pág. 4105
EXPERIENCIAS BIOPSICOSOCIALES PARA
FORTALECER LOS ESTILOS DE VIDA SALUDABLE:
ANÁLISIS DESDE LA EDUCACIÓN FÍSICA EN TRES
INSTITUCIONES RURALES DEL MUNICIPIO DE
PLANETA RICA CÓRDOBA COLOMBIA
BIOPSYCHOSOCIAL EXPERIENCES TO STRENGTHEN
HEALTHY LIFESTYLES: ANALYSIS FROM PHYSICAL
EDUCATION IN THREE RURAL INSTITUTIONS OF THE
MUNICIPALITY OF PLANETA RICA CÓRDOBA COLOMBIA
José Carlos Almanza Barilla
Universidad Metropolitana De Educación, Ciencia Y Tecnología - Colombia
pág. 4106
DOI: https://doi.org/10.37811/cl_rcm.v8i4.12637
Experiencias biopsicosociales para fortalecer los estilos de vida saludable:
análisis desde la educación física en tres instituciones rurales del municipio
de Planeta Rica Córdoba Colombia
José Carlos Almanza Barilla
1
josealmanza@umecit.edu.pa
https://orcid.org/0000-0003-1672-978X
Universidad Metropolitana De Educación, Ciencia Y Tecnología
Institución Educativa Carolina. Colombia
RESUMEN
La sociedad actual es altamente sedentaria y, día tras día, el número de personas con patologías asociadas
al mal hábito alimentario a la falta de actividad física y crece de manera exponencialmente. Según la
Organización Panamericana de la Salud (OPS), las Enfermedades No Transmisible causan 1, 9 millones
de muertes al año, de estas; 1, 5 millones corresponden a hombres y mujeres por igual cuyos decesos se
dan antes de que cumplan los 70 años de edad. Por ello, se establece como objetivo general analizar
desde la educación física las experiencias biopsicosociales que promuevan los estilos de vida Saludable
en tres instituciones educativas rurales del municipio de Planeta Rica Córdoba, Colombia. La realización
del artículo asumió un paradigma interpretativo bajo un enfoque cualitativo. Se concluyó que las
experiencias biopsicosociales son vitales para fortalecer los estilos de vida saludables en la comunidad
educativa. Desde la educación física, se pueden promover hábitos saludables al crear entornos que
fomenten la actividad física y el bienestar integral. La diversidad de concepciones sobre la salud y el
bienestar destaca la importancia de abordar estos temas de manera holística, considerando los contextos
culturales y sociales específicos.
Palabras clave: educación, experiencias biopsicosociales, educación física, hábitos de vida saludable
1
Autor Principal
Correspondencia: josealmanza@umecit.edu.pa
pág. 4107
Biopsychosocial experiences to strengthen healthy lifestyles: analysis from
physical education in three rural institutions of the Municipality of Planeta
Rica Córdoba Colombia
ABSTRACT
Today's society is highly sedentary and, day after day, the number of people with pathologies associated
with bad eating habits and lack of physical activity is growing exponentially. According to the Pan
American Health Organization (PAHO), Non-Communicable Diseases cause 1.9 million deaths per
year, of these; 1.5 million correspond to men and women alike whose deaths occur before they reach 70
years of age. Therefore, it is established as a general objective to analyze from physical education the
biopsychosocial experiences that promote healthy lifestyles in three rural educational institutions in the
municipality of Planeta Rica Córdoba, Colombia. The realization of the article assumed an interpretative
paradigm under a qualitative approach. It was concluded that biopsychosocial experiences are vital to
strengthen healthy lifestyles in the educational community. From physical education, healthy habits can
be promoted by creating environments that encourage physical activity and comprehensive well-being.
The diversity of conceptions about health and well-being highlights the importance of addressing these
issues holistically, considering specific cultural and social contexts.
Keywords: education, biopsychosocial experiences, physical education, healthy lifestyle habits
Artículo recibido 11 julio 2024
Aceptado para publicación: 13 agosto 2024
pág. 4108
INTRODUCCN
La sociedad actual es altamente sedentaria y, día tras día, el número de personas con patologías asociadas
al mal hábito alimentario a la falta de actividad física y crece de manera exponencialmente. Según la
Organización Panamericana de la Salud (OPS), las Enfermedades No Transmisible causan 1, 9 millones
de muertes al año, de estas; 1, 5 millones corresponden a hombres y mujeres por igual cuyos decesos se
dan antes de que cumplan los 70 años de edad.
Por otro lado, las escuelas e instituciones educativas en la actualidad adolecen de procesos de
intervención que desde el plano pedagógico permitan a sus estudiantes tomar de manera, consciente,
autónoma y responsable decisiones orientadas puntualmente en el autocuidado y mejoramiento continuo
de la salud, esto mediante la reducción en el consumo de alimentos con alto contenido en sodio, azúcar
y grasa, los cuales aumentan la prevalencia de Enfermedades No Transmisibles y, que en el contexto
escolar son de fácil adquisición (OPS, 2019).
En sentido, el impacto derivado de la comercialización de alimentos y bebidas con elevado contenido
de grasas saturadas, azúcar y sal en las escuelas incrementan la carga de morbilidad y mortalidad por
Enfermedad No Transmisible. La tendencia es mayor en países con una economía de ingresos baja y/o
media. Por ejemplo, se estima que el 34% de las muertes prematuras en América Latina está aunada a
la escasa disponibilidad de recursos de las personas para cambiar su estilo de vida.
De ahí, la necesidad de crear escenarios educativos que contribuyan mediante programas de prevención
y promoción a proteger la salud física, mental y social de los estudiantes, una población que registra con
frecuencia profundas crisis de ansiedad y estrés que afectan su desempeño escolar, autoestima y de
manera general la percepción de su propio estado de salud (Sánchez et al, 2005).
