An�lisis morfom�trico y biof�sico en la cuenca del

�r�o talgua, Honduras

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Jos� Trinidad Reyes Sandoval

[email protected]

Facultad de Ciencias de la Tierra y la Conservaci�n

Universidad Nacional de Agricultura

Catacamas, Honduras

 

Annery Serrano Rodr�guez

[email protected]

Universidad Aut�noma de Campeche

Campeche, M�xico

 

RESUMEN

El objetivo de esta investigaci�n es analizar la morfometr�a y recursos biof�sicos en la cuenca del r�o Talgua, Honduras. Se recolect� informaci�n mediante la revisi�n bases de datos, diagn�sticos, informes de investigaciones como base para obtener datos de inter�s para este estudio. En esta cuenca la morfometr�a y relieve influyen en la hidrolog�a la cual presenta un alto potencial erosivo y r�pido escurrimiento superficial, con moderado riesgo para concentrar el agua de precipitaci�n en fen�menos extremos. Prevalece un clima lluvioso de altura influenciado por las diferencias altitudinales, la ubicaci�n y orientaci�n de las monta�as. Se prev� disminuci�n en las precipitaciones a mediano y largo plazo y aumentos de temperatura desde el corto plazo, situaci�n que afectar� a los cultivos de granos b�sicos obligando la adopci�n de medidas de adaptaci�n. El escurrimiento superficial es afectado por la conversi�n de bosques a pastizales y cultivos agr�colas; las aguas subterr�neas la constituyen acu�feros locales de moderada a altamente productivos. Finalmente, las caracter�sticas morfom�tricas y biof�sicas determinan el comportamiento hidrol�gico de la cuenca e inciden en la variabilidad del clima con efectos adversos para los agricultores quienes afrontan esta situaci�n en funci�n de los recursos disponibles.

 

Palabras clave: cambio clim�tico; caracter�sticas morfom�tricas; cuenca hidrogr�fica

 

 

Morphometric and biophysical analysis in the talgua

�river basin, Honduras

 

 

ABSTRACT

This research aims to analyze the morphometry and biophysical resources in the Talgua river basin, Honduras. Information was collected by reviewing databases, diagnoses, and research reports as a basis for obtaining data of interest for this study. In this basin, the morphometry and relief influence the hydrology, which has a high erosive potential and rapid surface runoff, with a moderate risk of concentrating precipitation water in extreme events. A high-altitude rainy climate prevails, influenced by altitudinal differences and the location and orientation of the mountains. Precipitation is expected to decrease in the medium and long term, and temperatures are expected to increase in the short term, which will affect primary grain crops and require the adoption of adaptation measures. Surface runoff is affected by converting forests to pasture and crops; groundwater is provided by moderately to highly productive local aquifers. Finally, morphometric and biophysical characteristics determine the hydrological behaviour of the basin and influence climate variability, with adverse effects on farmers who face this situation depending on the available resources.

 

Keywords: climate change; morphometric characteristics; hydrographic basin

 

 

Art�culo recibido:� 05 octubre. 2021

Aceptado para publicaci�n: 02 noviembre 2021

Correspondencia: [email protected]

Conflictos de Inter�s: Ninguna que declarar

 

 

 

 

 

 

