La práctica reflexiva como
fortalecimiento del desempeño docente
Aler Joel Cabanillas Montero
https://orcid.org/0000-0002-5851-5862
Héctor Willy Pereda Loyola
https://orcid.org/0000-0003-0864-281X
Universidad Cesar Vallejo
Trujillo - Perú
RESUMEN
El presente artículo tiene como objetivo determinar que la práctica reflexiva contribuye al fortalecimiento del desempeño docente. Para lo cual se realizó una revisión y análisis crítico de las diferentes investigaciones científicas de acuerdo al objeto de estudio y así tener los argumentos necesarios para la discusión y conclusiones del presente artículo de revisión. En la actualidad, la sociedad requiere docentes reflexivos e innovadores en su práctica pedagógica, para formar estudiantes competentes que puedan afrontar los retos de este mundo globalizado y del avance vertiginoso de la ciencia y la tecnología. Por lo que, los docentes deben reflexionar sobre su actuación pedagógica, de la forma cómo desarrolla el proceso de enseñanza aprendizaje para lograr las competencias que requieren los estudiantes. La práctica reflexiva es un término relativamente nuevo, que pone énfasis en la reflexión pedagógica (enseñanza-aprendizaje), así como proponer y teorizar nuevas formas de pensar y enseñar. Así mismo el desempeño docente se considera como una acción primordial en el logro de los aprendizajes significativos en los estudiantes. El artículo de revisión presenta las definiciones de las variables de estudio, así como el análisis e interrelación entre ellas, concluyendo que la práctica reflexiva influye en la mejora del desempeño docente.
Palabras clave: práctica; desempeño; docente.
Reflective practice as strengthening of teacher performance
ABSTRACT
The purpose of this article is to determine that thoughtful practice contributes to the strengthening of teaching performance. For which a critical review and analysis of the different scientific research was carried out according to the subject matter of study and thus have the necessary arguments for the discussion and conclusions of this review article. Today, society requires thoughtful and innovative teachers in its pedagogical practice, to train competent students who can meet the challenges of this globalized world and the dizzying advancement of science and technology. Teachers should therefore reflect on their pedagogical performance, how they develop the learning teaching process to achieve the competences required by students. Reflective practice is a relatively new term, emphasizing pedagogical reflection (teaching-learning), as well as proposing and theorizing new ways of thinking and teaching. Teaching performance is also seen as a primary action in achieving meaningful learning in students. Therefore, this review article presents the definitions of study variables; as well as the analysis and interrelationship between them, concluding that thoughtful practice influences the improvement of teaching performance.
Keywords: practice; performance; teacher.
Artículo recibido: 02 noviembre. 2021
Aceptado para publicación: 28 noviembre 2021
Correspondencia: joler15@hotmail.com
Conflictos de Interés: Ninguna que declarar
En la actualidad, a nivel mundial como en el Perú se requiere que los profesores formen estudiantes competentes para afrontar los retos de un mundo globalizado y del gran avance de la ciencia y la tecnología, por lo que, es necesario realizar cambios en la práctica docente, en las estrategias para profesionalizar el trabajo pedagógico y revalorar el liderazgo de los maestros en la sociedad.
El estado peruano, para dar un impulso al desarrollo profesional docente y, por lo tanto, mejorar el nivel de aprendizajes de los estudiantes, estableció como una de sus políticas educativas, emitir El Marco de Buen Desempeño Docente (2014), donde reconoce a la labor docente como una actividad compleja, y para ejercerla exige una acción reflexiva, donde tenga la capacidad de establecer libremente y críticamente el cómo actuar y decidir en los contextos dados. La labor docente se da en la interrelación con los estudiantes y colegas, en interacciones complejas donde intervienen el aprendizaje y el funcionamiento de la institución educativa. El profesor se convierte en un líder que con el poder de sus palabras y acciones formaran a los estudiantes como ciudadanos responsables y competentes. Debe realizar un trabajo colaborativo con sus pares para la planificación, evaluación y reflexión pedagógica, y con un sentido ético comprometido.
Según Benítez, Cabay y Encalada (2017, citado en Gálvez & Milla 2018), menciona que el desempeño docente es entendido como la práctica pedagógica que se observa, se da cuando el profesor manifiesta sus competencias y esto se refleja en el logro de aprendizajes esperados en sus estudiantes; es decir debe mostrar sus conocimientos, habilidades y destrezas pedagógicas para desarrollar experiencias de enseñanza aprendizaje significativas y pueda brindar una educación de calidad.
