METODOLOGÍAS ACTIVAS COMO
NECESIDAD EDUCATIVA PARA
DESARROLLAR LA CREATIVIDAD
ESTUDIANTIL DEL SIGLO XXI
ACTIVE METHODOLOGIES AS AN EDUCATIONAL
NECESSITY TO DEVELOP STUDENT CREATIVITY IN THE
21ST CENTURY
Diego Marlon Villamagua Salazar
Universidad Católica de Cuenca - Ecuador
pág. 9548
DOI: https://doi.org/10.37811/cl_rcm.v8i4.13109
Metodologías activas como necesidad educativa para desarrollar la
creatividad estudiantil del siglo XXI
Diego Marlon Villamagua Salazar
1
diegoscienzesociali95@gmail.com
https://orcid.org/0000-0002-4655-3933
Universidad Católica de Cuenca (UCACUE)
Cuenca - República del Ecuador
RESUMEN
La educación global exige cambios alternativos a los contextos pedagógicos bancarios, pasivos y
arcaicos, prefiriendo las metodologías activas por originar aprendientes imaginativos, creativos e
innovadores. El objetivo del ensayo científico fue concebir el desarrollo de la creatividad estudiantil
como necesidad educativa contemporánea, mediante escenarios diseñados por las metodologías activas,
concibiéndose su relación productora de beneficios significativos para responder innovadoramente a
las necesidades y exigencias del mundo actual y los desafíos del futuro. Con respecto al método de
investigación propuesto esta sumergida dentro del tipo cualitativo empleándose el pensamiento crítico,
analítico, reflexivo e inferencial creativo basado en contribuciones bibliográficas como documentos
coherentes de la temática estudiada y defendida, alojadas en diversos repositorios físicos y digitales
trascendentes a nivel mundial. Evidenciándose por los contextos educativos propuestos al aplicarse las
metodologías activas amparadas en pedagogías progresistas se perciben innovadoras revoluciones
formativas contra las tradicionales inhibidoras de aportes estudiantiles tangibles e, intangibles
novedosas, originales y útiles, volviendo al profesor un mediador, facilitador, guía, orientador, tutor y
gestor de proponer teoría y práctica bajo escenarios innovadores con o sin tecnologías, dejándolos a sus
alumnos asumir el papel de protagonistas principales para aprender a prender y hacer
significativamente, encontrándose en sus resultados características y personalidades requeridas por las
conclusiones descritas de investigaciones sobre enseñar favoreciendo su creatividad. Por tanto, se
concluye que las metodologías activas son fundamentales para que los profesores modernos las apliquen
dentro del salón de clases, transformándolos en escenarios de enseñanzas y aprendizajes
socioconstructivistas, permitiéndoles; favorecer el desarrollo de la creatividad estudiantil como
habilidad y, competencia del desenvolvimiento humano exigido por la "Industria 4.0" relativa del siglo
XXI.
Palabras clave: metodologías activas, desarrollo de la creatividad, educación, profesores, estudiantes
1
Autor principal.
Correspondencia: diegoscienzesociali95@gmail.com
pág. 9549
Active methodologies as an educational necessity to develop student
creativity in the 21st century
ABSTRACT
Global education demands alternative changes to banking, passive and archaic pedagogical contexts,
preferring active methodologies to originate imaginative, creative and innovative learners. The
objective of the scientific essay was to conceive the development of student creativity as a contemporary
educational need, through scenarios designed by active methodologies, conceiving their relationship as
a producer of significant benefits to respond innovatively to the needs and demands of today's world
and the challenges of the future. Regarding the proposed research method, it is submerged within the
qualitative type, using critical, analytical, reflexive and inferential creative thinking based on
bibliographic contributions as coherent documents of the studied and defended subject matter, housed
in various physical and digital repositories of worldwide importance. Evidenced by the educational
contexts proposed by the application of active methodologies based on progressive pedagogies,
innovative formative revolutions are perceived against the traditional inhibitors of tangible and
intangible, novel, original and useful student contributions, turning the teacher into a mediator,
facilitator, guide, counselor, tutor and manager of proposing theory and practice under innovative
scenarios with or without technologies, leaving their students to assume the role of main protagonists
to learn to learn and do significantly, finding in their results characteristics and personalities required
by the described conclusions of research on teaching favoring their creativity. Therefore, it is concluded
that active methodologies are fundamental for modern teachers to apply them in the classroom,
transforming them into teaching and socio-constructivist learning scenarios, allowing them to favor the
development of student creativity as a skill and competence of human development required by the
"Industry 4.0" of the 21st century.
Keywords: active methodologies, creativity development, education, teachers, students
Artículo recibido 10 julio 2024
Aceptado para publicación: 15 agosto 2024
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INTRODUCCN
La educación contemporánea necesita urgentemente actualizar el modelo tradicional de enseñanza y
aprendizaje (Júnior et al., 2023; K. Robinson, 2024; Silva et al., 2024) volviendo las interacciones
dentro del salón de clases coherentes a las exigencias de la “Cuarta Revolución Industrial donde están
desenvolviéndose actualmente los seres vivos, sistema de cosas, fenómenos y en especial los humanos
(Robinson y Aronica, 2015; 2018; 2012; Soares, 2021) así como de las posturas y adaptaciones a las
cuales deben responder socioconstructivamente en compañía de las Tecnologías Digitales de la
Información y Comunicación (TDIC) estos últimos en base a la creatividad dirigidos a resolver
problemáticas, dilemas, incertezas, sucesos inesperados de cualquier índole y, cyber-revoluciones
globalizados con innovaciones como resultado de aprendizajes significativos.
En consecuencia surgen las pedagogías progresistas o, bien llamada de "Escuela Nueva" bajo un
conglomerado de pedagogías activas surgidas en el siglo XX por diversos autores históricos acogidos
por las ciencias de la educación como John Dewey, María Montessori, Ovide Decroly, Francisco Ferrer,
Adolphe Ferriére, Jean Piaget, Albert Bandura, Jerome Bruner, David Ausubel, Reg Revans, Lev
Vygotsky, Carl Rogers, Paulo Freire entre otros (Ferreira et al., 2024; Moreira, 2013) que, actualmente
aparecen como opciones educativas internacionales para transformar la instrucción tradicionalista,
conductista, tecnicista y bancaria aún funcional pero inútil de cara a la nueva realidad en ambientes
áulicos presencial, semipresencial, híbrida, a distancia u, online en todos sus niveles y grados,
resultando ser idóneas al plural perfil de estudiantes tildados "Generación Y", "Generación Z", y,
especialmente a la "Generación Alfa" para proveerles de las habilidades y competencias creativas frente
a los nuevos desenvolvimientos laborales producidos en la "Industria 4.0" del siglo XXI (Casagrande,
2023; I. A. F. Leal et al., 2021; Lôbo et al., 2024; Rego, 2018; Soares, 2021).