El deterioro en la salud físico - emocional que con frecuencia suelen experimentar los estudiantes, tiene
origen en la presión que sobre ellos ejerce la cotidianidad y los estilos de vida que practican.
Particularmente, la escuela es un escenario marcado profundamente por situaciones conflictivas que
generan tensión con afectación negativa en las relaciones interpersonales, hecho que desencadena en los
escolares, estrés y ansiedad factores responsables de la desconexión social, regular o bajo desempeño
académico que incide negativamente en el trabajo y la productividad; en definitiva, el progreso humano
(Keyes y Magyar, 2003).
pág. 4109
Al hablar de estilos de vidas que afectan de manera significativa la salud mental, sin duda hay que
hincapié en las redes sociales, pues la exposición prolongada en el uso del Internet, especialmente en
adolescentes altera el ciclo del sueño y, en consecuencia, afecta la capacidad de estos para percibir de
manera correcta la realidad en la que están incursos. Asimismo, el abuso en los tiempos de exposición,
provoca la aparición de trastornos psicológicos directos como, la ansiedad, el estrés, la baja autoestima,
la depresión, el aislamiento y, el sedentarismo el cual desencadena, sobrepeso y obesidad (Herrera y
Sarmiento, 2021).
Precisamente, la falta de actividad física repercute de manera negativa en la salud, de las personas, ya
que la masa muscular de estos disminuye sustancialmente y, en consecuencia, se produce una reducción
significativa de la consistencia y resistencia de los músculos. Otro problema asociado en el nivel
esquelético es la pérdida de calcio de los huesos, situación que afecta la locomoción. Dicho esto, se
concluye que una vida sedentaria degrada el organismo y, acorta la existencia del individuo. Cabe
destacar que con la falta de actividad física hay un aumento de la concentración de glucosa en la sangre
e inversamente una disminución en la vida útil de órganos como el páncreas y los riñones (OMS, 2020).
En ese contexto, se estableció como objetivo general analizar desde la educación física las experiencias
biopsicosociales que promuevan los estilos de vida Saludable en tres instituciones educativas rurales del
municipio de Planeta Rica Córdoba, Colombia.
METODOLOGÍA
La realización del artículo asumió un paradigma interpretativo abarcando dos aspectos fundamentales.
En primer lugar, implica la perspectiva que los individuos adoptan al interpretar la realidad social que
ellos mismos construyen. En segundo lugar, se enfoca en la comprensión de cómo los sujetos moldean
colectivamente esas realidades. La experiencia desempeña un papel central, permitiéndonos observar y
comprender lo que los sujetos nos relatan. Además, este articulo se apoya en el método fenomenológico,
bajo un enfoque cualitativo. El artículo es de tipo social explicativa porque explicar los factores que
provocan socialmente el problema, es decir, la ocurrencia del fenómeno y manifestaciones subyacentes,
el estudio incorpora la Teoría Fundamentada como técnica de análisis.
pág. 4110
RESULTADOS Y DISCUSIÓN
El análisis de los resultados obtenidos a partir de la observación directa en contextos escolares muestra
una complejidad significativa en los hábitos y comportamientos alimenticios de los estudiantes. Se
evidenció una diversidad en las elecciones alimenticias, donde algunos estudiantes optan por alimentos
caseros y nutritivos, mientras que otros prefieren opciones menos saludables disponibles en la cafetería
escolar. Esta variabilidad puede estar influenciada tanto por las preferencias individuales como por el
acceso limitado a opciones nutritivas. Los hallazgos sugieren la necesidad de mejorar la disponibilidad
de alimentos saludables en el entorno escolar y de fomentar hábitos alimenticios equilibrados desde una
temprana edad.
El estudio también destaca diferencias notables en los hábitos de sueño de los estudiantes, con algunos
manteniendo horarios regulares y otros presentando patrones irregulares o insuficientes. La calidad del
sueño es un factor crítico que puede afectar directamente el rendimiento académico y el bienestar general
de los estudiantes. La relación entre el uso excesivo de dispositivos electrónicos y los problemas de
sueño subraya la importancia de educar a los estudiantes sobre el manejo adecuado del tiempo frente a
pantallas y la adopción de rutinas de sueño saludables. Las intervenciones que aborden estos aspectos
pueden contribuir a mejorar tanto el rendimiento académico como la salud general de los estudiantes.
La participación en actividades extracurriculares y físicas muestra una relación positiva con el
rendimiento académico. Los estudiantes que se involucran en actividades deportivas o recreativas
tienden a mostrar un mejor desempeño académico y una mayor motivación en el ámbito escolar. Este
hallazgo sugiere que fomentar la participación en actividades físicas y extracurriculares puede ser una
estrategia efectiva para mejorar el rendimiento académico y el desarrollo personal de los estudiantes.
Las escuelas deben considerar la implementación de programas variados que promuevan la actividad
física y el bienestar emocional de los estudiantes.
Las relaciones interpersonales y la percepción de mismos también juegan un papel crucial en el
desarrollo personal y académico de los estudiantes. La observación revela que una relación positiva con
los pares y una percepción positiva de sí mismos contribuyen significativamente al bienestar emocional
y al rendimiento académico. El desarrollo de habilidades de comunicación efectiva, la promoción de la
autoestima y la creación de un clima escolar inclusivo y respetuoso son elementos fundamentales para
pág. 4111
el crecimiento integral de los estudiantes. Las escuelas deben enfocarse en estrategias que fomenten un
entorno de apoyo y aceptación, permitiendo a los estudiantes desarrollarse plenamente en todos los
aspectos de su vida escolar.
