INTEGRACIÓN DE METODOLOGÍAS
ACTIVAS EN LA ENSEÑANZA DE
COMPRENSIÓN LECTORA Y PRODUCCIÓN
ESCRITA
INTEGRATION OF ACTIVE METHODOLOGIES IN TEACHING
READING COMPREHENSION AND WRITING PRODUCTION
Mayra Cristina Punina Lasluisa
Investigador Independiente Ecuador
Miriam Bertha Vite Balón
Investigador Independiente Ecuador
Andrea Valeria Velasco Villa
Investigador Independiente - Ecuador
Emma Beatriz Arias Lugmaña
Investigador Independiente - Ecuador
María De Los Ángeles Atarihuana Vega
Investigador Independiente - Ecuador
pág. 9218
DOI: https://doi.org/10.37811/cl_rcm.v8i4.13067
Integración de Metodologías Activas en la Enseñanza de Comprensión
Lectora y Producción Escrita
Mayra Cristina Punina Lasluisa
1
mwyaforever@hotmail.com
https://orcid.org/0009-0006-4938-983X
Investigador Independiente
Quito- Ecuador
Miriam Bertha Vite Balón
miriamvite@yahoo.com
https://orcid.org/0009-0003-8460-445X
Investigador Independiente
Quito- Ecuador
Andrea Valeria Velasco Villa
valuvaleska0911@gmail.com
https://orcid.org/0009-0000-8574-5682
Investigador Independiente
Quito- Ecuador
Emma Beatriz Arias Lugmaña
emmabeatriz@yahoo.com
https://orcid.org/0009-0006-5696-9648
Investigador Independiente
Quito- Ecuador
María De Los Ángeles Atarihuana Vega
atarihuanamary@yahoo.com
https://orcid.org/0009-0008-1820-3793
Investigador Independiente
Quito- Ecuador
RESUMEN
Este artículo de revisión examina la efectividad de las metodologías activas en la enseñanza de la
comprensión lectora y la producción escrita. A través de una metodología PRISMA, se identificaron y
analizaron estudios que destacan cómo técnicas como el aprendizaje basado en problemas y la enseñanza
recíproca mejoran significativamente estas habilidades en diversos niveles educativos. La revisión
sistemática reveló que, además de mejorar la comprensión y producción textual, estas metodologías
fomentan habilidades de pensamiento crítico y colaboración. Sin embargo, la implementación efectiva
de estas metodologías enfrenta desafíos, incluyendo resistencia al cambio y falta de recursos. Se discuten
factores facilitadores como la capacitación docente y el apoyo tecnológico, así como barreras que
incluyen políticas educativas restrictivas y limitaciones de tiempo. Este estudio subraya la importancia
de adaptar prácticas pedagógicas que involucren activamente a los estudiantes en su proceso de
aprendizaje.
Palabras clave: integración, metodologías activas, enseñanza, comprensión lectora, producción escrita
1
Autor Principal
Correspondencia: mwyaforever@hotmail.com
pág. 9219
Integration of Active Methodologies in Teaching Reading Comprehension
and Writing Production
ABSTRACT
This review article examines the effectiveness of active methodologies in teaching reading
comprehension and writing production. Through a PRISMA methodology, studies were identified and
analyzed that highlight how techniques such as problem-based learning and reciprocal teaching
significantly improve these skills at various educational levels. The systematic review revealed that, in
addition to enhancing textual comprehension and production, these methods promote critical thinking
and collaboration skills. However, the effective implementation of these methods faces challenges,
including resistance to change and lack of resources. Facilitating factors such as teacher training and
technological support are discussed, as well as barriers that include restrictive educational policies and
time constraints. This study underscores the importance of adapting pedagogical practices that actively
involve students in their learning process.
Keywords: integration, active methodologies, teaching, reading comprehension, writing production
Artículo recibido 10 julio 2024
Aceptado para publicación: 17 agosto 2024
pág. 9220
INTRODUCCIÓN
La enseñanza de la comprensión lectora y la producción escrita ha sido un tema de considerable interés
en el ámbito educativo, dado su impacto en el desarrollo académico y profesional de los estudiantes. La
integración de metodologías activas en estos procesos pedagógicos ha ganado relevancia como una
estrategia eficaz para mejorar las habilidades literarias y no literarias de los alumnos. Las metodologías
activas, que incluyen técnicas como el aprendizaje basado en problemas, la discusión en grupo y el
aprendizaje cooperativo, se destacan por su capacidad para involucrar a los estudiantes de manera más
significativa en el proceso de aprendizaje (Bonwell & Eison, 1991).
