Estudiantes de primera generaci�n y el impacto socioecon�mico

en sus familias, caso facultad de ciencias contables,

�universidad nacional de Pilar, a�os 2011 a 2021

 

 

Rossana Carrasco

[email protected]

Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educaci�n,

Universidad Nacional de Pilar.

 

RESUMEN

El objetivo de esta investigaci�n es analizar los efectos socioecon�micos que ha generado en las familias el primer graduado universitario espec�ficamente de la Universidad Nacional de Pilar, dentro del seno familiar, en un contexto en que la oferta de Educaci�n Superior ha aumentado y a su vez la hace m�s accesible. Dentro de la construcci�n conceptual de la investigaci�n, se considera la reflexi�n sobre la vinculaci�n de los egresados de primera generaci�n (EPG) y el impacto socioecon�mico que genera en el entorno. Se estudia el cumplimiento de los objetivos de formaci�n y de la misi�n de la universidad, en donde el sistema educativo debe estar integrado a su vez al contexto sociocultural. El enfoque es cuantitativo, por cuanto que se analizan datos documentales y se aplicar una encuesta mediante un cuestionario autoadministrado, v�a Google Forms basado en los Indicadores de Progreso Nacional Social implementado a mundial. La poblaci�n la constituyen los Egresados de la Primera Generaci�n, y la muestra es de tomada de manera intencional, considerando que solo los que responden a la condici�n de EPG, son incluidos en este trabajo. Finalmente, se discuten los resultados a partir de los cuales se contrasta la hip�tesis. Con los resultados se comprueba que los EPG, han generado un impacto socioecon�mico positivo en las familias.

Palabras clave: estudiante universitario de primera generaci�n; formaci�n; socioecon�mico; movilidad social.

 

 

 

First-generation students and the socio-economic impact of their families, case of the faculty of accounting sciences,

universidad nacional de Pilar, years 2011 to 2021

 

ABSTRACT

The objective of this research is to analyze the socioeconomic effects that the first university graduate, specifically from the National University of Pilar, has generated on families, within the family, in a context in which the offer of Higher Education has increased and in turn makes it more accessible. Within the conceptual construction of the research, the reflection on the bonding of first generation graduates (EPG) and the socioeconomic impact it generates on the environment is considered. The fulfillment of the training objectives and the mission of the university is studied, where the educational system must be integrated in turn to the sociocultural context. The approach is quantitative, since documentary data are analyzed and a survey is applied through a self-administered questionnaire, via Google Forms based on the National Social Progress Indicators implemented worldwide. The population is made up of First Generation Graduates, and the sample is taken intentionally, considering that only those who respond to the EPG condition are included in this work. Finally, the results from which the hypothesis is tested are discussed. The results show that the EPGs have generated a positive socioeconomic impact on families

 

Keywords: first generation university student; training; socioeconomic; social mobility

 

 

 

Art�culo recibido:� 15 octubre. 2021

Aceptado para publicaci�n: 18 noviembre 2021

Correspondencia: [email protected]

Conflictos de Inter�s: Ninguna que declarar


INTRODUCCI�N

La Universidad es una instituci�n, que, a m�s de aportar para el desarrollo de un pa�s, con las funciones sustantivas de docencia, investigaci�n y extensi�n, debe constituirse en una instituci�n central generadora de inclusi�n y de ascenso social; eso solo puede ser posible implementando un modelo universitario inclusivo para el sistema de ingreso a la misma. Estos alumnos tienen que ser un objetivo prioritario de las instituciones de educaci�n superior, ya que los mismos llegan muchas veces con menor �capital cultural� (Bourdieu, 1964) en comparaci�n a compa�eros que �provienen de familias con mayor nivel educativo y econ�mico� (Arocena, 2014). Cuando se habla de capital cultural se hace referencia a instrumentos de conocimiento, a saber, hacer, a habilidades y t�cnicas que los j�venes heredan de su medio familiar y que contribuyen con su �xito acad�mico.�

Las familias paraguayas, de un tiempo a esta parte, han visto a la educaci�n superior como el camino para la movilidad social ascendente y, por tanto, se esfuerzan para que alguno de sus miembros pueda acceder a ella.� Hist�ricamente ha sido parte de la idiosincrasia, el hecho de que la manera de prosperar lo constituye la formaci�n universitaria, garantizando un mejor futuro: mayores ingresos, m�s prestigio, m�s satisfacci�n, distinci�n. El gran impulsor de esta realidad parece ser la movilidad social. �La movilidad social ha sido entendida tradicionalmente como la creencia que los tr�nsitos entre las categor�as sociales son permeables, por lo que ser�a factible movilizarse hacia un grupo de estatus superior o inferior (Tajfel, 1981). Tal desplazamiento estar�a, en la actualidad, asociado a la noci�n de igualdad de oportunidades.

La primera generaci�n de los estudiantes posee otras caracter�sticas demogr�ficas, tales como el bajo nivel socioecon�mico y menor tasa de inscripci�n, que est�n asociados con la deserci�n. Todos estos factores y las interacciones entre ellos aumentan el riesgo de reprobar de los estudiantes de primera generaci�n lo cual impide permanecer en la educaci�n postsecundaria, con relaci�n a otros pares de la generaci�n continua (Choy2001; Lohfink y Paulsen 2005).

El objetivo de este trabajo es identificar en qu� medida impacta en las familias el EPG, a la vez de caracterizar su nivel sociodemogr�fico, que servir� para la toma de decisiones en los �mbitos para plantear pol�ticas de Estado, que coadyuven con este proceso.

La situaci�n de los egresados da cuenta, junto con otros factores, de las bondades del programa, del cumplimiento de los objetivos de formaci�n y de la misi�n de la universidad, en donde el sistema educativo en que se encuadra, debe estar integrado a su vez en un determinado contexto sociocultural con su espec�fica filosof�a pol�tica y educativa.

Por lo antes expuesto, el epicentro sobre el cual se bas� el planteamiento de esta investigaci�n, se fundamenta principalmente en la falta de datos cualitativos y cuantitativos en torno al impacto socioecon�mico que genera la formaci�n universitaria de los j�venes, en la sociedad pilarense, m�s espec�ficamente del primer graduado universitario, dentro del seno familiar.

Dentro de la construcci�n conceptual de la investigaci�n se considera la reflexi�n sobre la vinculaci�n de los egresados de primera generaci�n de la Universidad Nacional de Pilar y el impacto socioecon�mico que genera en el entorno en cual se desarrolla.

REVISI�N BIBLIOGR�FICA

1.      Antecedentes del tema

Es sabido que el nivel educativo de una poblaci�n est� intr�nsecamente ligado al nivel de desarrollo socioecon�mico y pol�tico alcanzado por el pa�s. Es as� que, las consecuencias positivas generadas por el sistema educativo se integran y se asumen tanto a nivel personal como a nivel del pa�s, de manera tal que una naci�n con un nivel de educaci�n m�s desarrollado generar� mejores relaciones sociales, y mayor productividad reflejada en el crecimiento econ�mico. La actitud de la juventud con relaci�n a su oportunidad laboral se genera a partir de las se�ales que recibe del mercado de trabajo en correlaci�n a lo que podr�a obtener con la capacitaci�n. Es decir, el esfuerzo econ�mico empleado en alcanzar mayor educaci�n, est� en funci�n al retorno esperado del mismo (DGEEC/GTZ, 2003).

Allen, (2003) se�ala que la funci�n principal de la universidad consiste en preparar a la gente para desempe�ar un papel en la sociedad, y m�s concretamente, en el mercado laboral. De esta manera, la inserci�n laboral se constituye en un aspecto que involucra tanto al sector productivo como a la universidad.