1.      INTRODUCCI�N

La cuenca hidrogr�fica se define como el espacio territorial o unidad geogr�fica delimitada por una l�nea divisoria o parteaguas natural en donde todas las aguas que caen por precipitaci�n tienen un sistema de drenaje superficial o colector com�n en el cauce principal (Faustino & Jimenez, 2000). El funcionamiento hidrol�gico de la cuenca es como un sistema natural formado por un r�o principal que encierra los territorios contenidos entre el origen del r�o y su desembocadura, incluyendo los afluentes, aguas subterr�neas, y los ecosistemas con sus interacciones (Aguilar & Iza, 2009). El comportamiento hidrol�gico est� determinado por las interrelaciones entre los recursos h�dricos y las condiciones climatol�gicas y caracter�sticas f�sicas relacionadas con el relieve, suelo y cobertura vegetal (Gaspari et al., 2012; Guevara et al., 2019). El an�lisis de las caracter�sticas biof�sicas y morfom�tricas de las cuencas es importante en la evaluaci�n del comportamiento hidrol�gico para la gesti�n y manejo adecuado de los recursos naturales (Camino et al., 2018; Guevara et al., 2019), que posibilita orientar la toma decisiones frente al riesgo ambiental derivado de la ocurrencia de fen�menos extremos (Cotler �valos et al., 2013). Los pa�ses centroamericanos, al ubicarse en la zona tropical, soportan los efectos adversos provocados por el cambio clim�tico y la variabilidad del clima al ser azotados por los fen�menos naturales que da�an los cultivos y ponen en riesgo a las poblaciones al no garantizar la producci�n de alimentos para la subsistencia (UNDP, 2000). Particularmente Honduras presenta alta vulnerabilidad al cambio clim�tico (S�nke et al., 2015) y es previsible que, bajo condiciones clim�ticas futuras, el ciclo del agua sea modificado sustancialmente (Collins et al., 2013). A nivel de cuencas hidrogr�ficas, la agricultura migratoria, el uso intensivo del suelo sin pr�cticas de conservaci�n, la deforestaci�n, la quema y el sobrepastoreo; alteran el ciclo del agua, ocasionan sequ�as, da�an infraestructuras productivas, y causan inundaciones en zonas bajas (Jim�nez, 2009). Como factores claves del grado de estos da�os est�n las atribuciones f�sicas de las cuencas, de los fen�menos clim�ticos y las condiciones sociales de la poblaci�n afectada. Con esta premisa, resulta de mucha importancia analizar la manera en que dichos eventos repercutir�n en la poblaci�n (�vila Flores, 2015). En la cuenca del r�o Talgua el desarrollo de actividades de subsistencia en tierras no aptas para cultivos, incrementa la vulnerabilidad ante los efectos adversos del clima y causa la degradaci�n acelerada de los recursos naturales existentes. Resulta conveniente realizar el an�lisis biof�sico y morfom�trico para conocer la respuesta hidrol�gica de la cuenca ante amenazas clim�ticas, su grado de vulnerabilidad, la disposici�n para prevenir y actuar ante situaciones adversas que puedan presentarse derivadas de los eventos clim�ticos. El objetivo de esta investigaci�n es realizar un an�lisis biof�sico y morfom�trico en la cuenca del r�o Talgua que servir� como insumo en la formulaci�n de una estrategia de planificaci�n territorial para orientar el manejo adecuado de los recursos naturales existentes en la zona.

2.      ESTRATEGIAS METODOL�GICAS

2.1 Ubicaci�n geogr�fica de la zona en estudio

La cuenca del r�o Talgua forma parte de la cuenca del r�o Patuca en Honduras, el cual drena en el Mar Caribe (Figura 1). Se ubica geogr�ficamente en el municipio de Catacamas, entre los 14�58� - 14�53� Latitud Norte y 85�49� - 85�57� Longitud Oeste; y abarca una superficie de 79.16 km2 (Reyes, 2017).

Diagrama, Mapa

Descripción generada automáticamente
 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 


Figura 1. Ubicaci�n geogr�fica y modelo de elevaci�n digital del terreno de la cuenca del r�o Talgua, Honduras, proveniente de la Misi�n Topogr�fica Shuttle Radar (Acr�nimo en Ingl�s SRTM, de Shuttle Radar Topography Mission)

 

Esta cuenca hidrogr�fica reviste importancia municipal por su potencial h�drico de uso dom�stico y agr�cola y por suministrar el agua a 16 aldeas, seis de ellas ubicadas dentro de esta unidad territorial (Casta�eda & Villatoro, 2006).

2.2 Delimitaci�n, morfometr�a e hidrolog�a

La delimitaci�n est� basada en un Modelo de Elevaci�n Digital (MED) con resoluci�n de 30 metros proveniente de la Misi�n Topogr�fica Shuttle Radar (acr�nimo en ingl�s SRTM, de Shuttle Radar Topography Mission) de la Agencia Nacional de Inteligencia Geoespacial (NGA) y la Administraci�n Nacional de Aeron�utica y del Espacio de los Estados Unidos de Am�rica (NASA). Se utiliz� el Sistema de Referencia de Coordenadas (SRC) WGS 84 UTM Zone 16N, especificado con el identificador EPSG 32616. Para el geoprocesamiento de los datos geogr�ficos espaciales se utiliz� el Software Qgis 3.4 Madeira y herramientas del programa GRASS GIS 7 dentro del entorno Qgis. El relieve fue definido en funci�n de cotas de mayor y menor altura a partir de las que se calcularon �reas parciales cada 200 metros de altitud que sirvieron para elaborar la curva hipsom�trica y de frecuencias altitudinales. El c�lculo de par�metros hidrol�gicos se realiz� seg�n el criterio de Schumn y Horton (Lux Cardona, 2014).