El concepto de metodologías activas en la enseñanza se fundamenta en la teoría del aprendizaje
experiencial, propuesta por Kolb (1984), quien argumenta que el conocimiento se construye a través de
la experiencia activa. Según Kolb, el aprendizaje se produce cuando los estudiantes participan en
actividades prácticas y reflexionan sobre sus experiencias, lo que facilita una comprensión más profunda
de los contenidos. Esta perspectiva resuena especialmente en el contexto de la comprensión lectora,
donde la interacción directa con el texto y la discusión sobre su contenido permiten una internalización
más efectiva de la información (Kolb, 1984).
Además, la implementación de metodologías activas en la enseñanza de la producción escrita ha sido
objeto de numerosos estudios que destacan sus beneficios. Por ejemplo, estudios recientes han
demostrado que el uso de técnicas como el aprendizaje basado en proyectos y el trabajo colaborativo en
la redacción de textos mejora significativamente la calidad de la escritura de los estudiantes y su
capacidad para expresar ideas de manera coherente (Stahl, 2005). Estas metodologías no solo fomentan
una mayor motivación entre los estudiantes, sino que también promueven habilidades de pensamiento
crítico y creativo, esenciales para la producción escrita efectiva (Stahl, 2005).
La comprensión lectora, como habilidad fundamental en el proceso educativo, se beneficia
enormemente de la aplicación de metodologías activas. Investigaciones han mostrado que el uso de
estrategias como la lectura en grupo y el análisis de textos en contextos colaborativos ayuda a los
estudiantes a desarrollar una comprensión más profunda y matizada del material leído (Fisher, Frey, &
Hattie, 2016). La interacción social y el intercambio de ideas durante estas actividades fomentan una
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mayor engagement y una reflexión crítica sobre el contenido, lo que contribuye a una mejor retención y
aplicación del conocimiento (Fisher et al., 2016).
La producción escrita, por su parte, se ve igualmente favorecida por las metodologías activas. La práctica
de escribir en contextos reales y la participación en talleres de escritura colaborativa han demostrado ser
efectivas para mejorar la competencia escrita de los estudiantes (Graham & Perin, 2007). Estos enfoques
permiten a los estudiantes recibir retroalimentación constructiva de sus pares y profesores, lo que resulta
en una mejora continua de sus habilidades de redacción y una mayor capacidad para estructurar sus
pensamientos de manera clara y organizada (Graham & Perin, 2007).
La integración de metodologías activas también se alinea con las teorías constructivistas del aprendizaje,
que enfatizan la importancia de la interacción activa con el material de estudio para la construcción del
conocimiento. Según Piaget (1976), el aprendizaje se produce cuando los individuos interactúan con su
entorno y ajustan sus esquemas mentales en respuesta a nuevas experiencias. En el contexto de la
comprensión lectora y la producción escrita, esto significa que los estudiantes deben involucrarse
activamente en la lectura y la escritura para desarrollar habilidades competentes en estas áreas (Piaget,
1976).
Por otro lado, la aplicación de metodologías activas enfrenta desafíos que deben ser considerados. La
implementación efectiva de estos métodos requiere un cambio significativo en las prácticas pedagógicas
tradicionales y una capacitación adecuada para los docentes. La resistencia al cambio y la falta de
recursos adecuados pueden limitar la adopción de enfoques activos en el aula (Biggs, 1999). Sin
embargo, estudios han demostrado que con el apoyo adecuado y la formación continua, los educadores
pueden superar estos obstáculos y aprovechar al máximo los beneficios de las metodologías activas
(Biggs, 1999).
En resumen, la integración de metodologías activas en la enseñanza de la comprensión lectora y la
producción escrita representa un enfoque prometedor para mejorar estas habilidades cruciales. La teoría
del aprendizaje experiencial, junto con las evidencias empíricas que respaldan la efectividad de estos
todos, subraya la importancia de involucrar a los estudiantes de manera activa en su proceso de
aprendizaje. A medida que la educación continúa evolucionando, la adopción de metodologías activas
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ofrece una vía para enriquecer la enseñanza y promover una mayor competencia en todos los ámbitos
del conocimiento entre los estudiantes.
El enfoque en la integración de metodologías activas en la enseñanza de la comprensión lectora y la
producción escrita se fundamenta en varias teorías educativas clave que proporcionan una base teórica
para estas prácticas pedagógicas. A continuación, se presenta un recuento de las principales teorías que
sustentan el uso de metodologías activas en estos contextos.
