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INTRODUCCIÓN
Según la Organización Panamericana de la Salud (OPS), “la lactancia materna es la forma óptima de
alimentar a los bebés, ofreciéndoles los nutrientes que necesitan en el equilibrio adecuado, así como
ofreciendo protección contra las enfermedades” (1). Además, la Organización Mundial de A Salud
(OMS), menciona que “el amamantamiento es esencial para la salud y la supervivencia infantil” (2).
Sin embargo, “pese a las recomendaciones de la OMS, menos de la mitad de los bebés son
alimentados exclusivamente con leche materna” (2).
Según la UNISEF. “Más del 50% de niños y niñas recién nacidos de todo el mundo no reciben
lactancia, lo que incrementa su posibilidad de padecer malnutrición” (3). Entre las complicaciones
esta “anemia, desnutrición, sobrepeso y obesidad que están asociadas a la interrupción o carencia de la
lactancia materna exclusiva” (3).
La desnutrición crónica infantil es uno de los problemas de salud pública más graves en Ecuador,
afectando al 20% de los niños y niñas menores de dos años. Para enfrentar esta compleja situación, es
necesario abordar varios factores determinantes de manera integral: fomentar la lactancia materna,
asegurar el acceso a controles de salud tanto para los niños como para las mujeres embarazadas,
implementar un esquema de vacunación completo y oportuno, proporcionar acceso a agua potable
segura, garantizar un saneamiento adecuado y promover prácticas de higiene, entre otros (4).
Fomentar el uso de sucedáneos (fórmulas) de la leche materna no contribuye a la prevención de la
desnutrición crónica; por el contrario, pone en peligro la salud infantil. En Ecuador, solo la mitad de
los niños y niñas menores de seis meses (51%) se alimentan exclusivamente de leche materna, y tres
de cada diez niños menores de un año ya no reciben lactancia materna. Esta situación se vuelve aún
más crítica al llegar a los dos años de edad (4).
El Ministerio de Salud Pública (MSP), “mediante el Acuerdo Ministerial 108 del año 2016, definió los
criterios y requisitos para la certificación de los Establecimientos de Salud Amigos de la Madre y el
Niño (ESAMyN)” (5). Donde el componente cuatro, “Se dispone que todas las instituciones donde se
realizan partos deben promover, resguardar y respaldar la lactancia materna” (5).
Entre las actividades propuestas se incluyen “la educación a las madres desde la etapa prenatal sobre
cómo amamantar, los beneficios de la lactancia, su inicio y duración, entre otros aspectos” (5).