PROPUESTA DE LIDERAZGO PEDAGÓGICO
DESDE UNA VISIÓN HUMANIZADORA EN LA
UNIDAD EDUCATIVA NUESTRA FAMILIA
PEDAGOGICAL LEADERSHIP PROPOSAL FROM A
HUMANIZING VISION IN NUESTRA FAMILIA
EDUCATIONAL UNIT
María Verónica Morocho Suquitana
Universidad del Azuay, Ecuador
pág. 9106
DOI: https://doi.org/10.37811/cl_rcm.v8i3.12064
Propuesta de Liderazgo Pedagógico desde una Visión Humanizadora en la
Unidad Educativa Nuestra Familia
María Verónica Morocho Suquitana
1
veromori@outlook.es
https://orcid.org/0009-0006-7822-2713
Universidad del Azuay
Ecuador
RESUMEN
El liderazgo pedagógico desde la visión humanista es comprendido como el acto de incidir en el alumno,
en base a un proceso dialógico y de afecto, con una praxis de la inteligencia emocional que es la llave en
el accionar docente. El objetivo del presente estudio fue caracterizar el liderazgo pedagógico de los
docentes de la Unidad Educativa Nuestra Familia desde una visión humanizadora. La metodología
aplicada, fue cualitativa, con un enfoque exploratorio - descriptivo y utilizando el método de
investigación acción. En esta investigación participaron 17 docentes, para obtener la información se
aplicó la observación estructurada, entrevista semiestructurada y grupos focales, la cual se realizó por
fases; primero se efectuó un diagnóstico de la caracterización de los maestros en cuanto al liderazgo
desde una visión humanista, en base a los resultados obtenidos se elaboró un plan de acción. Los
resultados revelaron que los docentes se enmarcan dentro de líderes humanistas, pues valoran la parte
emocional del alumno. En conclusión, el líder humanista enseña para la vida desde una mirada congruente
en una correlación de la teoría a la práctica, educando con el ejemplo para formar personas integrales
provechosas para la sociedad.
Palabras claves: liderazgo pedagógico, visión humanista, inteligencia emocional, trabajo colaborativo
1
Autor principal
Correspondencia: veromori@outlook.es
pág. 9107
Pedagogical Leadership Proposal from a Humanizing Vision in Nuestra
Familia Educational Unit
ABSTRACT
Pedagogical leadership from the humanistic vision is understood as the act of influencing the student based
on a dialogic process and affection, with a praxis of emotional intelligence that is the key to the teaching
action. The objective of this study was to characterize the pedagogical leadership of Nuestra Familia
Educational Unit teachers from a humanizing vision. The applied methodology was qualitative, with an
exploratory- descriptive approach using the research-action method. In this investigation, 17 teachers
participated. To obtain the information, structured observation, semi-structured interviews and focus
groups were applied. This was carried through phases; first, a diagnosis was made to characterize the
teachers in terms of leadership from a humanistic vision, and based on the obtained result an action plan
was prepared. The results revealed that teachers are framed within humanist leaders since they value the
emotional part of the student. In conclusion, the humanist leader teaches for life from a consistent look
in correspondence between theory and practice, educating by example to form integral people who are
beneficial to society.
Keywords: pedagogical leadership, humanistic vision, emotional intelligence, collaborative work
Artículo recibido 24 mayo 2024
Aceptado para publicación: 27 junio 2024
pág. 9108
INTRODUCCIÓN
“Los líderes tocan el corazón antes de pedir la mano”
Maxwell, J.
El camino del liderazgo, conlleva, involucrarse a un nivel más humano, de conexión con el otro, primando
conmover en las emociones de los demás, es decir actuar desde el corazón, mostrando interés genuino
y confianza para llevar una buena relación entre el líder y sus seguidores (Maxwell, 2007). Es así, que
nuestra naturaleza de seres sociables ha hecho que vivamos en relación con las personas, es por ello que
en toda labor humana interviene el liderazgo desde diversos campos como: el político, religioso,
empresarial, médico, militar, cultural y por supuesto en el ámbito educativo (Pfeffer, 2015); siendo
importante destacar un liderazgo eficaz en las prácticas educativas, actuando desde la coherencia entre
el hablar y actuar; enseñando con el ejemplo, firmeza y afecto (López y Gallegos, 2019).
De acuerdo a lo anterior, es menester resaltar que la inteligencia emocional en el liderazgo del
profesorado juega un rol relevante en los procesos de aprendizaje, puesto que, permite el acceso al
control de emociones, solución de problemas en situaciones diarias con los estudiantes, de tal modo,
que un maestro debe encontrarse emocionalmente bien, de esta manera, se verá reflejado en la felicidad,
disfrute y entrega de sus clases, potenciando la creatividad y motivación desde un enfoque dinámico
(Nail y Monereo, 2018). Por consiguiente, la conexión interpersonal y el conocimiento de la vida con
quién se interactúa, impulsa desafíos que inspiren, motiven y llenen de energía el actuar de una persona
(Gardner, H y Laskin E, 1998; Goleman et al., 2021;). En consecuencia, la presente investigación tiene
por objetivo caracterizar el liderazgo pedagógico de los docentes de la Unidad Educativa Nuestra
Familia, desde una visión humanizadora.
De esta manera, la inteligencia emocional se nutre mediante una correcta comunicación; esta acción
dialógica abre aristas de muchas competencias en el desarrollo del pensamiento y trabajo colaborativo
con un fin común; poniendo en marcha valores y cultivo de cualidades en la expresión interpersonal del
maestro y alumno con una relación de afecto positivo, responsabilidad ética, unitaria, colaborativa y
armonizadora, entendida desde la praxis de la pedagogía humanizadora para alcanzar un liderazgo eficaz
(Köhler, 2022; Velera-Villegas, 2017).
Por último, en la comunidad escolar se afirma de una participación colaborativa cuando los alumnos
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son los actores del aprendizaje con una perspectiva investigativa que va de lo individual a lo colectivo,
llevando a cabo un liderazgo organizacional (Leiva- Guerrero et al., 2022). Ante lo expresado, Flores-
Fahara et al. (2021) alegan que, el liderazgo docente impulsa una cultura colaborativa en un proceso
sistemático de trabajo conjunto para obtener resultados favorables del alumnado.