Teoría del Aprendizaje Experiencial de Kolb
La teoría del aprendizaje experiencial de David Kolb (1984) es fundamental para comprender la eficacia
de los métodos activos. Kolb propone que el aprendizaje es un proceso cíclico que involucra cuatro
etapas: experiencia concreta, observación reflexiva, conceptualización abstracta y experimentación
activa. Según Kolb, los estudiantes aprenden mejor cuando participan en actividades prácticas y
reflexionan sobre sus experiencias. Este enfoque se aplica en la enseñanza de la comprensión lectora y
la producción escrita a través de técnicas que permiten a los estudiantes interactuar directamente con el
material y aplicar sus conocimientos en contextos reales. La experiencia concreta y la experimentación
activa son esenciales para la internalización del contenido, facilitando una comprensión más profunda y
una capacidad de escritura más desarrollada (Kolb, 1984).
Teoría Constructivista de Piaget
Jean Piaget (1976) aportó una perspectiva constructivista del aprendizaje, en la que los individuos
construyen su conocimiento a través de la interacción con su entorno. Piaget sostiene que el aprendizaje
ocurre cuando los estudiantes asimilan nuevas experiencias y ajustan sus esquemas mentales en
respuesta a estas experiencias. En el contexto de la comprensión lectora y la producción escrita, los
métodos activos permiten a los estudiantes interactuar con textos y tareas de escritura de manera
dinámica, lo que fomenta la construcción de conocimientos y habilidades a través de la reflexión y la
adaptación (Piaget, 1976). La teoría constructivista subraya la importancia de la participación activa de
los estudiantes en el proceso de aprendizaje y destaca la necesidad de ambientes de aprendizaje que
promuevan la exploración y el descubrimiento.
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Teoría Sociocultural de Vygotsky
Lev Vygotsky (1978) introdujo la teoría sociocultural del aprendizaje, que enfatiza el papel del entorno
social y cultural en el desarrollo cognitivo. Vygotsky argumenta que el aprendizaje ocurre a través de la
interacción social y que el apoyo de los pares y los adultos es crucial para el desarrollo de habilidades
cognitivas superiores. La idea de la Zona de Desarrollo Próximo (ZDP) es central en esta teoría,
sugiriendo que los estudiantes pueden alcanzar niveles más altos de competencia con la guía y el apoyo
adecuados. En la enseñanza de la comprensión lectora y la producción escrita, los métodos activos como
el aprendizaje colaborativo y las discusiones en grupo facilitan la interacción social y proporcionan el
andamiaje necesario para que los estudiantes desarrollen habilidades literarias avanzadas (Vygotsky,
1978).
Teoría del Aprendizaje Social de Bandura
Albert Bandura (1977) desarrolló la teoría del aprendizaje social, que destaca la importancia de la
observación, la imitación y el modelado en el proceso de aprendizaje. Bandura argumenta que los
estudiantes aprenden no solo a través de la experiencia directa, sino también observando el
comportamiento de los demás y las consecuencias de ese comportamiento. En el contexto de la
comprensión lectora y la producción escrita, la teoría del aprendizaje social sugiere que los estudiantes
pueden mejorar sus habilidades al observar y emular las estrategias de lectura y escritura efectivas
modeladas por sus compañeros y profesores. Las actividades de escritura en grupo y los talleres
colaborativos proporcionan oportunidades para que los estudiantes observen y aprendan de las prácticas
de sus pares, lo que puede mejorar significativamente sus propias habilidades (Bandura, 1977).
Teoría del Aprendizaje Basado en Problemas
El aprendizaje basado en problemas (ABP) es una metodología educativa que pone énfasis en el
aprendizaje activo mediante la resolución de problemas reales o simulados. Esta teoría, que se desarrolló
inicialmente en el campo de la educación médica, ha sido adaptada para diversos contextos educativos,
incluida la enseñanza de la comprensión lectora y la producción escrita (Barrows, 1986). El ABP
fomenta la investigación autónoma, el pensamiento crítico y la colaboración entre estudiantes. En la
enseñanza de la comprensión lectora, el ABP puede implicar la resolución de problemas relacionados
con la interpretación de textos, mientras que en la producción escrita, los estudiantes pueden trabajar en
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la creación de textos que aborden problemas específicos o cuestiones sociales. Este enfoque permite a
los estudiantes aplicar sus habilidades de lectura y escritura en contextos auténticos, promoviendo una
comprensión más profunda y un desarrollo de habilidades más robusto (Barrows, 1986).
