ABORDAJE DEL DOLOR CRÓNICO TRAS
CIRUGÍA DE MAMA: PAPEL DEL ANESTESIOLOGO
APPROACH TO CHRONIC PAIN AFTER BREAST SURGERY: ROLE
OF THE ANESTHESIOLOGIST
Dayana Melissa Ortega Álvarez
Universidad del Sinú - Seccional Montería
Laura María Cardenas Vasquez
Ucc sede Medellín
Yuliza María Nieves Lugo
Universidad del Sinu Cartagena
Laura Daniela Perez Victoria
Universidad Libre Seccional Cali
Jair Zúñiga Salazar
Universidad Tecnológica de Pereira
José Jaime Díaz florez
Universidad Metropolitana de Barranquilla
Katherine Julieth Arcila Villamil
Universidad el Bosque
Camilo José Romero Álvarez
Universidad de Cartagena
Rafael de Jesús Suárez Bustos
Universidad de Cartagena
Jorge Armando Rocha Moreno
Universidad Metropolitana de Barranquilla
Lizeth Johana Leon Cardozo
Universidad de Ciencias Aplicadas y Ambientales U.D.C.A
Juan Camilo Saavedra Montoya
Universidad Santiago de Cali
Carmen Alicia Hernández Cerón
Investigador Independiente
Víctor Eduardo Cortés Guzmán
Universidad Nacional de Colombia
pág. 3966
DOI: https://doi.org/10.37811/cl_rcm.v8i4.12628
Abordaje del dolor crónico tras cirugía de mama: papel del anestesiologo
Dayana Melissa Ortega Álvarez1
Dayanamortega11@gmail.com
https://orcid.org/0009-0007-0334-3745
Universidad del Sinú - Seccional Montería
Laura María Cardenas Vasquez
lauramaria51852@gmail.com
https://orcid.org/0009-0004-7556-4000
Ucc sede Medellín
Yuliza María Nieves Lugo
yulizamarianieves@hotmail.com
Universidad del Sinu Cartagena
Laura Daniela Perez Victoria
lauradani0827@hotmail.com
https://orcid.org/0009-0005-1824-6046
Universidad Libre Seccional Cali
Jair Zúñiga Salazar
jairzuniga123@gmail.com
https://orcid.org/0009-0003-5629-5717
Universidad Tecnológica de Pereira
José Jaime Díaz Florez
josejaime-18@hotmail.com
Universidad Metropolitana de Barranquilla
Katherine Julieth Arcila Villamil
Kath.julieth96@gmail.com
Universidad el Bosque
Camilo José Romero Álvarez
Camiloromeroa10@gmail.com
https://orcid.org/0000-0001-7643-2721
Universidad de Cartagena
Rafael de Jesús Suárez Bustos
Rsuarezb@unicartagena.Edu.co
Universidad de Cartagena
Lizeth Johana Leon Cardozo
https://orcid.org/0009-0002-2179-0833
Universidad de Ciencias Aplicadas y
Ambientales U.D.C.A
Médico General Especialista en Epidemiologia
Carmen Alicia Hernández Cerón
carmenhernandez94@gmail.com
https://orcid.org/0009-0007-0308-5301
Investigador Independiente
Médico General de Antioquia, Colombia
Jorge Armando Rocha Moreno
https://orcidd.org/0009-0004-4176-8873
Medico general
Universidad Metropolitana de Barranquilla
Juan Camilo Saavedra Montoya
Universidad Santiago de Cali
Víctor Eduardo Cortés Guzmán
vecortesg@unal.edu.co
https://orcid.org/0000-0002-3410-4487
Médico General de la Universidad Nacional de
Colombia
1
Autor Principal
Correspondencia: Dayanamortega11@gmail.com
pág. 3967
RESUMEN
El dolor crónico se define como aquel que aparece tras un procedimiento quirúrgico, y que se mantiene
por un periodo prolongado, mayor a lo esperado o más de tres meses después del mismo. Las
características de las pacientes que están relacionadas con el desarrollo de dolor crónico tras una cirugía
estética de mama incluyen ser de menor edad, tener un IMC más alto, una estatura más baja, hiperestesia
postoperatoria, así como niveles elevados de depresión y ansiedad previos a la cirugía. A su vez, el
cáncer de mama es la neoplasia más prevalente en mujeres alrededor del mundo, y es de igual manera
el cáncer con el mayor índice de mortalidad en esta población. En las estrategias de tratamiento, la
cirugía suele ser una de las primeras opciones. Existen dos tipos principales de procedimientos
quirúrgicos: la cirugía conservadora de mama (BCS) y la mastectomía. La BCS, también conocida como
mastectomía parcial, lumpectomía, escisión local o amplia, implica la eliminación del tejido canceroso
mientras se conserva el tejido mamario sano. Por otro lado, la mastectomía consiste en la extirpación
completa de la mama, y frecuentemente se acompaña de una reconstrucción mamaria inmediata. No
obstante, muchos pacientes experimentan diversas complicaciones, como el dolor crónico, que afectan
significativamente su calidad de vida, por lo tanto, el siguiente artículo de revisión tiene como objetivo
conocer el abordaje del dolor crónico en este tipo de pacientes y el papel de los anestesiólogos en el
mismo.
