pág. 5502
colaborativa, consensuada y planificada además que no quiere decir que por implementar cualquiera de
las intervenciones educativas va a funcionar, tiene mucho que ver las estrategias utilizadas, las
características del público (Lozano et. al, 2013). Una vez realizado un análisis a detalle de los resultados
obtenidos durante la investigación se ha encontrado que:
En primera instancia, existe una correlación entre la neurodivergencia y las tecnologías, pues de
acuerdo a lo obtenido, el estudiantado se sintió motivado a aprender debido a las temáticas y
metodologías empleadas las cuales incluían a las TIC, revelando y confirmando que las tecnologías son
una pieza clave y complementaria a la hora de desarrollar habilidades socio-comunicativas como primer
acercamiento a la realidad e impulsarlos a llevarlo a la vida diaria. Con este resultado también se
confirma lo mencionado por Lehman en 1998, demostrando que, en efecto, el estudiantado con TEA,
presenta una gran atracción por el uso de las TIC debido a que son personas más visuales y les permite
sentirse en un ambiente controlado (Lozano et. Al, 2013; Hardy, Ogden, Newman & Cooper, 2002;
Moore & Taylor, 2000; Neale, Leonard & Kerr, 2002, citado por Lozano et. al. 2013).
En el presente estudio se pudo observar y analizar un mejor desempeño y avance en el desarrollo de
habilidades socio-comunicativas en el estudiantado con TEA/Asperger, en comparación con los que
tienen TDAH.
Además, se resaltó la importancia de la implementación de este tipo de intervenciones educativas
sustentadas desde la neuropedagogía para el apoyo y desarrollo de habilidades esenciales no sólo para
la vida académica, sino que también para un desarrollo integral dentro de la sociedad del estudiantado.
Pues como bien menciona Lozano et. al, (2013a), estas intervenciones tienen que ser adecuadas a las
necesidades de los participantes, así como también deben ser llevadas a cabo de manera colaborativa,
consensuada y planificada, y que esta intervención implique una mejora a la calidad de vida.
Así mismo, se encontró que, la forma en la que se planeó el curso, el cual basaba su metodología y
planeación en los diferentes tipos de aprendizaje del estudiantado, fue de gran beneficio, pues, como lo
mencionan Roldán Prieto (2018), Blanco-García et. al, (2015), Schneider (2017) y Paideia (2019), las
personas con autismo y TDAH tienen tres tipos de aprendizaje: Auditivo, Visual y Cinestésico, por ello,
dentro de la plataforma del curso, se organizó mediante textos, videos, imágenes interactivas y
presentaciones, así como también en el curso presencial, se utilizaron videos, así como presentaciones