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Se reconoce que en la cultura de paz los conflictos se constituyen en motores de desarrollo, la educación
en y para el conflicto se entiende desde la perspectiva como instrumento de cambio social y oportunidad
para aprender a construir relaciones formando personas y ciudadanos dentro de un clima de respeto y
dignidad para lograr la paz (Hernández. I, Luna. J, Cadena. M, 2017). Por consiguiente, la construcción
de una cultura de paz, se percibe que es desde el entorno educativo, es decir que las escuelas juegan un
papel importante para su implementación, es el contexto escolar donde habrá de implicarse con
responsabilidad y compromiso en dicho cometido además de considerarla como filosofía de vida.
Es por ello necesaria la formación de los niños, los jóvenes y los adultos en el conocimiento y análisis
crítico de los derechos humanos, para lograr el desarrollo de competencias de mediar, conciliar y
generar soluciones pacíficas frente a los conflictos (Hernández. I, Luna. J, Cadena. M, 2017).
La participación para crear una cultura de paz será posible a través de planes educativos implicados en
una preocupación por implementar y mantener la convivencia escolar actuando de manera responsable
aplicando estrategias convenientes para ello, por ejemplo mediar en la solución de conflictos, en estos
casos se plantea la necesidad de incluir a los estudiantes, es decir incorporarlos como mediadores entre
iguales, al asumir dicho rol previa preparación, hace posible la disminución de problemas puesto que
podrá identificar el conflicto así como también las emociones puestas en juego por parte de los
intervinientes además de las propias como estudiante mediador, emociones tales como la ira, el enojo,
odio etc., por otra parte es puntual considerar que en consecuencia desde esta perspectiva estimulará en
ellos y ellas además de lo anterior, la reflexión, la comunicación, la escucha activa, la creatividad entre
otros factores, todo ello al tomar el curso de formación y capacitación como mediadores escolares, en
éste sentido se hace necesario la formación de estudiantes en el desarrollo de competencias para la
solución pacífica de conflictos como estrategia que genere la cultura de paz desde las aulas.
La relación entre mediación y escuela es una sinergia que ofrece grandes posibilidades de proyectar una
cultura de paz que será de gran utilidad, primeramente hacia dentro de las instituciones educativas para
luego redundar en contextos familiares y sociales que es fundamentalmente el objetivo principal dicho
en otras palabras, formar una sociedad donde predomine la paz y convivencia, la implicación en la
resolución pacífica de conflictos es un rasgo de madurez y carácter para hacer frente a las discordancias
y responder bien posicionados y no por casualidad si queremos construir una cultura paz.