Dentro de este orden de ideas, las metodologías activas acogen un sin número de pedagogías,
estrategias, técnicas, instrumentos de evaluación, utilizándose la tecnología o no (I. A. F. Leal et al.,
2021; Soares, 2021) transformando la instrucción tradicional de enseñanza y aprendizaje mecanicista,
simplista y pasiva de contenidos curriculares con actitudes, aptitudes, valores defendiéndose el statu
quo y, por lo general; hábitos de concebirse información observando, escuchando, anotando y
repitiéndola decorativamente en evaluaciones estandarizadas de respuestas memorísticas, aceptando;
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quietud y obediencia sin oportunidades al pensamiento reflexivo, analítico, crítico e inferencial,
prefiriéndose la lógica y razón abstracta (Moreira, 2013; Rego, 2018; Santos y Castaman, 2022).
Otorgándole un papel en este nuevo escenario a los profesores de ser mediadores, facilitadores,
orientadores, guías, tutores, consejeros, gestores y curadores del proceso de formación acogiendo la
diversidad de capacidades, habilidades, destrezas, desempeños, competencias, emociones, inteligencias
de forma inclusiva, buscando la relación entre teoría y práctica al proporcionar fragmentaciones de
contenidos en base a la problematización de trabajos, actividades, talleres o proyectos personales,
colectivos y comunitarios, solucionándose situaciones de la vida real, permitiendo un espacio a los
estudiantes y asumir posturas con responsabilidad participativa, desafiándoles a construir, reflexionar,
comprender, transformar con autonomía, tolerancia, democracia y dignidad del otro.
Entonces, propone una educación alineada a la contemporaneidad permitiéndole desempeñarse al
estudiante como protagonista principal del proceso de educación, alcanzando experiencias de propósitos
en base al conocimiento significativo, volviéndolo; explorador, autónomo y creativo. Evidentemente
las metodologías activas admiten al estudiante formarse como un individuo apto para aprender a
aprender, a saber pensar, curiosear, analizar, criticar, reflexionar, investigar, comparar, debatir,
elaborar, prototipar e, interactuar con las tecnologías y digitalización, procurándose; resultados en base
al error aplicándose metacognición para corregirse eficazmente, mostrándose resiliente, empático,
dinámico, flexible, sabio y con pasión fluida encontrando con discernimiento al meter su imaginación
en práctica; innovación en la realidad asertivamente. En este sentido, provoca un escenario y actores
acorde a las exigencias de los resultados de las investigaciones sobre los contextos formativos
necesitados para el desarrollo de la creatividad, ya que sus participantes expresan sus características y
personalidades, evidenciadas dentro del actual ensayo científico como pieza clave exigida a poseerse
en todos los estudiantes del siglo XXI (Grigorenko, 2019; Guilera, 2011; Kaufman y Sternberg, 2019;
K. Robinson, 2024; Sátiro et al., 2019).
Asumiendo este marco de estudio cualitativo con carácter científico, utilizándose el pensamiento crítico,
reflexivo y original basándose en diferentes bibliografías y documentos de trascendencia mundial
físicos y digitales sobre la temática en cuestión, plantea el objetivo de concebir el desarrollo de la
creatividad estudiantil como necesidad educativa contemporánea, mediante escenarios diseñados por
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las metodologías activas concibiéndose su relación productora de beneficios significativos para
responder innovadoramente a las necesidades y exigencias del mundo actual y los desafíos del futuro
para defender la idea central considerando a las metodologías activas fundamentales para que los
profesores modernos las apliquen dentro del salón de clases, transformándolos en escenarios de
enseñanzas y aprendizajes socioconstructivistas, permitiéndoles; favorecer el desarrollo de la
creatividad estudiantil como habilidad y, competencia de desenvolvimiento humano exigida por la
"Industria 4.0" relativas del siglo XXI.
Por consiguiente, el desarrollo teórico propone tres secciones: diagnóstico general de la creatividad
como emergencia contemporánea y su relación íntima con la pedagogía activa, progresista o, educación
nueva, procediendo a focalizarse en la contextualización de las metodologías activas de enseñanza y
aprendizaje que desarrollan la creatividad estudiantil del siglo XXI, facilitando la historia y evolución
de las “Pedagogías Progresistas hasta llegar a la “Escuela Nueva, describiéndose el papel del profesor
y alumno al concebirse escenarios activos respondiendo a las exigencias de la nueva realidad con o, sin
Tecnologías Digitales de la Información y Comunicación (TDIC), por último, se abordaron los
escenarios activos que permiten aprendizajes significativos y, sus beneficios creativos como resultados
de este proceso formativo innovador.
DESARROLLO
Diagnóstico general de la creatividad como emergencia contemporánea y, su relación íntima con
la pedagogía activa, progresista o, educación nueva
Los seres humanos desde que nacen afrontan problemas, vicisitudes, inconvenientes, dificultades,
anomalías entre otros sucesos de diferente índole, pero, gracias a su natural capacidad creativa vista
como "Don Divino" producto complejo de procesos psico-socioculturales, históricos, dinámicos e
ilimitados, expresados en múltiples grados o, niveles, con posibilidad de expresarse han encontrado en
diversos campos, dominios y espacios innumerables tipos de respuestas o, soluciones; tangibles e
intangibles, por ser novedosas, originales y, útiles, volviéndolos a tales individuos competentes e,
innovadores hasta la contemporaneidad, permitiéndose aun su existencia en constante evolución a la
cual continuamente deben adaptarse y, renovarse indefinidamente (Guilera, 2011; Helfand et al., 2016;
Kaufman y Beghetto, 2009; Mullen, 2019; K. Robinson, 2024; Trevallion y Nischang, 2021).