Actualmente, la sociedad requiere docentes competentes que reflexionen de su actuación pedagógica, es decir, de la forma cómo está desarrollando el proceso de enseñanza aprendizaje para lograr las competencias deseadas en los estudiantes.
La práctica reflexiva se fundamenta en los planteamientos de dos grandes pensadores John Dewey y Donald Schön. John Dewey (1933, citado por Ramón, 2018, p. 27), uso el termino experiencia reflexiva, definiendo en primer lugar el pensamiento reflexivo y su relación con la práctica experiencia, para luego explicar y precisar las actitudes que favorecen una práctica reflexiva. En los años ochenta, Donald Schön (1983, citado por Ramón, 2018, p. 27), utilizó el término de práctica reflexiva. Según Iglesias (2011, citado por Ramón, 2018, p. 27), afirma que las aportaciones, de Schön está en las definiciones del conocimiento en la acción, la reflexión en la acción y la reflexión desde la acción. Esto nos lleva a afirmar que la práctica reflexiva se debe dar en cada momento del que hacer docente como al momento de planificación curricular, el desarrollo de la sesión de clase y en la evaluación.
En el informe de TERCE (Tercer estudio Regional comparativo y explicativo), señala que a nivel internacional el docente y las prácticas en el aula son unas de las variables principales que afectan el rendimiento escolar (Unesco, 2016). Por lo que, los docentes deben dejar la práctica tradicional y monótona, donde no realizan una autorreflexión continua y colegiada de su práctica pedagógica, por falta de una cultura evaluativa de la labor docente. La competencia reflexiva en la actualidad no está siendo aplicada por los docentes, lo que no permite mejorar su práctica pedagógica en lo referente al proceso de aprendizaje y el logro de las competencias de los estudiantes.
Teniendo en cuenta que la sociedad requiere docentes competentes para el logro objetivos y fines que establece la educación en el Perú, es necesario fortalecer sus competencias profesionales para mejorar su desempeño docente. La realización de una práctica reflexiva de su labor pedagógica, que contribuiría a mejorar su desarrollo profesional y desempeño docente, lo que significaría un avance importante en la calidad educativa. A través del presente trabajo de investigación se pretende dar un aporte a los docentes y directivos para que puedan tomar decisiones e implementar la práctica reflexiva, lo cual contribuirá a fortalecer el desempeño docente y por tanto elevar el nivel de logro de los aprendizajes.
El objetivo general es determinar que la práctica reflexiva contribuye al fortalecimiento del desempeño docente, para lo cual se hará un análisis de diferentes fuentes de información y de esta manera tener los argumentos necesarios para la discusión y conclusiones del presente trabajo de investigación
La Práctica Reflexiva y el Desempeño Docente.
La educación ha evolucionado a lo largo de la historia, producto de los cambios que se da en el mundo, por diferentes factores tales como el avance de la ciencia y la tecnología, de la psicología y pedagogía, así como también los cambios de sistemas de gobierno que modifican las políticas educativas. Por lo que los docentes han tenido que ir cambiando sus prácticas pedagógicas respondiendo al contexto y exigencias de la sociedad. Tal como indica Gómez (2018), un término relativamente reciente es la competencia reflexiva, lo que otros autores lo relacionan con otros conceptos similares: práctica reflexiva y profesionalización docente.
Donald Schön (citado en Cerecero, 2019) fue el primero en utilizar el término “Practica Reflexiva” como actualmente se le conoce. Por medio de la práctica reflexiva, se busca que el docente reflexione sobre su práctica pedagógica y el quehacer educativo.
Actualmente, el proceso de reflexión es considerada una actividad mental muy importante, porque permite que todas las personas puedan analizar y entender su entorno, lo cual va permitir desenvolverse dentro de este contexto, logrando un desarrollo tanto personal, familiar y profesional.
Para Cerecero (2019), la reflexión es vista como un proceso complejo, donde es necesario cuestionar y cuestionarse en busca del significado de un acontecimiento, analizarlo y entender al propio sujeto, a otro sujeto, como aun objeto o una situación; para dar una opinión objetiva que permita al sujeto observar, analizar y sintetizar las experiencias y los conocimientos pasados y presentes para comprender, resolver, resignificar, transformar o proyectar sus resultados en un acontecimiento similar futuro.