2.3 Caracter�sticas morfom�tricas, hidrol�gicas y clim�ticas

La caracterizaci�n morfom�trica e hidrol�gica de la cuenca incluy� la medici�n de las variables f�sicas: �rea (km2), per�metro (km), altitud media (msnm); variables morfom�tricas: pendientes m�nima, m�xima y media (%); variables hidrol�gicas: longitud del cauce principal (km), pendiente media de cauce (%), factor de forma, �ndice de gravelius, longitud de corrientes (km), n�mero de corrientes, densidad de corrientes por km2, densidad de drenaje (km/km2), red de drenaje (Rossini et al, 2011). Para las caracter�sticas clim�ticas se recopil� informaci�n proveniente de la Misi�n de Medici�n de Lluvias Tropicales (TRMM por sus siglas en ingl�s) (Tropical Rainfall Measuring Mission (TRMM), 2020) y temperaturas del conjunto de datos clim�ticos multivariados de alta resoluci�n versi�n 4 de las Series Temporales cuadriculadas de la Unidad de Investigaci�n Clim�tica (CRU TS por sus siglas en ingl�s) (Harris et al., 2020). La variabilidad del clima en la cuenca del Talgua se analiz� a partir de datos de escenarios de cambio clim�tico propuestos por �Navarro et al. (2018) para las regiones de desarrollo de la Rep�blica de Honduras. Para las caracter�sticas edafol�gicas, de vegetaci�n y uso del suelo se obtuvieron mapas tem�ticos mediante herramientas del software Qgis 3.4 Madeira, a partir de mapas digitales del Instituto Geogr�fico Nacional (IGN-Honduras) y del Centro Internacional de Agricultura Tropical (CIAT). Las caracter�sticas h�dricas provienen de datos de disponibilidad, demanda y recarga h�drica (Reyes, 2017).

2.4 Caracter�sticas de vegetaci�n, uso del suelo, geolog�a� ��

Se recolect� informaci�n generada por instituciones que han tenido presencia en la cuenca. Se realiz� la revisi�n de bases de datos, diagn�sticos, informes de proyectos e investigaciones como base para obtener informaci�n de inter�s para este estudio. Se utilizaron datos cartogr�ficos y clim�ticos de la cuenca, as� como datos de fuentes secundarias verificados y complementados mediante la recolecci�n de informaci�n primaria del ambiente biof�sico de la cuenca.

3.      RESULTADOS Y DISCUSI�N

3.1 An�lisis de par�metros morfom�tricos e hidrol�gicos. La cuenca del Talgua por su �rea superficial es de tama�o peque�o (Campos-Aranda, 1998; Chow et al., 1994) con l�mites de la divisoria de aguas de corto recorrido. La longitud m�xima de la cuenca desde el l�mite m�s alejado hasta el lugar de aforo y salida del agua en el cauce principal (Pareta & Pareta, 2011) se ubica al margen oeste extendi�ndose a lo largo del R�o Seco, con un ancho de la cuenca que relaciona el �rea drenada por unidad de longitud del r�o (Tabla 1).

Estos par�metros morfom�tricos influyen en la hidrolog�a de la cuenca y su capacidad de respuesta frente a la eventualidad de fen�menos clim�ticos extremos (Gaspari et al., 2012). Entre la cota de altura m�xima y la cota m�nima de la cuenca existe un desnivel altitudinal que posiblemente influye en el clima de la zona; adem�s, esta diferencia de altitud entre los extremos del cauce del r�o favorece el flujo superficial. El relieve presenta su punto m�s bajo en la aldea Talgua Arriba que es el punto de entrada y donde confluyen las aguas drenadas por la cuenca y se eleva hasta alcanzar su altitud m�xima en la Monta�a de Babilonia, en la vertiente izquierda del r�o Seco.