M�s recientemente en nuestro medio, en un estudio sobre la educaci�n universitaria en el Paraguay, al concluir sobre la situaci�n del empleo profesional y el ingreso a la universidad, se ha encontrado que en el pa�s es cierto a�n que quienes ocupan puestos de prestigio y obtienen buenos ingresos econ�micos, en una apreciable cantidad, son egresados universitarios: sin embargo, se observa cada vez m�s que el n�mero de los graduados universitarios crece a un ritmo mucho m�s elevado que la capacidad real de absorci�n/expansi�n que poseen esos niveles de prestigio y de buena remuneraci�n econ�mica. Los profundos cambios que se hicieron evidentes en la �ltima d�cada llevaron a repensar el problema de las relaciones entre educaci�n superior y empleo, que tradicionalmente se planteaba en t�rminos de una �sobreoferta� consecuencia de la explosi�n de la matr�cula desde los a�os 50, que no estuvo acompa�ada en igual medida por un aumento de los puestos de trabajo adecuados a esas calificaciones. Ahora los estudios ponen el acento en otras cuestiones, entre ellas el riesgo de un aumento general del desempleo como consecuencia del auge de las nuevas tecnolog�as. (OEI; 1993).

La ense�anza superior act�a como agente que facilita el acceso a mayores oportunidades laborales cuando proporciona una formaci�n completa y adecuada a las necesidades del egresado. No obstante, los procesos de inserci�n laboral de los graduados universitarios se caracterizan por su alto nivel de heterogeneidad ya que existen multitud de factores acad�micos, laborales y personales que pueden repercutir en sus oportunidades.

Los padres esperan que, gracias a la educaci�n, sus hijos consigan un mejor empleo: �menos fatigante, menos sucio, menos mal pagado y m�s valorizado que el suyo� (Lahire, 1995, p. 398). Charlot (1999) plantea que el oficio de los padres funciona como �una referencia (positiva o negativa) en la construcci�n del sujeto� (p. 259), pero que en s� mismo no es relevante, sino el nivel de vida que conlleva. Esto es clave para los estudiantes ya que su aspiraci�n es tener una vida diferente a la de sus padres.

La fuerte asociaci�n del nivel socio-econ�mico entre padres e hijos se manifiesta en la compleja ruptura de la transmisi�n intergeneracional de la pobreza. Investigando este tema en Israel, Gofen (2009) obtuvo resultados que sugieren que la familia tiene un rol clave para los EPG, constituy�ndose m�s bien en una fuente de recursos que de restricciones. De acuerdo a su an�lisis, el mecanismo para romper la transmisi�n de la pobreza se desarrolla en tres aspectos. Primero, los padres otorgan un papel fundamental a la educaci�n de los hijos, inscrita en un �horizonte temporal� de larga duraci�n. Enseguida, las �relaciones interpersonales� referida a la disposici�n de los padres a realizar �sacrificios� por sus hijos para favorecer el acceso a la universidad. Finalmente, �valores de la familia�, donde destacan la solidaridad y el respeto a los padres. Estos tres elementos confluyen en la implicaci�n de los padres para promover los estudios superiores de sus hijos.

2.      Estudiantes de Primera Generaci�n (EPG).

�El concepto de estudiante de primera generaci�n, desde ahora EPG para este trabajo, se aborda desde distintas perspectivas, es un concepto polis�mico, porque se lo ha estudiado desde diversas perspectivas. Los EPG son definidos como aquellos estudiantes de estatus socioecon�mico bajo cuyos padres o tutores no han asistido o no se graduaron de alguna universidad. (B�rquez, 2017)

Existen m�ltiples sentidos y significados que vivencian aquellos j�venes que experimentan el acceso a las universidades, y m�s a�n si constituye ser el primero en la familia, ya que son fundamentales para el desarrollo integral de su formaci�n socioecon�mica y cultural.