Los docentes han estado enmarcados en una práctica pedagógica tradicional donde desarrollaban sus sesiones aprendizaje y solo evaluaban a sus estudiantes, convirtiéndose esto en una rutina diaria, sin promover un trabajo colaborativo con sus colegas y menos aún realizar una reflexión de su práctica pedagógica. Por lo que Reflexionar sobre la práctica docente conlleva a un análisis grupal de la forma como enseñamos, para hacer un análisis de sí mismo y también a través de diálogos críticos reforzar sus competencias profesionales y mejorar su desempeño docente.
En el ser humano la reflexión es algo natural y espontánea, en contraste a la práctica reflexiva que es una actividad aprendida requiriendo de un análisis sistemático, habitual, claro y organizado, que se adquiere con una práctica voluntaria e intensiva (Domingo, 2021). Del mismo modo el autor nos plantea que el docente crítico-reflexivo, no solo debe pensar en aspectos que no se cuestionan, sino que reflexionar sobre la enseñanza presume fuertes dilemas y procesos para tomar decisiones. Asimismo, plantea que el profesor reflexivo busca una relación entre la teoría y la práctica, entre investigación y docencia, lo que a potenciar la generación de un nuevo conocimiento de características epistemológicas distintas donde se une el conocimiento teórico y práctico; lo que permite un desarrollo profesional docente más profundo y valioso.
La reflexión es vista como una acción intencionada, la cual se realiza a través de un permanente aprendizaje con el propósito de subsanar errores y hacer un análisis de la practica para transformarla, logrando desarrollar un pensamiento práctico. La práctica reflexiva es entendida como un proceso sistemático del profesor que cuestiona sus pensamientos, creencias y acciones pedagógicas con
el objetivo de solucionar un problema pedagógico y por tanto la mejora de sus prácticas, que conlleva a la mejora de los aprendizajes de los educandos (Vega & Appelgren, 2019).
Un profesor reflexivo debe buscar la interrelación de la teoría y la práctica para que este nuevo conocimiento se convierta en parte de su hábito y es aplicable a su práctica pedagógica, la misma que debe estar sujeta a un análisis y reflexión permanentemente, lo que permitirá potenciar sus capacidades y competencias logrando su desarrollo profesional y desempeño docente.
La práctica reflexiva viene a ser la reflexión sobre las acciones realizadas, para luego hacer una valoración si se cumplió con las expectativas, objetivos o metas, y finalmente la toma de decisiones correspondientes. Cerecero (2016), refiere que la práctica reflexiva es un proceso de reflexión sistemático y continuo de la praxis donde debe estar inmerso la experiencia, la práctica, la teoría y el contexto para poder emitir un juicio fundado y reflexivo que permita tomar decisiones fundamentadas contribuyendo de esta manera al desarrollo del ejercicio docente.
La reflexión debe estar enfocada en la actuación del docente para que sus estudiantes aprendan, la cual debe estar provista de un análisis del logro de las competencias y por tanto de los aprendizajes de los estudiantes. Ramón (2018), plantea que la reflexión del docente se da en lo que realiza y como realiza su práctica pedagógica, para que los educandos aprendan significativamente, donde el profesor debe hacer un autoanálisis y una valoración real si está cumpliendo su rol de facilitador de los aprendizajes en su práctica profesional.
Domingo (2012, citado en Cerecero, 2019) considera a la práctica reflexiva en el ámbito educativo como una metodología de formación en donde los elementos principales de inicio son las experiencias de cada docente en su contexto y la reflexión sobre su práctica. Es considerada como una opción formativa que tiene como punto de partida a la persona y no del saber teórico, donde se realza a la experiencia individual y profesional para la actualización y la mejora de la práctica pedagógica docente.