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El ser humano ha recurrido a la creatividad desde siempre y a través de ella transformó su entorno,
se adaptó y avanzó socialmente. Las acciones creativas han dejado huellas en la historia de la
humanidad y han sido aportaciones (que desde las más cotidianas hasta las más complejas) nos
han permitido superar nuestras limitaciones naturales, mejorar la calidad de vida y hacer realidad
lo que nuestros antepasados soñaron o ni siquiera imaginaron. (Campos y Palacios, 2018, p. 169)
En consecuencia, las personas actualmente afrontan un sin número de desafíos sociales, multiétnicos,
pluriculturales, ideológicos, religiosos, ambientales, políticos, médicos, económicos, académicos,
técnicos, científicos, tecnológicos, digitales y éticos modificándose constantemente, siendo en muchas
de las ocasiones impredecibles, no ajustables al conocimiento humano, vida social y personal formado
bajo un modelo pedagógico tradicionalista, conductista y tecnicista, siendo, urgentemente favorecer un
sistema educativo del siglo XXI que esté a la altura de sus demandas incetivadas por la industria 4.0,
donde; estudiantes en cualquier modalidad, nivel y grado de instrucción académica formal e informal,
adquieran la capacidad clave para afrontar estos desafíos y, a partir de sus características prosperar en
dicha sociedad, siendo esta la creatividad al permitir vivir la complejidad e incertidumbre con respuestas
innovadoras en presentes híbridos con sistemas ciber-físicos, internet de las cosas, servicios, bienes
como trabajos marcados por la automatización y futuros volátiles, frágiles, cambiantes, imprevisibles,
desequilibrados e inseguros de desenvolvimiento y, profesionalismo aún no existentes (Alpaydın y
Demirli, 2022; Indira et al., 2020; Lassig, 2021).
Gran parte de los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos
(OCDE), valoran y esperan que los individuos sean innovadores, creativos, con altos niveles de
motivación, tanto en el ámbito educativo como en el profesional. En este mismo sentido,
académicos y expertos piensan que, para enfrentarse a los desafíos de la sociedad actual, las
personas deben desarrollar habilidades que vayan más allá de la reproducción del conocimiento
adquirido. Por tanto, el desarrollo de las competencias alternativas a las reproductivas, entre ellas
la creatividad, propiciarán que las personas puedan afrontar los problemas que se les presenten
con imaginación y creatividad. (Caballero y Fernández, 2018, p. 79)
Grigorenko (2019) explica que la creatividad contemporáneamente es vista como un nuevo estándar
que profesa la educación en el siglo XXI, ya que está de moda en los sistemas educativos mundiales a
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partir del año 2009 al ser nombrado "Año Europeo de la Creatividad y la Innovación" teniendo como
objetivo principal profundizar y divulgar la relevancia de la creatividad e innovación en entornos
individuales, colectivos, sociales y globales, elaborándose formación adecuada para implementar
políticas de práctica asumiendo esta cualidad humana basadas en evidencia, promoviéndose; múltiples
asociaciones para desarrollar la creatividad en los países de la "Unión Europea", así como en otras
geografías América, Asia, África y Oceanía”, siendo; escuchada y fortalecida por los mercados
laborales que la exigen, porque positivamente esperan tener talento humano ético, comprometido,
indagador, transformador, constructivo, emprendedor, colaborador, cooperativo, técnico, científico y
digital aptos a responder a las economías inteligentes, volviéndola imperativa actualmente en
educación, bajo el compromiso global de "Educación para todos" formulándose como un "Objetivo de
Desarrollo del Milenio" y, reformulándose dentro de la "Educación de Calidad Universal" amparado en
los "Objetivos de Desarrollo Sostenible" revisados y renombrados por la Organización para la
Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) hasta cumplirse en 2030, existiendo con ello; forjar
la innovación como base esencial para preparar a la fuerza laboral moderna (Byrge y Núñez, 2019;
Indira et al., 2020; Patston et al., 2021).
Por eso debemos promover una educación más flexible y adaptativa, que permita al alumno
desarrollar el proceso de aprendizaje de forma autónoma, con libertad para experimentar y tantear
diferentes posibilidades para terminar identificando la más adecuada, favoreciendo factores como
proyectar, organizar, intuir, producir, experimentar, comunicar o deducir frente al memorizar y
reproducir del sistema tradicional. (Carceller, 2019, p. 11)
Entonces, debido a las transformaciones generadas a nivel mundial por las exigencias de las habilidades
del siglo XXI como necesarias para responder a las expectativas del talento humano competente dentro
del sistema de cosas globalizado, digitalizado y automatizado producido por la industria 4.0, es
imperativo instalar una educación alternativa a los lineamientos tradicionales basada en metodologías
activas como base pedagógica constructivista de enseñanza y aprendizaje (Meroto et al., 2024; Silva
et al., 2024; Stroher et al., 2018; Zaluski y Oliveira, 2018) permitiéndose a la creatividad ser una
herramienta fundamental estudiantil provocadora de presentes y futuros ciudadanos capaces de
utilizarse mediante la imaginación práctica (Carceller, 2019; Carvalho et al., 2021; K. Robinson, 2024)
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en base a la información, comprendiendo los conceptos curriculares asimilados significativamente,
basados en proyectos de investigación, intuyendo, organizando, reflexionando, analizando de forma
crítica, racional y lógica con experimentación en base a resultados, infiriendo bajo comunicación
asertiva, colaboración, cooperación, demostrando; empatía, resiliencia, flexibilidad y dinámica en
productos materiales o inmateriales; novedosos, originales y útiles en todos los aspectos de la vida,
dominios, mercados, trabajo en general que, provoquen la consecución de intereses propios, familiares,
sociales, organizacionales, regionales, nacionales y mundiales, alcanzándose la autorrealización
humana (Alpaydın y Demirli, 2022; Grigorenko, 2019; Kaufman y Sternberg, 2019; Lassig, 2021;
Robinson y Aronica, 2012).
En definitiva, la creatividad es una herramienta de gran utilidad para la satisfacción de las
necesidades educativas de los alumnos, particularmente en un contexto social como el actual, de
cambio e incertidumbre sobre el futuro. En este sentido, cabe destacar que todos los alumnos
disponen de un potencial de aprendizaje del pensamiento creativo, si se les proporciona un
ambiente de aula adecuado. (Carvalho et al., 2021, p. 165)
Por tales circunstancias, rescatando el pensamiento de Robinson y Aronica, 2015; 2018; 2012) sea en
espacios públicos, privados, dentro de centros de enseñanza o, familia, lo principal es promover la
creatividad no desde la observación de alcanzarla como un lujo escasamente común con instrucción del
siglo XIX haciéndola de menos y dejándola invisibilizada, sino por el contrario; evidenciándola en sus
infinitas expresiones y manifestaciones de maneras activas en los salones de clases, ya que es la única
vía plausible e, inclusiva de favorecer a los participantes su imaginación de forma práctica destinada a
generar producciones para conseguir una vida plena y, armoniosa; al tener sentido en este sistema de
cosas abordado por la automatización e incertidumbre, caso contrario será difícil hacer frente a los
múltiples desafíos del siglo XXI (K. Robinson, 2024).
