EVOLUCIÓN DEL AUTISMO:
UN RECORRIDO HISTÓRICO
EVOLUTION OF AUTISM: A HISTORICAL REVIEW
Judith García Salazar
Universidad Autónoma de Nuevo León, México
Juan Carlos Huitrado Treviño
Universidad Autónoma de Nuevo León, México
pág. 9346
DOI: https://doi.org/10.37811/cl_rcm.v8i4.13086
Evolución del Autismo: Un Recorrido Histórico
Judith García Salazar
1
judith.garciasl@uanl.edu.mx
https://orcid.org/0009-0005-8064-9831
Universidad Autónoma de Nuevo León
Nuevo León, México
Juan Carlos Huitrado Treviño
jhuitradot@uanl.edu.mx
https://orcid.org/0000-0003-0456-5108
Universidad Autónoma de Nuevo León
Nuevo León, México
RESUMEN
En este artículo se plantea dar una visión general del concepto de autismo y aclarar las especificaciones
actuales. Afirmar que los primeros casos estudiados fueron los de Kanner y Asperger no es
completamente cierto, gracias a sus contribuciones se pueden identificar casos de personas que
presentan estos síntomas que datan de tiempo atrás tales como la dificultad para comunicarse y presentar
comportamientos peculiares, algunos de esos casos que se relacionan con la sintomatología son el de
Fray Junípero, Hugh Blair y Victor (el niño salvaje de Aveyron); así como las contribuciones de Bleurer
para explicar el autismo desde la etimología y mencionarlo en sus investigaciones, de Gustav Jung con
el término de “personalidad introvertida” y la teoría de la madre refrigeradora de Battleheim, llegando
a las aportaciones de Kanner en Estados Unidos y Asperger en Austria, para finalizar con el Manual
Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales desde su primera versión donde el autismo se
relacionaba con la esquizofrenia hasta su última versión que se emplea hoy en día, Trastorno del
Espectro Autista (TEA).
Palabras clave: autismo, comunicación, interacción, trastorno
1
Autor principal
Correspondencia: judith.garciasl@uanl.edu.mx
pág. 9347
Evolution of Autism: A Historical Review
ABSTRACT
This article aims to give an overview of the concept of autism and to clarify the current specifications.
To affirm that the first cases studied were those from Kanner and Asperger is not completely true; thanks
to their contributions, it is possible to identify cases of people who showed those symptoms long ago
such as the difficulty to communicate and present particular behaviors; some of those cases that are
related to the symptomatology are those about Fray Junípero, Hugh Blair and Victor (the wild child of
Aveyron); as well as the contributions of Bleurer in order to explain autism from an etymology
perspective and mention the concept in his researches, the ones from Gustav Jung with the term
“introverted personality”, and the theory of the refrigerator mother from Battleheim, up to the findings
of Kanner in the United States and Asperger in Austria, to finish with the Diagnostic and Statistical
Manual of Mental Disorders from its first version where autism was related to schizophrenia until its
last version that is used nowadays, Autism Spectrum Disorder (ASD).
Keywords: autism, communication, interaction, disorder
Artículo recibido 10 agosto 2024
Aceptado para publicación: 15 agosto 2024
pág. 9348
INTRODUCCIÓN
El concepto de autismo ha experimentado una evolución relevante desde sus primeras referencias
históricas hasta los tiempos modernos, impulsada por cambios en las percepciones sociales, los criterios
diagnósticos y los métodos de enseñanza. Este viaje ha creado muchos mitos y conceptos erróneos,
algunos de los cuales han sido desmentidos en diversas investigaciones y otros más han sido
confirmados. Este artículo examina el desarrollo del concepto de autismo, desde las primeras
descripciones históricas hasta las perspectivas contemporáneas, destacando los hitos clave que han dado
forma a nuestra comprensión de dicha condición. Al estudiar la historia del autismo, se puede ver cómo
han cambiado las explicaciones y los tratamientos, lo que refleja el progreso hacia una mejor
comprensión y aceptación.
DESARROLLO
El concepto de autismo ha experimentado una importante evolución a lo largo del tiempo, desde la
perspectiva de la población, los criterios diagnósticos y la forma de abordarlo en el ámbito educativo.