Cerecero (2019) manifiesta que:
La práctica reflexiva se caracteriza por ser un proceso ético, consciente, intencional, metódico, deliberativo, social, que requiere tiempo y supone un distanciamiento de la actividad para pensar en esta, conocerla y reconocerla, así como permitir al profesional conocerse y reconocerse; compara y conecta teoría y práctica, exige una suspensión del juicio para buscar la objetividad; implica actuar y transformar, busca el desarrollo humano y profesional de quien la ejerce, e involucra aceptar la responsabilidad de las decisiones tomadas (p. 165)
La practica reflexiva involucra examinar la experiencia del docente, analizándola críticamente en cuanto se aproxima o se desvía de las intenciones pronosticadas y de los hechos logrados. Del mismo modo, este diálogo analítico no solo debe darse con la experiencia y las teorías que usamos, sino con los principios teóricos que permitan profundizar sobre ella (Anijovich & Cappelletti, 2018).
La práctica reflexiva es un conociemiento que se da a partir de la experiencia, en dode debe haber una reflexión en y sobre la acción, generándose un conocimiento práctico que modifica el repertorio del docente, desarrollando su aprendizaje profesional y por tanto su práctica pedagígica. A través de la reflexión crítica, se investiga y reflexiona con el objetivo de transformar la práctica docente, siendo esta una herramienta que pemite mejorar la práctica pedagógica, desde un aspecto social y contextual, poniendo mayor enfasis en la transformación (Ruffinelli, 2017).
La sociedad actual requiere de docentes capaces de cambiar modelos de enseñanzas tradicionales, para su autorrealización profesional y ser revalorizado por su capacidad, su profesionalismo, su autonomía y su pensamiento reflexivo-crítico de su práctica pedagógica. Según López-Vargas y Basto-Torrado (2010) el docente reflexivo, no solo analiza su práctica, sino que también debe hacer propuestas y teorías de una forma nueva de pensar y desarrollar los procesos de enseñanza y aprendizaje y de esta manera dar un cambio en la educación que desde hace tiempo se viene requiriendo.
En este contexto, el docente a través de la reflexión de su proceso de enseñanza aprendizaje; debe tomar decisiones teniendo en cuenta la realidad y crear experiencias nuevas a partir de problemas de sus actividades de aprendizaje con la finalidad de mejorarla o transformarlas. Por lo que, coincidimos con Gómez (2018), quien manifiesta que la competencia reflexiva permite al docente tomar decisiones, mejorar sus prácticas de manera individual o colectiva siendo necesaria para su desarrollo profesional docente y conseguir un aprendizaje permanente a través de la propia práctica y la experiencia profesional.
El docente en su práctica pedagógica tiene un rol mediador, que va más allá de solo trasmisor de conocimientos, debiendo actualmente buscar conexiones, promover el análisis, las dudas ya través de ello crear condiciones y espacios para el aprendizaje. De acuerdo López-Vargas y Basto-Torrado (2010) el docente, como sujeto mediador del aprendizaje, tiene como deber hoy en día en la educación: no solamente transformación de la información para hacerla más entendible y significativa para el educando, por el contrario su objetivo es lograr desarrollar su dimensión cognitiva, afectiva y motivacional, de tal forma que el educando, se comprometa en el desarrollo de sus competencias, habilidades y potencialidades; por lo que el docente como sujeto mediador debe actuar proponiendo alternativas que ayuden al educando a entender la información y el desarrollo de estrategias abordarla.
La práctica reflexiva docente que se da después de una sesión de aprendizajes, es una reflexión de análisis de su labor pedagógica y si se cumplió con lo planificado o faltó algo y si los estudiantes lograron los propósitos de aprendizaje propuestos. Por lo que coincidimos con Gómez (2018), quien sostiene que la práctica reflexiva o llamada también reflexión a posteriori que realiza el docente es un aspecto muy importante del trabajo docente que contribuye en el fortalecimiento de su profesión permitiéndole incrementar su conocimiento contextual y práctico. También manifiesta que la práctica reflexiva constituye el más alto referente de la competencia reflexiva porque favorece en forma directa al aprendizaje profesional y ayuda que el docente aprenda de su propia experiencia.
El docente en su nuevo rol, tiene diferentes funciones, siendo las más importantes: la organización y ejecución de las experiencias de aprendizaje, el involucramiento de los estudiantes en su aprendizaje y el trabajo en equipo y/o colegiado. La práctica reflexiva docente para un mayor análisis y comprensión tiene las siguientes dimensiones según Agreda & Perez (2020) la primera es la acción pedagógica, integrada por las diferentes funciones que los profesores realizan en su salón de clases, las cuales se dan una y otra vez en sus actividades diarias; la reflexión en la acción, se da por la atención de cómo están realizando sus funciones en el aula como profesores, proceso que se percibe en la práctica pedagógica; y la reflexión sobre la acción se fundamenta en pensar si el conjunto de acciones que se viene realizando estuvieron bien o mal, y de qué otra manera se pueden lograr.