Palabras Clave: cirugía de mama, dolor crónico, anestesia regional, neoplasia, dolor crónico
postquirúrgico
pág. 3968
Approach to chronic pain after breast surgery: role of the anesthesiologist
ABSTRACT
Chronic pain is defined as pain that appears after a surgical procedure, and that lasts for a prolonged
period, longer than expected or more than three months after the procedure. Patient characteristics that
are related to the development of chronic pain after mommy cosmetic surgery include being younger,
having a higher BMI, shorter stature, postoperative hyperesthesia, as well as high levels of depression
and anxiety prior to surgery. the surgery. In turn, breast cancer is the most prevalent neoplasm in women
around the world, and it is also the cancer with the highest mortality rate in this population. In treatment
strategies, surgery is usually one of the first options. There are two main types of surgical procedures:
breast conserving surgery (BCS) and mastectomy. BCS, also known as partial mastectomy,
lumpectomy, local or wide excision, involves the removal of cancerous tissue while preserving healthy
breast tissue. On the other hand, mastectomy consists of the complete removal of the breast, and is
frequently accompanied by immediate breast reconstruction. However, many patients experience
various complications, such as chronic pain, which significantly affects their quality of life, therefore,
the following review article aims to understand the approach to chronic pain in this type of patients and
the role of anesthesiologists in it.
Keywords: breast surgery, chronic pain, regional anesthesia, neoplasia, chronic post-surgical pain
Artículo recibido 09 julio 2024
Aceptado para publicación: 10 agosto 2024
pág. 3969
INTRODUCCIÓN
El dolor crónico se define como aquel que aparece tras un procedimiento quirúrgico, y que se mantiene
por un periodo prolongado, mayor a lo esperado o más de tres meses después del mismo. (1) Y la
asociación internacional para el estudio del dolor lo define como: dolor que no estaba presente antes de
la cirugía, y si lo estaba, cambió sus características e intensidad, dolor localizado en el sitio quirúrgico
o zonas cercanas, y un dolor que no se explica por otras causas. (2)
Este termino fue utilizado por primera vez en la decada de los 90, y si bien, el dolor agudo relacionado
con la cirugía de mama se resuelve en la mayoría de los casos, el DCPO afecta a un número significativo
de pacientes, con una incidencia que varía entre el 20% y el 60%. Esto tiene un impacto negativo en la
calidad de vida y reduce la funcionalidad física. El DCPO ha sido identificado en una amplia gama de
procedimientos quirúrgicos, incluyendo aumento mamario, mamoplastia de reducción, mastectomía y
mastectomía con reconstrucción. (3)
Las características de las pacientes que están relacionadas con el desarrollo de dolor crónico tras una
cirugía estética de mama incluyen ser de menor edad, tener un IMC más alto, una estatura más baja,
hiperestesia postoperatoria, así como niveles elevados de depresión y ansiedad previos a la cirugía. (4)
Por su parte, el cáncer de mama es la neoplasia más prevalente en mujeres alrededor del mundo, y es de
igual manera el cáncer con el mayor índice de mortalidad en esta población. En países en vías de
desarrollo el grupo etario con mayor prevalencia son las mujeres entre lo 40-49 años, a diferencia de los
países industrializados donde la mayor afección se encuentra en mujeres postmenopáusicas, y su
relación entre mujeres y hombres es de 100 a 1 respectivamente (5).