Liderazgo Pedagico
Se concibe al liderazgo pedagógico como la acción de encaminar y orientar a los estudiantes desde una
visión ética, humanista, democrática y crítica, enfocada desde la inclusión e igualdad social, se intenta
promulgar ser y hacer líder de líderes. Así pues, para llevar a cabo un liderazgo pleno, es importante
identificar el tipo de liderazgo que ejercemos; a continuación, nos preguntamos ¿qué líderes somos?
espontáneo, tradicional, democrático, autoritario, liberal o carismático; es primordial estar conscientes
del liderazgo que empleamos diariamente en nuestra práctica educativa. A partir de este análisis se
podrá decir, que un líder tiene que saber interpretar los pensamientos, los sentimientos, situaciones a
través de claves fundamentales como gestos, comportamientos, expresión corporal y facial (Ruiz,
2017).
La profesión docente amerita el amor a enseñar y ser los mediadores en el proceso educativo; para ello,
debemos centrar el liderazgo en el aprendizaje a una acción transformadora y compartida desde la
motivación, y el despertar la conciencia crítica (Ocampo, 2008). Al respecto, Darder (2015) en una de
sus obras mencionó la falta de liderazgo moral crítico de los docentes, de este modo, se debe considerar
esa cualidad humanizadora en donde se active la pasión por aprender y conducir a una práctica creativa
en la educación, y esta sea transformada.
Los líderes son personas que saben manejar las emociones y canalizarlas, por lo tanto, si no se da un
control propio, nada de lo que realice, funcionará adecuadamente. Los buenos líderes entienden y
gestionan sus emociones y las emociones de los demás, teniendo la capacidad de intervenir o influir en
las emociones de las personas de forma empática. En el liderazgo, la intervención de la inteligencia
emocional es de suma importancia para que el líder gestione la relación consigo mismo y con el otro;
de tal modo, que se genere un equilibrio emocional (Goleman et al., 2015).
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Por último, Carnegie (2019) afirma que, para ejercer un liderazgo real, es valioso considerar cuatro
cualidades: el optimismo, la alegría, la creatividad y la capacidad de superar los reveses que nos presenta
la vida. Además, plantea a la motivación como un eje para cambiar a las personas en una especie de
serendipia, en otras palabras, de hacer descubrimientos de poderes que se desconoce tenerlos. De igual
manera, Solanellas (2014) sostiene a la motivación, como el secreto para poder actuar en equipo y rendir
mejor, recalca en la autoconfianza, en ser generosos con el fracaso, y no dejar afectarse por las
situaciones vertiginosas que conllevan el mismo.
Importancia del Liderazgo Docente en el ámbito educativo
Uno de los pilares fundamentales en el liderazgo es, aprender a ser auténticos para ser más efectivos; así
mismo saber ser autodidactas, asumir responsabilidades para desenvolverse en cualquier contexto,
dicho de otra manera, mantener la esencia, sin importar la situación a resolver. Ser auténticos líderes en
el campo educativo es, actuar aplicando conscientemente valores y principios, esto requiere mucho
coraje y honestidad con uno mismo. Así se mostrarían líderes más humanos, manteniendo una dialógica
entre estudiante maestro, desarrollando la capacidad para escuchar críticas y comentarios; esto hace
que los docentes aprendan a comprender las críticas en vez de negarlas. Del mismo modo, los valores
van de la mano con el liderazgo, ya que, deben reflejarse en el accionar de los docentes y crear equipos
de apoyo entre compañeros de trabajo para fortalecer la sintonía, enarbolando la empatía con los
objetivos planteados (Harvard Business Review, 2019).
Por lo antes expuesto, Vigotsky (1978) considera, al ser humano como un ser social por naturaleza, que
vive en una continua interacción entre vínculos dialécticos; igualmente, Piaget (1969) afirma que el
trabajo en equipo, desarrolla la independencia intelectual, genera empatía, organización, disciplina,
pensando en función de una realidad compartida. En la misma línea, y de mayor envergadura, el trabajo
colaborativo, abre situaciones interactivas de aprendizaje, se afianzan lazos de amistad, aumenta la
autoestima, valores y competencias sociales (Coll et al., 1993; Díaz - Barriga y Hernández, 2002).
Por esta razón, el liderazgo es una peculiaridad primordial en el ámbito educativo, ya que propone una
mejor comprensión de la dinámica de una institución, de manera colaborativa, primando el trabajo en
equipo para cumplir metas en común. Desde este enfoque se plantea un liderazgo transformacional, el
cual contribuya a una mejora de resultados en el proceso de enseñanza y aprendizaje de los discentes
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(García-Martínez y Cerdas-Montano, 2020). Asimismo, se debe hacer énfasis en la mediación del
docente y el acompañamiento continuo; además en la socialización, reflexión de los éxitos y dificultades
alcanzadas para ver una realidad escolar, en la que posibilite la construcción de nuevos aprendizajes
flexibles e innovadores que permita anclarse a las expectativas de los estudiantes, partiendo desde la
intervención de la comunidad educativa, teniendo presente los cambios inherentes del entorno actual,
es decir, aquí es donde debe hacer presencia la resiliencia pedagógica (Romero et al., 2020).
El liderazgo en el aula se contempla por el aprendizaje de los estudiantes en su trabajo de mayor
complejidad, nitidez y claridad. Debido a esto, el liderazgo del maestro amerita el cultivo de habilidades
enriquecedoras en los alumnos, empoderando sus capacidades y destrezas susceptibles de explotar. De
la misma manera, un líder ocupa un rol transformador e inventor de nuevas prácticas educativas,
ocasionando un dinamismo en grupos para que los estudiantes participen; así pues, profesar el liderazgo,
tiene por su esencia, relacionarse con las personas, ya que no es solo como un recipiente estático, sino
que fluctúa como un agente dinámico que asimila, anima, asesora y media en el aprendizaje,
caracterizado por ser activo, variado y participativo (Gómez, 2017). En consecuencia, para un eficaz
liderazgo educativo, debe existir un compromiso de trabajo en conjunto, poniendo en práctica valores
como responsabilidad, confianza y ésta resulte una cohesión en toda la comunidad educativa (Pino y
Pasmanik, 2021).