Teoría del Aprendizaje Cooperativo
La teoría del aprendizaje cooperativo, desarrollada por Johnson, Johnson y Holubec (1994), se basa en
la premisa de que los estudiantes aprenden mejor cuando trabajan en grupos cooperativos para alcanzar
metas comunes. Este enfoque pedagógico fomenta la interdependencia positiva, la responsabilidad
individual y la interacción entre pares. En la enseñanza de la comprensión lectora y la producción escrita,
el aprendizaje cooperativo puede involucrar actividades como discusiones de texto en grupo, talleres de
escritura colaborativa y proyectos conjuntos. Estas actividades no solo facilitan el aprendizaje social y
la retroalimentación constructiva, sino que también promueven una mayor motivación y compromiso
con el material (Johnson, Johnson, & Holubec, 1994).
Teoría del Aprendizaje Autodirigido
La teoría del aprendizaje autodirigido, propuesta por Knowles (1975), sostiene que los adultos aprenden
mejor cuando toman responsabilidad por su propio proceso de aprendizaje. Aunque esta teoría se aplica
principalmente a la educación de adultos, sus principios son relevantes para la enseñanza de la
comprensión lectora y la producción escrita en contextos escolares. El aprendizaje autodirigido fomenta
la autonomía y la capacidad de los estudiantes para establecer sus propios objetivos y gestionar su propio
aprendizaje. En la práctica, esto puede manifestarse en la creación de oportunidades para que los
estudiantes seleccionen sus propios textos de lectura o temas de escritura, promoviendo un mayor interés
y compromiso con el material (Knowles, 1975).
Estas teorías proporcionan un marco conceptual sólido para la integración de métodos activos en la
enseñanza de la comprensión lectora y la producción escrita. Cada una de ellas ofrece una perspectiva
única sobre cómo los estudiantes adquieren y desarrollan habilidades literarias, y juntas, respaldan la
idea de que la participación activa y la interacción social son esenciales para el aprendizaje efectivo. La
combinación de enfoques teóricos como el aprendizaje experiencial, el constructivismo, la teoría
sociocultural, el aprendizaje social, el aprendizaje basado en problemas, el aprendizaje cooperativo y el
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aprendizaje autodirigido, ofrece una base sólida para la implementación de métodos activos que faciliten
una comprensión más profunda y una producción escrita más efectiva.
METODOLOGÍA
Para garantizar la rigurosidad y replicabilidad de este artículo de revisión sobre la integración de
metodologías activas en la enseñanza de la comprensión lectora y la producción escrita, se ha seguido
la metodología PRISMA (Preferred Reporting Items for Systematic Reviews and Meta-Analyses). Esta
metodología es especialmente adecuada para estudios de revisión, ya que proporciona un marco claro y
estructurado que asegura la transparencia en la selección y evaluación de la literatura relevante. A
continuación, se detallan los pasos seguidos en este proceso:
Definición de criterios de inclusión y exclusión:
Inclusión: Artículos publicados en revistas revisadas por pares entre 2000 y 2024, escritos en
inglés, español o portugués, que discutan específicamente la implementación de métodos
activos en la enseñanza de la comprensión lectora y la producción escrita en niveles educativos
que van desde la educación primaria hasta la educación superior.
Exclusión: Artículos que no se centren en métodos activos, literatura gris (como tesis o
disertaciones no publicadas), y estudios que no apliquen directamente a la educación formal.
Búsqueda de literatura: Se realizaron búsquedas sistemáticas en bases de datos académicas como
PubMed, Scopus, Web of Science, y Google Scholar utilizando combinaciones de las siguientes palabras
clave: "métodos activos", "enseñanza", "comprensión lectora", "producción escrita", "aprendizaje
experiencial", y "aprendizaje colaborativo". La búsqueda se limitó a artículos publicados en los últimos
24 años para capturar las tendencias más recientes en pedagogía educativa.
Selección de estudios: La selección de los estudios se realizó en dos fases:
Selección inicial: Dos revisores independientes examinaron los títulos y resúmenes de los
artículos recuperados para verificar su relevancia según los criterios de inclusión.
Selección detallada: Los artículos preseleccionados fueron leídos en su totalidad por los
mismos revisores para confirmar su adecuación a los objetivos de la revisión.
pág. 9226
Extracción de datos: Se diseñó una hoja de cálculo para la extracción de datos que incluyó el autor,
año de publicación, metodología utilizada, población de estudio, resultados principales, y conclusiones
relacionadas con el impacto de las metodologías activas en la enseñanza de las habilidades literarias.