Zambrano (2020) refiere que la labor docente hay diferencias esenciales entre el conocimiento en la acción y la reflexión en la acción. El primero conserva la forma pragmática del especialista técnico que emplea conocimientos precisos, claros y especializados que se hacen indiscutibles en las acciones inteligentes, las cuales pueden ser observadas en la solución de un problema, pero no en comprender la manera en la que se soluciona el problema. En cambio, la reflexión en la acción es la intensión clara de sistematizar la práctica pedagógica, que permite al docente comparar el conocimiento que posee y el discurso que lo sustenta, donde la acción y el desempeño del docente es sometido a situaciones inciertas, inestables, únicas y en las que se dan conflictos de valor y que requiere del profesional reflexivo, como punto de inicio de su acción crítica.
Galbán (2016, citado en Osuna & Diaz, 2019), refiere que la práctica reflexiva docente busca fortalecer las competencias del profesor para hacer un análisis permanente sobre su actividad pedagógica y convertirla en un hábito profesional que va a contribuir acercar y mejorar su relación con su contexto y la realidad del aula, de esta manera puede hacer adecuaciones al proceso de enseñanza-aprendizaje, así como seleccionar y aplicar estrategias didácticas que le permitan potenciar el logro de aprendizajes significativos en sus educandos.
Para Escribano (2018) el concepto de desempeño docente tiene que ver con el sentido de su labor profesional, las cuales se dan:
§ Con el conocimiento integral y actualizado de los contenidos del área disciplinar que imparte.
§ El conocimiento profundo de las ciencias de la educación actualizada, esencialmente en pedagogía, psicología, estrategias metodológicas y didácticas, del mismo modo en el campo de la investigación educativa.
§ Debe poseer un correcto desarrollo de las competencias profesionales en el campo de la comunicación, uso adecuado y constante de las TIC y otras características relevantes.
§ Se debe tener un componente ético, con altas aspiraciones tanto en el ámbito profesional y personal y así ejercer su labor con calidad de manera permanente durante el proceso y en la obtención de los resultados.
§ El indispensable que el docente tenga conocimiento del contexto de la escuela, la familia, la comunidad donde ejerce su actividad y labor profesional para que tenga un panorama claro y real para ejercer de manera óptima su profesión.
Para Escribano (2018) obtener una educación de calidad, es primordial el desempeño docente, independientemente de la economía y del diseño curricular con el que se tenga; el desempeño docente, como factor humano, es primordial para ejercer la profesión de acuerdo a las necesidades de la época y requerimientos de la sociedad, y actuar con convicción y responsabilidad de la formación y aprendizajes de los estudiantes que serán para toda la vida.
Para mejorar el desempeño docente se debe relacionar con la dimensión del desarrollo personal y esto conlleva a ayudar a los profesores a aprender y a reflexionar sobre su práctica y a mejorarla continuemente. Por lo que surge la necesidad de tener una formación profesional permanete y continua (Dimaté et al., 2017).
Para la formación de los docentes una estartegia fundamental el ejercicio del pensamiento reflexivo, que de acuerdo a los estudios realizados debe haber una interrelación entre la reflexión y la práctica. La reflexión sobre la práctica conlleva a la mejora, porque a través de ella se identifica el punto exacto donde se encuentra el proceso, que produce un dilema que invita a preguntar sobre su práctica y lo beneficioso para esta situacón (Marín et al., 2019).
Así mismo el desempeño docente considera como una acción primordial el logro de los aprendizajes significativos en los estudiantes, por lo que coincidiendo con Estrada (2017) que la función del desempeño docente, es la capacidad de mediar en la mejora del proceso de enseñanza, donde el docente diseña y aplica estrategias para estimular la comprensión de los estudiantes, donde se relacionan aprendizajes significativos e integradores. Siendo importante que esta capacidad mediadora del proceso de enseñanza aprendizaje se le considere como una reflexión constante de su práctica pedagógica con la finalidad de autoevaluar su desempeño docente.