Tiene un origen multifactorial, entre las que se encuentran la exposición a radiación, edad mayor de 50
años, sexo femenino, alto consumo de pidos, sedentarismo, el consumo de alcohol, la menarca
temprana y la menopausia tardia, inmunosupresion, tabaquismo, siendo los mas relacionados con el
cancer de mama la presencia de genes como BRCA1 Y BRCA2, historia familiar de cancer de mama y
la obesidad (6).
Su desarrollo incluye una reacción desmoplásica y la degradación de la membrana basal, lo cual
fortalece la MEC y promueve la agresividad tumoral, y adicionalmente, las células cancerosas pueden
diseminarse, algunas estableciendo colonias metastásicas. (7)
pág. 3970
Por lo general esta enfermedad en sus primeras etapas es asintomática, sin embargo, cuando avanza
aparecen una serie de ntomas que incluyen una masa a nivel mamario, no dolorosa, firme y con bordes
irregulares, descamación, formación de costras, rubor, edema de la mama, piel de naranja, mastalgia y
retracción del pezón. Y en la actualidad, el diagnóstico inicial de cáncer de mama realizado mediante
mamografía y otras técnicas de imagen necesita una confirmación histológica para ser definitivo. Es
fundamental que una historia clínica completa y una exploración física detallada acompañen cualquier
prueba diagnóstica. En los últimos años, el diagnóstico por imagen de este tumor ha avanzado. Se han
incorporado técnicas digitales en la mamografía, los equipos de ultrasonido han mejorado, y la
resonancia magnética (RM) ha ganado mayor relevancia en los algoritmos diagnósticos. Sin embargo,
la mamografía sigue siendo el "gold standard" para el diagnóstico por imagen del cáncer de mama en la
población general. (8)
Tabla 1.
Tomado de: 8. Alvarez, C. Vich, P. Brusint, B. Cuadrado, C. Diaz, N. Robles, L. Actualización del cáncer de mama en
Atención Primaria (III/V). Semergen.2014;40(8):460---472
pág. 3971
En las estrategias de tratamiento, la cirugía suele ser una de las primeras opciones. Existen dos tipos
principales de procedimientos quirúrgicos: la cirugía conservadora de mama (BCS) y la mastectomía.
La BCS, también conocida como mastectomía parcial, lumpectomía, escisión local o amplia, implica la
eliminación del tejido canceroso mientras se conserva el tejido mamario sano. Por otro lado, la
mastectomía consiste en la extirpación completa de la mama, y frecuentemente se acompaña de una
reconstrucción mamaria inmediata. No obstante, muchos pacientes experimentan diversas
complicaciones, como el dolor crónico, que afectan significativamente su calidad de vida. (9)
METODOLOGÍA
Se realizó una búsqueda bibliográfica detallada de información publicada más relevante en las bases de
datos pubmed, scielo, medline, bibliotecas nacionales e internacionales especializadas en los temas
tratados en el presente artículo de revisión. Se utilizaron los siguientes descriptores: Cirugía de mama,
dolor crónico, anestesia regional, neoplasia, dolor crónico postquirúrgico, cáncer de mama,
mastectomía. La búsqueda de artículos se realizó en español e inglés, se limitó por año de publicación
y se utilizaron estudios publicados desde 2013 a la actualidad.
RESULTADOS
Nogueira y colaboradores (2024) llevaron a cabo un estudio prospectivo observacional de 6 meses en
pacientes oncológicas sometidas a cirugía de mama en un hospital de tercer nivel en Portugal. Durante
el periodo del estudio, se evaluaron 120 pacientes que se habían sometido a cirugía por cáncer de mama.