En definitiva, otra de las claves substanciales en una organización educativa se enfoca en un liderazgo
inspirador, donde el rol del líder es, llevar a las personas a un lugar, en el cual no pensaban poder llegar
por solas, es por ello que se necesita un trabajo dual, dispuesto a dar todo lo posible y con un deseo
firme de sobrellevar cualquier adversidad. Las cualidades de este tipo de líder deben prestar atención a
diversas situaciones, es decir, estar alerta, ser paciente, ser una persona constructora de confianza, ser
generoso con los elogios grupales, recompensar al equipo en su conjunto; no individualmente, destacar
los talentos, ser entusiasta y reconocer públicamente la dedicación del otro (Carnegie, 2019).
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Finalmente, un líder debe tener buenas relaciones sociales con el grupo que labora, este puede ser con
sus directivos, compañeros, docentes o estudiantes; así pues, el trabajo cooperativo y colaborativo ayuda
a conseguir los objetivos planteados por la organización (Rodas y Pérez, 2021).
Realidad del liderazgo pedagógico en nuestro contexto
Hoy en día, la educación en el Ecuador amerita ser innovadora y estar sujetos a cambios constantes y
continuos (Constitución de la República del Ecuador 2008, 2015). En este contexto el liderazgo
transformacional educativo esen boga, pues se caracteriza por llevar una buena relación entre el líder
y seguidores. De este modo, el liderazgo de un maestro debe caracterizarse con un perfil flexible, activo,
individualizado, intercultural, práctico y participativo. Es necesario recalcar como esencia a la
participación activa de todos, no solo el protagonismo del docente, es decir, se propone un espacio
versátil y adaptable encaminado a situaciones con actividades colectivas, participativas y cooperativas;
aquí el liderazgo puede tener protagonismo, comprendiendo que un salón, no sólo es un espacio físico,
sino también social y emocional, donde convergen distintas personalidades, sentimientos y aspiraciones
(Argos y Ezquerra, 2014).
Por lo antes dicho, Barba y Delgado (2021) expresan que, el liderazgo desde la gestión educativa en
nuestro país, debe focalizarse en la motivación, con el objetivo de mejorar el trabajo laboral, en base a
una actualización y formación de maestros, por ende, obtener mejores resultados en los estudiantes para
así fomentar la calidad educativa, encaminando un liderazgo eficaz que se direccione en lo moral y ético,
e incentive alcanzar objetivos individuales y comunes. Además, rediseñar la organización de la
comunidad educativa, partiendo de un desarrollo personal de cada uno de los educadores; gestionando
las prácticas de ambientes de trabajo, a la vez que se las supervisa y retroalimenta, buscando alcanzar el
ideal transformacional en el sistema educativo.Siendo así, Cabrejos y Suárez (2019) demuestran que,
dentro de nuestro marco educativo, desde la visión de un liderazgo transformacional; los líderes crean
una mirada novedosa, coexisten en una misión basada en la comunicación y un vínculo estrecho con sus
empleados, de manera que alcanzan una coherencia entre sus valores y creencias. Por consiguiente, una
acción compartida debe reflejar, una motivación significativa institucional, a la vez que, una
mayor productividad en los maestros. También se da realce a un liderazgo auténtico basado en la justicia
y en la moral para ejercer una praxis social congruente con lo que se promulga y lo que se practica,
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impulsando un ambiente ético, en donde se diversifique a la educación; este desarrollo de liderazgo
auténtico se acerca a conocernos conscientemente, el saber manejar una introspección y una diafanidad
interactiva de equidad entre el maestro y estudiantes, con el propósito de generar prácticas vivificantes
(Unda y Lupano, 2020).
Obstáculos para emprender un liderazgo docente efectivo
Las brechas que obstaculizaron una eficacia en el liderazgo docente en los últimos dos años fueron
reforzadas por la COVID 19, donde se evidenció una carencia de infraestructura, recursos tecnológicos,
escasos materiales didácticos, insuficientes insumos de bioseguridad, por ende, se limitó roles y
estrategias a líderes pedagógicos (Mena y Carmen, 2022). Ante lo expuesto, la tarea del docente hace
que la dinámica del aula tenga mayor sentido, con el fin de salir de los reveses presentados y emprender
un estilo de liderazgo adecuado en este contexto ambiguo.
Por otra parte, podemos encontrar distintas barreras que impiden un liderazgo eficaz como la falta de
estrategias y oportunidades dentro de las instituciones; también la carencia de capacitaciones de los
maestros con relación a la praxis del educador y educando de manera vertical, demostrando un
distanciamiento en el proceso de enseñanza y aprendizaje (Maureira et al., 2019).
Así mismo, González et al. (2019) consideran un impedimento para una educación efectiva, el mantener
creencias caducas sobre la diversidad en la escuela; en consecuencia, los resultados han sido la
marginación y desigualdad entre los alumnos provocando segregación, deserción y exclusión, aspectos
que se refieren a la pobreza del conocimiento, escasa formación de docentes en el ámbito a la diversidad,
falta de metodologías activas, estrategias inclusivas y la insuficiencia de recursos. Esto impide un
auténtico liderazgo, y la solución para mejorar la escuela persiguiendo el éxito en las prácticas
educativas diversificadas que tienen como responsabilidad los educadores.
Para erradicar las dificultades en el quehacer de un liderazgo efectivo, se debe actuar en una calidad
educativa que vislumbre a la diversidad, autoconocimiento, capacitación constante, habilidades para
un futuro, equidad de género, diversidad; priorizando a las metas educativas que conduzcan hacia
cuatro pilares: aprender a conocer, aprender a hacer, aprender a convivir juntos y aprender a ser (Vaillant
y Rodríguez, 2018). De la misma manera, Palacios et al. (2020) afirman que, para alcanzar la calidad
educativa, las instituciones deben efectuar diversas propuestas alternativas, con el propósito de
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conseguir la eficacia a través de planes de mejoras en los distintos niveles de la educación como es la
evaluación, encaminado a un proyecto de calidad integral.