La morfometr�a asociada al relieve afecta el clima, el r�gimen hidrol�gico y ecosistemas de la zona (Cruz-Romero et al., 2015). La pendiente media de la cuenca es distintiva de relieves accidentados (Ortiz, 2004) de elevado potencial erosivo, de derrumbes y de arrastre de materiales que pueden ser influenciados por la pendiente del cauce, la geolog�a, tipo de suelo, precipitaciones y la cobertura vegetal (Bardales, 2016).

 

 

Tabla 1. Par�metros morfom�tricos de la cuenca del r�o Talgua

Par�metro

Valor

Par�metro

Valor

A. Morfometr�a general

�rea superficial

79.16 km2

Ancho

7.08 km

Per�metro

44.3 km

Desnivel altitudinal

1891 m

Longitud m�xima

11.18 km

Longitud del cauce principal

12.56 km

B. Morfometr�a Asociada al Relieve

Altitud m�xima

2344 msnm

Altitud mayor del cauce

1976 msnm

Altitud m�nima

453 msnm

Altitud menor del cauce

453 msnm

Altitud media

1387.1 msnm

Desnivel altitudinal del cauce

1523 m

Pendiente media

15.1%

�

�

C. Morfometr�a Asociada a la Forma y a la Red de Drenaje

Forma de Horton

0.634

Orden de la cuenca

5

Coeficiente de Gravelius

1.394

Longitud total de drenajes

112.8 km

Coeficiente de circularidad

0.507

Densidad de drenajes

1.42 km/km2

�ndice de alargamiento

1.58

Frecuencia de drenajes

1.96 km/km2

Drenajes de Orden� 1

83

Tiempo de concentraci�n/*

63.04 minutos

Coeficiente de torrencialidad

1.05

Tiempo de concentraci�n/**

62.97 minutos

Pendiente del cauce

12.07%

�

�

/*� Calculado mediante f�rmula de California Curvert Practice (CPA Ingenier�a, 2018)

/** Calculado mediante f�rmula de Kirpich (CPA Ingenier�a, 2018)

 

Las caracter�sticas morfom�tricas influyen en el escurrimiento superficial que fluye r�pidamente por el cauce principal (Camino et al., 2018; Cruz-Romero et al., 2015). Estos valores del factor de forma de Horton, coeficiente de Gravelius, coeficiente de circularidad y el �ndice de alargamiento indican que se trata de una cuenca ensanchada oval-redonda a oval oblonga (Salas-Aguilar et al., 2011), con mediana susceptibilidad para concentrar grandes vol�menes de agua en eventos de lluvias torrenciales (Gaspari et al., 2012) por la variaci�n moderada del tiempo de concentraci�n del agua desde diferentes puntos del per�metro de la cuenca hasta el punto de salida en el cauce principal (Fuentes, 2004; Ram�rez-Granados & Alfaro-Jim�nez, 2018).

La red de drenaje est� conformada por los cauces y peque�as corrientes que confluyen en R�o Seco, Quebrada de Agua y Quebrada de Pinabetales, que en su conjunto conforman el colector principal del R�o Talgua, cuya red de corrientes es de quinto orden calculada de acuerdo con la clasificaci�n de Horton. Esta corriente se forma en el punto de concentraci�n en la zona baja al confluir las aguas de la Quebrada Pinabetales de orden 4 (vertiente derecha), con la corriente de orden 4 que se forma en la confluencia de R�o Seco (vertiente izquierda), y con la Quebrada de Agua (vertiente central).

La red hidrogr�fica es dendr�tica, en particular sobre los 800 msnm; la longitud total de drenajes, densidad de drenajes y la frecuencia de drenajes presentan valores bajos que sugieren un drenaje deficiente y baja respuesta de la cuenca frente a un tormenta evacuando el agua en mayor tiempo (Fuentes, 2004; Gaspari et al., 2012; Srinivasa Vittala et al., 2004). Estos par�metros morfom�tricos asociados a la red de drenaje son el resultado de la combinaci�n de las caracter�sticas clim�ticas (clima lluvioso de altura), geomorfol�gicas (relieve monta�oso), litol�gicas (rocas sedimentarias cl�sticas lutitas de grano muy fino), edafol�gicas (suelos superficiales de fuerte pendiente susceptibles a la erosi�n) y cobertura vegetal (bosque latifoliado denso en la zona media-alta) (Cruz-Romero et al., 2015; Esper Angillieri & Perucca, 2014; Gordon et al., 2004). El coeficiente de torrencialidad, la pendiente del cauce y el tiempo de concentraci�n corresponden a una cuenca torrencial, peque�a y de relieve monta�oso.