La educación del siglo XXI debe promover un cambio radical en la conciencia, ayudando a los
niños, adolescentes, jóvenes y adultos a desarrollarse como seres completos, es decir, con cuerpo,
mente y alma. Los alumnos tienen que aprender desde pequeños y a lo largo de la vida a ser ellos
mismos y relacionarse con los demás de una manera auténtica. Estamos hablando de una
transformación de la realidad a través de la creatividad. (Menchén, 2015, p. 185)
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En tal posición, todas las reformas educativas actuales deben incluir en la planificación del profesor
llevar a cabo procesos de enseñanzas y aprendizajes activos porque son capaces de construir ambientes
que desarrollan la creatividad estudiantil en los salones de clases en cualquier disciplina de dominio sin
la necesidad de aquellas pedagogías pasivas obsoletas, aún consideradas vigentes en contextos
formativos oficiales en cualquier modalidad y nivel acorde a las realidades geopolíticas de instrucción
qué las favorecen. Por identificarse bancarias del conocimiento curricular preprogramados a
cumplirse obligatoriamente, viéndolos a los estudiantes como simples recolectores y receptores
memorísticos del mismo, pero a los maestros, docentes o, profesores les permite ser únicos poseedores
de valores, sabiduría, contenidos e información (Moreira, 2013; Pereira et al., 2024; Rego, 2018), bajo
la concepción de proponer actividades y agrupaciones con apariencias de ser nuevas con el objetivo de
mantener a salvo el Statu Quo (Cruz, 2020; Moreira Cedeño et al., 2023; Sacristán y Pérez, 1992),
produciendo; inhibición del desarrollo de la creatividad (Byrge y Núñez, 2019; Sátiro et al., 2019),
habilidad urgente, relevante, trascendente reclamada en sociedad (Neves-Pereira y Alencar, 2018; K.
Robinson, 2024), especialmente por la “Industria 4.0 vigente (Alpaydın y Demirli, 2022; Rendiz-
Prado et al., 2020), considerandosé sin duda alguna la pieza clave más importante del siglo XXI a
obtenerse por los estudiantes tildados "Generación Y" (millennials) "Generación Z" (zoom), y,
especialmente a la "Generación Alfa" (nativos digitales) para afrontar innovadoramente las
problemáticas continuamente (Casagrande, 2023; Soares, 2021).
En conformidad a la nueva generación de estudiantes que incursionan en la actual educación producto
de la "Revolución Industrial 4.0", considerando los movimientos “Pedagoa progresista” y "Escuela
Nueva" para la renovación educativa del siglo XXI, surgen las "Metodologías Activas" como
conglomerado alternativo de pedagogías, estrategias, técnicas e instrumentos (Morán, 2019; Santos y
Castaman, 2022; Zubiría, 2016) que permiten desarrollar la autonomía, creatividad e innovación en las
aulas académicas y fuera de ellas, por qué no admiten disposiciones autoritarias del profesor amparado
en lineamientos formativos tradicionalistas, conductistas y tecnicistas (Moreira et al., 2023; Rego,
2018) dónde solamente él ostente los conocimientos a impartirse a sus alumnos, sin prácticas
significativas de saberes al tener actividades con enfoques pasivos, mecánicos y repetitivos,
transmitiendo; sentimientos de inferioridad y excesiva disciplina, inseguridad, orden, restringiendo la
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libertad de expresión, inhibiéndose las capacidades de demostrar análisis, crítica, curiosidad, intuición,
motivación, autoconfianza, flexibilidad, espontaneidad, autodeterminación, liderazgo, persistencia,
fluidez (Casagrande, 2023; Moreira, 2013).
La educación del siglo XXI debe constituirse en un proceso interactivo entre el docente y los
estudiantes, ofrecer el rol central y protagónico al alumno y al maestro su papel de mediador,
organizador y asesor de los procesos de aprendizaje. Se trata de un aprendizaje autodirigido por
el profesor y contextualizado en situaciones reales del mundo actual, lo que favorece y motiva al
alumnado. (Defaz, 2020, p. 468)
Consecuentemente a lo manifestado, Morán (2019) como Santos y Castaman (2022) enfatizan que, el
principio fundamental de las metodologías activas es que todos los estudiantes inclusivamente sean
siempre los protagonistas principales del proceso de enseñanza y, también del aprendizaje en
modalidades diversas, asumiéndose en los profesores roles de facilitadores, mediadores, tutores,
orientadores y guías de los contenidos curriculares para diseñar flexiblemente procesos de saberes y
evaluaciones formativas con retroalimentaciones continuas, personalizadas, respetando; capacidades,
talentos y destrezas, generando; ambientes interdisciplinarios, complejos y profundos de forma online-
offline, reconociéndose seres aprendientes, investigadores, capaces de problematizar contenidos,
desafíos, evaluar resultados y desempeños, aceptándose los errores superándolos, elaborando
constructivamente diferentes proyectos individuales y colectivos, productores de nuevos, originales y
útiles conocimientos dentro del mundo real (Ranzani et al., 2024; Soares, 2021).