Implica, adem�s, pensar en una reciprocidad entre Estado y sociedad civil para delinear pol�ticas p�blicas que influyan de manera positiva y significativa en el conjunto de la poblaci�n. Sus trayectorias, acompa�adas de una fuerte presencia estatal, son instancias de disputas que hay que acompa�ar y profundizar para que el acceso a la educaci�n superior sea apropiado plenamente, en todas sus configuraciones posibles, por toda la comunidad. Por ello, la defensa de la educaci�n p�blica no arancelada es un gran desaf�o y un compromiso �tico y pol�tico. /AC-FACSO, como se cit� en (Universidad Nacional de Centro de la Provincia de Buenos Aires).

Para el a�o lectivo 2021, se ha logrado legalizar y reglamentar la Ley 6629/2020 de �arancel cero� para las universidades p�blicas del Paraguay. La Ley sancionada por el Congreso Nacional establece la gratuidad de los cursos de admisi�n y de grado en todas las universidades p�blicas del pa�s, en el instituto superior de bellas artes, instituto nacional de educaci�n superior, en institutos de formaci�n docente, dependientes del ministerio de educaci�n y ciencias y en el instituto nacional de salud, para los egresados de la Educaci�n Media de instituciones educativas del sector oficial o instituciones educativas del sector subvencionado. A pesar que el Decreto N� 4734 del Ministerio de Hacienda, no ha reglamentado conforme a la propuesta inicial, es un comienzo para propiciar el acceso a los j�venes provenientes de sectores carenciados econ�micamente�(Congreso Nacional del Paraguay, 2021).

�De lo expresado, conlleva a pensar en qu� medida las pol�ticas relacionadas con la gesti�n universitaria, convergen con las del Estado para esperar que el estudiante que ha adquirido una inserci�n con arancel cero, prev� las condiciones para que �stos puedan permanecer en el Sistema de la Educaci�n Superior.

El presente trabajo aborda a los EPG como aquellos estudiantes que llegan a ser los primeros en su familia en asistir a la universidad y los desaf�os y limitaciones con los que se encuentran y constituyen verdaderas barreras para la culminaci�n de sus estudios.

Los EPG has sido objeto de estudios por sus caracter�sticas y los factores que influyen en el tiempo que estos causar alguna carrera de educaci�n superior. (Ishitani, 2003) define a los EPG como estudiantes cuyos padres o encargados no han logrado egresar de una instituci�n de educaci�n superior, estos estudiantes particularmente proceden de hogares de ingresos bajos seg�n (Flanagan, 2016) y, para (Choy, 2001) por m�s que sean implementadas pol�ticas para promover una mayor equidad en t�rminos de educaci�n educativa, ellos permanecen en un sector social y econ�mico desventajado.

3.      Avance de la educaci�n superior.

El fen�meno de la expansi�n de la educaci�n superior ha sido impulsado por una fuerte demanda del acceso, debido al incremento de los retornos positivos que esto conlleva, sobre todo en los pa�ses con bajos niveles de escolaridad donde solo una peque�a proporci�n de la poblaci�n logra acceder al sistema educacional, lo que hace que estudiantes y familias est�n dispuestos a asumir una carga financiera esperando el retorno de su inversi�n. Asimismo, la expansi�n de la educaci�n superior privada ha creado oportunidades para un nuevo grupo social caracterizado por provenir de familias de bajos ingresos y de menor capital cultural, lo cual conlleva a que muchos estudiantes de familias con baja calificaci�n acad�mica se matriculen en instituciones privadas, debido a la dificultad para acceder a las m�s prestigiosas universidades p�blicas (Teixeira, Landoni, 2017). El surgimiento de instituciones privadas de educaci�n superior, por ende, est� vinculado al inter�s por masificar el ingreso a la educaci�n superior (Zhen, Dom�nguez, 2017) respondiendo a esta demanda de acceso.