Los valores de estos par�metros son propios de cuencas ensanchadas con mediana susceptibilidad a las crecidas y que permiten que el agua de escorrent�a fluya por corto tiempo (�1.0 horas) con mayor rapidez en la concentraci�n de los flujos superficiales de agua drenados por el cauce principal. En �poca lluviosa, esta situaci�n posibilita la degradaci�n del material geol�gico del lecho del cauce y orillas del r�o durante la ocurrencia de crecidas, arrastrando materiales y sedimentos que son depositados en la parte baja de la cuenca (Bardales, 2016). En vista de la alta vulnerabilidad y riesgo que presenta esta zona frente a los efectos del cambio clim�tico por la ocurrencia de fen�menos de alta pluviosidad (Reyes et al., 2003), estos �ndices podr�an ayudar a la toma de decisiones que permitan reducir los impactos en la parte baja por la concentraci�n del agua en cortos per�odos de tiempo (Meza Aliaga et al., 2014).�� De acuerdo con la forma de la curva hipsom�trica, se infiere que la cuenca se encuentra en la etapa de equilibrio y madurez con estabilizaci�n de los procesos de erosi�n del suelo (Campos-Aranda, 1998; Gaspari et al., 2012; Racca, 2007), con el 50% de la superficie Gráfico

Descripción generada automáticamente(39.58 km2) que est� por encima de la altitud media de la cuenca (Figura 2).

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Figura 2. Curva hipsom�trica y frecuencias altitudinales de la cuenca del r�o Talgua

 

La curva de frecuencias altitudinales como par�metro asociado al relieve indica que las �reas comprendidas entre 1000-1800 msnm, representan el 66.9% del total y tienen mayor grado de incidencia en el flujo de agua superficial drenada por la cuenca; adem�s las diferencias de altitud podr�an indicar una mayor diferenciaci�n de ecosistemas (Cruz-Romero et al., 2015) entre los que destaca el bosque latifoliado h�medo.

3.2 Caracter�sticas clim�ticas de la cuenca. El clima de la zona est� influenciado por las diferencias de altitud, la ubicaci�n y orientaci�n de las monta�as y la incidencia de corrientes h�medas provenientes del Caribe (Ministerio del Ambiente, 2002). Prevalece un clima variante lluvioso de altura, evapotranspiraci�n potencial (ETP) anual entre 1400 y 1600 mm y humedad relativa del 74%; los meses de junio y julio son los m�s lluviosos; febrero y marzo los menos lluviosos. Seg�n el an�lisis de los registros de los per�odos de 1998-2019 y 2000-2015 de la estaci�n clim�tica de la ciudad de Catacamas, la precipitaci�n media anual de la cuenca es de 1271 � 209 mm (Reyes, 2017; Tropical Rainfall Measuring Mission (TRMM), 2020). La temperatura media anual se estima en 25.2 oC; marzo y abril son los meses m�s calientes que alcanzan temperaturas de 28 oC; en contraste, diciembre y enero son los meses m�s frescos al alcanzar 22 oC de temperatura media (Harris et al., 2020; Ministerio del Ambiente, 2002).

Al igual que ocurre en todo el territorio hondure�o, el patr�n clim�tico normal prevaleciente en la cuenca del r�o Talgua se caracteriza por la existencia de dos estaciones clim�ticas claramente definidas: una estaci�n h�meda y la otra seca (Arge�al, 2010). La estaci�n h�meda ocurre entre el per�odo de mayo a octubre y registra hasta el 90% de las lluvias, los meses de junio y septiembre se presentan como los m�s lluviosos; entre julio y agosto se presenta un per�odo de reducci�n significativa de las lluvias conocido como la can�cula. La estaci�n seca inicia a mediados del mes de noviembre y contin�a hasta inicios del mes de mayo; y marzo y abril se destacan como los meses m�s secos y calientes del a�o (Arge�al, 2010; Ministerio del Ambiente, 2002).