El liderazgo desde una pedagogía humanizadora
Pensar en un liderazgo humanizador no es simplemente sujetarse a tareas, normas o acciones que
conlleva la gestión de la comunidad educativa, sino focalizar a los seres humanos como piedra angular
de dicha organización, quienes serán los que vayan sembrando y desarrollando cimientos sólidos para
enfrentar un mundo vertiginoso. Por ello, se debe abrir las puertas a una humanización del liderazgo que
considera la equidad y justicia como medidas paralelas de oportunidades para todos, y todas valorando
la interculturalidad y diversidad desde varios ámbitos, y dentro de ellos a la educación. Así pues, en este
marco se debe emplear el escucha activa para generar confianza, por ende, enseñar a escuchar, es enseñar
a dialogar; esto significa interesarse por el otro, desarrollar la capacidad de empatía como un soporte
emocional para no vivir en soledad. Quien tiene las cualidades de un líder humano mira, siente, ama,
sueña de otra manera, no se sujeta al individualismo, sino a la cooperación mediante la participación
desde un trabajo con el corazón (Bermejo y Martínez, 2012).
En la misma línea, las relaciones humanas en el liderazgo tienen como meollo a la comunicación y el
contacto con otras personas, en un aprendiendo a convivir juntos para comprender al otro, empleando
valores, aceptación y apreciación de la diversidad, en un valor e interés genuino por el prójimo (Cadena,
2018). Además, es necesario considerar que el maestro como prototipo tiene la capacidad de influir en
sus estudiantes para que logren metas u objetivos, es quien guía hacia un propósito en común. Por esto,
un gran líder es quien produce transformaciones partiendo desde una realidad en el aula para poder así
cambiar su entorno, los cuales se reflejarán en los resultados que se plantearon como objetivos a
cumplir, de tal modo que un liderazgo humanista no es coercitivo, no oprime al otro, más bien es
alternativo, se enfoca en una gestión educativa, buscando un camino de mediación y de enriquecimiento
mutuo (Rojas et al., 2020). Lo antes expresado, nos conduce a una visión de educación humanizadora,
en la cual prime la vida y la paz a favor de la justicia social, educando para la resolución de conflictos
y en contra de todo tipo de violencia. Educar para enseñar a pensar por sí mismos, es decir, conducir a
una democratización del conocimiento, con el fin, de desarrollar un pensamiento crítico y autonomía
para la participación activa e independiente, apegada a los principios de los derechos humanos, donde
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los maestros sean reflexivos sobre la práctica educativa que ejercen, en un proceso de conciencia moral,
partiendo de la mediación con sus estudiantes (González, 2013). En efecto, desde un liderazgo
humanizador, el maestro que enseña amorosamente es un pilar en el cual se sustenta la transformación,
es decir, quien ama enseñar, siempre va a sentir una satisfacción y necesidad de innovar sus prácticas
de enseñanza, ya que tiende a una asimilación de conocimiento que aporte una ventaja diferencial a sus
aprendices, tanto dentro como fuera de la escuela. En este sentido, sobresale uno de los valores como
la humildad del maestro para aprender diariamente, bajo una perspectiva enseñanza - aprendizaje, donde
este deba ser: flexible, abierto a críticas, que se respeta a sí mismo, cultivando asiduamente tanto su
mente como su cuerpo, teniendo presente que el alumno será influenciado más que con sus discursos o
sentencias, sería con su vivo ejemplo (Kohan, 2020).
Otro elemento relevante, es la congruencia entre la teoría y la praxis con la convicción de un aprendizaje
para la vida, en el cual, el discente aprende haciendo, teniendo presente que estos deben emprender un
trabajo investigativo ligado a los cambios estructurales de una sociedad globalizada y opresiva,
entendiendo a la educación como un acto interdisciplinario político, epistemológico y creador inherente
en el desarrollo del estudiante. Además, de poner en práctica cualidades de mucha envergadura por parte
del maestro, como la amorosidad al interactuar con sus alumnos abriendo espacios dialógicos de
procesos de escuchar activamente, comprendiendo al otro. Ésta es la esencia de una pedagogía
humanizadora que establece una relación horizontal, enriqueciéndose de valores como la humildad,
esperanza, confianza, respeto a los saberes de los estudiantes, reflexión crítica sobre la práctica docente
y una conciencia de inacabamiento, puesto que todo ser humano es un sujeto cultural, histórico e
inconcluso, ya que está en constante aprendizaje cada día (Elisalde, 2020; Escobar, 2012; Freire, 1970;
1976; 2010).
Estado del Arte
En ciertas regiones de Latinoamérica, precisamente en Puerto Rico, se evidenció una relación
significativa entre el estilo de liderazgo del director con la motivación de los maestros y maestras de la
generación millennials (Hernández, 2021); Por otro lado, según Yangali y Torres (2020) determinaron,
la correlación entre la percepción del liderazgo directivo y el aprendizaje estudiantil en instituciones
educativas de Perú. En la misma localidad, investigaron la influencia de la gestión educativa y liderazgo
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pedagógico de los directivos en el desempeño docente (Hidalgo y Orbegozo, 2019). De la misma
manera, en Chile, se dio una aproximación teórica del liderazgo transformacional desde la perspectiva
de la pedagogía humanista, esta brindó una alternativa a la educación superior en la búsqueda de nuevas
maneras de formar a un ciudadano integral, ético, consciente y comprometido con su realidad social
(Rojas et al., 2020). En el mismo lugar, Leiva- Guerrero y Vásquez (2019) observaron que, existe una
presencia fluctuante y discrepancia entre los docentes y modelos de acompañamiento docente. Por su
parte, en España, un estudio demostró que, existen diferencias en la evidencia percibida de las
dimensiones del liderazgo entre agentes, con puntuaciones más altas para directores y jefes de estudios
en comparación a la del profesorado (González et al., 2020); en la misma línea, Llorent-Bedmar et al.
(2017) afirman que, la mayoría de los directores investigados ejercen buenas prácticas de liderazgo
pedagógico, pero sigue preponderando la mala entendida libertad de cátedra y el individualismo en las
prácticas docentes en contextos desfavorecidos.
Finalmente, Jaramillo y Troya (2019) realizaron un estudio sobre, el impacto o modelo de liderazgo
pedagógico en las Comunidades de Aprendizaje en Ecuador, encontrando que los estudiantes han
transformado sus aulas en ambientes de aprendizaje; directivos y docentes han convertido bodegas en
bibliotecas y zonas para sus Tertulias Pedagógicas. En el mismo lugar, Wahab et al. (2019), mostraron
la existencia de una relación significativa entre la práctica de liderazgo de instrucción del director y el
desempeño de los maestros.