Sin embargo, ocho pacientes fueron excluidas debido a la imposibilidad de contacto para el seguimiento
a los 3 y 6 meses, por lo que el estudio se completó con 112 pacientes, lo que representa el 93,9% del
grupo inicial. Se analizaron características demográficas, comorbilidades, y detalles de los
procedimientos quirúrgicos y anestésicos. La incidencia de dolor crónico postoperatorio (DCPO) a los
3 meses fue del 34,8%, disminuyendo al 20,5% a los 6 meses. El dolor neuropático se observó en el
81,7% de los casos a los 90 días y en el 16,1% a los 180 días. Se encontró una asociación significativa
entre la presencia de DCPO a los 3 meses y la diabetes, el dolor agudo postoperatorio, y el puntaje medio
del Componente Físico del SF-36. Factores como la edad, la obesidad, la radioterapia y el uso
preoperatorio de opioides o gabapentina no mostraron una asociación significativa con la incidencia de
DCPO a los 3 meses. Además, se observaron cambios significativos en la calidad de vida de las pacientes
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con DCPO en áreas como el funcionamiento emocional, la fatiga, las náuseas y vómitos, la imagen
corporal y los efectos secundarios relacionados con la terapia (10)
Canela (2024) realizó un estudio experimental aleatorizado y prospectivo con 34 mujeres programadas
para mastectomía radical en el Hospital General Presidente Lázaro Cárdenas del Río del ISSSTE
Chihuahua, entre el 1 de julio de 2022 y el 1 de agosto de 2023. Las pacientes fueron monitoreadas pre-
, trans- y postoperatoriamente de acuerdo con la NOM 006-SSA3-2011. Se obtuvo el consentimiento
informado de todas las participantes.
De las 34 pacientes, 18 recibieron analgesia posoperatoria subcutánea mediante una bomba elastomérica
con ropivacaína y buprenorfina (grupo SC), y 16 recibieron analgesia intravenosa con tramadol (grupo
IV). Todas las pacientes fueron anestesiadas bajo anestesia general balanceada, con midazolam,
fentanilo, propofol y cisatracurio. Se utilizó monitoreo continuo y ventilación mecánica ajustada durante
la cirugía, además de administrar omeprazol, dexametasona y un AINE durante el transoperatorio.
Se excluyeron 3 pacientes por procedimientos quirúrgicos diferentes a los inicialmente planteados. En
el grupo SC, se colocó un catéter en el brazo opuesto a la mastectomía y se administró la analgesia antes
de la extubación. El grupo IV recibió tramadol 10 minutos antes de la extubación. La intensidad del
dolor se evaluó con una escala verbal numérica a las 12 y 24 horas postoperatorias.
Los resultados mostraron que, a las 12 horas, el grupo IV reportó mayor intensidad de dolor en
comparación con el grupo SC. El grupo SC presentó un mejor control del dolor, con menor necesidad
de dosis de rescate y menos efectos secundarios como náuseas, que fueron más frecuentes en el grupo
IV. La analgesia subcutánea demostró ser significativamente más eficaz en el control del dolor y en la
reducción de la necesidad de tratamiento adicional. (11)
Romero y colaboradores (2024) realizaron una comparación de la prevención del dolor agudo
posoperatorio (DAP) y del dolor crónico posoperatorio (DCP) tras cirugía tumoral de mama utilizando
tres tipos de bloqueos anestésicos: bloqueo del plano del erector espinal (ESP), bloqueo de los nervios
pectorales tipo II (PECS-II) y bloqueo fascial del plano del serrato intercostal (SIFP). El estudio incluyó
a 103 mujeres que se sometieron a cirugía de mama y recibieron uno de estos bloqueos.
El DAP y el DCP fueron evaluados mediante la escala visual analógica (EVA) en diferentes momentos:
antes de la cirugía, en el posoperatorio inmediato, a las 24 horas, y a los 3 y 12 meses. Los resultados
pág. 3973
mostraron que 35 pacientes recibieron el bloqueo ESP, 34 el PECS-II y 34 el SIFP. El control del DAP
fue similar entre los grupos, con un 14% de las pacientes necesitando analgesia de rescate con opioides.
