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Sin embargo, actualmente en algunos países como Ecuador los niveles de lectura en los estudiantes son
bajos, ya que poseen menos horas de lectura, es decir, los estudiantes, en términos generales, leen
aproximadamente un libro completo y dos libros incompletos por año. En las actuales evaluaciones de
acuerdo a PISA-D, se evidencio bajo nivel de comprensión lectora en los educandos de los distintos
años de Educación General Básica; los resultados muestran que los educandos de los distintos niveles
educativos solo “Pueden reconocer la idea principal de un texto, la comprensión de las relaciones, o
interpretar su significado dentro de una parte limitada del texto” (INEVAL, 2018, p. 43), demostrando
así que no están en un nivel donde tengan la capacidad de resumir la información, interpretarla y realizar
una reflexión sobre el texto presentado.
El conflicto de leer en Ecuador pertenece al método dominante de herramientas tradicionales enfocado
en aprender de memoria, en la poca comprensión de los niéveles de lectura y de la realizada social
donde se desenvuelven los estudiantes y docentes, otra causa se debe a que el Estado no se ha esforzado
lo suficiente por otorgar a los estudiantes información y medios de calidad para motivarlos a realizar
lecturas y que la consideren importante en sus vidas; a raíz de este panorama en este país se presentó
gran cantidad de alumnos sin tener posibilidades de ingresar a las instituciones universitarias por
obtener puntuaciones bajas en rangos establecidos con respecto a evaluaciones sobre la comprensión
lectora del INEVAL. Por lo antes expuesto la comunidad educativa del Ecuador requiere de forma
frecuente e inminente un apoyo hacia los estudiantes donde se sientan motivados a retomar la lectura
como un aspecto relevante en el progreso de su educación, ético e investigativo y donde analicen,
activen sus conocimientos expresando sus propias ideas del tema leído (Vizuete & Vilcacundo, 2014).
En la provincia de Pichincha a pesar de las campañas educativas que se realizan por parte de autoridades
para fortalecer los hábitos de lectura y escritura, las cuales no han obtenido el éxito esperado, ya que la
práctica de la lectura va desapareciendo cada día, motivado a diferentes causas como por ejemplo:
desmotivación de los estudiantes a la lectura tanto es las escuelas como en sus hogares, los métodos
educativos tradicionales para realizar y comprender la lectura, poca asistencia de alumnos a las
bibliotecas de la provincia, la forma inapropiadas como los alumnos utilizan las redes sociales, entre
otros aspectos; lo cual ha traído como consecuencia que una gran cantidad de estudiantes tengan
deficiencias en los niveles de lectura (INEC, 2012).