Esta dinámica de cambio ha contribuido a la aparición de mitos, que con los años han sido confirmados
o refutados por la práctica clínica y la investigación. Este artículo propone ofrecer un panorama de la
evolución del concepto de “autismo” desde sus primeras menciones hasta las perspectivas
contemporáneas.
Aunque se suele creer que las primeras visiones del autismo se dan a partir de las contribuciones
simultáneas de Leo Kanner en Estados Unidos y Hans Asperger en Austria en los años cuarenta, existe
información sobre casos de personas que cumplían con las características propias del autismo desde el
siglo XV. Estas características incluyen la falta de comprensión en las señales sociales, ausencia de
intención y adaptabilidad a las conversaciones sociales, dificultad para comprender la comunicación no
verbal y presencia de interpretaciones literales (Ruggieri y Cuesta, 2017).
En el siglo XVI, Johannes Mathesius reportó que, Martín Lutero describió el caso de niño de 12 años
con características de autismo severo, lo describía erróneamente como una masa de carne sin espíritu y
en ocasiones poseído por el demonio (Quiroz et al., 2018; Herrera-Del Aguila, 2021).
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En el siglo XVII, resulta peculiar la descripción de Fray Junípero, en el libro Las florecillas de San
Francisco de Asís, al contar con las siguientes características: “no comprendía las claves sociales, no
detectaba intencionalidad, no se adaptaba a convenciones sociales, tenía dificultad para comprender la
comunicación no verbal y poseía una interpretación literal de las expresiones” (Ruggiei y Cuesta, 2007,
p. 26). Como en muchos otros casos, el autismo no es una discapacidad que se perciba desde el aspecto
físico de la persona sino desde la interacción en la vida social, lo que trae consigo juicios erróneos sobre
el comportamiento mostrado señalando a las personas con esta condición como excéntricos y
maleducados; Fray Junípero ejemplifica muy bien algunas de las características más notables en esta
condición, además de las antes mencionadas también se reconoce la imposibilidad de reconocer
jerarquías, clases sociales, la diferencia entre amigos y agresores, así como las diversas situaciones
cotidianas que cualquier otro individuo reconoce desde temprana edad; el ofrecer la misma respuesta
para las mismas preguntas es común, sin reconocer la diferencia en las entonaciones o interpretar los
gestos que acompañan al discurso; y los movimientos repetitivos que suelen acompañar al individuo
(Peña, 2009). Estas caractesticas se reconocieron en Fray Junípero en diversos relatos históricos, lo
que permite conocer el autismo y cómo lo interpretaba la sociedad.
Otro caso documentado por una corte fue el de John Blair en contra de su hermano mayor Hugh Blair
de Borgue, en 1747, para anular su matrimonio con Nickie Mitchell y así desheredar a los hijos de estos
últimos, argumentando que Hugh Blair era un idiota entendiéndose legalmente como una persona sin
el nivel normal para el entendimiento y el razonamiento. En los documentos de la corte se señalan
algunas características que hoy en día se relacionan con el autismo, como: la ecolalia, comunicación
por imitación, stimming a través de manipulación de objetos pequeños, la búsqueda de actividades de
interés sin importar el momento, falta de sumisión a reglas de conducta, diferencia en la conciencia
propioceptiva y el procesamiento verbal. Hugh solía sufrir el lado negativo de ser neurodivergente como
la falta de cuidado, la burla y abuso de parte de las personas cercanas a él. Para finalizar, el abogado de
Hugh redactó en sus documentos que Hugh se comunicaba mejor con personas conocidas y cuando las
preguntas se explicaban de forma más clara, por eso sus respuestas no fueron apropiadas en el
interrogatorio (Seymour, 2024).
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Poco después, otro caso muy sonado fue el de Víctor, el niño salvaje de Aveyron, estudiando por el Dr.
