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MEDIDAS PREVENTIVAS EN EL EMBARAZO
PARA DISMINUIR LA INCIDENCIA DE LA
ASFIXIA PERINATAL
PREVENTIVE MEASURES IN PREGNANCY TO REDUCE THE
INCIDENCE OF PERINATAL ASPHYXIA
Jonattan Palacios Torres
Universidad del Sinu Elias Bechara Zainúm, Colombia
Diana Carolina Cardenas Vasquez
Universidad Cooperativa de Colombia, Colombia
Maria Valentina Sarmiento Lombana
Universidad Cooperativa de Colombia, Colombia
Laura Daniela Perez Victoria
Universidad Libre, Colombia
Nancy Paola Ortega López
Fundación Universitaria San Martín, Colombia
Sheyla Hazel Sotomayor Cruz
Universidad del Sinú, Colombia
Sayaris Patricia Morales Yepez
Universidad del Sinú, Colombia
Sirly Patricia Padilla Contreras
Universidad del Sinú, Colombia
Paola Andrea Castro Leal
Universidad del Sinú, Colombia
pág. 3553
DOI: https://doi.org/10.37811/cl_rcm.v8i4.12589
Medidas Preventivas en el Embarazo para Disminuir la Incidencia de la
Asfixia Perinatal
Jonattan Palacios Torres
1
tatanpalacios28@gmail.com
https://orcid.org/0009-0004-1088-1312
Universidad del Sinu Elias Bechara Zainúm
Cartagena
Colombia
Diana Carolina Cardenas Vasquez
dianacarolina270794@gmail.com
https://orcid.org/0009-0008-2126-8651
Universidad Cooperativa de Colombia
Sede Medellín
Colombia
Maria Valentina Sarmiento Lombana
Mariavalentina9716@gmail.com
https://orcid.org/0009-0008-5116-0975
Medico General
Universidad Cooperativa de Colombia
Colombia
Laura Daniela Perez Victoria
lauradani0827@hotmail.com
https://orcid.org/0009-0005-1824-6046
Universidad Libre, Seccional Cali
Colombia
Nancy Paola Ortega López
paolaortega07@outlook.com
https://orcid.org/0009-0004-2736-5015
Fundación Universitaria San Martín
Colombia
Sayaris Patricia Morales Yepez
sami6627@hotmail.com
https://orcid.org/0009-0000-9922-5071
Médico General de la Universidad del Sinú
Colombia
Paola Andrea Castro Leal
paolacastroleal@gmail.com
Médico General de la Sinú, Colombia
Sheyla Hazel Sotomayor Cruz
sheyla2093@hotmail.com
https://orcid.org/0009-0002-4164-7727
Médico General de la Universidad del Sinú
Colombia
Sirly Patricia Padilla Contreras
sirlypadilla@hotmail.com
https://orcid.org/0009-0000-9925-9159
Médico General de la Universidad del Sinú,
Colombia
1
Autor principal
Correspondencia: tatanpalacios28@gmail.com
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RESUMEN
La asfixia perinatal, caracterizada por la interrupción del flujo sanguíneo o del intercambio de gases
hacia y desde el feto durante el periodo perinatal, representa una de las principales causas de
morbimortalidad neonatal en todo el mundo, especialmente en países en desarrollo, y se asocia con
complicaciones a largo plazo como retraso mental, daño neurológico irreversible, epilepsia y parálisis
cerebral. Para abordar esta problemática, se llevó a cabo una revisión bibliográfica exhaustiva utilizando
bases de datos como PubMed, SciELO, Medline y bibliotecas especializadas, centrada en publicaciones
desde 2001 y en descriptores como asfixia perinatal, factores de riesgo, prevención, incidencia,
fisiopatología y etiología. Los resultados indican que la monitorización del bienestar fetal mediante
métodos biofísicos y bioquímicos, incluyendo pruebas como la monitorización estresante y no
estresante, junto con el perfil biofísico fetal, es fundamental para prevenir desenlaces fatales.