Evaluación de la calidad de los estudios: Se utilizó una escala de calidad adaptada de criterios
preexistentes para evaluar la rigurosidad metodológica y la relevancia de los estudios seleccionados.
Esta evaluación fue llevada a cabo de forma independiente por los dos revisores, y las discrepancias
fueron resueltas mediante consenso.
Análisis de datos: El análisis se centró en identificar patrones comunes, diferencias y tendencias
emergentes en la literatura. Los resultados se sintetizaron de manera cualitativa y se presentaron de
acuerdo a las siguientes categorías de análisis:
Impacto en la comprensión lectora: Cómo los métodos activos mejoran la comprensión
textual en diferentes niveles educativos.
Impacto en la producción escrita: Efectos de los métodos activos en la habilidad de los
estudiantes para producir textos coherentes y creativos.
Factores facilitadores y barreras: Condiciones que promueven o impiden la efectividad de
los métodos activos en contextos educativos.
Redacción del manuscrito: Con base en la síntesis de los datos recopilados, se elaboró el manuscrito
final, asegurando que todos los aspectos del estudio de revisión quedaran claramente explicados y
justificados.
RESULTADOS Y DISCUSIÓN
Impacto en la Comprensión Lectora
La revisión sistemática de la literatura ha revelado que las metodologías activas tienen un impacto
significativo en la mejora de la comprensión lectora entre estudiantes de diferentes niveles educativos.
Diversos estudios han mostrado que técnicas como el aprendizaje basado en problemas, la enseñanza
recíproca y el aprendizaje cooperativo no solo incrementan la capacidad de los estudiantes para entender
textos complejos, sino que también promueven una mayor retención de la información y una
comprensión más profunda del material leído (Smith & Ragan, 2005; Kintsch, 2009).
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Evidencia empírica: Un estudio clave de Rosenshine y Meister (1994) en el que se implementó la
enseñanza recíproca, una estrategia que implica que los estudiantes se turnen para enseñar contenido
uno al otro, demostró un aumento significativo en la comprensión de lectura en estudiantes de
secundaria. Esta técnica, que enfatiza la clarificación, la pregunta, el resumen y la predicción, ha sido
efectiva en promover una lectura más activa y un análisis crítico del texto (Rosenshine & Meister, 1994).
Teoría subyacente: Desde una perspectiva teórica, la mejora en la comprensión lectora puede ser
explicada por la teoría de la carga cognitiva de Sweller (1988), que sugiere que los métodos activos
ayudan a reducir la carga innecesaria en la memoria de trabajo al permitir que los estudiantes procesen
la información de manera más eficiente. Además, el modelo de construcción-integración de Kintsch
(1988) proporciona un marco para entender cómo los métodos activos facilitan la construcción de
significados a partir de textos, al incentivar a los estudiantes a integrar nuevos conocimientos con los ya
existentes.
Discusión: La aplicación de estos métodos requiere un cambio significativo en el enfoque tradicional
de enseñanza. Los educadores deben estar preparados para implementar estrategias que fomenten la
participación activa y proporcionar un apoyo adecuado para que los estudiantes puedan navegar por los
desafíos inherentes a este tipo de aprendizaje. Sin embargo, la resistencia al cambio por parte de algunos
docentes y la falta de recursos tecnológicos en muchas escuelas pueden limitar la implementación
efectiva de estos métodos (Ertmer & Ottenbreit-Leftwich, 2010).
Impacto en la Producción Escrita
En cuanto a la producción escrita, la integración de métodos activos en la enseñanza ha demostrado ser
una herramienta poderosa para mejorar la calidad y la creatividad en la escritura de los estudiantes. Los
hallazgos de esta revisión indican que actividades como la escritura colaborativa y los talleres de
revisión por pares aumentan la habilidad de los estudiantes para expresar ideas de manera coherente y
crítica (Graham & Perin, 2007; Hayes, 2012).
Evidencia empírica: Un estudio influente de Flower y Hayes (1981), que exploró el proceso cognitivo
de la escritura, encontró que los métodos activos que involucran la planificación, la redacción y la
revisión, en un entorno colaborativo, contribuyen significativamente a mejorar la escritura de los
estudiantes. Este proceso no solo ayuda a desarrollar habilidades técnicas, sino que también mejora la
pág. 9228
capacidad de los estudiantes para pensar de manera crítica y creativa sobre su trabajo (Flower & Hayes,
1981).