De esta forma, la interpretación de los datos observados resalta la importancia de un enfoque integral
para abordar las necesidades de los estudiantes en contextos escolares. Los hallazgos sugieren que una
combinación de mejoras en la alimentación, hábitos de sueño, participación en actividades físicas y el
fortalecimiento de relaciones interpersonales puede tener un impacto positivo significativo en el
bienestar y el rendimiento académico de los estudiantes. La colaboración entre educadores,
nutricionistas, especialistas en actividad física y otros profesionales es crucial para diseñar e
implementar intervenciones efectivas que promuevan un entorno educativo saludable y equilibrado.
Estos esfuerzos conjuntos son vitales para apoyar el desarrollo integral de los estudiantes y prepararles
para un futuro exitoso y saludable.
En cuanto al analisis de la entrevista a estudiantes, se encontró que, Categoría 1: Etilos de vida saludable;
El análisis de los resultados obtenidos a partir de las entrevistas refleja una tendencia clara hacia la
adopción de estilos de vida saludables, centrados en el equilibrio entre el bienestar físico y mental. La
mayoría de los entrevistados destacan la importancia de hábitos que promuevan la salud integral,
incluyendo ejercicio regular, alimentación balanceada y cuidado de la salud emocional. Esta visión
holística del bienestar está alineada con las teorías modernas de salud que subrayan la interconexión
entre cuerpo y mente (Seligman, 2011). La consistencia en la percepción del bienestar integral entre los
entrevistados sugiere una comprensión compartida y arraigada de los principios de un estilo de vida
saludable.
En la interpretación de los resultados, se observa que los entrevistados atribuyen su estilo de vida
saludable a una combinación de factores internos y externos. La influencia del entorno social y familiar,
así como la motivación personal, son mencionadas recurrentemente como determinantes clave en la
formación y mantenimiento de hábitos saludables. Este hallazgo es consistente con estudios previos que
identifican la influencia del entorno y el apoyo social como elementos críticos en la adopción de
conductas saludables (Bandura, 2004). Asimismo, la capacidad para planificar y organizar la vida diaria
pág. 4112
se destaca como una habilidad fundamental para sostener estos hábitos, lo que refuerza la importancia
de la autorregulación y la gestión del tiempo en la promoción de la salud.
Además, experiencias significativas personales han jugado un papel crucial en la configuración de los
hábitos de vida de los entrevistados. Muchas de estas experiencias están relacionadas con momentos de
reflexión o eventos transformadores, como enfrentar problemas de salud de seres queridos o participar
en programas de bienestar. La literatura sugiere que estas experiencias pueden actuar como catalizadores
para el cambio de comportamiento, facilitando una mayor adherencia a hábitos saludables a largo plazo
(Prochaska et al 2013). La narración de estos eventos personales subraya la importancia de las
experiencias vivenciales en la consolidación de comportamientos saludables.
Finalmente, los hábitos diarios de alimentación y actividad física descritos por los entrevistados reflejan
una consciencia y dedicación a la salud integral. La preferencia por alimentos frescos y nutritivos, junto
con la práctica regular de ejercicio, demuestra una implementación práctica de los conocimientos sobre
salud y bienestar. Esta adopción de prácticas saludables diarias está en línea con los modelos de
comportamiento de salud que enfatizan la importancia de acciones concretas y repetitivas para el
mantenimiento de la salud (Ajzen, 1991). La consistencia en la implementación de estos hábitos sugiere
un compromiso sostenido con el bienestar personal, lo que podría tener implicaciones positivas
significativas para la salud a largo plazo.
Categoría 2: Actividad física; esta categoría revela una interconexión significativa entre la actividad
física y el bienestar integral de los individuos. Los entrevistados, mediante sus respuestas, subrayan la
actividad física como un elemento fundamental que influye en múltiples aspectos de su vida cotidiana,
desde la energía diaria hasta la salud mental y emocional. Este hallazgo es consistente con la literatura
académica que resalta el papel crucial de la actividad física en la promoción de un estilo de vida
saludable y equilibrado (Warburton et al., 2006). Los testimonios recopilados reflejan que la actividad
física no solo actúa como un agente de mantenimiento físico, sino también como un catalizador de
bienestar psicológico, mejorando el estado de ánimo y reduciendo el estrés (Biddle y Asare, 2011).
Un aspecto recurrente en las respuestas de los entrevistados es la percepción de la actividad física como
una herramienta de regulación emocional. Los participantes describen sentimientos de alegría,
satisfacción y confianza derivados de su participación en actividades físicas, lo cual resuena con estudios
pág. 4113
que demuestran que el ejercicio puede actuar como un antidepresivo natural, aumentando la producción
de endorfinas y otros neurotransmisores asociados con el bienestar (Rebar et al., 2015). La actividad
física, por tanto, no solo contribuye al estado físico óptimo, sino que también desempeña un papel crucial
en la mitigación de síntomas de ansiedad y depresión, promoviendo una salud mental robusta (Schuch
et al., 2016).
Los entrevistados también enfatizan la influencia de la actividad física en su capacidad cognitiva y en
su rendimiento académico o laboral. La actividad física regular ha sido vinculada con mejoras en la
función ejecutiva, la memoria y la concentración, según evidencias científicas recientes (Hillman et al.,
2008). Las respuestas indican que la participación en actividades físicas facilita un enfoque más claro y
una mayor eficiencia en la realización de tareas cotidianas. Esta correlación entre ejercicio y funciones
cognitivas es respaldada por investigaciones que sugieren que el ejercicio físico incrementa el flujo
sanguíneo al cerebro, fomentando así un ambiente propicio para el neurodesarrollo y la plasticidad
cerebral (Cotman et al., 2007).