Palabras clave: asfixia perinatal, factores de riesgo, prevención, incidencia, fisiopatología, etiología
pág. 3555
Preventive Measures in Pregnancy to Reduce the Incidence of Perinatal
Asphyxia
ABSTRACT
Perinatal asphyxia, characterized by the interruption of blood flow or gas exchange to and from the fetus
during the perinatal period, represents one of the main causes of neonatal morbidity and mortality
worldwide, especially in developing countries, and is associated with long-term complications such as
mental retardation, irreversible neurological damage, epilepsy and cerebral palsy. To address this
problem, a comprehensive literature review was conducted using databases such as PubMed, SciELO,
Medline and specialized libraries, focusing on publications since 2001 and on descriptors such as
perinatal asphyxia, risk factors, prevention, incidence, pathophysiology and etiology. The results
indicate that monitoring fetal well-being using biophysical and biochemical methods, including tests
such as stress and non-stress monitoring, together with the fetal biophysical profile, is essential to
prevent fatal outcomes.
Keywords: perinatal asphyxia, risk factors, prevention, incidence, pathophysiology, etiology
Artículo recibido 20 junio 2024
Aceptado para publicación: 23 julio 2024
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INTRODUCCIÓN
La asfixia perinatal se describe como la interrupción del flujo sanguíneo o del intercambio de gases
hacia y desde el feto en el periodo perinatal, la cual puede ser parcial parcial prolongada, una asfixia
subtotal repentina o composición una de ambas (1). En cuanto a la epidemiología, la asfixia perinatal se
caracteriza por ser una de las principales causas de morbi mortalidad neonatales a nivel mundial,
principalmente en los países en desarrollo (2), así como la causa primordial de enfermedades a largo
plazo como retraso mental, daño neurológico irreversible, epilepsia y parálisis cerebral que llevan a
consecuencias graves a largo plazo que afectan tanto al niño como a la familia (3). En los países ricos
en recursos, la incidencia de la asfixia perinatal grave (que causa la muerte o un deterioro neurológico
grave) es de aproximadamente 1/1000 nacidos vivos. En los países con pocos recursos, la asfixia
perinatal es probablemente mucho más frecuente. Los datos de estudios realizados en hospitales de esos
países indican una incidencia de entre 5 y 10/1000 nacidos vivos (4).
La asfixia perinatal genera una transición del metabolismo aeróbico al anaeróbico, lo que resulta en una
producción insuficiente de ATP y fosfocreatina, acumulación de lactato y acidosis. La falta de ATP
causa una pérdida del potencial de membrana, despolarización celular y aumento del glutamato
extracelular, que activa receptores específicos y provoca una entrada excesiva de calcio en las células.
Este exceso de calcio desencadena una cascada de reacciones enzimáticas que degradan las proteínas
del citoesqueleto y la matriz extracelular, aumentando el daño celular a través de la peroxidación lipídica
y la formación de radicales libres [Figura 1] (5).
pág. 3557
Figura 1. Mecanismos neuropatologicos inducidos por la asfixia perinatal en el cerebro neonatal.
Tomado de: Morales P, Bustamante D, Espina-Marchant P, Neira-Peña T, Gutiérrez-Hernández MA, Allende-Castro C, Rojas-
Mancilla E. Pathophysiology of perinatal asphyxia: can we predict and improve individual outcomes? EPMA J. 2011
Jun;2(2):211-30.
Para contrarrestar la falta de energía, el cuerpo redirige el flujo sanguíneo hacia órganos esenciales como
el corazón, el cerebro y las glándulas suprarrenales, disminuyendo la perfusión en otros órganos. En el
cerebro, el flujo sanguíneo se enfoca en el tronco encefálico, priorizando estructuras críticas. La
reoxigenación puede conducir a un estrés oxidativo adicional y una recuperación metabólica inadecuada
debido a la alta producción de radicales libres y la inmadurez del sistema antioxidante en el recién
nacido, aumentando el riesgo de daño neurológico y celular persistente (6).
El diagnóstico clínico de asfixia perinatal se fundamenta en varios criterios. Los dos principales son: la
manifestación de depresión cardiorrespiratoria y neurológica, caracterizada por una puntuación de
pág. 3558
Apgar inferior a 7 a los 5 minutos tras el nacimiento, y la evidencia de un compromiso hipóxico agudo
acompañado de acidemia, definido por un pH arterial inferior a 7 o un exceso de bases superior a 12
mmol/L (7). La asfixia perinatal tiene múltiples causas como maternas, placentarias, fetales, neonatales
[Cuadro 1] que se dan por varios mecanismos como: interrupción de la circulación sanguíneos umbilical,
problemas en el intercambio placentarios de gases, riego materno inadecuado a la placenta, deficiente
oxigenación materna y transición neonatal anormal por alteración en la expansión pulmonar del niño
(8).
