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DÉFICIT DE ANTITROMBINA COMO CAUSA DE TROMBOSIS
VALVULAR AÓRTICA
DÉFICIT DE ANTITROMBINA COMO CAUSA DE TROMBOSIS VALVULAR
AÓRTICA
Juan Mario Tobón Arango
Universidad Pontificia Bolivariana, Colombia
Andrea Julieth Manrique Cortes
Universidad de Ciencias Aplicadas y Ambientales UDCA
Eliana Cristina Ureche Gámez
Universidad Simón Bolívar, Colombia
Carlos José Brito Jácome
Universidad Libre de Barranquilla- FUCS, Colombia
Andrés Felipe Blanco Martínez
Universidad del Sinú, Colombia
Keiny Andrea Flórez Pérez
Fundación Universitaria San Martín
José Luis Díaz Díaz
Universidad del Valle, Colombia
Jean Carlos Esquivel Monterroza
Universidad de Sucre, Colombia
Anyela Lucía Anaya Novoa
Universidad del Sinú, Colombia
Luis Fernando Barros Diaz
Universidad Metropolitana de Barranquilla, Colombia
Carlos Mauricio Castro González
Universidad Libre, Colombia
Henderson Fabian Yañez Neira
Universidad del Sinú, Colombia
Luis Fernando Barros Díaz
Universidad Metropolitana de Barranquilla, Colombia
Andres Ernesto Arroyave Ibarra
Universidad Surcolombiana, Colombia
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DOI: https://doi.org/10.37811/cl_rcm.v8i4.12846
Déficit de Antitrombina como Causa de Trombosis Valvular Aórtica
Juan Mario Tobón Arango
1
tobon.juanmario@gmail.com
https://orcid.org/0000-0002-0126-3107
Médico General de la Universidad Pontificia
Bolivariana, Colombia
Andrea Julieth Manrique Cortes
andreamc.25@gmail.com
https://orcid.org/0009-0007-2468-2674
Médico General de la Universidad de Ciencias
Aplicadas y Ambientales UDCA
Eliana Cristina Ureche Gámez
elianaurecheg@hotmail.com
Médico Internista de la Universidad Simón
Bolívar, Colombia
Carlos José Brito Jácome
Carlosbritto9@gmail.com
https://orcid.org/0000-0003-4890-1919
Médico Internista- Fellow de Cardiología
Universidad Libre de Barranquilla- FUCS,
Colombia
Andrés Felipe Blanco Martínez
andresfblanco99@gmail.com
https://orcid.org/0009-0002-5883-2507
Médico General de la Universidad del Sinú,
Colombia
Keiny Andrea Flórez Pérez
kandreaf999@gmail.com
https://orcid.org/0009-0004-1913-388X
Médico General de la Universidad del Sinú,
Colombia
José Luis Díaz Díaz
jose.diaz.diaz@correounivalle.edu.co
https://orcid.org/0009-0007-5999-4133
Médico General de la Universidad del Valle,
Colombia
Jean Carlos Esquivel Monterroza
Jeancarlosesquivel@gmail.com
https://orcid.org/0000-0001-7383-715X
Médico General de la Universidad de Sucre,
Colombia
Anyela Lucía Anaya Novoa
anyelalucia1402@gmail.com
https://orcid.org/0000-0002-5180-6915
Médico General de la Universidad del Sinú,
Colombia
Carlos Mauricio Castro González
Médico General de la Universidad Libre,
Colombia
Luis Fernando Barros Díaz
dr.luisfernandobarros@hotmail.es
https://orcid.org/0009-0006-9100-522X
Médico General de la Universidad
Metropolitana de Barranquilla, Colombia
Luis Fernando Barros Diaz
dr.luisfernandobarros@hotmail.es
https://orcid.org/0009-0006-9100-522X
Médico General de la Universidad
Metropolitana de Barranquilla, Colombia
Henderson Fabian Yañez Neira
Fabian9627@gmail.com
Médico General de la Universidad del Sinú,
Colombia
Andres Ernesto Arroyave Ibarra
Arroyaveandres744@gmail.com
https://orcid.org/0009-0003-8341-1533
Médico General de la Universidad
Surcolombiana, Colombia
1
Autor principal
Correspondencia: tobon.juanmario@gmail.com
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RESUMEN
La trombosis valvular no es más que la aparición de un trombo a nivel valvular. La válvula más afectada
es la válvula mitral, sin embargo en casos raros puede presentarse a nivel de la válvula aórtica . Las
causas más frecuentes se asocian a trombofilia, la cual es una condición que altera la coagulación de la
sangre, ya sea por causas congénitas o adquiridas, lo que aumenta el riesgo de desarrollar trombosis al
igual que los pacientes post prótesis de válvula nativa. La antitrombina, es una glicoproteína que
previene la conversión de protrombina en trombina y de fibrinógeno en fibrina, detiene la finalización
de la formación del coágulo, reduce la secreción de citocinas, minimiza las interacciones entre
neutrófilos y endotelios y disminuye la activación de plaquetas y células endotelial lo que evita la
formación de un coágulo. La trombosis valvular aórtica en pacientes con deficiencia hereditaria de
antitrombina (AT) es una condición infrecuente pero complicada, que plantea retos importantes en su
manejo, estudios actuales proponen como medida eficaz para el tratamiento la combinación de
anticoagulantes, empezando con heparinas y luego utilizando anticoagulantes orales como la warfarina,
con la posibilidad de añadir antitrombina exógena si hay resistencia a heparinas para impactar
positivamente y reducir la morbimortalidad del paciente y evitar que el déficit de antitrombina sea un
detonante importante en la formación de trombos . Por lo tanto, el objetivo de esta revisión sistemática
es indagar sobre causas de la trombosis valvular aórtica, más puntualmente aquella dada por déficit de
antitrombina.