La expansi�n de las clases medias urbanas es clave para comprender el r�pido crecimiento de las tasas de participaci�n en la educaci�n superior en muchos pa�ses durante los �ltimos 15 a�os. La relaci�n entre la demanda social y la oferta de educaci�n superior se encuentra mediada a su vez por el crecimiento y diversificaci�n de las econom�as, decisiones del Estado, e incluso inversiones estatales, por instituciones educativas y certificaciones en expansi�n (Marginson, 2017). En esta l�nea, (Trow, 1973) plante� que el prop�sito de la educaci�n superior pas� de ser exclusivamente de �lite, donde se les formaba la mente y el car�cter a las clases dominantes, a ser de masas, con el fin preparar a grandes grupos en habilidades t�cnicas y profesionales, para adaptar a la poblaci�n en su conjunto a los cambios sociales y tecnol�gicos propios de una sociedad industrial avanzada, llegando a ser considerada como una obligaci�n para las familias de las clases medias. (Araneda, et. al., 2018)

Sin embargo, algunas instituciones de educaci�n superior y sus respectivos programas se diferencian cada vez m�s manteniendo la selectividad y el prestigio, mientras que otras de menor prestigio son las que reciben un alto n�mero de estudiantes provenientes de familias de clases trabajadoras, que pertenecen a la primera generaci�n de sus familias que acceden a la educaci�n superior. Por lo tanto, esta mayor participaci�n que es percibida como un resultado positivo, oculta una creciente diferenciaci�n en los tipos de programas e instituciones, provocando una progresiva estratificaci�n en el sistema (Courtois, 2018). De este modo, por ejemplo, en Alemania las instituciones universitarias que han expandido su matr�cula recientemente se identifican de manera uniforme por representar la m�s alta educaci�n y mantener as� el car�cter elitista de su expansi�n (Stock, 2018). En Am�rica Latina, el sector privado abastece a la mayor parte de los estudiantes, existiendo varios ejemplos de contribuci�n positiva para el acceso. La diferencia entre las universidades p�blicas y privadas es, frecuentemente, m�s elocuente cuando se comparan los niveles de escolaridad de los padres, ya que estas �ltimas instituciones reciben a una mayor proporci�n de estudiantes cuyos padres tienen menor nivel de escolaridad (Teixeira, Landoni, 2017). Seg�n (O�Shea, 2016), los alumnos que forman parte de la primera generaci�n que accede a la universidad, est�n en desventaja en t�rminos de preparaci�n, tienen m�s problemas para transitar desde la educaci�n secundaria a la universidad y presentan mayores problemas de deserci�n; a su vez, tienen deficientes resultados acad�micos. Sin embargo, es importante consignar que las desigualdades estructurales, en el caso de los estudiantes de primera generaci�n, no sean enmascaradas como d�ficits individuales (Araneda, et. al., 2018).

(Carnoy, 2017) precisa que la expansi�n de la educaci�n superior en Brasil, Rusia, India y China no ha implicado una igual distribuci�n en los ingresos; es m�s, sin pol�ticas de gasto fiscal y social orientadas a la reducci�n de la desigualdad de los ingresos, �sta continuar� siendo alta e incluso puede llegar a aumentar.

En Chile, la creciente expansi�n de la matr�cula a partir del a�o 1990 implic� un mayor acceso para los estudiantes provenientes de los distintos grupos socioecon�micos, abarcando tanto los grupos de mayores como de menores ingresos, junto con la continuidad de los niveles de estratificaci�n social en este fen�meno, manteni�ndose, por tanto, los niveles de desigualdad (Brunner, 2015). Asimismo, la proporci�n de educaci�n superior privada se increment� de manera importante, atendiendo este tipo de instituciones a los dos tercios de la poblaci�n estudiantil de todos los tipos de quintiles de ingreso, mientras que las universidades pertenecientes al Consejo de Rectores de Universidades Chilenas (CRUCH) solo logran matricular alrededor de un tercio de dicha poblaci�n, debido posiblemente a la creaci�n del mecanismo de financiamiento denominado �Cr�dito con Aval del Estado�, que expandi� la opci�n de optar al cr�dito para financiar los estudios universitarios a los estudiantes de universidades privadas a partir del a�o 2006 (Espinoza, Gonz�lez, 2015). En efecto, Estado e instituciones de educaci�n superior son quienes estructuran conjuntamente el sistema de educaci�n superior, estableciendo las formas de provisi�n y su costo y valor. Por lo tanto, el rol en la asignaci�n social var�a de sistema en sistema, determinando hasta qu� punto la educaci�n superior hace que la sociedad sea m�s igual o si reproduce las desigualdades existentes (Marginson, 2016).