Contextualización de las metodologías activas de enseñanza y aprendizaje que desarrollan la
creatividad estudiantil del siglo XXI
Los antecedentes que provocaron las metodologías activas como fuentes plausibles de llevarlas a cabo
en salones de clases en pleno siglo XXI, direccionadas a erradicar la concepción pedagógica
tradicionalista, conductista y tecnicista, posicionándolas; alternativas de actualización educativa formal
e, informal en todas sus modalidades y niveles, con presencia o, sin Tecnologías Digitales de la
Información y Comunicación (TDIC) por colocarse a los estudiantes ser actores principales del proceso
de enseñanza y aprendizaje, dejando competencias de acción docente a demostrarse, siendo; mediador,
facilitador, orientador, consejero y tutor de los contenidos curriculares a aprenderse significativamente
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por diseñar escenarios socio-constructivos que desarrollan creatividad e innovación en cualquier
dominio, respondiendo a las exigencias de la "Revolución Industrial 4.0", donde; actualmente la
sociedad se encuentra desenvolviéndose, Lovato et al. (2018) y Menchén (2015) señalan que,
históricamente nacen a finales del siglo XVII, porque en aquel momento la humanidad concibe al niño
como individuo no adulto e, inoportuno para aprender oficios de forma idónea, creándose centros de
formación escolarizada, con separación por edades de sus asistentes para convertirse en buenos
cristianos sumisos a la autoridad monárquica, pero que a partir del siglo XVIII debido a las causas y
consecuencias de las “Revoluciones Liberales e, independencia de los Estados Unidos de
Norteamérica, se produjeron profundas críticas a las escuelas pedagógicas sobre la enseñanza y el
aprendizaje abordado hasta esos momentos, reconociéndose por primera vez a las personas derechos,
y con los pensamientos iluministas al provocar movimientos culturales complejos en base a la razón,
creando; el denominado “Siglo de las Luces, provocaron positivamente la reinvención de las escuelas,
significando; hacerse de la obligación de generar humanización, destacándose sus fundadores
correspondientes a la primera etapa: Jean-Jacques Rousseau (1712-1778), Johann Heinrich Pestalozzi
(1746-1827) y Gaspar Melchor de Jovellanos (1744-1811).
Llegados al siglo XIX y entrando al XX empieza un movimiento considerado su segunda etapa tildado
sistémica y operativa (García, 1991) conocida principalmente en América como "Escuela Progresiva
Americana", con autores mundialmente reconocidos, destacándose; J. Dewey (1859-1952) al tener
como objetivo otorgar a los estudiantes competencias y creatividad, asumiendo; responsabilidades por
experiencia, es decir, aprendiendo haciendo, adquiriéndose el concepto de libertad y democracia,
desalojándose de la pasividad, escucha y adquisición de información sin interés, proponiendo; reflexión
análisis, indagación y resolución de problemas al obtener saberes, igualmente; W. H. Kilpatrick (1871-
1965) a partir del “método de los proyectos”, C. W. Washburne (1890-1968) proponiendo el “Sistema
Winnetka”, H. Parkhurst (1887-1959) con su “Plan Dalton” (Menchén, 2015; Moreira, 2013; Zubiría,
2016). Asimismo, Europa propone la llamada "Escuela Nueva" combatiendo la instrucción de
contenidos mecánicos, repetitivos, decorativos, tediosos, imponiendo fuertes reglas a seguirse con
imposición, bajo procesos formalistas, competitivos no constructivos y clasistas, con férrea disciplina
y, falta de razonamiento crítico, debates, contrastes e, inferencias, características típicas de academias
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tradicionales que por aquel espacio de tiempo existían (Abbagnano y Visalberghi, 1992; Rego, 2018;
Zubiría, 2016). Entre sus principales representantes de impacto internacional (García, 1991) expone los
siguientes:
C. Reddie (1858-1932) y su “Escuela de Abottsholme”, H. Badley (1865-1935) y la “Escuela de
Bedales”, en Inglaterra. En Francia, E. Demolins (1852-1907) y la “Escuela des Roches”,
también R. Cousinet (1881-1973). En Alemania, H. Lietz (1868-1919) con “las Casas de
educación en el campo”, P. Geheeb (1870-1961), O. Wyneken (1875-1958), O. Kerschensteiner
(1854-1932) con la “Escuela del trabajo”, P. Petersen y el “Plan de Jena”. En Italia, M.
Montessori (1870-1952) con las “Casas del niño”. En Bélgica, O. Decroly (1871-1932) con la
“Escuela de L’Ermitage”. En España, F. Ferrer y Guardia (1859-1909) y la “Escuela Moderna”;
F. Giner de los Ríos (1839-1915) con la “Institución Libre de Enseñanza”; A. Manjón (1846-
1923) y las “Escuelas del Ave María”. En Suiza, mencionamos autores tan representativos como
E. Claparéde (1873-1940), A. Ferriére (1879-1960), P. Bovet (1878-1944), R. Dottrens (1893-
19). (pp. 25-26)
Los aportes mencionados permiten entender a las metodologías activas de enseñanza y aprendizaje,
como idóneas para aplicarlas en el salón de clases y combatir las pedagogías tradicionales
convirtiéndolas por los principios que siguen ser génesis del desarrollo de la imaginación práctica en
todos los estudiantes al descubrir aquello que les apasiona entre las disciplinas o, áreas técnicas y
tecnológicas del conocimiento y quehacer humano, necesarias para responder soluciones con beneficios
positivos frente a las problemáticas del siglo XXI, exigiendo a la educación del ahora formar estudiantes
capacidades, habilidades y, competencias en conjunto a las tecnologías y digitalización de la
“Revolución Industrial 4.0”, produciéndose; aptitudes, actitudes y, artefactos distintos e, inéditos a
aquello cotidiano, aplicando; pensamiento crítico dirigido a resolver problemas creativamente,
forjando; innovación a través de comunicación, colaboración y cooperación en empeños adquiridos
individual y grupalmente. Por tanto, los docentes no transfieren conocimientos, sino que facilitan,
motivan, inspiran, incentivan y guían al alumno siendo aprendientes a desenvolverse con novedad,
originalidad y utilidad.
