pruebas diagnósticas adicionales. Es posible que ciertos pacientes muestren
síntomas de embolia intrarretiniana, por ejemplo, la presencia de placas de colesterol conocidas como
placas de Hollenhorst. Dependiendo de la extensión del daño causado por la falta de oxígeno en la
retina, es posible que se produzca un bloqueo en el flujo sanguíneo de la arteria central de la retina o en
una de sus ramas.(Giltner et al., 2016)
En ciertos individuos, especialmente aquellos que sufren del síndrome isquémico ocular, el hecho de
ser expuestos a luces intensas puede desencadenar los episodios, debido a que la obstrucción severa de
la arteria carótida interna del mismo lado provoca una reducción en el flujo sanguíneo hacia la retina,
lo cual a su vez genera una carencia en el suministro sanguíneo a los fotorreceptores de la retina. Como
resultado, la combinación de esta disminución en el abastecimiento vascular y un aumento en la
demanda metabólica desencadena la presencia de una visión borrosa o disminuida en estos
pacientes.(Tan et al., 2022; Tripathy et al., 2015) La visión generalmente regresa a su estado habitual
después de que los fotorreceptores se hayan completado la hiperpolarización. Durante el examen del
fondo de ojo, es común observar que las venas en la retina se presentan dilatadas y con una forma
tortuosa, mientras que las arteriolas tienden a estar estrechas, y se pueden encontrar hemorragias en
zonas medias de la retina. Cuando la falta de flujo sanguíneo persiste, la falta de oxígeno en los tejidos
progresa, lo cual resulta en la formación de nuevos vasos sanguíneos en el iris, en el ángulo de la cámara
del ojo, en la retina y en el disco óptico. El dolor en los ojos es una característica única de la enfermedad
que comúnmente se alivia cuando la persona se encuentra acostada boca arriba. Este resultado en
particular se produce cuando las ramificaciones del nervio trigémino que abastecen de sangre a las áreas
ocular y orbitaria experimentan un flujo sanguíneo insuficiente, conocido como isquemia.(Tazin et al.,
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2022) El enfoque principal del tratamiento se centra en gestionar y abordar en primer término los
factores de riesgo vasculares subyacentes, incluidos la hipertensión, la diabetes y la
hiperlipidemia.(Hayreh et al. 2014)
CONCLUSIONES
Si no se identifica ni se aborda debidamente la amaurosis fugaz, existe la posibilidad de que el paciente
pueda enfrentar en el futuro la grave consecuencia de un accidente cerebrovascular. En un periodo de
12 meses, es probable que ocurra un accidente cerebrovascular significativo en la mayoría de los
pacientes que no reciben tratamiento para placas importantes en la arteria carótida. Las personas que se
someten a una endarterectomía carotídea generalmente tienen buenas perspectivas, sin embargo, todavía
existe la posibilidad de que ocurran eventos cardíacos adversos. Los pacientes que experimentan un
derrame cerebral suelen contar con un pronóstico que se considera no muy favorable.
La amaurosis fugaz, que es una pérdida temporal de la visión en uno o ambos ojos, puede ser
considerada como un indicador o advertencia temprana de la posibilidad de sufrir un derrame cerebral
en un futuro cercano. La primera prueba recomendada para evaluar si existe estrechamiento en la arteria
carótida es la ecografía. Es crucial que, si a una persona se le diagnostica amaurosis fugaz, sea remitida
inicialmente a un neurólogo para corroborar el diagnóstico y evaluar si presenta alguna otra deficiencia
neurológica.
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