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INTRODUCCIÓN
El presente artículo pretende poner de manifiesto la importancia que los padres de familia tienen en la
formación de hábitos de lectura de sus hijos desde casa, en una comunidad vulnerable de un municipio
serrano donde cohabitan grupos étnicos Naayeri y Wixarikas, así como un sector mestizo, lo cual sitúa
como punto fundamental la cultura de los sujetos y como esta interviene en los procesos lectores.
Los niños y niñas aprenden en casa lo que ven y lo que escuchan, toman de referencia a sus padres, lo
que hacen y dicen, sus costumbres, comportamientos y normas, la familia es el contexto que posibilita
la expansión, expresión y desarrollo de la subjetividad de todos sus miembro, por ello es importante
conocer a las familias y si existen en su cotidianidad las prácticas lectoras, visualizar los elementos que
ayuda o limita el fomento a la lectura desde el núcleo familiar, tomando en cuenta su contexto.
Baeza, (2000), señala que “La idea de familia, en particular de familia nuclear, como unidad social con
sus propios procesos evolutivos, remite a considerar a la familia como un segmento de un grupo más
amplio en un período histórico particular de tiempo. (pág. 1)
Según Scola (2012), la familia es un lugar educativo, “una comunidad de amor y de solidaridad
insustituible para la enseñanza y transmisión de valores culturales, éticos, sociales, espirituales,
esenciales para el desarrollo y bienestar de los propios miembros y de la sociedad” (p. 7).
La familia es el pilar para la creación y fomento del hábito lector, Gasol (2005) los niños por naturaleza
toman como referente a sus padres, los niños empiezan a leer a través de la voz de sus padres, cuando
les leen cuentos, narran historias, etc.; al escuchar estas narraciones de forma cotidiana va creando en los
niños el gusto por la palabra y también el deseo de nuevas historias, de manera que el libro, el adulto y
el niño forman un triángulo afectivo, que se queda inscrito en la mente del pequeño.
En los últimos años se han realizado investigaciones donde se pone de manifiesto la influencia de la
familia en el rendimiento educativo, en general, y en los hábitos lectores en particular.
Mayorga y Madrid (2014) en su artículo pretenden poner de manifiesto la importancia de la familia en
la educación y más concretamente en el proceso lector, partiendo del supuesto de que existe una relación
perene entre la función educativa de la familia y la de la escuela, marcando que la calidad de las
relaciones familia-escuela es y será invariablemente uno de los pilares primordiales que mantenga la
eficacia, eficiencia y pertinencia, esto es, el logro de la calidad de la educación.