Otro aspecto relevante es aquel de reconocer que las bases teóricas generales que conforman las
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"Metodologías Activas" pertenecen a la corriente pedagógica basada en la "Teoría del Conocimiento
Constructivista" elaborada a partir de los estudios profundos realizados sobre la "Teoría del Desarrollo
Cognoscitivo" de Jean Piaget (1952) también denominado "Constructivismo", y, contemporáneamente;
defendiendo la misma línea de indagación para obtener resultados al respecto, alejándose de las
consideraciones conductistas y tecnicistas de Thorndike (1906), Watson (1916), Hull (1920), Pávlov
(1927) y Skinner (1938) por figurar las bases de la pedagogía tradicionalista, pues contrariamente están
sus representantes de referencia global para llevarse a cabo mediante enseñanzas activas un aprendizaje
significativo, desarrollándose el pensamiento crítico y creativo en los aprendices, siendo los siguientes:
Dewey (1916) que históricamente al ser el fundador de la “Pedagogía Progresista” o, “Escuela Nueva”
propuso una educación donde el centro de atención sean los estudiantes, siendo el profesor un facilitador
de experiencias significativas en base al pensamiento crítico con resultados creativos, en conjunto a los
modelos cognoscitivos sociales Tolman, Hall y Bretnall (1932) con el “Aprendizaje por expectativas”,
Bandura, Adams y Beyer (1977) "Aprendizaje social", pasando a aquellos defensores de tareas
complejas Simón (1916) "Resolver problemas", Lewin y Gullickson (1948) "Teoría del cambio social",
Bruner (1966) "Crecimiento cognoscitivo", Ausubel (1963) "Aprendizaje significativo", y, por ultimo
están los aportes constructivistas Piaget (1954) “Desarrollo cognoscitivo”, Vygotsky (1978)
“Pensamiento y lenguaje: El medio social es crucial para el aprendizaje”, Argirys y Schön (1974)
“Teoría de acción”, Revans (1982) “Aprendizaje de acción”, Schön (1987) “Reflexión en acción” y,
Paulo Freire (1967-1997) (Uzun, 2021; Meroto et al., 2024; Morán, 2019; Olmedo y Farrerons, 2017;
Santos y Castaman, 2022; Silva et al., 2024).
Las metodologías activas debido a sus raíces socio-constructivistas, a pesar de no ser recientes sus
propuestas no han terminado de actualizarse y, materializarse en otras alternativas fieles a las bases de
sus principios progresistas e idearios liberadores (Escuela Nueva) contra la pedagogía tradicionalista
(conductista, tecnicista y bancaria) aún vigente en la realidad educativa contemporánea globalizada y
digitalizada, consideradas estas últimas obsoletas, ya que las primeras con múltiples procedimientos
auténticos son apropiadas e idóneas a practicarse en los salones de clases, para contrarrestar las
problemáticas del sistema de cosas del siglo XXI evidenciándose por la "Industria 4.0", por ello; se
proponen sus aportes teóricos y prácticos cómo trascendentes acciones adecuadas para preparar
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individuos capaces de afrontar la complejidad e incertezas crítica, creativa e innovadoramente.
Muntaner et al. (2020) estudiando al impacto de las metodologías activas en los resultados académicos,
asumiéndose; bajo un estudio de caso sus resultados afloraron que:
En este nuevo contexto, el currículum se flexibiliza para acercarse a la realidad e inquietudes del
alumnado, para recoger sus necesidades y para ofrecer unas posibilidades mucho más ricas y
amplias que las establecidas en la propuesta tradicional. Vinculado a este aspecto, varía también
la conceptualización de la evaluación y del rendimiento académico como único indicador de éxito
escolar; la evaluación se establece como una herramienta formativa, que permite al alumnado
aprender del error, desarrollar habilidades de metacognición y evidenciar que existen múltiples
inteligencias más allá del ámbito restrictivo de las materias curriculares. Así cobra sentido un
aprendizaje por competencias y la preparación para la vida real. (p. 99)
Por consiguiente, las principales características de las metodologías activas de enseñanza proponen a
los alumnos ser considerados el centro de atención del proceso de aprendizaje, y sus profesores ocupen
el papel de mediadores, facilitadores, orientadores, diseñadores de ambientes socio-constructivistas,
provocadores, estimuladores, motivadores, éticos, democráticos, tolerantes, inclusivos y gratificantes,
ubicando fuentes de información significativas qué promuevan construir curiosidad, comprensión e
imaginación, con trabajos en equipo no permitiendo que sean espectadores, receptores o desertores del
conocimiento, sino artífices del propio, al aplicarse de forma autónoma y responsable por la búsqueda
permanente de información a través de la lectura, investigación, comparación, organización y
reformulación de datos, adquiriendo bases fidedignas de conclusiones, capaz de problematizar la
realidad generándose hipótesis, clasificación, observación e, interpretación de principios a nuevas
situaciones o, condiciones, poniendo en práctica pensamientos críticos, reflexivos, analíticos,
inferenciales y creativos, construyéndose; experiencias realmente significativas que susciten
innovación, concretándose proyectos aceptándose errores con metacognición superándolos mostrando
resiliencia, empatía, fluidez, responsabilidad, liderazgo, completándolos, comunicando sus resultados
interpretándolos prolijamente (Diesel et al., 2017; Santos y Castaman, 2022).
Dentro de este orden de particularidades de las metodologías activas, permitiendo adquirirse las
habilidades y competencias del siglo XXI aclamadas a demostrarse en cualquier campo producido por
pág. 9562
la "Industria 4.0", Gallo et al. (2024) explica que, los estudiantes al expresarse en libertad y
responsabilidad de forma activa durante su formación en instituciones académicas contemporáneas e
híbridas, dejándose notar en los profesores varias acciones innovadoras correspondiente a las didácticas,
estrategias y materiales a utilizarse en clases online/offline, permitiendo; aprendizajes socio-
constructivistas activos y, no pasivos, al ser considerados sujetos aprendientes al pertenecer a este
nuevo estilo de educación serán adaptables a nuevas formas de relacionarse con el conocimiento, por
ende, les exige dominar y, diseñar a lo largo del proceso de enseñanza y aprendizaje con pericia,
imaginación y destreza los diversos aparatos, herramientas, recursos y, manipular correctamente
formatos tecnológicos, (I. A. F. Leal et al., 2021) ya que ofrecen instantáneamente acceso a información
actualizada, alojándose; habilidades de exploración, curiosidad científica, espíritu crítico, reflexivo en
base a lectura y escritura profunda, capacidad de autoevaluación, comunicación por redes sociales,
correo electrónico, colaboración y cooperación en trabajos en equipo, utilizándose aplicaciones con
inteligencia artificial, consiguiéndose; conciencia, responsabilidad, ética y sensibilidad positiva,
conectándose entre usuarios de culturas y etnias diferentes con respeto a la que pertenecen, rompiendo
barreras del idioma, distancia, haciendo actividades enganchadoras invertidas, simuladas o, gamificadas
en base a problemas nacionales e, internacionales en boga, alcanzando resultados creativos y
habilidades digitales, alineadas al mundo de cambios sistemas cyber-físicos constantes e inesperados a
dominarse con humanidad (Indira et al., 2020; E. A. Leal et al., 2020; Morán, 2019; Silva et al., 2024;
Soares, 2021).