En términos de evolución temporal, los participantes relatan cambios en sus niveles de actividad física
debido a diversas responsabilidades y contextos vitales. Este aspecto dinámico subraya la necesidad de
fomentar políticas y programas que integren la actividad física en diferentes etapas de la vida y en
diversos entornos, adaptándose a las necesidades cambiantes de las personas (Bauman et al., 2012). La
evidencia sugiere que mantener un nivel adecuado de actividad física a lo largo del tiempo es crucial
para prevenir enfermedades crónicas y mantener una calidad de vida alta en la vejez (Booth et al., 2012).
En este sentido, la actividad sica emerge como un componente integral para el desarrollo holístico del
ser humano, con beneficios tangibles y perdurables en la salud física, mental y emocional.
Categoría 3: Hábitos alimenticios; en esta tercera categoría se revela patrones significativos en los
hábitos alimenticios de los entrevistados. La mayoría de los entrevistados expresan un esfuerzo
consciente por mantener una dieta equilibrada, aunque se enfrentan a desafíos al resistir la tentación de
los alimentos procesados y azucarados. Esta dualidad refleja la complejidad de la toma de decisiones
alimenticias, donde la conciencia sobre la salud choca con las realidades cotidianas de conveniencia y
acceso. Según García y Menéndez (2020) los individuos suelen experimentar una disonancia cognitiva
pág. 4114
entre sus conocimientos nutricionales y sus prácticas alimentarias, lo que se alinea con las respuestas
observadas.
En términos de la frecuencia de consumo de alimentos altos en azúcares y grasas, los datos indican una
tendencia hacia un consumo ocasional, generalmente justificado como indulgencias o recompensas. Esto
sugiere una autopercepción de control moderado sobre los hábitos alimenticios, a pesar de las
tentaciones. La teoría de la conducta planeada de Ajzen (1991) explica que las intenciones de
comportamiento, influenciadas por actitudes y normas subjetivas, juegan un papel crucial en las
elecciones alimentarias. Los entrevistados parecen equilibrar sus decisiones entre indulgencias
ocasionales y elecciones saludables, lo que podría indicar un nivel de autorregulación influenciado por
factores contextuales y sociales.
La percepción de los entrevistados sobre el impacto de los alimentos ricos en azúcares y grasas en su
salud es mayoritariamente negativa. La mayoría reconoce los riesgos asociados con el consumo regular
de estos alimentos, tales como el aumento de peso, enfermedades cardiovasculares y problemas
metabólicos. Este reconocimiento de los efectos adversos sugiere una conciencia de la salud pública y
educación nutricional. Estudios recientes de López y Ramírez (2021) destacan que una mayor educación
nutricional se correlaciona con una mayor percepción de los riesgos asociados a dietas desequilibradas,
lo que podría explicar la tendencia observada en las respuestas de los entrevistados.
La accesibilidad y disponibilidad de alimentos poco saludables en entornos escolares emerge como una
preocupación significativa entre los entrevistados. La mayoría coincide en que esta disponibilidad puede
influir negativamente en los patrones alimenticios de los estudiantes, contribuyendo a la formación de
hábitos alimenticios poco saludables. Esto plantea importantes implicaciones para la salud pública y la
educación nutricional, subrayando la necesidad de políticas escolares que promuevan opciones
alimenticias saludables. Según el estudio de Rivera y Gómez (2019), la intervención en los entornos
escolares puede ser un factor determinante en la promoción de hábitos alimenticios saludables y la
prevención de enfermedades crónicas a largo plazo.
Categoría 4: Redes sociales y su relación con la salud; esta categoría deja en evidencia una amplia gama
de experiencias y percepciones. Un tema recurrente entre los entrevistados es la influencia notable que
el tiempo dedicado a las redes sociales tiene en su salud física. Varios entrevistados mencionaron una
pág. 4115
reducción en la actividad física y un incremento en el tiempo de sedentarismo, lo que se traduce en
problemas como aumento de peso y dolores musculares. Este hallazgo es consistente con estudios
previos, como los realizados por Twenge y Campbell (2018) quienes encontraron una correlación entre
el uso intensivo de redes sociales y la disminución de actividades físicas entre los jóvenes, contribuyendo
así a un deterioro en su salud física.
La salud mental también emerge como una dimensión afectada significativamente por el uso de las redes
sociales. Muchos entrevistados reportaron sentir ansiedad, estrés y una disminución en la autoestima
debido a la constante comparación con los demás y la sobreexposición a una cantidad excesiva de
información. La literatura moderna apoya estos hallazgos, como lo señala la investigación de
Valkenburg y Piotrowski (2017) que sugiere que el uso intensivo de redes sociales puede exacerbar
síntomas de ansiedad y depresión, especialmente entre adolescentes y adultos jóvenes. La presión por
mantener una imagen idealizada y la búsqueda de validación externa son factores que contribuyen a
estos problemas de salud mental.
Desde una perspectiva fenomenológica, los entrevistados describen cómo el uso excesivo de las redes
sociales afecta sus relaciones interpersonales. La mayoría observa una tendencia a la superficialidad en
las interacciones en línea y una desconexión emocional en las relaciones cara a cara. Esta percepción
coincide con los estudios de Bessière et al. (2010) quienes encontraron que el uso excesivo de redes
sociales puede disminuir la calidad de las interacciones sociales en la vida real, ya que las interacciones
virtuales no logran sustituir las conexiones emocionales profundas que se desarrollan en las
interacciones personales.