En Am�rica Latina, (Espinoza, Gonz�lez, 2017) afirman que el aumento en las matr�culas de los estudiantes durante las �ltimas treinta a�os no ha logrado equidad en el acceso, pues en las tasas de participaci�n persisten las diferencias entre los grupos de ingresos y los estudiantes desventajados en t�rminos de g�nero u origen �tnico, quienes ingresan a instituciones de educaci�n superior de menor prestigio, generalmente orientadas a la capacitaci�n t�cnico profesional (Araneda, et. al., 2018).

 

 

METODOLOG�A

1.      Tipo de investigaci�n

La modalidad de la investigaci�n es: Documental y de Campo; los niveles son: descriptivo y explicativo y las fuentes utilizadas: primaria y secundaria.

El tipo de investigaci�n, seg�n el conocimiento que se desea alcanzar: descriptiva y explicativa, mientras que seg�n la naturaleza de la informaci�n: cuantitativa.

La investigaci�n se inicia con la Investigaci�n Bibliogr�fica/ Documental: a trav�s del m�todo de lectura y revisi�n de textos y publicaciones, obtenidos de sitios de Bibliotecas Virtuales, adem�s de consultas en los repositorios avezados sobre el tema. Se complementan con informaciones secundarias solicitadas por la Direcci�n General Acad�mica del Rectorado de la Universidad Nacional de Pilar, la misma fueron trabajada en funci�n de los objetivos perseguidos por el estudio.

Posteriormente se procedi� al trabajo de campo, con la aplicaci�n de encuestas a los EPG; la misma fue completada por los mismos en el lugar donde se desempe�an a fin de conocer las caracter�sticas de los egresados en torno al �mbito donde se desarrollan. Y la respectiva entrevista a las familias para conocer el impacto generado del EPG.

2.      Poblaci�n y muestra.

2.1.   Poblaci�n

La poblaci�n est� compuesta por egresados que sean considerados egresados de primera generaci�n entre aquellos graduados entre los a�os 2011 y 2021 de la Facultad de Ciencias Contables, Administrativas y Econ�micas de la Universidad Nacional de Pilar.

2.2.   Muestra

La muestra fue seccionada seg�n un m�todo de muestreo probabil�stico, a modo de lograr la generalizaci�n de los resultados a la poblaci�n de egresados, dicho modelo consta del siguiente procedimiento:

 

 

 

 

 

 

Figura N� 1: Procedimiento de selecci�n de la muestra.

Fuente: Elaboraci�n Propia.

3.      M�todos, t�cnicas e instrumentos de recolecci�n de la informaci�n.

Los m�todos utilizados fueron: el Inductivo, la S�ntesis, y el m�todo Anal�tico; mientras que la t�cnica a ser utilizada ser� la encuesta. �(Hern�ndez y otros, 2014)

Se utilizaron como fuente primaria la �encuesta� en base a la aplicaci�n del instrumento de recolecci�n de datos que es el �cuestionario�- cuestionarios semiestructurado predominantemente con preguntas cerradas.

La aplicaci�n del mismo se realiz� mediante un cuestionario de Google Forms, enviado a trav�s de correo electr�nico y/o por correo electr�nico, previa ubicaci�n de los mismos a trav�s de una planilla de elaboraci�n propia.