As metodologias ativas representam um conjunto de práticas pedagógicas focadas na participação
ativa do aluno no processo de aprendizagem. Diferentemente dos métodos tradicionais, onde o
professor é o centro do processo educativo, as metodologias ativas colocam o estudante como
protagonista de sua própria aprendizagem. [Las metodologías activas representan un conjunto de
prácticas pedagógica enfocadas en la participación activa del alumno en el proceso de
aprendizaje. Diferentemente de los métodos tradicionales, donde el profesor es el centro del
proceso educativo, las metodologías activas colocan al estudiante como protagonista de su propio
aprendizaje] (Meroto et al., 2024, p. 1876)
Conceptualizando a las metodologías activas Morán (2019) las considera estrategias y técnicas variadas,
pág. 9563
flexibles, interesantes y desafiadoras a ocuparse en escenarios académicos inclusivos, consideradas
alternativas pedagógicas que originan procesos de enseñanza y de aprendizaje activos, no centradas en
la figura del docente a ocupar la atención, autoridad y potestad de ostentar la información a ser asumida
pasivamente por sus aprendices, ya que otorga a los estudiantes ser el papel principal del ambiente
educativo; investigando, descubriendo individual y colectivamente experiencias sobre los contenidos y
actividades significativas, haciendo uso de sus capacidades críticas, reflexivas y creativas, solucionando
problemáticas incluyendo a la comunidad, utilizando; recursos múltiples en espacios físicos, digitales
e, híbridos dentro y fuera del establecimiento formativo con logros inolvidables por ser profundos.
Por su parte, Soares (2021) define a las metodologías activas como propuestas generales didácticas
utilizadas por los profesores para que el salón de clases se transforme en escenarios con propósitos de
criticar, refutar y producir saberes democráticos en tolerancia respetando el protagonismo estudiantil
forjando experiencias inolvidables e, integrales proveyéndoles un conglomerado de ambientes
colaborativos y cooperativos con propuestas de resolver problemas, contrariedades, preocupaciones,
dilemas, vicisitudes, sucesos y fenómenos en boga reales de ambientes donde pertenecen e, interactúan
haciendo participes a las familias y comunidad, mostrándose; mediadores y facilitadores, capaces de
generar emociones positivas, motivación e, interés, provocando en los alumnos sus capacidades de
descubrir o producir respuestas con profundas relaciones frente a las teorías estudiadas en base a la
indagación, comparación y, prototipos, utilizando; tecnología o, prescindiendo de ellas, desarrollándose
conocimientos significativos y, creatividad, evaluándoles a través de soluciones innovadoras como
respuestas, siendo los aprendices autores de sus jornadas pedagógicas.
As metodologias ativas consideram as intencionalidades educacionais e as estratégias
pedagógicas que, por sua vez, priorizam o/a estudante não no centro do processo, como
também atuante e protagonista da sua experiência educativa, com o propósito de gerar um cenário
de ensino-aprendizagem mais significativo, eficiente e eficaz. [Las metodologías activas
consideran las intencionalidades educacionales y las estrategias pedagógicas que, por su vez,
priorizan el/la estudiante no solo en el centro del proceso, como también actuante y protagonista
de la experiencia educativa, con el propósito de generar un escenario de enseñanza y aprendizaje
más significativo, eficiente y eficaz.] (Sefton y Galini, 2022, p. 13)
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Siguiendo el fundamento de lo que significa construir escenarios en el salón de clases al poner en
práctica las metodologías activas (Santos y Castaman, 2022) el papel del profesor cambia su rol
tradicional, no siendo el centro de atención, demostrándose mediador, facilitador, guía y, orientador;
ayudando, motivando, desafiando e incentivando de forma positiva en los estudiantes a conseguir
emociones de resiliencia, empatía, esfuerzo, autodominio y dedicación para construir reflexionando,
meditando, criticando e infiriendo a través de la imaginación práctica la construcción de nuevos
conocimientos. Resaltándose docentes no depositantes, narradores, trasmisores o, transferentes de
saberes en base expositiva, estructurando; actividades pasivas, reiterativas y mecánicas a los
estudiantes, concibiéndolos simples receptores, copistas, observadores, oyentes y decoradores de
información a memorizarla (Rego, 2018), obligados a no contradecirlas por concebirse una disciplina
autoritaria para acomodarse a ellas, encaminadas a adquirirse premios en aciertos cuantificables y,
castigos a errores hasta conseguir los objetivos pre-planificados (Moreira, 2013).
Las enseñanzas activas permiten impartir disciplinas curriculares a los profesores con indagación,
organización, inventiva, libertad, responsabilidad, democracia y tolerancia, sabiendo; escuchar
recomendaciones entre compañeros de profesión, autoridades e, intercambios de experiencias junto a
representantes de familia, también académica y socio-afectivamente con los alumnos, y a partir de ello;
tomar decisiones de acciones didácticas correctas a concretarse en clases, promoviendo prácticas, vivas,
flexibles, agradables, afectuosas, sincrónicas, asincrónicas, hibridas, motivadoras, interdisciplinarias,
atractivas, complejas, desafiadoras, colaborativas y cooperativas haciendo participé a la comunidad,
promoviendo ambientes agradables, interesantes y, proactivos, disolviendo; discordias o,
inconformismos basadas en diálogos, debates y conversaciones anecdóticas, expresándose con escucha
asertiva, respetuosamente demostrando liderazgo y, conciliador en base a resoluciones y acuerdos,
adaptando inclusivamente a las planificaciones curriculares actividades considerandosé las
capacidades, competencias, habilidades y destrezas estudiantiles además de Necesidades Educativas
Especiales (NEE) con o, sin discapacidad, concibiéndolas oportunidades de aprendizajes
enriquecedores, experto en Tecnologías Digitales de Información y Comunicación (TDIC), aplicando
estrategias socio-constructivistas, diseñando actividades en base a problemas sobre los contenidos
estudiados o, dilemas reales induciendo respuestas estudiantiles creativas de soluciones innovadoras,
pág. 9565
evaluadas cualitativamente proveyendo retroalimentación, incentivando la metacognición en la
experimentación por concebirse positivamente al ensayo y error en gérmenes de posibles aciertos
trascendentes beneficiando el conocimiento humano provistos dentro del proceso formativo
significativo.