Los hallazgos sugieren una clara necesidad de equilibrio en el uso de las redes sociales para mitigar sus
efectos negativos en la salud. Los entrevistados que reportaron un uso moderado y consciente de las
redes sociales parecen tener menos problemas de salud física y mental y mejores relaciones
interpersonales. Esto subraya la importancia de la auto-regulación y la conciencia sobre el tiempo y la
forma en que se usan las redes sociales, como también se destaca en las recomendaciones de
investigaciones recientes sobre la gestión del tiempo digital y la promoción del bienestar (Przybylski y
Weinstein, 2017). El balance adecuado puede ayudar a maximizar los beneficios de las redes sociales,
como la conexión y el acceso a la información, al tiempo que minimiza sus efectos adversos en la salud.
pág. 4116
Categoría 5: Enfermedades No Transmisibles; aquí los datos recopilados a partir de las entrevistas
sugieren que estas enfermedades afectan profundamente la calidad de vida de los individuos,
manifestándose en diversas formas como diabetes, hipertensión, obesidad, enfermedades cardíacas y
renales, entre otras. La mayoría de los entrevistados mencionaron que estas condiciones han requerido
ajustes importantes en el estilo de vida, incluidos cambios en la dieta y la incorporación de actividades
físicas regulares. Este hallazgo subraya la carga considerable que las ENT imponen tanto a nivel
individual como familiar, ya que la gestión de estas enfermedades a menudo implica un compromiso
continuo con la salud y el bienestar.
La etiología de las ENT, según los entrevistados, parece ser multifactorial, implicando tanto factores
genéticos como ambientales. Muchos participantes identificaron hábitos de vida poco saludables, como
dietas ricas en grasas y azúcares y la falta de ejercicio, como contribuyentes clave al desarrollo de estas
enfermedades. Además, el estrés crónico, la falta de educación nutricional, la exposición a
contaminantes ambientales y la carencia de acceso a servicios de salud preventivos fueron citados como
factores significativos. Este análisis indica la necesidad de intervenciones integrales que aborden no solo
los hábitos personales, sino también las condiciones ambientales y socioeconómicas que pueden
predisponer a los individuos a desarrollar ENT.
La percepción sobre el papel de la escuela en la prevención de las ENT es en general positiva, con
múltiples entrevistados reconociendo los esfuerzos educativos y las actividades físicas promovidas en
el entorno escolar. Sin embargo, también se resalta la necesidad de un enfoque más holístico e inclusivo,
que incorpore programas de alimentación saludable, chequeos médicos regulares, y la educación sobre
la importancia de un estilo de vida equilibrado. La promoción de un entorno escolar que fomente la
actividad física y la participación de la comunidad en iniciativas de salud es vista como un componente
crucial para la prevención temprana de estas enfermedades. Estos hallazgos sugieren que las escuelas
pueden jugar un papel vital en la formación de hábitos saludables desde una edad temprana, impactando
positivamente la salud futura de los estudiantes.
De esta forma, los resultados también revelan que las personas con ENT a menudo enfrentan rechazo o
exclusión social, lo que puede agravar los desafíos ya presentes debido a sus condiciones de salud. El
estigma y la discriminación pueden manifestarse en forma de marginación en el trabajo, la escuela y
pág. 4117
otros ámbitos sociales, afectando negativamente su autoestima y bienestar emocional. Esta exclusión
social no solo disminuye la calidad de vida de los afectados, sino que también puede obstaculizar su
acceso a servicios y apoyo necesarios para manejar su enfermedad. Este análisis destaca la urgencia de
promover una mayor conciencia y comprensión sobre las ENT, fomentando un entorno más inclusivo y
solidario que apoye a las personas afectadas y mitigue los impactos negativos del estigma social
asociado con estas enfermedades.
Categoría 6: Enseñanza de la Educación física en el contexto rural; en esta parte se revelan aspectos
significativos acerca del fortalecimiento de habilidades locomotrices, la prevención de enfermedades no
transmisibles, la experiencia personal en las clases de educación física, el aprovechamiento libre y las
actividades realizadas. Los hallazgos proporcionan una visión profunda sobre cómo la educación física
influye en el desarrollo integral de los estudiantes en entornos rurales.
En relación con el fortalecimiento de habilidades locomotrices, los entrevistados destacan la eficacia de
la educación física para mejorar sus capacidades motoras a través de diversas actividades prácticas. Las
respuestas indican que correr, nadar y saltar, adaptados a las características del entorno, permiten una
enseñanza contextualizada que promueve la coordinación, fuerza y equilibrio de los estudiantes. Estos
hallazgos están alineados con las teorías de desarrollo motor de Gallahue y Ozmun (2006) quienes
afirman que la práctica regular de actividades físicas en contextos variados es crucial para el desarrollo
de habilidades motoras en los jóvenes.
Respecto a la prevención de enfermedades no transmisibles, los resultados muestran una apreciación
diversa entre los entrevistados. Algunos estudiantes perciben una integración efectiva de la educación
física con la promoción de hábitos saludables, lo que incluye información sobre nutrición, actividad
física regular y evitar conductas de riesgo. Sin embargo, otros mencionan una falta de enfoque específico
en la prevención de estas enfermedades. Este hallazgo subraya la necesidad de un enfoque más holístico
y consistente en la educación física, como sugiere Kohl y Cook (2013), quienes argumentan que la
educación física debe ser una plataforma para la promoción de la salud integral y la prevención de
enfermedades a través de la enseñanza sistemática de hábitos de vida saludables.
La experiencia personal de los estudiantes en las clases de educación física en entornos rurales es
generalmente positiva, describiendo las actividades como divertidas, motivadoras y una oportunidad
pág. 4118
para liberar energía acumulada. Esta percepción positiva puede estar vinculada a la estructura y la
variedad de las actividades sicas ofrecidas, que fomentan el disfrute y la participación activa. La teoría
de la autodeterminación de Deci y Ryan (2000) apoya esta observación, sugiriendo que el disfrute y la
motivación intrínseca son fundamentales para la participación continua en la actividad física, lo que a
su vez contribuye al desarrollo de un estilo de vida activo y saludable.