Basados en los escenarios de cambio clim�tico propuestos para la Rep�blica de Honduras por Navarro et al. (2018), en la cuenca del r�o Talgua no se prev�n cambios significativos de precipitaci�n total, sin embargo, se proyectan aumentos ligeros de hasta un 2.7% bajo los escenario RCP 2.6 y RCP 6.0 hacia el a�o 2030 y aumentos de hasta el 5.1 y 1.7% para el escenario RCP 2.6 hacia el a�o 2050 y 2080, respectivamente. El escenario RCP 4.5 proyecta leves disminuciones de 0.5% hasta el a�o 2050 y de 3.5% hacia el a�o 2080. El clima ser� menos favorable para el escenario pesimista RCP 8.5 ya que se estima que la disminuci�n de las precipitaciones ser� del 3.8% al a�o 2050 y seguir� disminuyendo hasta 11.5% en el a�o 2080. En este per�odo, todos los escenarios muestran aumentos en la temperatura media anual. En el escenario RCP 2.6 el aumento se prev� un aumento de hasta 1.1 oC a partir del a�o 2050; los escenarios intermedios RCP 4.5 y RCP 6.0 tendr�n un comportamiento similar con aumento de la temperatura en 1.5 oC en el a�o 2050 y de 2.0 oC hacia el a�o 2080. Para el escenario pesimista RCP 8.5, se prev� un incremento en la temperatura media de 2.1 y 3.6 oC para el a�o 2050 y 2080, respectivamente.

3.3 Hidrograf�a e Hidrolog�a. La cuenca del R�o Talgua la constituyen tres afluentes: R�o Seco (34.4 km2), Quebrada de Agua (17.7 km2), y Quebrada de Pinabetales (27.1 km2. Es un afluente del r�o Guayape, que a su vez es afluente del r�o Patuca, que desemboca en el oc�ano atl�ntico. Hidrol�gicamente, el r�o Talgua reviste gran valor para las comunidades del �rea de influencia, es la fuente de abastecimiento de agua para uso dom�stico y agr�cola por las corrientes y quebradas que nacen en su interior (Ministerio del Ambiente, 2002). La cuenca hidrol�gica del R�o Talgua considera una reserva de 111 mm de humedad, 1720 mm de lluvia, 451 mm de flujo superficial y 1158 mm de evapotranspiraci�n real; adem�s, las sequ�as ocasionan una escasez de agua como resultado principalmente del cambio continuo en la utilizaci�n de la tierra (Reyes, 2017). El escurrimiento superficial de la cuenca es afectado por la conversi�n de bosques primarios a pastizales y cultivos agr�colas que aceleran la degradaci�n ed�fica. Estimaciones en estos suelos de laderas con pasturas degradadas muestran valores de conductividad hidr�ulica saturada de 8 a 11 mm h-1, que resulta en un flujo superficial bajo comparado con suelos en plantaciones de caf� y bosque primario, que f�cilmente conducen agua en cantidades de 109 y 840 mm h-1, respectivamente (Hanson et al., 2004).

Con relaci�n a la hidrogeolog�a de la cuenca, las aguas subterr�neas la constituyen los acu�feros locales de moderada a altamente productivos que cubren un �rea de 73.8 km2 y en menor grado las rocas con recursos de aguas subterr�neas locales que abarcan un �rea de 5.4 km2. Esta condici�n confiere a la cuenca un alto potencial como fuente productora de agua para la poblaci�n de la ciudad de Catacamas y para actividades agr�colas en el valle ubicado en la parte baja, que de acuerdo con Reyes (2017), el efecto de la cobertura vegetal sobre la producci�n de agua es muy importante en esta zona.

La Quebrada Pinabetales caracterizada por tener una baja cobertura forestal (51%) y pendientes pronunciadas (>60%), presenta la mayor producci�n de agua superficial de la cuenca. Asimismo, la estacionalidad de las variables clim�ticas y la acumulaci�n del agua en el suelo se combinan con su uso y crea un escenario con un flujo de corriente muy bajo, particularmente en �poca de verano que se agudizar� m�s a futuro con los continuos cambios en el uso del recurso ed�fico. El flujo h�drico de la cuenca se estima que representa el 63% del flujo total anual y constituye el 80% del flujo total en la �poca seca (Reyes, 2017). El incremento t�rmico podr�a aumentar el proceso de evapotranspiraci�n disminuyendo la oferta h�drica para la agricultura y otros usos. La disminuci�n en las lluvias y el aumento significativo de las temperaturas a largo plazo ocasionar�an una disminuci�n importante de caudales que afectar�an a la mayor�a de los pobladores que se abastecen de aguas superficiales (Navarro et al., 2018). Dados los impactos del clima en la agricultura de subsistencia familiar debido a las variaciones en el patr�n de las precipitaciones y aumentos del r�gimen t�rmico, se prev� que los productores de granos b�sicos necesitar�n implementar estrategias de adaptaci�n clim�tica para producir de forma sostenible af�n de suplir sus requerimientos de alimentaci�n.�

3.4 Geolog�a y Edafolog�a. Seg�n el mapa geol�gico m�s reciente elaborado en 1998 por el Centro Internacional de Agricultura Tropical (CIAT, 1999), a partir del mapa geol�gico de Honduras a escala 1:500000 de 1991 del Instituto Geogr�fico Nacional (IGN), las formaciones geol�gicas existentes pertenecen al Grupo Honduras (JKhg) (72.92 km2) y Rocas Intrusivas del Cret�cico Terciario (KTi) (6.24 km2). El Grupo Honduras (JKhg) son dep�sitos jur�sicos que yacen disconformemente sobre las rocas del Grupo de Esquistos Cacaguapa (Pzm) y grad�a hacia arriba la Formaci�n Atima del Cret�cico Inferior dentro del Grupo Yojoa (Ky). Este grupo consiste en rocas de secuencias silicicl�sticas de lutitas, limonitas y areniscas verdes y moradas verduzcas; localmente conglomerados de guijarros importantes y menos capas calc�reas, tiene varios espesores, desde algunos metros a varios cientos, y est�n distribuidos al este de Honduras. Las Rocas Intrusivas del Cret�cico Terciario (KTi) se desarrollan en suelos later�ticos muy susceptibles a deslizamientos rotacionales, especialmente en pendientes intermedias.

Con relaci�n a la edafolog�a y como resultado de procesos edafog�nicos asociados a estas formaciones geol�gicas se han desarrollado, en toda la extensi�n de la cuenca, suelos de la serie Sulaco (Su). Estos son suelos bien drenados, formados sobre calizas o m�rmol, son frecuentes los afloramientos rocosos y los precipicios, y est�n ubicados en relieves escarpados con pendientes mayores al 60%. En general, estos suelos son de vocaci�n forestal caracterizados por su fuerte pendiente y baja profundidad. En la parte media-baja se ha eliminado la cobertura vegetal para la ganader�a y establecer cultivos agr�colas de subsistencia; en la parte alta los suelos est�n cubiertos de bosque latifoliado con �reas de frontera agr�cola que han sido intervenidas para establecer fincas de caf�.

3.5 Zonas de vida. Casta�eda & Villatoro (2006) mencionan la predominancia de dos zonas de vida seg�n la Clasificaci�n de Holdridge: 1) bosque muy h�medo montano bajo subtropical (bmh-MBS); y 2) bosque muy h�medo subtropical (bmhs). El bosque muy h�medo montano bajo subtropical es el ecosistema predominante y abarca 77% del �rea total; comprende pisos altitudinales por encima de 1300 msnm en donde las plantas ep�fitas son abundantes (Ministerio del Ambiente, 2002). Hidrol�gicamente el bmh-MBS es el ecosistema principal como la zona productora de agua por excelencia que regula las precipitaciones (Casta�eda & Villatoro, 2006) y los flujos de escorrent�a con implicaciones en t�rminos de conservaci�n del recurso h�drico (Burbano-Gir�n et al., 2016). El Bosque muy h�medo sub-tropical (bmhs) abarca un 23.0% del �rea total, y se ubica entre los 600 a 1500 msnm (AFE/COHDEFOR, 1996). Este bosque se caracteriza por la presencia de �rboles con fustes rectos, com�nmente lisos y ramificados a gran altura; su funci�n principal es regular la precipitaci�n y el flujo de agua que proviene del bmh-MBS a trav�s de la infiltraci�n (Ministerio del Ambiente, 2002).