Jean Itard en 1798, señalando la posibilidad de que el niño fuera autista al presentar las siguientes
características: ausencia del habla, no realizaba peticiones, falta de interacción con la gente y daba la
impresión de estar completamente desprovisto de habilidades sociales. Posteriormente, la psicóloga Uta
Frith se encargó de estudiar el caso aportando una perspectiva diferente, rechazando la posibilidad de
que el niño fuese autista debido a que mostraba cambios de humor relacionados a interacciones sociales,
no se asilaba totalmente, los intereses restringidos no eran muy marcados, sus habilidades motrices no
tenías dificultades notables y contaba con lenguaje gestual. Después, la misma autora en otro artículo
donde hablaba de este caso, pone en tela de juicio sus primeros argumentos al considerar el concepto
de autismo como lo es actualmente, un espectro con alteraciones sociales y comunicativas, donde la
ausencia o presencia de ciertas facultades es variable (Artigas-Pallares y Paula, 2012). Más tarde, la
autora Harlan Lane, en su libro “El niño de Aveyron” (1976), de igual manera propuso la posibilidad de
que el autismo fuera la respuesta a las características que presentaba Víctor (Quiroz et al, 2018).
Posteriormente, en 1916, Paul Eugen Bleuler utiliza por primera vez el término autismo en uno de sus
trabajos de investigación, desprendiendo su significado etimológico de dos palabras griegas: “autos”
significando uno mismo e “ismos” que quiere decir a la forma de estar; este significado causó confusión
debido a que gran cantidad de psiquiatras utilizaba este término de manera poco precisa para
diagnosticar la esquizofrenia infantil, la psicosis infantil y el autismo (Quiroz et al, 2018)
En 1923, Carl Gustav Jung, psicólogo suizo, comenzó a utilizar los términos de personalidad
introvertida y extravertida, donde se describía a las personas con autismo como alguien con una
personalidad extremadamente introvertida, alguien que disfrutaba de estar solo, de contemplar y estar
en su mundo interior, por lo que se terminó definiendo al autismo como una introversión severa. Esta
definición dio pie a relacionar el autismo con algún tipo de esquizofrenia (Artigas-Pallares y Paula,
2012).
En 1926, la neuróloga rusa Ewa Ssucharewa hizo la primera publicación donde describe el caso de un
paciente que hoy en día sería diagnosticado con Síndrome de Asperger; tiempo después, los casos de
Ewa fueron retomados por la autora Sula Wolff quien categorizó sus casos como trastorno esquizoide
de la personalidad en la infancia (Artigas-Pallares y Paula, 2012).
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En 1943, Leo Kanner, en su publicación llamada Autistic disturbances of affective contact, describe el
caso de once niños, ocho niños y tres niñas, con manifestaciones de características específicas que caen
a un grado de trastorno, en muchas ocasiones encasillados como idiotas, débiles mentales o
esquizofrénicos. Algunos signos presentes en estos niños era la incapacidad para relacionarse con los
demás de manera normal, no mostraban posturas motrices anticipatorias, no modificaban la postura de
su cuerpo a la de la persona que los sostenía como usualmente lo hacen los niños en sus primeros meses,
el lenguaje también se vio afectado, mientras ocho de los niños que eran hablantes su lenguaje no fue
funcional sino hasta después de muchos años a pesar de que podían memorizar y repetir gran cantidad
de palabras; presentaban ecolalia inmediata o tardía, literalidad y falta de habilidad para formar frases
espontáneas; les resultaba irritable el ser perturbados y que se les cambiase su entorno, la alimentación
fue un inconveniente desde el nacimiento, los ruidos fuertes y los objetos en movimiento podían causar
pánico en estos niños siempre y cuando estos implicaban una perturbación en su estado de soledad,
mostraban ansiedad y miedo ante los cambios de rutinas, contaban con memoria excepcional, jugaban
con objetos de sus preferencias por largas cantidades de tiempo, la atención a las personas que estaban
a su alrededor era mínima, no miraban hacia la cara de los demás y trabajan cada parte de la persona
como un elemento separado (la mano, el pie, etc.), jugaban solos mientras otros niños estaban a su
alrededor, no participaban en juegos de competencia y se apartaban de los grupos, la afección hacia las
fotografías era mayor que hacia las personas u objetos reales, a pesar de haber sido considerados como
débiles mentales se confirmó que contaban con buen potencial cognitivo; y por último, el aspecto físico
de estos niños era considerado normal (Kanner, 1943).
De manera simultánea, Hans Asperger, pediatra y psiquiatra austriaco, en 1944 publicó por primera vez
el término del síndrome de Asperger, denominando al patrón de características de sus pacientes como
“psicopatía autística”. Esta psicopatía incluía características como un interés profundo hacía temas
específicos, movimientos torpes, falta de empatía, inhabilidad para relacionarse con otros, y
conversaciones consigo mismo. Un término peculiar que Asperger utilizó para describir a algunos de
sus pacientes fue el de “pequeños profesores” debido al amplio conocimiento que tenían sobre temas
de interés particular; posteriormente otros conceptos se relacionaron a esta última característica como:
síndrome savant o idiotas sabios.