Sin embargo, el bloqueo PECS-II redujo el consumo de opioides agudos en un 53% en comparación con
el ESP y en un 73% respecto al SIFP. La incidencia global de DCP fue del 28,2%. Además, el PECS-II
se asoció con menores valores en la EVA a los 3 y 12 meses, y un menor consumo de analgésicos. (12)
Ortiz y colaboradores (2018) realizaron un estudio prospectivo, comparativo y aleatorizado en mujeres
de entre 18 y 75 años sometidas a cirugía oncológica de mama, clasificadas con un estado físico ASA
I-III. Las pacientes fueron divididas aleatoriamente en dos grupos: el Grupo 1 (BIPC) recibió un catéter
interpectoral ecoguiado con administración de ropivacaína al 0,5% durante la cirugía, mientras que el
Grupo 2 (i.v.) recibió fentanilo intravenoso según necesidad. En el postoperatorio, se administraron
diferentes regímenes analgésicos a cada grupo, y se evaluó el dolor en reposo y durante el movimiento
utilizando una escala verbal simple (EVA 0-1), además de la cantidad de analgesia de rescate requerida.
El estudio incluyó a 137 pacientes, de las cuales 81 pertenecían al Grupo 1 (59,12%) y 56 al Grupo 2
(40,87%). Aunque no se encontraron diferencias significativas en términos de analgesia entre los grupos,
se observó una diferencia significativa en la dosis de fentanilo administrada durante la cirugía. En la
unidad de cuidados intensivos, aunque la diferencia en la cantidad de analgesia de rescate no fue
estadísticamente significativa, se registró una reducción del 10% en el Grupo 1 en comparación con el
Grupo 2. (13)
El manejo del dolor postoperatorio debe abordarse de manera integral, comenzando desde su detección
en la evaluación preanestésica hasta el período perioperatorio. Es esencial seleccionar tanto medidas
farmacológicas como no farmacológicas que puedan tener un impacto positivo en el paciente. La
elección de estas medidas dependerá de diversos factores y de la experiencia del profesional que las
aplique, pero siempre debe basarse en la mejor evidencia disponible. (14)
DISCUSIÓN
La evidencia sugiere que el dolor crónico después de una cirugía oncológica de mama es una
complicación frecuente, cuya prevalencia podría incrementarse debido al aumento en los casos de cáncer
de mama y a la mayor supervivencia de las pacientes. Es fundamental identificar y comprender los
pág. 3974
factores de riesgo para poder modificarlos y desarrollar intervenciones preventivas y terapéuticas
eficaces. (15)
El dolor crónico es la secuela más común después del tratamiento del cáncer de mama. En una cohorte
retrospectiva de 410 pacientes, analizada 7 años después del diagnóstico, se encontró que el 84% de las
pacientes presentaban dolor crónico moderado, el 97% experimentaban crisis de dolor hasta tres veces
por semana, y el 63% sufrían de parestesias o alodinia. Además, una revisión sistemática que incluyó
pacientes sometidas a cirugía, con y sin radioterapia, mostró una prevalencia general de dolor crónico
del 30% en aquellas tratadas solo con cirugía, y del 22% en las tratadas con cirugía y radioterapia. (16)
Dado esto, es crucial emplear técnicas para reducir el dolor postoperatorio y mejorar la recuperación de
las pacientes. En respuesta a esta necesidad, Dieguez y colaboradores realizaron un estudio
observacional prospectivo con 30 pacientes programadas para cirugía de mama. El objetivo fue evaluar
la eficacia del bloqueo regional guiado por ultrasonido de los nervios intercostales en la línea media
axilar para cirugías de mama no reconstructiva y axila. Las pacientes recibieron premedicación y
anestesia general, seguidas de un bloqueo regional intercostal ecoguiado para controlar el dolor
postoperatorio. Se registraron diversos parámetros durante la cirugía y se administró analgesia
postoperatoria según fuera necesario. La intensidad del dolor y la satisfacción con la técnica anestésica
se evaluaron durante el postoperatorio.
