pág. 4240
comparación. Por tanto, se favorece la estimulación hacia el aprendizaje y promueve una actitud
positiva hacia las matemáticas.
Ahora bien, otro aspecto interesante dentro de las matemáticas es el asunto de la enseñanza –
aprendizaje, es decir, cómo se ha impartido esta disciplina y la manera como se aprende.
Iniciemos hablando un poco sobre el proceso que ha tenido esta área de conocimiento. La
matemática se considera una disciplina exacta, que ha tenido influencia en áreas tan disímiles
como la astronomía y filosofía. Esta se fue ramificando de acuerdo con su especialidad
ocasionando la fragmentación en la construcción de conceptos en las personas; por ello, se
visibiliza la necesidad de que esta no sea enseñada de manera aislada, sino en conexión con otras
disciplinas, para facilitar su enseñanza, pero sobre todo su aprendizaje. (Tymoszco, 1986; Ernest,
1991, citados por López y Parra, 2014).
Sobre ello, Botello (2015), en relación con una de las teorías de Piaget, señala que:
Las estructuras lógicas que organizan el conocimiento de cualquier objeto, es decir,
[…] de todas las disciplinas, desde la matemática a la sociología, son siempre las
mismas. Cuanto más profundicemos en el avance de la ciencia, más iremos en una
dirección interdisciplinaria, de una manera más o menos automática. Cuanto más
progrese la ciencia, más se va a notar que las estructuras de la física, de la sociología,
la química, etc., son todas las mismas estructuras. (p.17)
Según los aportes de Vygotski, se entiende que el niño no presenta dificultades en su proceso de
aprendizaje, a menos que se le exija aprender desde la perspectiva adulta. Se recomienda asumir
menos participación en su proceso de aprendizaje, permitiendo que sea el propio niño quien
construya su conocimiento y le dé significado al alcanzarlo. En cambio, se sugiere brindar guía y
apoyo en lugar de imponer los propios intereses (Díaz, 2021).
Por ello, es necesario que el docente adopte una actitud proactiva en su práctica educativa,
especialmente al enseñar a pensar matemáticamente. Esto implica crear experiencias y situaciones
contextualizadas que permitan a los estudiantes establecer conexiones con los conceptos
requeridos y utilizarlos como herramientas para superar desafíos. La enseñanza del pensamiento
matemático en la educación primaria se debe enfocar en fortalecer las habilidades mentales de los