METODOLOGÍA
Diso
La metodología de esta investigación, fue de tipo cualitativa, puesto que manifiesta una forma activa
entre los hechos y su interpretación; siendo flexible, ya que, se realiza de una manera cíclica, susceptible
de llevar una modificación en cualquier fase. Por lo cual, en esta indagación, la muestra, la recolección
y el análisis, transitan de manera sincrónica, encaminado a una exploración de lo particular a lo general;
comprendiendo y excavando la perspectiva de las personas a investigar (Guerrero, 2016; Hernández -
Sampieri et al., 2014). Además, este estudio, se vale desde un enfoque exploratorio, pues su propósito
es, examinar un asunto o problema con muchas incertidumbres o fenómenos desconocidos, con el fin de
adquirir información de un contexto particular (Hernández - Sampieri et al., 2014). En la misma línea,
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se direcciona en una investigación descriptiva, ya que se reseñan características relevantes de un
fenómeno de estudio, y es la base para otras investigaciones (Bernal, 2010). Para terminar, el método
aplicado fue la investigación acción, que tiene una característica cíclica, como una especie de espiral,
de autorreflexión que se adentra en un análisis y revisión del problema con el propósito de mejorar
cualquier situación. Durante este análisis se pone en praxis la interacción con nuevas personas, cuya
finalidad persigue la mejora personal para convertir a la sociedad de un modo colaborativo (Latorre,
2015).
Participantes
Los participantes de este estudio fueron 17 docentes de la Unidad Educativa “Nuestra Familia” ubicada
en la ciudad de Cuenca, provincia del Azuay, quienes pertenecen al nivel de preparatoria, básica
elemental, básica media, básica superior y bachillerato en las distintas asignaturas que se desenvuelven;
Esta población fue seleccionada con base al juicio del investigador. Tal como se muestra en la Tabla 1.
Tabla 1 Características de los participantes
Variables
%
Sexo
Masculino
29,4
Femenino
70,6
Nivel
Inicial
17,7
EGB
58,8
BGU
23,5
Formación Académico
Tercer Nivel
88,2
Cuarto Nivel
11,8
Años de experiencia
1 5
35,3
6 10
23,5
11 15
17,6
15 20
17,6
Más de 20
6
Nota: Esta tabla muestra las características de la población que participó en el proceso de investigación.
Fuente: Autoría propia
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Consideraciones Éticas
Los integrantes de este estudio firmaron un consentimiento informado y se les entregó una copia de la
misma. Las técnicas aplicadas fueron registradas de manera anónima, así pues, la técnica de la
observación fue examinada mediante una lista de cotejo, la segunda técnica de la entrevista, fue grabada
en audio, las frases incompletas fueron empleadas con una guía de preguntas en una hoja y la tercera
técnica de grupos focales fue analizada en audio y video, las cuales fueron transcritas para un posterior
análisis. La investigación fue de carácter reservado, cuidando la identidad de los participantes.
Es necesario recalcar que las herramientas de recolección de datos fueron previamente revisadas y
validadas por dos expertos en el área cualitativa.
Procedimiento
Para una mejor comprensión de los lectores, el presente estudio se ha realizado mediante fases, mismas
que se describen en las siguientes líneas.
Fase 1: Evaluación de la percepción de los docentes sobre el liderazgo de la Unidad Educativa
Nuestra Familia
Para evaluar la percepción de los docentes con respecto al liderazgo, se planificó un cronograma para la
recolección de datos mediante instrumentos como: diario de campo, entrevistas y grupos focales,
mismos que se realizaron de manera presencial.
Fase 2: Análisis de la información recolectada en la fase 1
Una vez terminadas las observaciones, las entrevistas y grupos focales, se procedió a realizar el
respectivo análisis.
Fase 3: Diseño e implementación de la propuesta
Con los resultados de la fase 2, se diseñó una propuesta, con el fin de cubrir las necesidades encontradas
en las fases anteriores; posteriormente, se aplicó un plan de acción. En este punto es necesario reiterar
que previo a la aplicación, la propuesta fue validada por un grupo de expertos en la temática.
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Fase 4: Evaluación de la implementación de la propuesta
Una vez implementada la propuesta, se procedió a realizar la respectiva evaluación, mediante un grupo
focal.
Técnicas de recolección de la información
Para un mejor hilo conductor del lector, este apartado también se desarrolló siguiendo las fases descritas
en los apartados anteriores.
Fase 1: Evaluación de la percepción de los docentes sobre el liderazgo de la Unidad Educativa
Nuestra Familia
La observación estructurada: De manera preliminar se aplicó la observación estructurada. Aquí el
investigador define con claridad y delimita las conductas que van a ser observadas para luego ser
registradas, además que es adecuada para dar detalles de las personas a observar; así pues, se empleó la
técnica del muestreo no probabilístico, específicamente el muestreo por juicio, que busca obtener un
modelo de elementos convenientes; la población fue seleccionada con base en el juicio del investigador,
quien elige los elementos que incluirán en la muestra porque considera que son importantes para dicho
estudio (Malhotra, 2008). Ante lo expresado, se consideró para la aplicación de la técnica, la
participación de los docentes de la Unidad Educativa Nuestra Familia, que estuvieron en el lugar, tiempo
y momento adecuado, es decir, primó la comodidad de los participantes. El instrumento que coadyuvó
para esta técnica fue el diario de campo, que se considera una herramienta versátil usada por los
investigadores con el fin de llevar distintas anotaciones al momento de ejecutar el trabajo de campo
(Hernández-Sampieri, 2018).
La entrevista semiestructurada: En la entrevista semiestructurada estuvieron inmersas las técnicas
facilitadoras y proyectivas, como las frases o historias incompletas desde un enfoque del Insights; que
reveló las formas de pensar, sentir y actuar con una mirada del conocimiento profundo y psicológico.
Esto permitió involucrar los valores, creencias, actitudes, motivos, expectativas y deseos de los
participantes. Con ello, se trató de excavar en las emociones y sentimientos más recónditos, en aquellos
pensamientos no confesados mediante un clima de libertad y confianza (Quiñones, 2014). La técnica
para este instrumento fue la guía de entrevista que se conformó por 27 preguntas, mismas que fueron
validadas por un experto.