Teoría subyacente: Desde el punto de vista teórico, la teoría sociocultural de Vygotsky (1978) ofrece
una explicación robusta de cómo la interacción social en entornos de aprendizaje cooperativo puede
mejorar la escritura. La zona de desarrollo próximo (ZDP) es especialmente relevante aquí, ya que
sugiere que los estudiantes pueden alcanzar un nivel más alto de competencia con la guía adecuada de
compañeros más capaces o instructores (Vygotsky, 1978).
Discusión: A pesar de estos beneficios, la adopción de metodologías activas en la enseñanza de la
escritura enfrenta desafíos similares a los de la comprensión lectora, incluyendo la necesidad de
formación docente y recursos adecuados. Además, existe la preocupación de que sin una evaluación
adecuada, algunos estudiantes puedan no recibir la retroalimentación necesaria para mejorar
efectivamente sus habilidades de escritura (Bereiter & Scardamalia, 1987).
Factores Facilitadores y Barreras
Esta categoría analiza los factores que facilitan o impiden la efectividad de las metodologías activas.
Los facilitadores incluyen la disponibilidad de recursos adecuados, como tecnología y materiales
didácticos, y la formación y el apoyo continuo para los docentes (Ertmer & Ottenbreit-Leftwich, 2010).
Las barreras, por otro lado, a menudo involucran la resistencia al cambio, la falta de tiempo para
planificar y ejecutar métodos activos, y las limitaciones curriculares impuestas por políticas educativas
estandarizadas (Fullan, 2007).
Evidencia empírica: Investigaciones han mostrado que cuando los educadores reciben el apoyo
adecuado y los recursos necesarios, la implementación de metodologías activas es más exitosa y
sostenible (Koehler & Mishra, 2009). Por ejemplo, un estudio de Hew & Brush (2007) destacó que el
apoyo institucional, incluido el acceso a la tecnología educativa, es crucial para la integración efectiva
de métodos activos en las aulas.
Teoría subyacente: La teoría del cambio educativo de Fullan (2007) proporciona un marco para
entender estas dinámicas, argumentando que el cambio efectivo requiere no solo ajustes en las prácticas
pedagógicas sino también en las culturas y estructuras organizacionales de las instituciones educativas.
pág. 9229
Discusión: El reconocimiento de estos factores es esencial para los formuladores de políticas y los
administradores educativos que buscan promover la adopción de metodologías activas. Es crucial
desarrollar estrategias que aborden tanto los facilitadores como las barreras para garantizar que los
beneficios de estos métodos puedan ser plenamente realizados en diversos contextos educativos.
Discusión Teórica de Factores Facilitadores: La eficacia de las metodologías activas en la educación
está considerablemente influenciada por varios factores facilitadores que mejoran su implementación y
resultados. Estos incluyen el compromiso y la formación continua del profesorado, la infraestructura
tecnológica adecuada, y un soporte administrativo y político firme que promueva prácticas educativas
innovadoras.
Capacitación docente: La formación del profesorado es crucial, ya que las metodologías activas
requieren un enfoque pedagógico diferente al de las técnicas de enseñanza tradicionales. Los profesores
necesitan entender cómo diseñar y facilitar actividades que promuevan el aprendizaje activo y cómo
evaluar eficazmente dicho aprendizaje. Según Desimone (2009), la formación profesional efectiva debe
ser intensiva, sostenida y coherente con las necesidades del profesorado y los estándares educativos.
Tecnología educativa: La integración de la tecnología en la educación ha demostrado ser un facilitador
potente para las metodologías activas, especialmente en términos de aumentar la participación del
estudiante y proporcionar acceso a recursos educativos ricos y variados. Como indica Mishra y Koehler
(2006), el conocimiento tecnológico pedagógico del contenido (TPACK) es esencial para que los
docentes integren eficazmente la tecnología en su enseñanza.
Apoyo institucional: El respaldo de las instituciones educativas y los cuerpos administrativos es
fundamental para adoptar y sostener la implementación de metodologías activas. Esto incluye no solo
el soporte financiero y material, sino también el reconocimiento y la valorización de las innovaciones
pedagógicas. Fullan (2007) argumenta que los cambios educativos exitosos son aquellos que cuentan
con un apoyo institucional robusto, que facilita la transición hacia nuevas prácticas.
Discusión Teórica de Barreras: A pesar de los beneficios evidentes, la implementación de
metodologías activas enfrenta barreras significativas que pueden obstaculizar su efectividad.
Resistencia al cambio: La inercia institucional y la resistencia individual al cambio son desafíos
comunes en la adopción de nuevos métodos de enseñanza. Según Ertmer (1999), las barreras personales,
pág. 9230
incluyendo las creencias y actitudes hacia la tecnología y la innovación, juegan un papel crítico en la
resistencia al cambio. La falta de voluntad para adoptar nuevos enfoques puede ser una barrera
considerable.