Palabras Clave: trombosis, antitrombina, enfermedad valvular aórtica, déficit AT, prótesis valvular,
trombofilia
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Antithrombin Deficiency as a Cause of Aortic Valve Thrombosis
ABSTRACT
Valve thrombosis is nothing more than the appearance of a thrombus at the valve level. The most
affected valve is the mitral valve, however in rare cases it can occur at the aortic valve level. The most
frequent causes are associated with thrombophilia, which is a condition that alters blood coagulation,
either due to congenital or acquired causes, which increases the risk of developing thrombosis as well
as patients post native valve prosthesis. Antithrombin is a glycoprotein that prevents the conversion of
prothrombin into thrombin and fibrinogen into fibrin, stops the completion of clot formation, reduces
cytokine secretion, minimizes interactions between neutrophils and endothelium and decreases platelet
and endothelial cell activation, which prevents clot formation. Aortic valve thrombosis in patients with
hereditary antithrombin (AT) deficiency is a rare but complicated condition that poses significant
challenges in its management. Current studies propose the combination of anticoagulants as an effective
treatment measure, starting with heparins and then using oral anticoagulants such as warfarin, with the
possibility of adding exogenous antithrombin if there is resistance to heparins to positively impact and
reduce the patient's morbidity and mortality and prevent antithrombin deficiency from being an
important trigger in thrombus formation. Therefore, the objective of this systematic review is to
investigate the causes of aortic valve thrombosis, more specifically that caused by antithrombin
deficiency.
Keywords: thrombosis, antithrombin, aortic valve disease, AT deficiency, valve prosthesis,
thrombophilia
Artículo recibido 12 julio 2024
Aceptado para publicación: 15 agosto 2024
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INTRODUCCIÓN
La trombosis valvular es la aparición de un trombo, cerca de una válvula, la más frecuentemente afectada
es la válvula mitral (1). Como consecuencia del trombo, se ocluye parte del camino del flujo que a su
vez conlleva a la afectación de la función de la válvula adyacente (2). Su incidencia oscila entre el 0, 2
y el 6% por paciente/ año siendo la causa más común la prótesis en posición aórtica o mitral (3). La
trombosis de la válvula aórtica nativa presenta un riesgo de eventos embólicos importante. En
comparación con los diversos orígenes de la embolia, el trombo de la válvula aórtica suele ser de una
fuente relativamente infrecuente.
Imagen 1. Propiedades bioquímicas de la antitrombina
Fuente: Elaboración propia
Ahora bien, la antitrombina (Imagen 1) es una pequeña glicoproteína producida en el hígado y que tiene
la capacidad de desactivar varias enzimas de la coagulación evitando los procesos de coagulación y la
formación de trombos (4) . En su mecanismo, es indispensable mencionar que los anticoagulantes, Tanto
el sulfato de heparán como las heparinas, incluidas la heparina no fraccionada (HNF) y las HBPM, son
fragmentos de HNF producidos por despolimerización, y ejercen su actividad anticoagulante uniéndose
a la AT a través de un pentasacárido específico de secuencia común, que induce la exposición del sitio
reactivo de la AT y la activación de la AT ( Figura 1 ) (5). La heparina forma un puente entre la AT y
la trombina, promoviendo la rápida inhibición, por la AT, de las proteasas de coagulación.
