pág. 9331
(2014), Rivera y Cabra (2016), Pazos (2020), refieren que entre los elementos que contribuyen con este
fin se encuentran: los valores institucionales, personajes históricos, eventos, logros institucionales,
símbolos institucionales, sistemas de comunicación y la cultura organizacional. Para Robbins y Judge
(2017), la comunicación se basa en el uso de diversas plataformas y medios para informar, persuadir e
intercambiar contenidos que favorezcan el proceso comunicativo entre los miembros de una
organización. De esta manera; se transmiten mensajes sobre las actividades, procedimientos y anuncios
respecto de los servicios ofertados (López, 2018). La cultura organizacional propicia el reconocimiento
y el prestigio social; debido a que propicia espacios y actividades que permiten a los miembros internos
y externos reconocer la presencia de la organización y valorar las acciones emprendidas (López, 2018).
En ese sentido, Rivera, Carrillo, Forgiony, Nuván y Rozo (2018) señalan que la cultura organizacional
puede aplicarse para alcanzar diversos objetivos: promover el desarrollo de competencias en sus
miembros como elemento diferenciador, el cumplimiento de normas para transmitir seguridad y
estabilidad, la consecución de resultados empleando de forma adecuada los recursos, y para propiciar
satisfacción en los miembros de la organización promoviendo su crecimiento profesional, y personal.
METODOLOGÍA
Para el desarrollo de la investigación se empleó el enfoque cuantitativo, de tipo básica y diseño no
experimental correlacional y comparativo. La muestra estuvo conformada por 102 estudiantes de los
programas de estudio de Turismo y Hotelería (36), Gastronomía (28), Administración de Empresas (13)
y Administración de Negocios internacionales (25) que cursan el II y III ciclo de estudios. La casa
superior de estudios emplea dos modalidades de estudio: Semipresencial para los programas de Turismo
y Hotelería y Gastronomía; y a distancia para los programas de: Administración de Empresas y
Administración de Negocios Internacionales. En ambas modalidades se aplicaron dos cuestionarios para
medir la calidad educativa y la identidad corporativa. De esta manera, se buscó determinar si existen
diferencias significativas sobre la calidad educativa y la identidad corporativa entorno al modelo
semipresencial y a distancia. Es decir, se buscó establecer si ambos modelos educativos generan la
misma percepción de calidad e identidad corporativa en los estudiantes.
El instrumento para medir la calidad educativa consta de 17 ítems y se evaluaron tres dimensiones:
Labor docente, gestión universitaria, e infraestructura educativa. El instrumento para medir la identidad