Cuadro 1. Causas de asfixia perinatal
Maternas
Placentarias/Cordón
umbilical
Neonatal
Diabetes mellitus
Hipertensión arterial
Preeclampsia
Hipotension/shock
Ruptura uterina
Anemia severa
Infección
Neumopatías
Nefropatias
Parto prolongado
Embarazo múltiple
Desprendimiento de placenta
Hemorragia fetomaterna
Compresión del cordón
umbilical (prolapso, cordón
nucal, nudo, etc.)
Infección/inflamación
Inserción velamentosa del
cordón
Inmadurez pulmonar
Obstruccion de via ae4rea
Dificultad de expansión
pulmonar
Infección
Efecto de la medicación
Compromiso cardiovascular
severo
Trastornos neurológicos
Fuente: Elaboración propia
La detección de embarazos de alto riesgo es uno de los métodos más efectivos para reducir el riesgo de
asfixia perinatal [Cuadro 2]. Las mujeres que padecen hipertensión crónica, diabetes, trombofilia,
enfermedades renales o autoinmunes corren el riesgo de insuficiencia placentaria; por consiguiente,
deben realizarse ecografías periódicas y considerar un parto anticipado según los resultados de la
detección (9).
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Cuadro 2. Estrategias para reducir el riesgo de asfixia perinatal
Anteparto
1. Cribado de condiciones de embarazo de alto riesgo
2. Monitoreo con evaluaciones ecográficas seriadas, incluyendo velocimetría Doppler si es
indicado
3. Pruebas fetales antenatales
4. Considerar el conteo de movimientos fetales
Intraparto
1. Condiciones seguras para el trabajo de parto, incluyendo protocolos para el intento de parto
después de cesárea
2. Monitoreo fetal electrónico
3. Resucitación intrauterina
4. Estimulación del cuero cabelludo fetal
5. Parto operativo
Postparto
1. Análisis de gases en la sangre del cordón umbilical y lactato
2. Examen patológico de la placenta
Tomado de: Christina A. Herrera, Robert M. Silver, Perinatal Asphyxia from the Obstetric Standpoint: Diagnosis and
Interventions. Clinics in Perinatology. 2016; 43 (3): 423-438
La ecografía anatómica de rutina realizada en el segundo trimestre (alrededor de las 20 semanas) es ideal
para descartar placentación anormal, como placenta previa, acreta o vasa previa. Las mujeres que
presentan estas condiciones de alto riesgo suelen someterse a una cesárea durante el período a término
temprano (37-39 semanas) o al final del pretérmino (34-37 semanas). Además, a las mujeres con
antecedentes de cesáreas previas se les debe informar sobre el riesgo de ruptura uterina y la importancia
de dar a luz en un hospital con monitoreo continuo y servicios de obstetricia y anestesia disponibles las
24 horas (10).
En los casos poco frecuentes de eventos intraparto que puedan provocar asfixia, los profesionales de la
salud deben estar especialmente atentos para identificar la situación, actuar de forma apropiada y
asegurar un parto seguro tanto para la madre como para el bebé. Por ello, en el siguiente artículo se
abordarán las medidas preventivas en el embarazo para disminuir la incidencia de asfixia perinatal (11).
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MATERIALES Y MÉTODOS
Se realizó una búsqueda bibliográfica detallada de información publicada más relevante en las bases de
datos pubmed, scielo , medline, bibliotecas nacionales e internacionales especializadas en los temas
tratados en el presente artículo de revisión. Se utilizaron los siguientes descriptores: asfixia perinatal,
factores de riesgo, prevención, incidencia, fisiopatología, etiología. La búsqueda de artículos se realizó
en español e inglés, se limitó por año de publicación y se utilizaron estudios publicados desde 2001 a la
actualidad.
RESULTADOS
Teniendo en cuenta que la asfixia perinatal se define como la falta de oxígeno que puede estar o no
acompañada de hipoperfusión tisular, que ocasiona en el feto o recién nacido daño neurológico y efectos
dañinos (12) es importante poner en práctica una serie de medidas que permitan manejar a tiempo a las
pacientes gestantes y así prevenir desenlaces fatales y disminuir la morbimortalidad fetal.
Para esto, es indispensable controlar el bienestar fetal anteparto, el cual se realiza principalmente por
medio de métodos biofísicos y bioquímicos. Se utiliza la monitorización no estresante y la estresante.