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Los niños con síndrome de Asperger cuentan con características dominantes como: interacción social
pobre, la comunicación verbal y no verbal presenta problemas, intereses limitados (obsesión),
inflexibilidad y preferencia por rutinas (Etchepareborda et al., 2007).
A mitad del siglo XX, S. Freud propuso la teoría de las madres esquizofrenicogenéticas, explicando que
las madres tenían una “incapacidad de dar al hijo una normal cantidad de afecto, de seguridad y de
calor” (Kolb, 1976, como se citó en Ghisays Ganem, 2016, p. 7), reafirmando la teoría de la madre
refrigeradora o frigorífica que Bruno Bettelheim expuso en 1959. Bettelheim expuso en teoría que el
autismo se desarrollaba por una la frialdad que ejercían los padres hacia el niño, específicamente por
parte de la madre; esta teoría fue desacreditada después de la muerte de Battelheim (Barbé, 2023).
En 1952, la Asociación Americana de Psiquiatría (APA) publicó el Manual Diagnóstico y Estadístico
de los Trastornos Mentales (DSM por sus siglas en inglés), en este manual se presentó por primera vez
una clasificación de padecimientos psiquiátricos estandarizados; donde el autismo cuenta con diversas
versiones, desde el DSM-I hasta el DSM-V.
El autismo o TEA (Trastorno del Espectro Autista), como es mencionado en la última versión del DSM,
está dentro de los Trastornos del Neurodesarrollo como son los trastornos del desarrollo intelectual,
trastornos de la comunicación, el Trastorno del Déficit de Atención e Hiperactividad, trastornos motores
del neurodesarrollo, entre otros. (DSM-V, 2014; Jaramillo-Arias et al, 2022). Como se muestra en la
Tabla 1, el autismo ha sufrido cambios desde ser considero como un síntoma de otro trastorno hasta ser
un trastorno con sintomatología propia.
Utilizando la descripción que nos proporciona el DSM-V (2014), el autismo hoy en día es un espectro,
de ahí la nueva nomenclatura: Trastorno del Espectro Autista; esto se debe a que “las manifestaciones
del trastorno también varían mucho según la gravedad de la afección autista, el nivel del desarrollo y la
edad cronológica” (p.53).
DISCUSIÓN
La evolución del concepto de autismo nos demuestra su versatilidad y la necesidad para comprenderlo,
así como la influencia de múltiples factores a lo largo de la historia como actitudes sociales, culturales
y religiosos.
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Los casos antes descritos muestran que las características relacionadas al autismo han sido observadas
desde el siglo XV, transformándose con las contribuciones de Leo Kanner y Hans Asperger en el siglo
XX, hasta la actualidad con el Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales.
Estos cambios no solo revelan los avances en la medicina y la ciencia, sino también los cambios en la
percepción social y cultural hacia la diversidad. Los primeros casos descritos sobre reflejan una limitada
interpretación de los comportamientos autistas desde la perspectiva cultural y religiosa de la época,
demostrando la gran influencia de creencias sin sustento científico. Gracias a las posteriores
contribuciones de Kanner y Asperger en el siglo XX, se proporcionó información más organizada y
detallada sobre las características del autismo, describiendo sus comportamientos y estableciendo un
parteaguas en la psicología y psiquiatría moderna. Con el tiempo, los avances en la investigación
científica y estudios clínicos, surge el desarrollo de los manuales diagnósticos, conocidos como DSM,
los cuales facilitaron la clasificación y comprensión de los matices que comprende el autismo. Estos
cambios han traído debates y cuestionamientos sobre los criterios a considerar para realizar un
diagnóstico, así como los apoyos y adecuaciones requeridas en el área educativa y la vida social.