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Figura 1. Efecto anticoagulante heparina + antitrombina
Tomado de: Tomado de: George M. Rodgers y col
Por lo tanto, la interacción de la AT con la heparina es la base del sofisticado sistema de regulación
dependiente del tiempo y la ubicación de la hemostasia, ya que la AT previene la conversión de
protrombina en trombina y de fibrinógeno en fibrina, detiene la finalización de la formación del coágulo,
reduce la secreción de citocinas, minimiza las interacciones entre neutrófilos y endotelios y disminuye
la activación de plaquetas y células endoteliales, de hecho, por estas últimas razones, el mecanismo de
acción de la antitrombina no solo se limita a efectos anticoagulantes si no que también tiene un marcado
efecto anti inflamatorios. Como se muestra en la figura 2, la AT ejerce efectos tanto anticoagulantes
(lado izquierdo de la figura) como antiinflamatorios (lado derecho de la figura) (6).
La deficiencia hereditaria de antitrombina (AT), anteriormente denominada AT III, es una trombofilia
hereditaria de baja prevalencia (0,02%-0,2%) que fue descrita por primera vez en 1965 y tiene herencia
autosómica dominante y penetrancia variable. Aunque es una de las trombofilias con mayor riesgo de
producir enfermedad tromboembólica venosa, los fenómenos trombóticos en arterias y/o válvulas son
raros y se han descrito en presencia de una lesión valvular previa, como insuficiencia aórtica severa o
en reemplazos valvulares aórticos biológicos (7).
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Figura 2. efectos de la Antitrombina en el organismo
Tomado de: George M. Rodgers y col
La embolia, la disfunción de la válvula aórtica o ambas pueden provocar síntomas variables que pueden
superponerse con otras afecciones; por tanto, las imágenes suelen ser la base del diagnóstico, por eso, la
ecocardiografía es la modalidad de imagen recomendada y, ocasionalmente, se necesitan imágenes
multimodales en el origen cardíaco de la embolia (8). Además, varias etiologías subyacentes pueden
asociarse con la trombosis de la válvula aórtica nativa (9). La literatura médica actual se limita a
informes de casos. Las características de los pacientes, las etiologías subyacentes, el rendimiento de las
pruebas de diagnóstico, los enfoques de tratamiento óptimos y los resultados no están claros según los
datos publicados actualmente. Por lo tanto, cuando se encuentra, la trombosis de la válvula aórtica nativa
puede plantear un desafío clínico (10). Se necesita una revisión sistemática para comprender la
trombosis de la válvula aórtica nativa y proporcionar más información y conocimientos a los médicos
sobre esta afección relativamente poco común y sobre todo hacer hincapié en algunas causas que se
deben tener en cuenta al momento del diagnóstico. Por lo tanto, el objetivo de esta revisión sistemática
es indagar sobre causas de la trombosis valvular aórtica, más puntualmente aquella dada por déficit de
antitrombina.
MATERIALES Y MÉTODOS
Se realizó una búsqueda bibliográfica detallada de información publicada más relevante en las bases de
datos pubmed, scielo , medline, bibliotecas nacionales e internacionales especializadas en los temas
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tratados en el presente artículo de revisión. Se utilizaron los siguientes descriptores: Trombosis,
Antitrombina, enfermedad valvular aórtica, déficit AT, prótesis valvular, Trombofilia. La búsqueda de
artículos se realizó en español e inglés, se limitó por año de publicación y se utilizaron estudios
publicados desde 2005 a la actualidad.
RESULTADOS
La trombofilia es una condición que altera la coagulación de la sangre, ya sea por causas congénitas o
adquiridas, lo que aumenta el riesgo de desarrollar trombosis o de que esta se repita. El riesgo de
recurrencia de la trombosis varía según los factores que estuvieron presentes durante el primer evento.
Por ejemplo, las trombosis idiopáticas (sin causa aparente) tienen un riesgo de recurrencia de hasta el
30%, las relacionadas con condiciones médicas tienen un riesgo del 10-15%, y las trombosis
postquirúrgicas tienen un riesgo menor al 3% (11). La deficiencia de antitrombina es una trombofilia
muy poco prevalente, sin embargo es una de las trombofilias genéticas más potentes, ya que, eleva hasta
16 veces el riesgo de tener una trombosis venosa por primera vez e incluso hasta 3.6 veces el riesgo de
recurrencia (12).