El aprovechamiento libre en las escuelas rurales muestra disparidades significativas. Algunos
estudiantes reportan tener libertad para realizar actividades de su interés durante los recreos y después
de las clases, mientras que otros mencionan una supervisión estricta que limita su capacidad para
explorar de manera autónoma. La implementación de tiempos de aprovechamiento libre podría
beneficiar el desarrollo de habilidades de autoeficacia y autonomía, promoviendo una mayor
implicación en actividades físicas y recreativas de acuerdo con sus intereses y necesidades individuales.
Este enfoque se alinea con las recomendaciones de Sallis et al. (2012) quienes enfatizan la importancia
de proporcionar oportunidades para la actividad física autónoma y no estructurada en entornos
educativos.
Por su parte, la entrevista a docentes, dejó los siguientes datos, Categoría 1: Estilos de vida saludables;
en la categoría que resalta la importancia de promover estilos de vida saludables entre los estudiantes,
se reconoce que la salud abarca tanto el bienestar físico como emocional. Los hábitos saludables no solo
se refieren a la actividad física regular y una alimentación equilibrada, sino también a la gestión
adecuada del estrés, el mantenimiento de relaciones positivas y el cuidado de la salud mental.
El entorno social y familiar desempeña un papel crucial en la adopción de hábitos saludables desde una
edad temprana. Los estudiantes son influenciados por las actitudes y comportamientos de quienes los
rodean, por lo que es fundamental que tanto la familia como la comunidad promuevan un estilo de vida
saludable. Los modelos a seguir en el hogar y en la comunidad pueden inspirar y motivar a los jóvenes
a adoptar comportamientos positivos en relación con la salud.
Además, se destaca la necesidad de cultivar una mentalidad que favorezca el bienestar integral de los
individuos. Esto implica no solo centrarse en la apariencia física, sino también en el desarrollo de una
autoestima positiva, la capacidad de afrontar los desafíos y la resiliencia emocional. La educación
pág. 4119
emocional y la promoción de habilidades de afrontamiento son aspectos clave para fortalecer la salud
emocional y garantizar un bienestar integral a lo largo de la vida.
Es importante reconocer que los estudiantes enfrentan una variedad de presiones y desafíos en su vida
diaria, desde el rendimiento académico hasta las relaciones interpersonales y las expectativas sociales.
Por lo tanto, promover estilos de vida saludables no se trata solo de proporcionar información sobre
nutrición y ejercicio, sino también de brindar apoyo emocional, fomentar relaciones positivas y enseñar
habilidades para manejar el estrés y las emociones de manera saludable.
Categoría 2: Actividad Física; la importancia de la actividad física en la vida de los estudiantes es
fundamental tanto para su bienestar físico como mental. En un mundo cada vez más dominado por la
tecnología y las pantallas, es crucial resaltar la necesidad de promover un estilo de vida activo,
especialmente en entornos rurales donde a veces puede haber menos acceso a instalaciones deportivas
o programas estructurados.
El sedentarismo, impulsado en gran parte por el uso excesivo de las redes sociales y los videojuegos, ha
demostrado ser perjudicial para la salud en múltiples aspectos. Desde problemas físicos como la
obesidad y la mala postura, hasta impactos en la salud mental como la ansiedad y la depresión, los
efectos negativos son significativos. Por lo tanto, es esencial contrarrestar esta tendencia alentando y
facilitando la participación en actividades físicas.
La educación física en las escuelas desempeña un papel crucial en este sentido, proporcionando no solo
la oportunidad de realizar ejercicio, sino también enseñando habilidades para la vida, promoviendo la
socialización y mejorando la autoestima. Sin embargo, es importante reconocer que la responsabilidad
no recae únicamente en las instituciones educativas; la familia, la comunidad y la sociedad en su
conjunto deben trabajar juntos para crear entornos que fomenten un estilo de vida activo.
Además, es fundamental ofrecer una variedad de opciones de actividad física que sean atractivas y
accesibles para todos los estudiantes, independientemente de su nivel de habilidad o interés. Esto podría
incluir deportes tradicionales, actividades al aire libre, danza, yoga, entre otros. Al proporcionar
opciones diversificadas, se puede llegar a una gama más amplia de estudiantes y motivarlos a participar
activamente en la actividad física.
pág. 4120
Categoría 3: Hábitos alimenticios; en el contexto de la salud y el bienestar de los estudiantes, es esencial
destacar la relevancia de una alimentación saludable. La nutrición adecuada no solo influye en el
bienestar físico, sino que también tiene un impacto significativo en el rendimiento académico y el
desarrollo cognitivo de los jóvenes.
El entorno en el que los estudiantes están inmersos desempeña un papel crucial en la formación de sus
hábitos alimenticios. En muchos casos, los entornos escolares y comunitarios pueden ofrecer una
variedad de opciones de alimentos, algunas de las cuales pueden ser menos saludables y más
convenientes, pero carecen de valor nutricional. Esto puede llevar a que los estudiantes elijan opciones
de alimentos procesados, ricos en grasas saturadas, azúcares añadidos y sodio, en lugar de alimentos
frescos y nutritivos.
Los desafíos de mantener una alimentación equilibrada en medio de estas opciones menos saludables
son evidentes. La conveniencia y la disponibilidad de alimentos procesados, combinadas con la
publicidad y la promoción de productos poco saludables, pueden dificultar que los estudiantes tomen
decisiones alimenticias informadas y saludables.
Para abordar estos desafíos, es importante implementar estrategias que fomenten y promuevan una
alimentación saludable en todos los aspectos del entorno escolar y comunitario. Esto puede incluir la
creación de políticas escolares que regulen la disponibilidad de alimentos saludables en las cafeterías y
máquinas expendedoras, así como la implementación de programas educativos que enseñen a los
estudiantes sobre la importancia de una dieta equilibrada y cómo tomar decisiones saludables.