Estos cambios en el concepto de autismo indica cómo la misma percepción ha evolucionado para
alcanzar un entendimiento más empírico y científico, dejando de lado las interpretaciones basadas en
creencias y supersticiones; además, es un reflejo del progreso que se ha logrado para tratar la
neurodiversidad y superar mitos que se han mantenido a lo largo de los años. La dirección que lleva la
evolución del concepto puede ser hacia mayor integración del concepto en el colectivo social, familiar
y educativo, así como intervenciones más efectivas y personalización en el diagnóstico.
La discusión que surge tras la evolución del concepto ha enriquecido no sólo el conocimiento científico,
sino también ha sembrado una mayor comprensión e inclusión hacia las personas que tienen esta
condición de vida, esperando contar con un futuro donde se celebre y comprenda la neurodiversidad.
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Tabla 1
CONCLUSIONES
La evolución del concepto de autismo representa un progreso significativo en la capacidad para
identificar y apoyar a las personas que presentan esta condición. Estas transformaciones de puntos de
vista anticuados y equivocados a una visión más diversificada son esenciales para generar cambios en
los diagnósticos y tratamientos. Hoy en día se entiende al autismo como un espectro, ampliando la
variedad en sus síntomas y necesidades, lo que nos permite crear enfoques educativos y terapéuticos
individualizados, y resaltar la importancia de la continua investigación para combatir estigmas y
promover la verdadera inclusión. La historia del autismo nos demuestra que el conocimiento científico
se puede adaptar constantemente, así como nuestras interpretaciones y esto sucede como resultado de
la comprensión hacia esta condición.
A pesar de los avances, sigue la interrogante sobre qué más hace falta hacer para contribuir a la
evolución y comprensión del concepto “autismo”. Hay varios frentes donde aún se puede indagar, como
son los factores ambientales y genéticos, mayor profundidad en la investigación de estos factores
Versn del DSM Categoa Descripción
DSM-I (1952) Trastornos psicóticos
El autismo esta dentro de la categoa de reacción esquizofrénica, tipo infantil. Los ntomas
incluyen alteración en el desarrollo, identidad ajena a la madre, comportamiento apico, entre
otros.
DSM-II (1968)
El autismo era considerado un síntoma de la esquizofrenia de tipo infantil, no un diagnóstico
independiente.
DSM-III (1980) Trastorno profundo del desarrollo
El autismo se reconoce como una categoa independiente dividida en: 1) Autismo infantil, 2)
Trastorno Generalizado del Desarrollo de inicio en la infancia, 3) Trastorno Generalizado del
Desarrollo atípico.
DSM-III-R (1987)
Estos trastornos estaban divididos en: 1) Trastorno Autista, 2) Trastorno Generalizado no
especificado. Se elimina el término "infantil" para aclarar que no es exclusivo de esta etapa.
DSM-IV (1994) y
DSM-IV-R (2000)
Se amplía la clasificación: 1) Autismo, 2) Trastornos de Asperger, 3) Trastorno
Desintegrativo de la Infancia, 4) Trastorno Generalizado del Desarrollo no especificado.
Permite diagnosticar personas con algunos o todos los rasgos autistas.
DSM-V (2014) Trastornos del Neurodesarrollo
Se introduce el Trastorno del Espectro Autista (TEA), integrando los siguientes trastornos en
uno solo: 1) Trastorno Autista, 2) Trastorno de Asperger, 3) Trastorno Generalizado del
Desarrollo, excluyendo elndrome de Rett. Los criterios diagnósticos incluyen: déficit en la
comunicación e interacción social, comportamientos restrictivos o repetitivos, síntomas desde
etapas tempranas, deterioro en áreas funcionales, y posible discapacidad intelectual o retraso
del desarrollo.
Nota: Esta tabla muestra los cambios que ha tenido el concepto de autismo en el Manual Diagstico y Estadístico de los Trastornos Mentales.
La evolución del autismo en el DSM
Tabla 1
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ayudaría en mejor comprensión del autismo y en el desarrollo de intervenciones más efectivas y
personalizadas que atiendan las verdaderas necesidades de las personas con autismo; otro aspecto es la
concientización pública a través de la formación del personal docente y la comunidad en general,
combatir los estigmas asociados al autismo ayudaría a promover el respeto, aceptación e inclusión.
En conclusión, la evolución del autismo resalta la importancia de la evolución del conocimiento
científico, subrayando la necesidad de adaptar las interpretaciones y perspectivas que se tienen sobre
este concepto, aunado al compromiso con el avance científico y social.
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