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De forma general, América Latina promueve la inclusión educativa desde la primera infancia, pese a
ello, no todos los países han logrado cambios positivos en este tema, pues debido a las diferencias
socioeconómicas de las naciones, los grupos vulnerables tienen menos acceso a la educación de la
primera infancia, misma que es fundamental para establecer la igualdad y garantizar la regularidad de
la educación, limitando las oportunidades para que ellos salgan de la pobreza y tengan una mejor calidad
de vida. Algunas de las principales limitaciones están relacionadas con: falta de ejecución de políticas
inclusivas en el campo educativo, limitación de recursos económicos y profesionales, déficit de
capacitación docente, escasez de materiales educativos adaptados, infraestructura deficiente, desinterés
por la inclusión, adaptación efectiva del currículo, entre otros. (Lozano, 2023)
Por ello sugiere que es indispensable el desarrollo de prácticas inclusivas en la formación docente, pues
el maestro como gestor del aprendizaje necesita herramientas para comprender las singularidades de
cada estudiante, valorar el proceso de aprendizaje antes que los resultados, generar entornos de
aprendizaje que favorezcan el desarrollo en todos y cada uno de los estudiantes, sin que sus condiciones
físicas, intelectuales y sensoriales, sean valoradas o catalogadas como obstáculos o problemas y generen
discriminación y apatía (Knight et al, 2018)
Así, los procesos de enseñanza-aprendizaje que se ejecutan en el sistema educativo inicial, son
fundamentales para el desarrollo educativo, siendo, la formación de docentes una prioridad del Estado
dada su influencia en la calidad de la educación impartida a los estudiantes en este nivel. Por ello, a
través de la gestión didáctica y la contextualización formativa, se busca potenciar las habilidades
necesarias en los maestros para lograr una educación efectiva y transformadora en el sistema educativo,
especialmente en la educación inicial, donde los maestros tienen un impacto directo en la inclusión
educativa, el aprendizaje y desarrollo de los estudiantes. Sin embargo, los procesos de enseñanza-
aprendizaje en la educación inicial en Ecuador enfrentan diversos desafíos, como la falta de recursos,
la brecha digital, la diversidad cultural y socioeconómica de los estudiantes, entre otros. No obstante,
también existen oportunidades para mejorar estos procesos a través de la implementación de
metodologías innovadoras, el uso de tecnología educativa, el fortalecimiento de la formación docente
continua, la participación activa de las familias; y el fomento de una educación inclusiva y equitativa.