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Los grupos focales: Por su parte, para llevar a cabo los grupos focales se aplicó la entrevista
semiestructurada, en donde el investigador propone una variedad de temas que fueron trabajados en el
transcurso de la entrevista de una forma interactiva jugando deliberadamente sobre el orden de la
presentación de los temas y la manera de manifestar la interrogante. Otra característica del grupo focal,
se basa en una especie de entrevista abierta o de profundidad, donde todos dan una opinión grupal en
base a un intercambio de criterios sobre la discusión de un tema (Batthyány y Cabrera, 2011). Por lo
tanto, la guía del grupo focal estuvo conformada por nueve preguntas, validadas también previamente
por un experto.
Fase 2: Análisis de la información recolectada en la fase 1
En esta fase se empleó un cuadro de categorías de análisis.
Fase 3: Diseño e implementación de la propuesta
En esta fase se ejecutó un plan de acción.
Fase 4: Evaluación de la implementación de la propuesta
El instrumento utilizado fue el grupo focal, que se caracteriza o define como un espacio de discusión
abierta que permite dialogar sobre un tema específico, compartido y vivido por medio de experiencias
comunes (Hernández-Sampieri, 2018). La guía del grupo focal empleado para este estudio, estuvo
compuesto por tres preguntas, mismas que pasaron por el respectivo proceso de validación de expertos
en la temática.
RESULTADOS
Fase 1: Evaluación de la percepción de los docentes sobre el liderazgo de la Unidad Educativa
Nuestra Familia; y Fase 2: Análisis de la información recolectada en la fase 1.
Para el análisis de la información recolectada en esta fase, se realizaron tres codificaciones
(Hernández-Sampieri, 2018):
1. Codificación abierta: Lectura minuciosa de las transcripciones para identificar la información
saturada y que pueda agruparse en una sola categoría.
2. Codificación axial: Hallar categorías significativas para cada código y realizar una primera
categorización.
3. Codificación selectiva: Delimitar las categorías centrales para cada código que expliquen el
pág. 9121
fenómeno de análisis. Las categorías obtenidas con los respectivos resultados, se muestran en la
Tabla 2.
Tabla 2 Resultados de la fase 1
Relación interpersonal
(docente- estudiantes)
Relación intrapersonal
Relación interpersonal (docentes
docentes)
Se puede vislumbrar que los maestros
demostraron en gran parte:
Motivación, atención, paciencia,
presencia constante, interacción
dialógica, escucha activa, manejo
del grupo en relación a la
disciplina.
Falta de creatividad, alegría,
entusiasmo y ejecución del trabajo
colaborativo.
Manejo de un liderazgo
espontáneo, carismático,
democrático y humanista.
Afabilidad al enseñar y humildad
del educador.
Dominio de los conocimientos.
Los resultados reflejaron que
los docentes:
Saben manejar sus
emociones.
Son competentes con sus
relaciones laborales.
Resuelven problemas en
cualquier situación.
Fomentan valores como la
empatía y el respeto.
Tienen aspiraciones, metas y
un pensamiento de
capacitación constante.
Vocación para enseñar.
Los resultados mostraron que los
educadores:
Son personas colaboradoras,
entusiastas, empáticas, sinceras,
responsables, amigables y
respetuosas.
Trabajan colaborativamente, en el
ambiente laboral.
Practican la humildad al aceptar
comentarios y sugerencias entre
compañeros.
Consideran que una capacitación
debe ser organizada, planificada y
anticipada.
Nota: Esta tabla muestra el análisis de la información en la fase 1.
Fuente: Autoría propia
Los resultados encontrados en esta primera fase, han demostrado que los docentes se encuentran
motivados al momento de ejercer su labor docente, también se caracterizan como profesores empáticos,
pacientes y entusiastas; brindando un seguimiento continuo a cada uno de los estudiantes, son flexibles
con una gran habilidad para la resolución de problemas, autogestión y autocontrol; además, son
apasionados por la docencia y enseñan con el corazón, es decir, está latente el manejo de la inteligencia
emocional; así mismo, se definen por tener una escucha activa, con valores y afecto, en un ambiente
institucional amigable y de confianza, destacando la inmersión en procesos de aprendizaje continuo.
Sin embargo, se revela que les hace falta trabajar de manera intencional, dentro de las aulas, a su vez
también fomentar el desarrollo de la creatividad en sus estudiantes; usar una mayor cantidad de
estrategias para trabajar las emociones y generar actividades que conlleven trabajo colaborativo de
calidad.
Con lo antes mencionado, se puede dar a conocer que los docentes de la Unidad Educativa Nuestra
pág. 9122
Familia, cumplen con varias características de tipos de liderazgo, visto desde el ámbito humanístico; por
otro lado, existe una carencia del trabajo colaborativo, empleo de cualidades de un líder, como la
motivación, creatividad, optimismo y alegría dentro de las prácticas educativas.
Fase 3: Diseño e implementación de la propuesta
El resultado de esta fase es el diseño de la propuesta y la implementación de la misma que se describe
a continuación:
La propuesta de intervención se basó de acuerdo a los resultados obtenidos en la primera fase, esta
comprendió de tres talleres, cuya finalidad perseguían los siguientes objetivos: El primero, implementar
cualidades necesarias que tiene que manejar un buen líder educativo; el segundo, ejecutar trabajos en
equipos en los procesos de enseñanza y aprendizaje para mejorar el ambiente escolar y la creatividad; y
el tercero, reforzar una pedagogía humanizadora en base al amor a enseñar.
Para el procedimiento de los talleres se les entregó a los 17 participantes un tríptico explicando el día,
lugar, hora y los objetivos que se llevarían a cabo. A su vez, se informó las directrices a los participantes
con una semana de antelación, para que los maestros puedan organizarse con sus actividades y pudieran
asistir el 100%.
Los talleres fueron emprendidos los días lunes 23, jueves 26 y lunes 30 de enero del presente año, con
una duración de 40 a 60 minutos, donde hubo la participación y asistencia completa de los 17
participantes.
Fase 4: Evaluación de la implementación de la propuesta
Los resultados del grupo focal utilizado para la evaluación de la implementación de la propuesta se
muestran a continuación en la Tabla 3.
Es importante mencionar que se exponen, únicamente los resultados según cada una de las tres preguntas
de la guía del grupo focal.
pág. 9123
Tabla 3 Resultados de la intervención de la propuesta
Pregunta 1 ¿Qué sabían sobre las
cualidades de un líder, trabajo
colaborativo y pedagogía
humanizadora?:
Pregunta 3 ¿Cómo van aplicar
en los procesos de enseñanza y
aprendizaje lo discutido en los
talleres?