Además, es crucial involucrar a las familias y a la comunidad en general en este esfuerzo. Al
proporcionar recursos y apoyo para que las familias accedan a alimentos frescos y nutritivos, así como
educación sobre cómo preparar comidas saludables en el hogar, se puede crear un entorno más propicio
para hábitos alimenticios saludables.
En última instancia, al reconocer la importancia de una alimentación saludable para el rendimiento
académico y el bienestar general de los estudiantes, y al abordar los desafíos asociados con mantener
una alimentación equilibrada en entornos llenos de opciones menos saludables, podemos trabajar hacia
un futuro donde todos los estudiantes tengan acceso a alimentos nutritivos y oportunidades para
desarrollar hábitos alimenticios saludables que los acompañen a lo largo de sus vidas.
pág. 4121
Categoría 4: Redes sociales y su relación con la salud: el uso excesivo de las redes sociales entre los
jóvenes plantea preocupaciones sobre su impacto negativo en la salud mental y física. Aunque estas
plataformas ofrecen ventajas como la conexión social y el acceso a información, su abuso puede generar
ansiedad, depresión y baja autoestima debido a la comparación constante y la presión por mantener una
imagen idealizada. Además, el tiempo prolongado frente a las pantallas puede contribuir al sedentarismo
y sus efectos adversos asociados, como la obesidad y problemas de postura.
Para contrarrestar estos riesgos, es crucial establecer límites en el uso de las redes sociales, promoviendo
un equilibrio saludable entre la vida en línea y fuera de línea. Esto implica educar a los jóvenes sobre el
impacto de estas plataformas en su bienestar y fomentar habilidades de autorregulación para reconocer
cuándo desconectarse y dedicarse a actividades alternativas.
Los padres, educadores y profesionales de la salud desempeñan un papel clave al proporcionar
orientación y apoyo. Esto incluye educar sobre los riesgos del uso excesivo de las redes sociales,
promover hábitos saludables de uso de la tecnología y facilitar la comunicación abierta sobre las
preocupaciones relacionadas con el tiempo dedicado a estas plataformas.
Categoría 5: Enfermedades No Transmisibles; En la categoría de promoción de estilos de vida
saludables, se pone de relieve la necesidad de prevenir enfermedades crónicas como la diabetes y las
enfermedades cardiovasculares desde una edad temprana. La actividad física desempeña un papel
fundamental en esta prevención, ya que ayuda a controlar el peso corporal, reduce la presión arterial y
mejora los niveles de colesterol, factores clave en la prevención de estas enfermedades.
Sin embargo, la promoción de estilos de vida saludables va más allá de simplemente fomentar la
actividad física. También implica educar a los estudiantes sobre la importancia de una alimentación
equilibrada, rica en frutas, verduras, granos enteros y proteínas magras, y limitar la ingesta de alimentos
procesados y altos en grasas saturadas y azúcares añadidos. Además, se destaca la importancia de
mantener un peso corporal saludable y evitar el consumo de tabaco y alcohol, factores de riesgo
importantes para el desarrollo de enfermedades crónicas.
Es importante abordar la salud integral de los estudiantes, que va más allá de la mera ausencia de
enfermedad. Esto implica no solo el bienestar físico, sino también el bienestar mental y emocional.
Promover la salud integral puede incluir la enseñanza de habilidades de afrontamiento y manejo del
pág. 4122
estrés, fomentar relaciones saludables y proporcionar acceso a servicios de salud mental y apoyo
emocional.
Categoría 6: Enseñanza de la Educación física en el contexto rural; En la enseñanza de la educación
física en zonas rurales, se destaca la relevancia de aplicar enfoques constructivistas que fomenten un
aprendizaje activo y participativo. Estos enfoques no solo se centran en la transmisión de conocimientos
por parte del maestro, sino que también involucran a los estudiantes en la construcción activa de su
propio conocimiento a través de la exploración, la experimentación y la reflexión.
Al adoptar un enfoque constructivista, los maestros de educación física pueden aprovechar el entorno
rural como un recurso educativo invaluable. Las actividades al aire libre, como senderismo, ciclismo o
juegos tradicionales, no solo promueven el desarrollo físico, sino que también brindan oportunidades
para explorar y aprender sobre el medio ambiente natural y la importancia de la actividad física para la
salud y el bienestar.
Además, se reconoce que las clases de educación física no solo tienen como objetivo mejorar la
condición física de los estudiantes, sino también contribuir al crecimiento cognitivo y social. A través
del juego cooperativo, el trabajo en equipo y la resolución de problemas en un contexto físico, los
estudiantes desarrollan habilidades de comunicación, colaboración y pensamiento crítico que son
fundamentales para su éxito en la vida.
CONCLUSIONES
Es fundamental reconocer la interacción entre los aspectos biológicos, psicológicos y sociales en la
promoción de la salud y los estilos de vida saludables. Como Antonovsky (1979) subraya, el concepto
de salutogénesis nos invita a considerar cómo estos factores pueden contribuir positivamente a la salud
en lugar de centrarse únicamente en los aspectos patogénicos de la enfermedad. Desde esta perspectiva,
las experiencias biopsicosociales en el ámbito educativo no solo nutren el cuerpo, sino que también
cultivan la autoeficacia y el bienestar integral.
En el contexto de la educación física, se evidencia la manifestación del sentido biopsicosocial en la
promoción de la actividad física como piedra angular de un estilo de vida saludable. Como indican
Fiuza-Luces et al. (2013), la actividad física regular no solo fortalece el cuerpo, sino que también nutre
la mente, reduciendo el estrés y mejorando el estado de ánimo. Por tanto, las vivencias prácticas en
pág. 4123
educación física no solo se centran en el desarrollo de habilidades deportivas, sino que también moldean
una relación positiva con el ejercicio físico que perdura a lo largo del tiempo.
