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la situación ambiental actual y la repercusión que puede tener sobre ésta. La forma en la que se construye
de acuerdo con esta arquitectura conjunta factores como cultura, sociedad, economía, política, uso de
suelo, naturaleza, necesidades de los pobladores y desarrollo sostenible (Pinto Campos, 2019). Por
tanto, el pabellón realizado con ixtle se propone desde la flexibilidad, ya que está pensado para una
comunidad en donde no se pueden permitir altos costos en sus construcciones, además, se piensa adaptar
al paisaje de Aramberri y respetar la relación de la comunidad con su entorno, los materiales propios de
la región, revalorizar el trabajo hecho con el ixtle y reflejar la flexibilidad arquitectónica del pabellón
mediante la flexibilidad mental de sus habitantes.
Los pabellones en la arquitectura
Primero, se debe entender lo que es un pabellón dentro de la Arquitectura para comprender el presente
proyecto. El pabellón y el patio son comúnmente entendidos como opuestos dentro de la disciplina,
cuando en realidad son complementarios. En el momento en el que se crea un techo, se crea un pabellón
y se logra un espacio que no limita la visión del contexto exterior, sino que protege al observador y
expande la visión lateral (Arís, 2008).
Por lo tanto, un pabellón se caracteriza por la extroversión, se relaciona con cómo el ser humano solía
convivir con la naturaleza y el paisaje en tiempos antiguos, es decir, de las instalaciones que servían
como hogares, parecidas a lo que hoy en día se conoce como tiendas de acampar. Con esto en mente,
se pueden enunciar sus características: pueden existir dentro de un bosque, campo o un medio urbano,
son ligeras a la intemperie, estables, abiertas al espacio y con visión panorámica. El patio es un
complemento de un pabellón. Algunos ejemplos se encuentran en Villa Savoye, Francia (un patio dentro
de un pabellón), que aprovecha la planta baja libre, y el Pabellón Alemán en Barcelona (un pabellón
dentro de un patio) (Arís, 2008).
Así, se puede definir como una estructura que debe enmarcar el paisaje, ofrecer apertura sin invadir y,
finalmente, permitir la interacción y observación de los usuarios. Para lograr esto, la materialidad debe
estar presente en los elementos del pabellón, los cuales, a su vez, deben brindar ligereza, permeabilidad
y estabilidad al mismo. Es necesario, además, que resignifique el espacio donde se encuentra, es decir,
otorgar multifuncionalidad: proteger al observador y permitirle formar parte de la estructura misma
(Arís, 2008).