4.      Procesamiento de los datos � Procedimientos.

Una vez aplicado el cuestionario, se procedi� a recopilar las informaciones, a trav�s de la agrupaci�n, organizaci�n y clasificaci�n de las mismas, mediante un soporte estad�stico que permite su sistematizaci�n y tabulaci�n conforme a los registros obtenidos mediante el formulario, lo cual quedo presto mediante las tablas que sirvieron para una eficiente interpretaci�n posterior.

5.      An�lisis e interpretaci�n de la informaci�n

El estudio se centr� en la recolecci�n de datos primarios, ya que se originaron con el prop�sito espec�fico de atender el problema que dio origen a la investigaci�n de referencia.

Una vez tabulados los datos y representados en tablas y figuras, se procedi� al an�lisis e interpretaci�n de los mismos, utilizando estad�sticos que faciliten su interpretaci�n y relaci�n. Se utilizo una tabla de contingencia relacionando la variable dependiente con las independientes y sus factores asociados, para contrastarlos con la hip�tesis planteada en este trabajo.

RESULTADOS Y DISCUSI�N

Se presentan los resultados obtenidos a trav�s de los instrumentos de recolecci�n de datos y el respectivo an�lisis de los mismos.

En la Fig. N�1 se puede apreciar que los padres de egresados han realizado sus estudios universitarios en un 33%, las madres en un 52% mientras que sus hermanos en un 72%, lo que indica que los hijos o hermanos menores de quienes hayan cursado sus estudios universitarios han tenido mejor oportunidad de alcanzar dicha formaci�n.

Es importante diferenciar entre un EPG y uno que sea de segunda generaci�n como m�nimos, es decir; que uno de sus padres o miembro de su familia haya cursado sus estudios universitarios.

De acuerdo con (Chen, 2005), los EPG son alumnos menos propensos a matricularse en alguna instituci�n postsecundaria que aquellos con padres o tutores con educaci�n universitaria, los llamados estudiantes de segunda generaci�n. Por lo general, los educandos de segunda generaci�n tienden a asistir de inmediato a una instituci�n de educaci�n superior despu�s de graduarse de la escuela secundaria y completar su licenciatura en el tiempo estimado, es decir, en cuatro o cinco a�os y a la edad de 22 o 23 a�os; mientras cursan, procuran no tener hijos, permanecen dependientes econ�micamente de otros y consideran los estudios como su principal responsabilidad, lo cual les permite dedicarse a su condici�n de escolares.

(Terenzini et al., 1996) afirman que en contraste, los EPG necesitan m�s tiempo para completar los objetivos acad�micos de una carrera o poseen menos probabilidades de graduarse debido a la falta de apoyo familiar, a las tensiones econ�micas, a la mala preparaci�n acad�mica y a otras barreras socioecon�micas.

Figura N�1: Nivel de estudios de padre, madre y hermanos de egresado/a.

 

Fuente: Elaboraci�n propia.

(Lehmann, 2007) se�al� que los EPG abandonan un programa de estudio antes que otros alumnos, aun cuando poseen un alto rendimiento acad�mico. Por su parte, (Chen, 2005) mostr� que el 43% de los EPG que se matricularon en una instituci�n postsecundaria no se gradu�; en cambio, el 68% de los estudiantes que ten�a alg�n padre con un t�tulo profesional complet� el programa de estudios.

El �ndice de Progreso Social es la �nica herramienta de medici�n que se enfoca de manera integral y sistem�tica exclusivamente en las dimensiones no econ�micas del desempe�o social en todo el mundo con datos transparentes y procesables.

