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vocacional, se tiene en cuenta dos de las emociones primarias definidas por los estudios psicológicos,
que son: la sorpresa y el miedo o ansiedad, dependiendo el caso. La sorpresa, una de las emociones
menos estudiadas desde el punto de vista neurobiológico, se convierte en un elemento de suma
importancia en los ámbitos educativos, por lo que se atiende a los estudiantes, afianzando el aprendizaje
y generando experiencias útiles para desarrollar los procesos internos de la toma de decisiones. La
sorpresa contribuye a centrar la atención y la memoria de trabajo en lo que se vive en el momento,
facilitando el aprendizaje asociado a los eventos que han causado dicha emoción, el ejemplo de la
ventaja pedagógica de la sorpresa es que no recordamos lo rutinario, lo normal o costumbre, sino lo
insólito, lo que interrumpe la rutina de lo habitual, y por eso es importante en los procesos educativos,
porque lo inusual genera la curiosidad que se espera, para aprovechar posteriormente el cerebro del niño
o adolescente para definir sus intereses y orientación vocacional.
En segundo lugar, están el miedo o ansiedad, que se consideran uno consecuencia del otro y de la misma
índole psicológica. El miedo, como una de las emociones más básicas, ha logrado a través del tiempo
asegurar la supervivencia humana, tornándose en un elemento vital para la transferencia de aprendizaje
en tiempos del hombre de las cavernas; es por eso por lo que se lo lleva inmerso en el individuo y no es
un factor regulado por la voluntad, sino que se convierte en un automatismo del cerebro inconsciente.
Generalmente el miedo y la ansiedad no se asocian a reacciones positivas, y éste no es la excepción.
En el ámbito educativo, existen varios elementos, temas, materias, áreas, situaciones, etc., que producen
miedo o ansiedad en los estudiantes, convirtiéndose en un obstáculo de aprendizaje para muchos. Ya
que el miedo y la ansiedad son emociones que no se dan solo por elementos de presencia física, sino a
nivel sensorial, se puede diferenciar la ansiedad como un miedo indefinido, algo indefinido, que no se
puede explicar, pero que se expresa como consecuencia de un proceso cognitivo anticipatorio. Cotrufo
y Ureña (2018). En este sentido, algo puede provocar ansiedad cuando se observa como una amenaza,
como anticipación de una situación que puede traer peligro y desencadena el estrés para preparar al
individuo a la huida o a la lucha, y en el entorno educativo, aquellos temas o asignaturas que no son del
agrado de los estudiantes, o que presentan algún tipo de dificultad cognitiva o motivacional, suelen ser
causales de ansiedad ya sea por temor a la respuesta del entorno a su dificultad, o por su propia
frustración y la consecuente cadena de hechos que devienen de esa situación. Esta emoción, de miedo