Los resultados indicaron que el bloqueo regional intercostal fue exitoso en todas las pacientes,
proporcionando una analgesia de aproximadamente 19 horas. La mayoría de las pacientes no necesitaron
analgesia de rescate y reportaron una alta satisfacción con la técnica anestésica. No se observaron
complicaciones graves durante el estudio, y tanto pacientes como cirujanos expresaron una alta
satisfacción con la técnica utilizada. (17)
Parada (2023) realizó un ensayo clínico controlado, prospectivo y aleatorizado en el Sanatorio Allende
de Córdoba, Argentina, entre abril y octubre de 2022, con 30 pacientes sometidas a cuadrantectomía
mamaria oncológica. Las participantes, con edades entre 20 y 65 años, IMC menor de 30 y clasificación
ASA ≤2, fueron divididas en dos grupos. El grupo control recibió anestesia general con opioides,
mientras que el otro grupo recibió anestesia general sin opioides, pero con bloqueo regional PEC II y/o
Serrato (BRILMA), además de ketamina y lidocaína intravenosa. Se evaluó la eficacia analgésica con
pág. 3975
la Escala Numérica del Dolor y la calidad del dolor con la Escala Breve del Dolor (BPI), además de
registrar complicaciones y la necesidad de opioides de rescate.
Los resultados mostraron que ambos grupos experimentaron una disminución en el dolor, pero el grupo
con anestesia con opioides reportó valores medios de dolor consistentemente más altos. Se encontró una
diferencia estadísticamente significativa en los perfiles de dolor entre los grupos. Además, el grupo con
anestesia con opioides tuvo una mayor incidencia de náuseas y vómitos, y el tiempo de estancia
hospitalaria fue significativamente más corto en el grupo sin opioides. Ambos grupos mostraron una
alta satisfacción con el alivio del dolor al momento del alta. (18)
Por esto, el papel del médico anestesiólogo en la prevención del dolor crónico es crucial. Su enfoque
integral del paciente quirúrgico puede reducir la incidencia de dolor postoperatorio crónico al intervenir
en las tres fases del procedimiento quirúrgico. Durante la consulta preanestésica, puede identificar
factores y procedimientos quirúrgicos que aumenten el riesgo de dolor crónico. En el intraoperatorio, el
anestesiólogo selecciona la técnica anestésica adecuada para minimizar la estimulación y sensibilización
de los nociceptores. En el postoperatorio, el anestesiólogo juega un papel importante en la gestión del
dolor agudo, formulando una medicación adecuada para el alta y realizando un seguimiento de los
pacientes para detectar y tratar factores de riesgo de dolor crónico. Para reducir el dolor crónico, es
fundamental considerar estrategias como la analgesia preventiva y la analgesia multimodal. (19)
Finalmente, el dolor crónico postoperatorio representa un desafío significativo para las pacientes
sometidas a cirugía de mama, ya que puede afectar su calidad de vida a largo plazo. Además del malestar
físico, este dolor puede tener efectos emocionales y psicológicos, dificultando la recuperación completa
y la reintegración a las actividades diarias. Para prevenir el dolor crónico, es esencial aplicar técnicas
como la anestesia regional y reducir el uso de opioides durante la cirugía. Estas estrategias no solo
mejoran el control del dolor inmediato, sino que también pueden disminuir la incidencia y severidad del
dolor crónico a largo plazo, contribuyendo a una mejor calidad de vida y una recuperación más efectiva
para las pacientes.
CONCLUSIÓN
El dolor crónico tras la cirugía de mama es un problema complejo que impacta notablemente la calidad
de vida de las pacientes. Varios factores de riesgo, como la extensión de la cirugía, la técnica quirúrgica
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empleada y comorbilidades como la ansiedad y la depresión, contribuyen a su desarrollo. La intensidad
del dolor agudo postoperatorio y la neuropatía perioperatoria también pueden afectar la evolución hacia
el dolor crónico. Identificar temprano los factores de riesgo y aplicar estrategias de manejo del dolor
multimodal son esenciales para prevenir y tratar el dolor crónico postoperatorio. Esto puede incluir
técnicas de bloqueo nervioso, analgésicos opioides y no opioides, terapias físicas, terapia cognitivo-
conductual y apoyo psicosocial.
Por lo tanto, es importante que los equipos de atención médica, principalmente el anestesiólogo, adopten
un enfoque multidisciplinario y personalizado para abordar las necesidades individuales de cada
paciente. Esto puede implicar la colaboración entre cirujanos, anestesiólogos, especialistas en manejo
del dolor, fisioterapeutas, psicólogos y trabajadores sociales para ofrecer un cuidado integral y holístico.
Por ello, mediante una atención centrada en el paciente, es posible mitigar su impacto y mejorar el
bienestar general de las pacientes a lo largo de su proceso de recuperación.
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