El progreso en las cuestiones sociales no acompa�a autom�ticamente al desarrollo econ�mico. El aumento de los ingresos generalmente trae consigo importantes mejoras en �reas como el acceso al agua potable, el saneamiento, la alfabetizaci�n y la educaci�n b�sica. Pero, en promedio, la seguridad personal no es mejor en los pa�ses de ingresos medios que en los de ingresos bajos y, a menudo, es peor. En general, el �ndice de Progreso Social proporciona el primer marco concreto para realizar evaluaciones comparativas y priorizar una agenda de acci�n que promueva el desempe�o tanto social como econ�mico. (Green, et. al, 2020)

El progreso social se ha convertido en una agenda cada vez m�s cr�tica para los l�deres de gobierno, las empresas y la sociedad civil, la medici�n de este �ndice da par�metros para comparar el nivel de vida de los egresados antes y despu�s de sus estudios universitarios, sin relacionarlos exclusivamente al aspecto econ�mico, si no m�s bien a un aspecto social de influencia en la econom�a de los mismos.

Partiendo de esta premisa se adaptaron los indicadores est�ndares para la evaluaci�n del factor socioecon�mico cambiante en las vidas de los egresados Fig N� 2.

Figura N�2: �ndice nacional de progreso social.

 

Fuente: Secretar�a t�cnica de planificaci�n de desarrollo econ�mico y social (2018).

Los resultados presentados en la Fig. N�2 indican una mejora importante del �ndice de progreso social en los egresados, especialmente en el fundamento de bienestar donde los participantes afirman que luego del egreso mejoraron sus canciones de acceso a telefon�as, internet, tv, recolecci�n de basuras y disminuyeron la deforestaci�n a causas de pr�cticas m�s sustentables en sus actividades. Del mismo modo, posterior al egreso se evidencian mejor cobertura de las necesidades b�sicas en sus hogares como las oportunidades de progreso.

Existen diferencias notorias entre los EPG con el resto de los estudiantes, son caracter�sticas demogr�ficas y sociales las que hacen las diferencias, la autopercepci�n sobre su rendimiento acad�mico, el apoyo familiar, entre otros, contrastes hallados por (Ishitani, 2003). De estudios antecedentes a este, se evidencia que los EPG tienden a pertenecer m�s al sexo femenino, son por los general son integrantes de un grupo racial/�tnico minoritario, poseen un ingreso econ�mico familiar inferior al promedio y tienen aspiraciones educativas muy bajas (Mehta et al., 2011).

CONCLUSIONES

Mundialmente y en t�rminos de educaci�n superior, se atraviesa una �poca de expansi�n, sin precedentes, �sta va acompa�ada de cambios pol�ticos y socioecon�micos seg�n (Teixeira, Landoni, 2017). La demanda de educaci�n superior aumenta y esto se relaciona estrechamente al bienestar de las personas, a la posibilidad que estas tienen de conseguir empleo a trav�s de su formaci�n y obtenci�n de t�tulos de grado que la certifiquen. Del mismo modo, (Zhen, Dominguez, 2017) afirman que el desarrollo cient�fico y tecnol�gico, as� como las pol�ticas de reducci�n del financiamiento de las instituciones p�blicas, entre otros han constituido en el incentivo del aumento de las instituciones de educaci�n superior privadas.

La hip�tesis, planteada al inicio de la investigaci�n, es comprobada a trav�s de los resultados obtenidos.: Los Estudiantes de primera generaci�n (EPG), graduados en la Facultad de Ciencias Contables, Administrativas y Econ�micas de la Universidad Nacional de Pilar, han obtenido un impacto socio��-econ�mico positivo en sus familias.

A modo de recomendaci�n se siguiere cuanto sigue:

�  Generar capacitaciones y orientaciones b�sicas que permitan a los docentes comprender y generar acciones pedag�gicas que consideren las caracter�sticas de un EPG.

�  Impulsar una cultura inclusiva en las instituciones cuyo foco sean todos los estudiantes que la componen y que se encuentre sostenida por una pol�tica inclusiva que se sustente desde sus bases

REFERENCIAS BIBLIOGR�FICAS

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