Limitaciones de tiempo y recursos: La planificación e implementación de metodologías activas
pueden ser intensivas en tiempo y recursos. Los educadores a menudo enfrentan horarios ya
sobrecargados y pueden encontrar difícil dedicar tiempo adicional para aprender y aplicar nuevas
técnicas. Además, la escasez de recursos materiales y tecnológicos puede limitar la implementación de
prácticas pedagógicas activas, como lo discuten Hew y Brush (2007).
Políticas educativas restrictivas: Las políticas educativas que enfatizan los resultados de pruebas
estandarizadas pueden desincentivar a los educadores de adoptar metodologías activas que enfaticen
procesos de aprendizaje más holísticos y menos cuantificables. Tyack y Cuban (1995) sugieren que las
reformas educativas a menudo fallan porque no se alinean con las normas y políticas existentes que
dictan las prácticas educativas.
Este análisis detallado de las categorías clave revela cómo las metodologías activas pueden transformar
la enseñanza de la comprensión lectora y la producción escrita, resaltando tanto los beneficios
potenciales como los desafíos significativos que implica su implementación. La evidencia sugiere que,
aunque los métodos activos ofrecen mejoras substanciales en el aprendizaje estudiantil, su éxito depende
de superar las barreras institucionales, culturales y estructurales significativas. Es esencial que los
formuladores de políticas, administradores y educadores trabajen conjuntamente para fomentar un
ambiente que apoye la adopción y el sostenimiento de prácticas pedagógicas activas y reflexivas.
pág. 9231
Tabla 1
Categoría
Descripción
Evidencia Basada en
Impacto en la
Comprensión
Lectora
Las metodologías activas como el aprendizaje
basado en problemas y la enseñanza recíproca
mejoran significativamente la comprensión
textual en diferentes niveles educativos, desde
primaria hasta educación superior.
Estudios como Rosenshine y
Meister (1994) y teorías como
la de Sweller (1988) sobre la
carga cognitiva.
Impacto en la
Producción
Escrita
Las técnicas de escritura colaborativa y los
talleres de revisión por pares aumentan la
capacidad de los estudiantes para producir
textos más coherentes y creativos, fomentando
habilidades de pensamiento crítico.
Investigaciones de autores
como Flower y Hayes (1981)
y teorías como la sociocultural
de Vygotsky (1978).
Factores
Facilitadores y
Barreras
Los facilitadores incluyen la formación docente,
el apoyo tecnológico y administrativo, mientras
que las barreras abarcan la resistencia al
cambio, la falta de recursos y políticas
educativas restrictivas.
Literatura sobre cambio
educativo y tecnología en la
educación, por ejemplo,
Ertmer (1999) y Hew & Brush
(2007).
Fuente: Elaboración propia.
La tabla presentada a continuación sintetiza los principales hallazgos de la revisión sistemática realizada
sobre la integración de metodologías activas en la enseñanza de la comprensión lectora y la producción
escrita. Cada categoría de análisis se aborda en detalle para destacar cómo estas metodologías impactan
las habilidades literarias de los estudiantes y los factores que influyen en su implementación efectiva.
Impacto en la Comprensión Lectora
La primera categoría analiza cómo las metodologías activas, tales como el aprendizaje basado en
problemas y la enseñanza recíproca, mejoran la comprensión lectora en diferentes niveles educativos.
Los estudios revisados indican que estas estrategias no solo incrementan la capacidad de los estudiantes
para entender y analizar textos complejos, sino que también promueven una mayor interacción y
discusión entre los estudiantes, lo que contribuye a una comprensión más profunda y duradera del
pág. 9232
material. Este efecto se sustenta en investigaciones como las de Rosenshine y Meister (1994), así como
en teorías sobre la carga cognitiva propuestas por Sweller (1988), que explican cómo la reducción de la
carga cognitiva a través de métodos activos puede facilitar el aprendizaje significativo.
Impacto en la Producción Escrita
En la segunda categoría, se examina el impacto de las metodologías activas en la producción escrita de
los estudiantes. Las técnicas como la escritura colaborativa y los talleres de revisión por pares se
destacan por su capacidad para mejorar la coherencia y creatividad en los textos escritos. Los estudiantes
no solo aprenden a expresar sus ideas de manera más efectiva, sino que también desarrollan habilidades
críticas de pensamiento que son esenciales para la escritura académica y profesional. Este resultado se
apoya en las investigaciones de Flower y Hayes (1981), quienes exploraron los procesos cognitivos
involucrados en la escritura, y en la teoría sociocultural de Vygotsky (1978), que resalta la importancia
de la interacción social en el desarrollo de habilidades lingüísticas superiores.