Los resultados reflejaron que los
maestros:
Desconocían las cualidades de un
líder como la alegría, la creatividad,
motivación, optimismo y tipos de
liderazgo.
Consideraban algunos que no eran
deres.
Ignoraban algunos la importancia
del trabajo colaborativo, en cambio
otros daban la relevancia pertinente
en sus clases.
Manejaban de manera inconsciente
la pedagogía humanizadora,
primando la parte afectiva del
estudiante como alguien que siente
y cuenta con experiencias de
aprendizajes previos, al tiempo que
el maestro simplemente acompaña.
Los resultados revelaron:
Reforzar el trabajo colaborativo
para el desarrollo de
capacidades y aptitudes en las
diversas materias, con el fin de
mantener un ambiente activo.
Manejar un liderazgo
humanizador en base a valores
que ayuden para la vida en
diferentes contextos.
Escuchar activamente para
mejorar lazos de confianza y
afectividad.
Ser autodidactas y estar prestos
a capacitaciones constantes,
pues somos seres de
aprendizaje.
Emprender la pedagogía
humanizadora, puesto que,
refleja una conexión con la
inteligencia emocional, y ésta a
la vez permite un aprendizaje
significativo e interesante para
el alumno.
Nota: Esta tabla muestra el análisis del grupo focal después de la intervención.
Fuente: Autoría propia
Los maestros consideraron que los talleres impartidos sobre las cualidades de un líder, trabajo
colaborativo y pedagogía humanizadora, fueron en función a enriquecer y concientizar la praxis
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educativa, que se emprende cada día en los salones de clase. Así pues, priorizan la parte afectiva, el
manejo de la empatía, escuchar activamente, valores como la ética y la moral, el interés del estudiante
en su forma integral; no solo como un sujeto, sino como un ser humano que siente y piensa, valorando
sus aprendizajes. Por consiguiente, todos sabían trabajar con varios de estos lineamientos impartidos en
las charlas, evidenciando el manejo de la inteligencia emocional y un liderazgo humanizador.
Por otra parte, se dio importancia al trabajo colaborativo mediante un taller participativo, orientado
desde interrogantes tales como: ¿por qué y para qué proponemos el trabajo colaborativo en la escuela?;
esto dio a conocer el sentido y el valor del trabajo colaborativo para el presente y futuro de los alumnos,
explicando los beneficios y ventajas que resultan en los procesos de enseñanza aprendizaje, y por ende
en el aspecto social de la persona, favoreciendo el desarrollo de habilidades y destrezas, para enfrentar
un futuro en el ámbito profesional del ser humano.
Finalmente, los participantes enfatizaron necesario trabajar en sus clases, desde un enfoque de liderazgo
humanizador, siendo líderes motivadores, optimistas, alegres, creativos en una relación dialógica
horizontal, nutrida de humildad, esperanza y confianza, atendiendo individualmente a los alumnos,
manejando la inteligencia emocional en distintas situaciones que se presenten, ejecutando el trabajo
colaborativo; siendo conscientes, que todo esto ayudará a, desarrollar habilidades del pensamiento
crítico y comunicativo, fomentando el compromiso; mejorando el ambiente del aula en un clima
positivo, estrechando y fortaleciendo vínculos afectivos entre los actores educativos maestro alumno.
DISCUSIÓN Y CONCLUSIONES
El objetivo del presente estudio fue caracterizar el liderazgo pedagógico de los docentes de la Unidad
Educativa Nuestra Familia, desde una visión humanizadora. Al respecto, es de suma importancia, en el
sistema educativo conocer las características de liderazgo que posee un docente, ya que interviene en la
invención de una cultura de aprendizaje escolar, y ésta a la vez fomenta un aprendizaje social
(Lieberman y Miller, 2004). De este modo, la gestión y el liderazgo educativo tienen una estrecha
vinculación puesto que cuantiosos informes demuestran que los alcances en la calidad de la educación
tienen que ver con la influencia que ejerce el docente en los procesos de enseñanza y aprendizaje
(Wenner y Campbell, 2016).
Además, es sustancial recordar que este estudio se lo realizó desde una mirada humanista, la cual refiere
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la importancia del trabajo colaborativo desde un perfil ético; basado en valores que vaya más allá del
materialismo, es decir, se centra en el valor del ser humano, el manejo de la inteligencia emocional y la
responsabilidad del maestro para guiar a sus estudiantes, preparándolos para la vida (Aguilar y Alonso,
2015). De forma similar, Rojas et al. (2020) afirman que, desde el enfoque humanista en el ámbito de
la educación, se le concibe al discente como un sujeto libre, disciplinado, consciente, ético, integral;
capaz de transformar su entorno social, con la capacidad de cumplir objetivos para llegar a una
autorrealización. Por ello, se pretende el desarrollo de capacidades y destrezas para enfrentar un mundo
globalizado.
Con respecto a los resultados obtenidos en la fase diagnóstica, se encontró que los docentes se enmarcan
mayormente dentro del espectro humanista, pues consideran la parte emocional del alumno y se
encuentran motivados al momento de ejercer la docencia, por esta razón, Vidal et al. (2010), afirman
que, la motivación es un componente fundamental y multifacético, que maneja el maestro al desarrollar
el interés y entusiasmo de las acciones diarias dentro del proceso de enseñanza y aprendizaje, desde un
marco con altos niveles de motivación en los estudiantes. A su vez, el tener un trabajo estable, un clima
favorable, aplicar la colaboración, emprender una capacitación constante, perseguir una autorrealización
y ejercer una vocación para enseñar; son aspectos también encontrados en este estudio. Los docentes
también manifestaron ser empáticos, en este contexto, Moreto et al. (2014), mencionan que, la empatía
es una de las cualidades del enfoque humanista más relevante, puesto que, este valor debe ser trabajado
con el ejemplo, es decir, activando las neuronas espejos de los docentes para construir emociones y
habilidades como la comprensión y perspicacia. Con estas prácticas se pretende evitar el desgaste de la
empatía, y propiciar el hábito de este gran valor, buscando alcanzar el desarrollo de la madurez afectiva.