La monitorización estresante o también llamada test basal se utiliza para evaluar la frecuencia cardiaca
fetal en condiciones normales, sin embargo, cuenta con altas tasas de falsos positivos, y la no estresante
o también llamada prueba de la oxitocina, evalúa la tolerancia a las contracciones, por lo que se provoca
una dinámica uterina parecida a la que se da durante elparto para evaluar si se generan alteraciones (13),
por lo que es más utilizada.
En el RCTG, si se observan desaceleraciones en la frecuencia cardíaca fetal durante las contracciones,
se considera un resultado positivo, indicando un alto riesgo de complicaciones, mientras que la ausencia
de desaceleraciones sugiere bienestar fetal; si las deceleraciones aparecen solo en algunas contracciones,
el resultado es sospechoso y requiere vigilancia adicional. El perfil biofísico fetal, realizado mediante
ultrasonido dinámico, evalúa inicialmente cuatro variables: movimientos respiratorios, movimientos
corporales, tono fetal, y volumen de líquido amniótico, a las que se añade la reactividad fetal, que se
mide por la aceleración de la frecuencia cardíaca fetal. (14)
El perfil biofísico fetal se evalúa mediante ultrasonido dinámico y analiza inicialmente cuatro variables:
movimientos respiratorios del tórax y la pared abdominal que deben durar al menos 30 segundos,
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movimientos corporales del tronco y las extremidades, tono fetal observado por la flexión y extensión
de los miembros, y el volumen de líquido amniótico, medido en el depósito de mayor cantidad.
Posteriormente, se añade una quinta variable, la reactividad fetal, que se mide a través de al menos dos
episodios de aceleración de la frecuencia cardíaca fetal (FCF), cada uno de más de 15 segundos y
superando los 15 latidos por minuto. Cada variable se puntúa de 2 si es normal y 0 si hay anomalías, en
un periodo de observación de 30 minutos. (15)
En su reporte de caso, Castillo y colaboradores (2022) presentan el caso clínico de una paciente de 24
años, en su tercer embarazo y con 37 semanas de gestación, acudió a emergencias del Instituto Nacional
Materno Perinatal debido a un leve sangrado vaginal. Con antecedentes de una cesárea previa, no
presentó otras molestias. Durante la evaluación, se registró una presión arterial de 90/60 mmHg, altura
uterina de 32 cm, y latidos cardíacos fetales a 152. Una ecografía realizada una hora después de la
admisión reveló un feto a término con un peso estimado de 2902 gramos, un perfil biofísico fetal de 6/8
debido a movimientos corporales reducidos, y un índice de líquido amniótico de 11 cm. Se observó una
placenta fúndica posterior grado III, con un índice de pulsatilidad (IP) Doppler en la arteria cerebral
media de 1.18, en la arteria umbilical de 0.56, y en el ductus venoso de 0.26, además de un istmo aórtico
con diástole ausente, sugiriendo una redistribución de flujos. El índice cerebro-placentario fue de 2.1.
Ante estos hallazgos, otro evaluador solicitó una prueba estresante para evaluar la posibilidad de un
parto vaginal. Tres horas después de la admisión, el test resultó en 5 puntos, con movimientos fetales
reducidos, variabilidad disminuida y ausencia de aceleraciones. Tras reevaluación cinco horas después
de la admisión, se decidió realizar una cesárea de emergencia, en la que nació un recién nacido masculino
de 2846 gramos, 47.5 cm de talla, con un Apgar de 8 y 9. Se encontró líquido meconial con aspecto
sanguinolento, sugiriendo un desprendimiento prematuro de la placenta (DPP) de aproximadamente
10%. El diagnóstico patológico reveló una placenta con infartos vellosos recientes (10%) y antiguos
(5%), vellosidades coriales hipoplásicas, corioamnionitis aguda, y funisitis aguda. La evolución tanto
de la madre como del recién nacido fue favorable, y ambos fueron dados de alta al tercer a post-cesárea
(16)
Por otra parte, Castan y colaboradores (2013) mencionan en análisis de calota fetal para el estudio del
equilibrio ácido - base con el fin de disminuir intervenciones que no son necesarias y valora el entorno
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metabólico fetal frente a situaciones de hipoxia. Este es importante ya que permite tomar la decisión
obstétrica adecuada a seguir al valorar la acidosis cuando se encuentra una frecuencia cardiaca fetal
alterada en el RCTG. (12)
Finalmente, Bouiller y colaboradores (2015) publicaron un estudio en el que se valoraron 29416 recién
nacidos, y se incluyeron 82 que habían tenido asfixia anteparto, de los cuales, 9 tuvieron eventos
hipóxicos. Y se concluyó que la duración del expulsivo y el aspecto del líquido amniótico no estaban
asociados a la aparición de asfixia posterior, pero se mencionó que las alteraciones de la frecuencia
cardiaca fetal estuvieron presentes en el 97,6% de los casos. (17)
DISCUSIÓN
Como se observa en la revisión realizada, el seguimiento de la gestante durante la embarazada y pruebas
como el test estresante, permiten evaluar el estado del feto con el fin de tomar medidas necesarias que
permitan evitar complicaciones en el mismo y disminuir la incidencia de morbilidad y mortalidad
perinatal.