Por su parte, Robalino (2007, citado en Estrada & Mamani, 2020) manifiesta que el desempeño docente se da como proceso donde se moviliza su disposición personal, sus capacidades profesionales, y su responsabilidad social para unir relaciones significativas entre los elementos que impacta la formación de los estudiantes, participando en la gestión escolar, fortaleciendo una cultura institucional democrática e involucrarse en la elaboración, planificación, implementación y evaluación de políticas educativas locales y nacionales, para lograr en los educandos el desarrollo de aprendizajes, competencias y habilidades para la vida. En este sentido, la práctica reflexiva fortalece el desempeño docente con la articulación de los diferentes componentes de participación que lleva a la autovaloración y el fortalecimiento de las competencias de los docentes.
Un docente reflexivo es aquel que hace una reflexión sobre su actuación pedagógica, recapacitando sobre sus actividades educativas y su práctica pedagógica, para luego analizarla y así lograr los pasos de su desarrollo profesional. (Gálvez y Milla, 2018). La práctica reflexiva busca la mejora constante del desempeño docente que se manifiesta en las prácticas diarias, y Alvarez (2020) plantea que el desempeño docente son las prácticas que desarrollan los docentes, de acuerdo a sus obligaciones inherentes a su cargo y profesión. Así como también, la manera en que docentes planifican, ejecutan y evalúan las tareas y actividades que les va a permitir lograr un apropiado proceso de enseñanza-aprendizaje y de esta manea todos los estudiantes desarrollen las competencias deseadas.
3. RESULTADOS Y DISCUSIÓN
La investigación incluyó artículos científicos publicados de los últimos cinco años, los que describieron las definiciones y características de la práctica reflexiva y el desempeño docente. Durante la indagación por las diferentes bases de datos, se encontró diversas investigaciones que de alguna manera se relacionaron con las variables del presente estudio.
Los diferentes investigadores concuerdan que es muy importante la reflexión sobre su práctica pedagógica, Gomez (2018), quien manifiesta que la competencia reflexiva permite al docente tomar decisiones, mejorar sus prácticas de manera individual o colectiva siendo necesaria para su desarrollo profesional docente y conseguir un aprendizaje permanente a través de la propia práctica y la experiencia profesional; del mismo modo Cerecero (2016), refiere que la práctica reflexiva es un proceso de reflexión sistemático y continuo de la praxis donde debe estar inmerso la experiencia, la práctica, la teoría y el contexto para poder emitir un juicio fundado y reflexivo que permita tomar decisiones fundamentadas, contribuyendo de esta manera al desarrollo del ejercicio docente.
Tambien se considera que la practica reflexiva involucra examinar la experiencia del docente, analizándola críticamente en cuantose aproxima o se desvía de las intenciones pronosticadas y de los hechos logrados. Del mismo modo, este diálogo analítico no solo debe darse con la experiencia y las teorías que usamos, sino con los principios teóricos que permitan profundizar sobre ella (Anijovich & Cappelletti, 2018). Lo que se refuerza con lo planteado por Ruffinelli, (2017), quien refiere que la práctica reflexiva es un conociemiento que se da a partir de la experiencia, en dode debe haber una reflexión en y sobre la acción, generándose un conocimiento práctico que modifica el repertorio del docente, desarrollando su aprendizaje profesional y por tanto su práctica pedagógica.
Con respecto al desempeño docente, tenemos que Alvarez (2020) plantea que el desempeño docente son las prácticas que realizan los docentes, de acuerdo a sus obligaciones inherentes a su cargo y profesión. Así como también, la manera en que docentes planifican, ejecuta y evalúan las actividades y tareas que les va a permitir lograr un adecuado proceso de enseñanza-aprendizaje. Estrada (2017) manifiesta que, dentro de la función del desempeño docente, tiene la capacidad de mediar en la mejora del proceso de enseñanza, donde el docente diseña y aplica estrategias para estimular la comprensión de los estudiantes, donde se relacionan aprendizajes significativos e integradores.
El Ministerio de Educación del Perú en el Marco de Buen Desempeño Docente (2014), reconoce a la labor docente como una actividad compleja, y para ejercerla exige una acción reflexiva, donde tenga la capacidad de establecer libremente y críticamente como actuar, y asimismo una capacidad de decidir en los contextos dados. La labor docente se da en la interrelación con los estudiantes y colegas, en interacciones complejas donde intervienen el aprendizaje y el funcionamiento de la institución educativa.