En el año 2021, Rekondo y colaboradores reportaron el caso de un hombre de 65 años con antecedentes
de colitis ulcerosa que fue hospitalizado por ncope. Un ecocardiograma reveló una válvula aórtica
bicúspide con insuficiencia aórtica moderada, altos gradientes transvalvulares, y una masa
indeterminada en el rafe entre los velos no coronariano y coronariano derecho. Se consideraron varias
posibles causas para la masa, incluyendo endocarditis infecciosa, endocarditis bacteriana, trombosis
valvular y un posible tumor. Sin embargo, los hemocultivos, serologías y marcadores resultaron
negativos. Una tomografía por emisión de positrones y una resonancia magnética descartaron la
endocarditis infecciosa y revelaron una imagen nodular sin captación de gadolinio en el rafe. Además,
la resonancia magnética cerebral mostró lesiones isquémicas subagudas, probablemente de origen
embólico.
Durante la evaluación, una anamnesis detallada reveló que el paciente tenía antecedentes familiares de
endocarditis infecciosa en su padre y un sobrino con isquemia embólica en la extremidad inferior
derecha, asociado con un déficit de antitrombina (AT) que estaba siendo tratado con acenocumarol oral.
Ante la sospecha de trombosis en la válvula aórtica bicúspide, debido a los antecedentes familiares de
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trombofilia hereditaria, se realizó un estudio que identifiun déficit de tipo I de AT con un nivel
funcional del 45%. Se descartaron otras posibles causas de trombofilia al obtener resultados normales
en pruebas para proteína C, proteína S, resistencia a la proteína C activada, y anticuerpos
antifosfolípidos, además de análisis genéticos que descartaron la mutación del factor V Leiden y la
mutación G20210A de la protrombina.
Un estudio genético adicional del gen SERPINC1 identificó en heterocigosis la variante patogénica
c.1154-14G>A, vinculada al déficit de AT, lo que confirmó el diagnóstico y permitió ofrecer
asesoramiento genético a la familia. El tratamiento se inició con enoxaparina en dosis terapéuticas,
teniendo en cuenta la posible resistencia a las heparinas en pacientes con déficit de AT, y luego se
cambió a acenocumarol oral. A pesar de la limitada evidencia científica, se decidió mantener el
acenocumarol de forma indefinida debido a la alta tasa de recurrencia observada y en línea con las
recomendaciones actuales. Durante el seguimiento, el paciente permaneció asintomático, y después de
8 meses de tratamiento, la trombosis en la válvula aórtica desapareció completamente, dejando solo una
insuficiencia aórtica leve y normalización de los gradientes (gradiente pico de 19 mmHg) (13).
Asimismo, en el año 2005 Marcu y colaboradores describen el caso de un hombre de 24 años,
previamente sano, acudió al servicio de urgencias debido a un dolor repentino e intenso en la región
periumbilical y costovertebral derecha, acompañado de náuseas y vómitos. Su examen físico reveló una
disminución de los ruidos abdominales y dolor en la palpación epigástrica y costovertebral derecha, pero
sus signos vitales, incluida la saturación de oxígeno, eran normales. Aunque no tenía antecedentes de
tabaquismo ni de abuso de drogas, su historial familiar incluía la muerte de su madre a los 41 años por
una embolia pulmonar, probablemente causada por un trastorno de hipercoagulabilidad no especificado.
Las pruebas de laboratorio revelaron leucocitosis, pero su hemograma, química sanguínea y pruebas de
función hepática y renal fueron normales. Una tomografía computarizada (TC) abdominal con contraste
mostró un infarto en el riñón derecho y un trombo en la arteria mesentérica superior (AMS), además de
edema en la pared del intestino delgado. Se realizó una embolectomía con angioplastia y, durante el
procedimiento, una ecocardiografía transesofágica intraoperatoria (ETE) detectó un trombo móvil en la
aorta. El paciente fue tratado con heparina intravenosa, pero se necesitaron dosis más altas de lo habitual
para lograr una anticoagulación adecuada, lo que llevó a un diagnóstico presuntivo de deficiencia de
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antitrombina. Este diagnóstico fue confirmado con un nivel de cofactor antitrombina-heparina del 65%,
mientras que otras pruebas para estados protrombóticos resultaron negativas.
Se inició tratamiento con warfarina, que reemplazó a la heparina después de tres días. El paciente se
recuperó sin complicaciones, y un seguimiento a las 8 semanas mostró la resolución del trombo aórtico.
