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una relación con los demás, con el contexto y la cultura, construyendo colectividad. El arte en la primera
infancia resulta enriquecedor a nivel de desarrollo motor, cognitivo y emocional, y permite desde edades
muy tempranas, tomar contacto con el lenguaje cultural de la sociedad, a nivel internacional, nacional y
local. Por tanto, la educación artística en la primera infancia promueve el desarrollo integral y la
construcción de la identidad. El arte genera empatía, y favorece una manera de pensar abierta y libre, la
identificación de la persona y el reconocimiento y respeto del otro (Mendívil, 2011).
El arte, como forma de expresión del ser humano, es quizás una de las más bellas y puras y que enmarca
muchas de sus capacidades: estéticas, espaciales matemáticas. Por tanto, pintar, dibujar y modelar,
son acciones muy significativas para los niños dado que, tal y como afirma Olson (2003), la expresión
visual es su primer lenguaje. Así, a través del arte, los niños y las niñas pueden comunicarse, expresar
emociones y representar el mundo que les rodea desde su perspectiva única y con ella adquieren la
habilidad de transformar ideas y sentimientos en formas visuales, adquiriendo un criterio estético en el
arte y en la vida en general, y entienden que cada obra refleja su propio contexto histórico (Eisner, 2004).
El arte puede complementar el desarrollo del lenguaje la comunicación en edades tempranas podríamos
tener un impacto positivo en su capacidad lectora, igualmente al desarrollar creatividad y habilidades
para pensar de una manera innovadora podría ampliar su capacidad para comprender y analizar textos
de manera creativa y por no crítica, además si el arte les permite expresar sus propias emociones frente a
su entorno ,los estudiantes podrían conectarse emocionalmente con la lectura y relacionarse con los
personajes de lo que leen de manera más profunda, cuando a través de arte se enmarca con la estética el
estudiante podría ser más selectivo, es decir escogería lecturas de mejor calidad, cuando decimos que
cada obra refleja su propio contexto le permite relacionarse comprensivamente con la sociedad el
mundo que los rodea.
Gardner (1995) afirma que: Durante los primeros años de vida, el niño se ocupa desarrollar sus
facultades sensoriales y motrices básicas, así como de la tarea paralela de construir su conocimiento del
mundo físico y social. Estas actividades son sin duda un requisito previo de la actividad artística, por
ejemplo, porque hacen que el niño descubra diversos medios de comunicación, pero no están conectadas
con las artes en ningún sentido fundamental (p. 234). Esto se debe a que, las artes se relacionan íntegra
y exclusivamente con los sistemas de símbolos con la manipulación y la comprensión de diversos