Así mismo, Gálvez & Milla (2018) refuerzan la idea que un docente reflexivo es aquel que hace una reflexión sobre su actuación pedagógica, recapacitando sobre sus actividades educativas y su práctica pedagógica, para luego analizarla y así lograr los pasos de su desarrollo profesional.
También se plantea que para mejorar el desempeño docente se debe relacionar con la dimensión del desarrollo personal y esto conlleva a ayudar a los profesores a aprender y a reflexionar sobre su práctica y a mejorarla continuamente. Por lo que surge la necesidad de tener una formación profesional permanente y continua (Dimaté et al., 2017).
Se aprecia de otra parte la interrelación que se da entre la práctica y desarrollo profesional docente tal como refiere Galbán (2016, citado en Osuna & Diaz, 2019), refiere que la práctica reflexiva docente busca fortalecer las competencias del profesor para hacer un análisis permanente sobre su actividad pedagógica y convertirla en un hábito profesional que va a contribuir acercar y mejorar su relación con su contexto y la realidad del aula, de esta manera puede hacer adecuaciones al proceso de enseñanza-aprendizaje, así como seleccionar y aplicar estrategias didácticas que le permitan potenciar el logro de aprendizajes significativos en sus educandos.
Reforzando este vínculo entre practica reflexiva y desempeño docente, Domingo (2021) manifiesta que un profesor reflexivo debe buscar la interrelación de la teoría y la práctica para que este nuevo conocimiento se convierta en parte de su hábito y sea aplicable a su práctica pedagógica la misma que debe estar sujeta a un análisis y reflexión permanentemente, lo que permitirá potenciar sus capacidades y competencias logrando su desarrollo profesional y desempeño docente.
Haciendo un análisis de las investigaciones analizadas se puede deducir que la práctica reflexiva es una estrategia indispensable para mejorar el desempeño docente, dado que está permite realizar una reflexión sistemática de todo el quehacer y actividad docente durante el proceso de enseñanza aprendizaje, lo que le va permitir potenciar sus competencias y habilidades profesionales y por tanto su desempeño docente.
3. CONCLUSIÓN O CONSIDERACIONES FINALES
La competencia reflexiva permite al docente tomar decisiones, mejorar sus prácticas de manera individual o colectiva siendo necesaria para su desarrollo profesional docente y conseguir un aprendizaje permanente a través de la propia práctica y la experiencia profesional (Gómez, 2018).
El docente reflexivo, mediador, crítico, ejerce su acción transformadora de analizar el conocimiento, así como sus desaciertos en su práctica pedagógica.
La práctica reflexiva contribuye en el desarrollo profesional de los docentes y por tanto en su desempeño, porque hace una reflexión de su proceso de enseñanza, desarrollando diferentes habilidades que le permite tomar decisiones, plantear estrategias durante el proceso de enseñanza-aprendizaje y, del mismo modo, tengan la capacidad de buscar soluciones colaborativas en equipo y realizar una reflexión crítica sobre el proceso de la práctica pedagógica.
La práctica reflexiva es un proceso de reflexión sistemático y continuo de la praxis donde debe estar inmerso la experiencia, la práctica, la teoría y el contexto para poder emitir un juicio fundado y reflexivo que permita tomar decisiones fundamentadas contribuyendo de esta manera al desarrollo del ejercicio docente (Cerecero, 2016).
La práctica reflexiva busca la mejora constante del desempeño docente, la que se define como las prácticas que realizan los docentes de acuerdo a sus obligaciones inherentes a su cargo y profesión. Así como también, la manera en que docentes planifican, ejecuta y evalúan las actividades y tareas que les va a
permitir lograr un adecuado proceso de enseñanza-aprendizaje (Alvarez, 2020 ).
Un profesor reflexivo busca la interrelación de la teoría y la práctica para que este nuevo conocimiento se convierta en parte de su hábito y sea aplicable a su práctica pedagógica la misma que debe estar sujeta a un análisis y reflexión permanentemente, lo que permitirá potenciar sus capacidades y competencias logrando su desarrollo profesional y desempeño docente Domingo (2021).
4. LISTA DE REFERENCIAS
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