Actualmente, se considera que este método es una herramienta fundamental en el diagnóstico prenatal.
Los resultados obtenidos han permitido su estandarización, clasificándolo en pruebas de bienestar fetal
antes del parto y en el monitoreo fetal intraparto (MEFI). Estas pruebas son esenciales para identificar
posibles estados de acidemia, una condición que puede indicar un suministro insuficiente de oxígeno al
feto, es decir, asfixia perinatal y ll detectar estas alteraciones a tiempo, se busca prevenir cualquier daño
fetal irreversible, asegurando un desarrollo saludable durante el proceso de parto (18), por lo tanto, se
considera necesario implementar la monitorización fetal de manera regular en pacientes con alto y bajo
riesgo, con o sin patologías de base. (19)
Esto también es mencionado por Toaquiza (2017), quien plantea que para identificar a tiempo a un feto
en riesgo, es crucial realizar una serie de evaluaciones, entre ellas la medición de la altura uterina, que
está estrechamente relacionada con el tamaño del feto. Este procedimiento permite detectar posibles
retrasos en el crecimiento intrauterino, así como disminuciones en los latidos o movimientos fetales. Es
fundamental que todas las mujeres embarazadas asistan regularmente a los controles prenatales, ya que
estos chequeos permiten evaluar tanto la condición de la madre como la del bebé. Durante estos
controles, el personal de salud realiza diversas pruebas, como ecografías y la monitorización basal, que
pág. 3563
se centra en registrar los latidos fetales y las contracciones uterinas. Estas evaluaciones no sólo aseguran
un seguimiento adecuado del desarrollo fetal, sino que también permiten intervenir a tiempo en caso de
que se detecten anomalías, mejorando así las probabilidades de un embarazo y parto saludables. (20)
Sin embargo, Piñeros y colaboradores (2021) plantean que las decisiones relacionadas con la prevención
de la asfixia fetal no deben depender únicamente de la interpretación del monitoreo fetal. Es fundamental
considerar una variedad de factores adicionales para una evaluación más completa. Entre estos factores
se incluyen la historia clínica de la madre y del feto, así como el estado y el progreso del trabajo de
parto. Además, es esencial prestar atención a la presencia de otros signos que puedan indicar asfixia
fetal. Al integrar todos estos elementos en la toma de decisiones, se pueden implementar estrategias más
efectivas y personalizadas, lo que reduce el riesgo de complicaciones graves y mejora las perspectivas
para la salud tanto de la madre como del bebé durante el parto.(21)
Por lo tanto, la mejor forma de prevenir la asfixia perinatal es realizar un seguimiento minucioso a la
paciente durante el embarazo, que incluya los factores de riesgo de la paciente, su historia clínica y sus
antecedentes, además de un monitoreo fetal continuo, que permita observar el estado de bienestar fetal,
y así evitar posibles complicaciones en la salud del feto.
CONCLUSIÓN
La asfixia perinatal es una afección severa que constituye una de las principales causas de
morbimortalidad neonatal, particularmente en regiones con menor desarrollo. Su prevención y manejo
adecuados son esenciales para evitar secuelas a largo plazo, como daño neurológico grave, epilepsia y
parálisis cerebral. La detección temprana de embarazos de alto riesgo a través del monitoreo y las
pruebas de bienestar fetal es crucial para identificar y manejar esta afección de manera eficaz. Además,
el abordaje clínico de esta condición debe ser multidisciplinario, teniendo en cuenta el historial médico
de la madre y del feto, así como el desarrollo del parto, para implementar estrategias más efectivas y
personalizadas. Este enfoque holístico puede mejorar considerablemente los resultados para la madre y
el bebé, disminuyendo la frecuencia de complicaciones severas relacionadas con la asfixia perinatal.
pág. 3564
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