Además, en el nivel educativo, la empatía permite manejar relaciones óptimas interpersonales entre el
maestro y el alumno propiciando resultados en una interacción humana y comprensible, capaz de
comprender y participar en estados emocionales en común, en base a una comunicación asertiva, en
pocas palabras, aplicando la inteligencia emocional (Vital et al., 2020).
pág. 9126
Por otra parte, se halló que los docentes brindan seguimiento continuo a sus estudiantes, en este
escenario es clave recordar que, para tener una calidad de gestión educativa se debe trabajar en el
acompañamiento de los discentes, para generar una transformación escolar, en la cual los alumnos sean
seres activos con una mentalidad y acción de cambio social (Brasó y Arderiu, 2019). De igual manera
consideran, Calderón y Tapia (2016) que el acompañamiento docente es una de las características de la
praxis de la educación de calidad en nuestra era. Otra particularidad de los maestros, fue la facilidad
para la resolución de problemas, por ello, Riquelme et al. (2022), afirman que un líder transformacional
es aquel que sabe salir o encuentra una respuesta a un problema, evitando posibles riesgos, fomentando
una cultura colaborativa. A su vez, este líder debe escuchar activamente, en un rol de facilitador para
despertar la parte crítica de los educandos, aquí el profesor juega un rol fundamental con su astucia
para interconectar con el alumno (Amar, 2020).
Los integrantes de este estudio también se identificaron con la capacidad de emprender la autogestión
en la institución, este aspecto es sustancial en el liderazgo, pues desde esta visión el líder debe manejar
una conciencia social favorable para determinar las necesidades individuales y colectivas de la
comunidad educativa, impulsando la colaboración de todos para transformar una realidad (Pérez, 2012).
En este mismo contexto, los maestros mencionaron que su pasión es enseñar y que su actividad la hacen
con el corazón. Ante lo expresado, la pedagogía humanista se interrelaciona con la inteligencia
emocional, ya que, la enseñanza y el aprendizaje implica una comprensión emocional hacia el otro. Esto
quiere decir, que un docente debe ejercer bien sus emociones, pues estas transmiten a sus estudiantes, es
un ejemplo emocional para facilitar el conocimiento y hacer un aprendizaje significativo, además de
generar un clima cálido y favorable en el aula, con el fin de desarrollar habilidades emocionales, y lograr
resultados óptimos en lo académico (Extremera et al., 2016).
Al mismo tiempo, los integrantes expresaron estar en procesos de un aprendizaje continuo. Este eje en
la educación es crucial, puesto que la excelencia del sistema educativo depende de la calidad de los
maestros, y por ende en el desempeño de los alumnos. Así pues, la formación continua de los docentes
implica expandir habilidades y destrezas en el desarrollo congruente y consciente, con el fin de lograr
un crecimiento integral, autónomo, comprensible, reflexivo, crítico y contextualizado a su entorno;
afianzando los procesos de aprendizaje para ser más prácticos y dialógicos, dando resultados para
pág. 9127
enfrentar a una sociedad del conocimiento del siglo XXI (Rodríguez et al., 2021).
Por otro lado, los participantes destacaron que les hace falta trabajar de manera intencional dentro de
las aulas, en el desarrollo de la creatividad y el trabajo colaborativo de calidad. En este sentido, Carvalho
et al. (2021) refieren que, el empleo de la creatividad en situaciones escolares estimula el desarrollo del
pensamiento crítico, reflexivo, abstracto; habilidades activas: como la perseverancia pues, fomenta el
análisis de problemas de la vida cotidiana, dinamiza la cooperación entre pares. Por lo cual, el docente
debe conocer de estrategias y metodologías para activar la creatividad, pues tiene que trabajar primero
desde las emociones y sentimientos, brindando un clima favorable en el aula ya que, este es el impulsor
creativo para obtener respuestas diferentes de los alumnos. Al mismo tiempo, Aparicio y Sepúlveda
(2019) alegan que, el trabajo colaborativo persigue un propósito con los otros, esto posibilita un
aprendizaje colectivo, fortaleciendo las relaciones interpersonales, y la interconexión de saberes con
competencias hasta llegar a una finalidad eficaz.
Es relevante reafirmar que los talleres ofrecidos se desarrollaron con el propósito de generar un proceso
reflexivo, consecuente, dirigido en busca de una transformación, de esta manera, la evaluación de la
propuesta implica una actuación consciente y responsable con una calidad de la praxis docente
(Marcelín, 2023).
En conclusión, el presente artículo ha evidenciado que los maestros manejan un estilo con tendencia
mayormente hacia el liderazgo humanizador, pues sus cualidades más sobresalientes son: humildad,
congruencia, responsabilidad, asertividad, confianza, comunicación y conciencia moral. Sin embargo,
es necesario rescatar algunos aspectos claves de acuerdo al contexto educativo, tomando como
referencia la personalidad de cada estudiante pensando desde las inteligencias múltiples; una de las
cuales es la creatividad, pues ha sido abordada en un nivel bajo en este estudio, siendo esta capacidad el
ápice para el crecimiento del pensamiento crítico y abstracto. En consecuencia, a lo anterior, se persigue
un liderazgo transformacional que contribuya a una mejora del proceso de enseñanza y aprendizaje con
un modelo flexible, dialógico, en una relación bidireccional, en un plano horizontal con ausencia de
jerarquías.
De este modo, un docente emocionalmente inteligente sabe gestionar sus emociones y la de los demás,
permitiendo alcanzar un liderazgo inspirador y resonante; generando emociones y situaciones positivas
pág. 9128
en el contexto del estudiante, en un ambiente de energía positiva que abre un abanico de confianza,
empatía, conciencia y una conexión para lograr una meta en común. Por consiguiente, es imprescindible
el manejo del trabajo colaborativo ya que impulsa la interacción social, despierta la escucha activa,
promueve valores, mejora las habilidades del pensamiento crítico y contribuye al desarrollo de
relaciones interpersonales.
Finalmente, un maestro líder desde la visión humanista enseña desde el ejemplo, pues, es el prototipo
para sus estudiantes aspirando un enriquecimiento mutuo con una mirada de aprendizaje para la vida,
en una estrecha relación dialógica y empírica. Donde el fin es formar personas críticas, democráticas,
integrales con valores éticos y morales para asegurar un correcto desenvolvimiento en la sociedad
actual.
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