Ampliando este punto, es importante destacar que la promoción de la salud y los estilos de vida
saludables va más allá de la simple ausencia de enfermedad; implica un enfoque holístico que abarca
tanto el bienestar físico como el mental y social. Al considerar la interacción entre los aspectos
biológicos, psicológicos y sociales, se reconoce que estos elementos están intrínsecamente entrelazados
y se influyen mutuamente en la salud y el bienestar de las personas.
Lo anterior y, desde una perspectiva biológica establece que, la actividad física y una nutrición adecuada
son fundamentales para mantener un cuerpo saludable. La educación física en las escuelas desempeña
un papel crucial al promover hábitos de ejercicio y una alimentación equilibrada desde una edad
temprana. La práctica regular de ejercicio físico no solo fortalece el sistema cardiovascular y muscular,
sino que también contribuye a mantener un peso corporal saludable y reduce el riesgo de enfermedades
crónicas como la diabetes tipo 2 y las enfermedades cardiovasculares (Warburton et al., 2006). Además,
una dieta balanceada proporciona los nutrientes necesarios para el correcto funcionamiento del
organismo y promueve la salud en general.
Asimismo, la comprensión de las experiencias biopsicosociales desde la perspectiva de docentes y
estudiantes ofrece una visión única sobre los desafíos y las oportunidades en la promoción de hábitos
saludables. Como sugiere Bandura (2004), el modelado de comportamientos saludables por parte de los
educadores puede tener un impacto significativo en el comportamiento de los estudiantes, al
proporcionar modelos a seguir y reforzar la autoeficacia percibida. Además, la participación activa de
los estudiantes en la planificación y ejecución de actividades relacionadas con la salud puede aumentar
su sentido de pertenencia y compromiso con el proceso educativo.
En conclusión, las experiencias biopsicosociales son vitales para fortalecer los estilos de vida saludables
en la comunidad educativa. Desde la educación física, se pueden promover hábitos saludables al crear
entornos que fomenten la actividad física y el bienestar integral. La diversidad de concepciones sobre la
salud y el bienestar destaca la importancia de abordar estos temas de manera holística, considerando los
contextos culturales y sociales específicos. La participación activa de docentes y estudiantes en la
pág. 4124
promoción de hábitos saludables puede potenciar el impacto de las intervenciones y contribuir a la
construcción de una sociedad más saludable y consciente.
REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS
Ajzen, I. (1991). La teoría del comportamiento planificado. Organizational Behavior and Human
Decision Processes, 50(2), 179-211. https://doi.org/10.1016/0749-5978(91)90020-T
Bandura, A. (2004). Promoción de la salud por medios de la teoría social cognitiva. Health Education
& Behavior, 31(2), 143-164. https://doi.org/10.1177/1090198104263660
Biddle, S & Asare, M. (2011). Physical activity and mental health in children and adolescents: a review
of reviews. British Journal of Sports Medicine, 45(11), 886-895.
https://doi.org/10.1136/bjsports-2011-090185
Cotman, W., Berchtold, N & Christie, L. (2007). Exercise builds brain health: key roles of growth factor
cascades and inflammation. Trends in Neurosciences, 30(9), 464-472.
https://doi.org/10.1016/j.tins.2007.06.011
Fuster, D. (2019). Investigación cualitativa: Método fenomenológico hermenéutico. Propósitos y
Representaciones, 7(1), 201-229. Doi: http://dx.doi.org/10.20511/pyr2019.v7n1.267.
Gallahue, D. L., & Ozmun, J. C. (2006). Understanding Motor Development: Infants, Children,
Adolescents, Adults (6th ed.). McGraw-Hill.
Herrera, A & Sarmiento, C. (2022). Sobrepeso y obesidad: factores familiares, dietéticos y de actividad
física en escolares de una institución educativa de estrato medio-alto en Cali, Colombia.
Biomédica, 42(Suplemento 1), 100-115. Epub 01 de mayo de 2022.
https://doi.org/10.7705/biomedica.6396
Keyes, C. (2005). El Bienestar Subjetivo de la Juventud de América: Hacia un Enfoque Integral de la
Salud Mental. American Journal of Public Health, 95(7), 11281132.
Organización Mundial de la Salud. (2014). Organización Panamericana de la Salud. Prevención del
suicidio, un imperativo global. Washington.
Organización Panamericana de la Salud. (2020). Plan de Acción para la Prevención y el Control de las
Enfermedades no Transmisibles a las Américas. Biblioteca de la OPS.
pág. 4125
Prochaska, J., Norcross, J & DiClemente, C. (2013). Cómo cambiar para mejorar: Un programa
revolucionario en seis etapas para superar malos hábitos y avanzar positivamente en tu vida.
HarperCollins.
Rivera, C & Gómez, P. (2019). Políticas escolares y hábitos alimentarios: Impacto de la disponibilidad
de alimentos en entornos educativos. Salud Pública y Nutrición, 10(4), 312-325.
Sánchez, A., Pérez Pérez, A & Bernis Lastre, A. (2005). La prevención de las enfermedades no
transmisibles favorecida por el ejercicio físico terapéutico. Revista Cubana de Medicina del
Deporte y la Cultura Física, 15(2). Recuperado de
https://revmedep.sld.cu/index.php/medep/article/view/191/204 https://bit.ly/3qJMF01
Schuch, B., Vancampfort, D., Richards, J., Rosenbaum, S., Ward, P & Stubbs, B. (2016). Exercise as a
treatment for depression: a meta-analysis adjusting for publication bias. Journal of Psychiatric
Research, 77, 42-51. https://doi.org/10.1016/j.jpsychires.2016.02.023
Warburton, E., Nicol, C & Bredin, S. (2006). Health benefits of physical activity: the evidence. CMAJ,
174(6), 801-809. https://doi.org/10.1503/cmaj.051351