Se confirmó nuevamente el diagnóstico de deficiencia de antitrombina, y se informó al paciente que
necesitaría continuar con warfarina de forma indefinida (14).
De igual manera, en el año 2020 Chen Li y colaboradores exponen el caso de una mujer china de 71
años que fue trasladada a la Unidad de Cuidados Neurocríticos debido a un deterioro progresivo de la
conciencia durante tres as. Su historial médico incluía un reemplazo valvular mitral y aórtico con
válvulas de disco basculante hace 24 años y el uso prolongado de warfarina. Hace tres años, le
implantaron un marcapasos por fibrilación auricular y, el año pasado, se le diagnosticó dermatomiositis,
tratada con metilprednisolona e hidroxicloroquina.
Seis días antes de su ingreso, la paciente tuvo dolor de espalda y fue hospitalizada en un centro local,
donde se descubrió estenosis en la arteria carótida y la arteria vertebral derecha. La ecocardiografía
mostró insuficiencia tricuspídea moderada y agrandamiento auricular, con una fracción de eyección del
75%. Tres días después, la paciente presentó deterioro motor y cognitivo. La tomografía computarizada
(TC) mostró baja densidad en los ganglios basales y la corona radiada, y la angiografía descubrió una
oclusión en el segmento M2 de la arteria cerebral media derecha, con una puntuación ASPECTS de 7.
Se realizó una trombectomía endovascular con una puntuación mTICI de 2a. Sin embargo, la TC
postoperatoria reveló un hematoma en el lóbulo temporal derecho, clasificado como tipo 2 (PH2),
asociado con un peor pronóstico clínico.
La paciente fue intubada por hipoxemia y su puntuación NIHSS fue de 28. Tras la aparición del
hematoma, se suspendió la warfarina sin reversión del INR. Al ingresar en la UCI, la paciente presentaba
hipoxemia severa y puntuación en la Escala de Coma de Glasgow de 4T. Los análisis de sangre
mostraron hipoalbuminemia, niveles elevados de dímero D y producto de degradación de fibrina, y una
disminución en el nivel de antitrombina III. La TC cerebral mostró múltiples infartos y el
ecocardiograma reveló insuficiencia tricuspídea moderada a grave, sobrecarga del ventrículo derecho e
hipertensión pulmonar.
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El día 6, el nivel de dímero D aumeny el fibrinógeno se desplomó, indicando un alto riesgo de
trombosis encubierta. Se decidió reiniciar la anticoagulación con argatroban, un inhibidor directo de la
trombina, para prevenir eventos trombóticos, particularmente en las válvulas. La dosis se ajustó para
evitar la expansión del hematoma. Sin embargo, tras un día de interrupción del argatroban, se detectó
trombosis en la válvula aórtica, lo que causó insuficiencia valvular y un aumento en el caudal aórtico.
Se aumentó la dosis de argatroban y se transfundieron crioprecipitados para mejorar el nivel de
fibrinógeno.
El día 13, la ecocardiografía mostró una disminución en el flujo aórtico, aunque persistía la trombosis.
Se inició warfarina para puentear el argatroban, continuando con la anticoagulación hasta su alta. La
paciente fue dada de alta con deterioro de la conciencia y hemiparesia leve. La tomografía
computarizada antes del alta mostró una reducción del hematoma y cambios en la perfusión cerebral. A
los tres meses, la paciente tenía una escala de Rankin modificada de 4 y una escala de resultados de
Glasgow de 3, con una fracción de eyección del 65% y sin trombosis valvular visible en la
ecocardiografía (15).
DISCUSIÓN
Como se observa en la revisión realizada, si bien el déficit de antitrombina es una de las trombofilias
menos frecuentes que se presentan a nivel mundial, es una de las más riesgosas debido a la alta
probabilidad de desarrollar trombos, principalmente en pacientes embarazadas.
El tratamiento en este tipo de pacientes se basa en anticoagulantes (16). Se inicia con un tratamiento
agudo estándar utilizando heparina o heparina de bajo peso molecular, mientras se continúa la terapia
con warfarina, manteniendo el INR entre 2 y 3. (17) Sin embargo, la respuesta de los pacientes a las
dosis de heparina puede variar. Esta variabilidad está influenciada tanto por factores individuales como
por factores generales. Entre los factores individuales, destacan el mismo déficit de antitrombina III y
otras condiciones particulares de resistencia a la heparina. (18)
En situaciones donde la resistencia a la heparina está presente, podría ser necesario administrar una dosis
más alta de heparina para alcanzar un tiempo de tromboplastina parcial activada (aPTT) o un nivel de
anti-Xa adecuado para el tratamiento de la trombosis. En el caso de un evento trombótico potencialmente
mortal, puede ser necesario administrar un reemplazo de antitrombina durante la fase aguda. Una vez
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que la resistencia a la heparina se normaliza, es posible utilizar dosis estándar de heparina para tratar al
paciente como si no presentara deficiencia de antitrombina, habiendo experimentado un evento
trombótico. Generalmente, el reemplazo de antitrombina se continúa durante un período de
aproximadamente 5 a 7 días, aunque no existen estudios comparativos que determinen el cronograma
óptimo.