Mapa

Descripción generada automáticamente3.6 Uso del suelo. Seg�n el mapa de cobertura y uso del suelo del pa�s elaborado por ICF (2014), el �rea superficial de la cuenca est� cubierta por Bosque Latifoliado H�medo que abarca desde los 1200 msnm y representa aproximadamente el 72% del �rea total y forma parte del Parque Nacional Sierra de Agalta (Figura 3). Los cultivos de ma�z, frijol, pastos y cafetales abarcan un 21% del �rea por debajo de los 1200 msnm en R�o Seco y Quebrada de Agua, y por debajo de 1400 msnm en la Quebrada Pinabetales. El 7% restante est� ocupada por peque�as �reas de vegetaci�n secundaria h�meda, vegetaci�n secundaria decidua, y �rboles dispersos fuera del bosque.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Figura 3. Mapa de uso actual del suelo en la cuenca del río Talgua

El �rea del margen izquierdo en la quebrada de R�o Seco presenta una mayor superficie boscosa debido a una menor intervenci�n antr�pica al ser una zona de dif�cil acceso. En contraste el margen derecho en la Quebrada Pinabetales presenta mayor intervenci�n antr�pica de las zonas boscosas al soportar las �reas de cultivo y pastizales y por estar comunicada por caminos de terracer�a.

El �rea de frontera agr�cola se ha ampliado para establecer cafetales en detrimento del bosque latifoliado h�medo que con los a�os experimenta una disminuci�n de su superficie. Esta p�rdida de bosque podr�a afectar el escurrimiento y la oferta h�drica de la cuenca, no obstante, se sabe que estas variables est�n mediadas por la precipitaci�n y otros factores (Burbano-Gir�n et al., 2016). Por otra parte, podr�a afirmarse que las zonas con mayor cobertura de bosques en la cuenca ofrecen mayor regularidad en la disponibilidad del recurso h�drico bajo eventos de cambio clim�tico (Dom�nguez et al., 2010), especialmente el �rea superficial en el margen izquierdo en R�o Seco. �

Finalmente, en referencia a los potenciales impactos del cambio clim�tico en los recursos naturales y los medios de vida predominantes en la cuenca del r�o Talgua, es posible que los peque�os productores de granos b�sicos y caf� vean afectados los rendimientos por los incrementos en la temperatura y leves incrementos de la precipitaci�n que podr�an disminuir la producci�n de ma�z y frijol en la zona (Navarro et al., 2018). Adem�s, estos cambios y la variabilidad en el clima podr�an ocasionar el aumento en la incidencia de plagas y enfermedades que disminuir�an a�n m�s los rendimientos de los cultivos.

4.      CONCLUSIONES

Las caracter�sticas morfom�tricas de la cuenca se relacionan con la din�mica del flujo de agua que escurre y es drenada por el cauce principal. Las diferencias de altitud, el relieve de alto potencial erosivo y la rapidez en el escurrimiento superficial indican moderado riesgo para concentrar el agua en lluvias torrenciales. La red de drenaje la conforman los cauces y peque�as corrientes que confluyen en los tributarios que conforman un r�o de quinto orden. La red de corrientes de tipo dendr�tico presenta una densidad de drenaje deficiente condicionado por el relieve, litolog�a, pendiente del terreno y la cobertura vegetal, que hacen fluir el agua r�pidamente para drenarse en un corto tiempo. En la zona prevalece un clima variante lluvioso de altura; los meses de junio y julio son los m�s lluviosos y febrero y marzo los menos lluviosos. El escenario de normal de cambio clim�tico se proyecta ligeros incrementos en la precipitaci�n en el mediano plazo con disminuciones a largo plazo; en escenarios pesimistas las precipitaciones disminuir�n ligeramente hacia el mediano plazo y ser�n m�s marcadas en el largo plazo. Bajo todos los escenarios de cambio clim�tico se prev� incrementos de hasta 1 oC de temperatura en el corto plazo; a mediano y largo plazo la temperatura seguir� aumentando en los escenarios pesimistas. Las formaciones geol�gicas presentes dieron lugar al desarrollo de suelos poco profundos, bien drenados, formados sobre calizas o m�rmol, y ubicados en relieve escarpado de fuertes pendientes. Los sistemas agr�colas representan una quinta parte del �rea total, en su mayor�a se ubican por debajo de los 1200 msnm; y por encima de esta altitud se tiene el Bosque Latifoliado H�medo que es el ecosistema natural predominante en la cuenca. Estas caracter�sticas morfom�tricas y biof�sicas inciden en el comportamiento hidrol�gico de la cuenca y su conocimiento podr�a resultar de mucha importancia para la gesti�n de los recursos disponibles y para prevenir los efectos adversos ante la ocurrencia de eventos extremos.

5.      LISTA DE REFERENCIAS

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