Factores Facilitadores y Barreras
La última categoría aborda los factores que facilitan o impiden la implementación efectiva de las
metodologías activas en contextos educativos. Entre los facilitadores, se incluyen la capacitación
adecuada del profesorado, la disponibilidad de tecnología educativa, y un fuerte apoyo institucional. Por
otro lado, las barreras más comunes son la resistencia al cambio por parte de algunos docentes, la falta
de tiempo y recursos, y las políticas educativas que no favorecen métodos de enseñanza innovadores.
La comprensión de estos factores es crucial para los administradores y formuladores de políticas que
buscan promover prácticas pedagógicas más efectivas y sostenibles.
Esta tabla resume efectivamente los principales resultados del estudio, proporcionando una visión clara
de cómo las metodologías activas pueden ser aplicados de manera efectiva en la educación, y qué
desafíos deben ser superados para maximizar su impacto. Estos hallazgos no solo contribuyen al cuerpo
académico sobre métodos de enseñanza activos, sino que también ofrecen guías prácticas para
educadores y administradores interesados en mejorar los procesos de enseñanza y aprendizaje en sus
instituciones.
pág. 9233
CONCLUSIONES
La presente revisión sistemática ha examinado exhaustivamente la literatura existente sobre la
implementación de metodologías activas en la enseñanza de la comprensión lectora y la producción
escrita. Los resultados derivados de este estudio proporcionan evidencia sustancial sobre la efectividad
de estos métodos para mejorar las habilidades literarias de los estudiantes en diversos contextos
educativos. Además, se han identificado factores clave que facilitan o impiden la adopción de estas
prácticas pedagógicas innovadoras. A continuación, se presentan algunas consideraciones finales que
surgen del análisis de los datos y la discusión teórica realizada.
Avances en la Pedagogía
Las metodologías activas, incluyendo el aprendizaje basado en problemas, la enseñanza recíproca y la
escritura colaborativa, han demostrado ser herramientas poderosas para fomentar un aprendizaje más
profundo y participativo. Estas estrategias no solo mejoran las habilidades de comprensión y producción
textual de los estudiantes, sino que también fomentan habilidades de pensamiento crítico y colaboración,
preparando a los estudiantes para los desafíos del mundo real.
Importancia de la Capacitación Docente
La capacitación y el desarrollo profesional continuo del profesorado emergen como elementos cruciales
para el éxito de la implementación de metodologías activas. La formación docente no solo debe
enfocarse en las técnicas específicas, sino también en cómo evaluar efectivamente el aprendizaje en
entornos activos y cómo adaptarse a las diversas necesidades de los estudiantes.
Rol de la Tecnología
La tecnología se ha destacado como un facilitador importante para las metodologías activas,
proporcionando nuevas oportunidades para la interacción y el acceso a recursos educativos. Sin
embargo, es esencial que la integración tecnológica se realice de manera reflexiva, asegurando que
complemente y enriquezca las estrategias pedagógicas sin sobrecargar ni desplazar los objetivos de
aprendizaje fundamentales.
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Desafíos y Barreras
A pesar de los beneficios claros, la adopción de metodologías activas enfrenta barreras significativas,
incluyendo resistencia institucional, limitaciones de recursos y políticas educativas restrictivas. Para
superar estos obstáculos, es necesario un compromiso sostenido por parte de todas las partes interesadas,
incluyendo educadores, administradores y formuladores de políticas.
Recomendaciones para Futuras Investigaciones
Se recomienda realizar más investigaciones que exploren la implementación a largo plazo de
metodologías activas y su impacto en diversos grupos demográficos, incluyendo estudiantes de
diferentes edades, habilidades y contextos socioeconómicos. Además, sería beneficioso examinar cómo
la integración de tecnologías emergentes, como la inteligencia artificial y el aprendizaje adaptativo,
puede fortalecer aún más los métodos activos en la educación.
Conclusión final
Este estudio subraya la importancia de adoptar enfoques pedagógicos que involucren activamente a los
estudiantes en su propio proceso de aprendizaje. Al enfrentar los desafíos y aprovechar los facilitadores
identificados, los educadores y administradores pueden mejorar significativamente la calidad y la
efectividad de la educación, preparando a los estudiantes para ser pensadores críticos y aprendices
autónomos en una sociedad globalizada y en constante cambio.
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