Tradicionalmente, se han utilizado anticoagulantes derivados de cumarínicos como warfarina,
fenprocumón y acenocumarol. Sin embargo, en la actualidad, la mayoría de los expertos consideran que
también se pueden emplear anticoagulantes orales directos (DOAC), como apixabán (Eliquis,
BMS/Pfizer) o rivaroxabán (Xarelto, Janssen), aunque no existe evidencia sólida que demuestre la
efectividad de los DOAC en estos pacientes.
Además, no está completamente claro durante cuánto tiempo se deben administrar estos agentes antes
de reducir la dosis en pacientes con deficiencia de antitrombina. La indicación para apixabán sugiere
una reducción de la dosis después de 6 meses a 2,5 mg dos veces al día. (19)
Por esto, es necesario implementar ciertas técnicas que se sumen al tratamiento de esta condición y
permitan prevenir posibles complicaciones en este tipo de pacientes y mejorar el estilo de vida, y en los
últimos años, la edición genética ha cobrado relevancia en este campo.
Tang y colaboradores (2022) en su estudio experimental generaron células madre pluripotentes
inducidas (iPSC) a partir de células mononucleares de sangre periférica extraídas de un paciente con
una deficiencia grave de antitrombina (AT) que era refractaria a varios tratamientos anticoagulantes.
Posteriormente, se realizó una edición genética específica utilizando la tecnología CRISPR-Cas9 para
corregir la mutación sin sentido en el gen SERPINC1. Las iPSC editadas fueron inducidas para
convertirse en hepatocitos, los cuales demostraron la capacidad de secretar de manera estable la proteína
AT humana normal.
El trasplante de estos hepatocitos en ratones con deficiencia de AT, a través de una inyección en el bazo,
logró restablecer con éxito la actividad de la antitrombina y reducir la formación de trombos tras inducir
una estenosis en la vena cava inferior. La concentración plasmática y la actividad de AT en estos ratones
se mantuvieron por encima del nivel normal durante un periodo de tres semanas. (20)
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A su vez, Bravo y colaboradores (2019) mencionan que se han identificado nuevos mecanismos
patogénicos responsables de la deficiencia de antitrombina, que implican otros loci genéticos distintos
de SERPINC1, como aquellos involucrados en las vías de glicosilación y posiblemente en otras
modificaciones postraduccionales. Hace casi 50 años, la antitrombina permitió la identificación de
trombofilias heredadas. Gracias a esta serpin, el concepto de trombofilia congénita está evolucionando,
ya que se ha descubierto que un defecto molecular pro-trombótico, como la deficiencia de antitrombina,
puede presentar su defecto patogénico de manera transitoria (21), por lo cual, es necesario ampliar el
estudio de alternativas de edición genética que permitan tratar a este tipo de pacientes.
CONCLUSIÓN
La trombosis valvular aórtica en pacientes con deficiencia hereditaria de antitrombina (AT) es una
condición infrecuente pero complicada, que plantea retos importantes en su manejo. Aunque es poco
común, la deficiencia de AT aumenta considerablemente el riesgo de trombosis venosa y, en ciertos
casos, de trombosis en las válvulas cardíacas, lo que dificulta el diagnóstico y tratamiento. Un enfoque
eficaz en el tratamiento combina anticoagulantes, empezando con heparinas y luego utilizando
anticoagulantes orales como la warfarina, con la posibilidad de añadir antitrombina exógena si hay
resistencia a heparinas. Los avances en edición genética, como CRISPR-Cas9, y el desarrollo de nuevos
anticoagulantes orales directos ofrecen posibilidades prometedoras, aunque aún se requiere más
investigación para confirmar su eficacia en estos pacientes. En consecuencia, el tratamiento de la
trombosis valvular aórtica en personas con deficiencia de AT debe ser personalizado y ajustado
conforme surgen nuevas terapias y tecnologías.
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