En este mismo sentido, los estudiantes educados y formados con metodologías activas en las disciplinas
curriculares de obligatorio cumplimiento a aprenderse diseñados a alcanzarse dentro del nivel,
modalidad y perfil cursado, demostrarán al tener actividades diversas socio-constructivistas ser los
principales actores del proceso de enseñanza y aprendizaje, tomando posiciones autónomas con
responsabilidad académica, ética, reflexiva, tolerante, inclusiva, democrática, motivada, entusiasta,
curiosa, resiliente, empática con proyectos como de emprendimientos personales, grupales o, en equipos
incluyendo a sus familias y sociedad, enganchados fluidamente sobre diversos contenidos y fuentes con
presencia o, ausencia de Tecnologías Digitales de Información y Comunicación (TDIC), capaces de
dominar sus productos, herramientas, recursos físicos y digitales hábilmente, accediendo y
consiguiendo: libros, revistas, tesis o cualquier otro documento de contenidos cnicos, científicos,
tecnológicos entre otros, acordes a las temáticas de interés con lecturas y estudios profundos,
entendiendo y valorándolos creando espacios flexibilizados dirigidos a aplicarlas con elaboraciones de
interrelación complejas y, dinámicas con experimentación en base a la equivocación, reflexión, análisis,
comparación, discusión, consenso y, posición crítica, lógica y razonable a favor o, en contra,
prototipando en base a hipótesis, ludificación y simulación de soluciones creativas, despejándose sus
propias dudas mediante metacognición, estando en capacidad de comunicar oralmente y, por escrito
correctamente aprendizajes considerándose su autor por haberlos conseguido significativamente.
Los efectos de aplicación concernientes a las metodologías activas, formalizadas socio-
constructivamente en clases físicas, online, offline o híbridas, aplicandose didácticas, estrategias,
herramientas, recursos con o, sin tecnologías y digitalización, permiten; relacionarse íntimamente con
las especificaciones descritas, aconsejadas y exigidas por los gurús o, representantes modernos para
abordar contextos educativos que desarrollen la creatividad estudiantil del siglo XXI dirigida a
cualquier modalidad, nivel formativo y, dominio del conocimiento humano, según los resultados de
Beghetto et al. (2015), Goleman et al. (2009), Grigorenko (2019), Guilera (2011), Kaufman y Sternberg
pág. 9566
(2019), Kettler et al. (2018), Marina y Marina, (2013), Menchén (2015), Mullen (2019), K. Robinson
(2024), Robinson y Aronica (2015; 2018; 2012), Sátiro et al. (2019), Starko (2005) entre otros,
dejándose evidenciar las siguientes conclusiones:
La creatividad no necesita de barreras ambientales, entornos culturales pobres y restringidos con
normas, preceptos establecidos a obedecerse bajo el conformismo, premio y castigo para conservar el
Statu Quo, imposición de bloqueos perceptivos, hipotéticos, intuitivos e imaginativos, centrándose
solamente en la lógica y razón del pensamiento abstracto a ser cuantificado bajo la estandarización de
pruebas lineales. Asimismo, la falta de motivación, confianza, libertad y participación, presencia del
pesimismo y negatividad no poniendo atención a la inteligencia emocional estudiantil, alejándose la
falta de empatía, sensibilidad, solidaridad, resiliencia, tolerancia y respeto con inclusión a
desenvolverse en contextos con diferentes capacidades, habilidades, competencias y destrezas,
concibiéndose a los alumnos homogéneos, intelectos vacíos y obedientes sin protesta alguna, instalando
miedos a expresarse en base al ensayo y error al ser este último por los profesores evidenciado como
fracaso y punido socialmente, haciéndose de la quietud curiosa, sin contextos activos para encontrar
nueva información a la propuesta por el profesor, ausencia de pensamiento crítico y constructivo para
forjar ideas atractivas en base a la creación de algo nuevo, novedoso, original y útil por ser innovador
al objetivo, concibiéndose dichos espacios pérdidas de tiempo destinadas a producirse caos e,
indisciplina a posibles sanciones por parte de las autoridades del plantel educativo, prefiriéndose el
orden y, quietud intelectual, destinada a la repetición de contenidos de temáticas pre-planificados
inflexiblemente a las asignaturas curricularmente obligatorias a estudiase mecánicamente mediante
actividades y estrategias pasivas de la pedagogía tradicional, conductista, tecnicista y bancaria.
Por ende, la creatividad requiere de procesos formativos con mentores, tutores y facilitadores
generadores de ambientes áulicos activos, donde; los contenidos disciplinares y planificaciones
curriculares en diferentes dominios logren construir actividades respondiendo a las necesidades del
alumno de saber, entender y, poder hacer, respetando; capacidades, competencias, habilidades y
destrezas inclusivamente, demostrando; fluidez, flexibilidad, singularidad y elaboración como
fundamento para ingeniar preguntas y explorar cómo funciona e, interactúan los fenómenos del mundo,
provocándose; deseos de indagar, constatar, relacionar causas y efectos lo conseguido, pasando a
pág. 9567
experimentarlo por curiosidad, adquiriéndose; aprendizajes autónomos y en equipos por
descubrimiento, prototipando, organizando y compartiendo información con sus otros, capaz de
metacognitivamente; internalizar lo que hay que corregirse a través de reflexionar sus pasos de forma
personal y grupal aprendiendo del error, equivoco, desacierto, confusión, dialogando, debatiendo,
opinando y conversando, siendo; oportunamente animados por sus docentes a concretar los proyectos
emprendidos u, actividades propuestas.
En definitiva, otorgándoles a los estudiantes retroalimentación a dudas de aquello aun incomprendido
mediante ejemplos reales o, ficticios con actividades ludificadas e, incentivándoles a tener pasión,
optimismo, diversión, alegría, entusiasmo por hallar nuevas ideas a practicarlas; diseñándolas,
puliéndolas y, fabricándolas, convirtiéndose en progreso socio-culturales anecdóticos, solucionando
conflictos o controversias, contrayéndose espacios interpretativos de intenciones, comprendiendo
contextos con inferencias críticas, percibiendo; valores, sentimientos, discerniendo motivos y
destacando prejuicios, concluyendo con fundamentos sólidos, interactuando con aparatos, herramientas,
recursos; técnicos, tecnológicos y, digitales, comunicando lo adquirido con lenguaje oral y, escrito
expresando sus pensamientos, posiciones y, decisiones con dominio, fluidez, coherencia, tolerancia,
tacto, empatía, democracia y, ética científica, adquiriéndose; creativamente sus saberes de modo
significativo.
Escenarios activos que permiten aprendizajes significativos, y sus beneficios creativos como
resultados de este proceso formativo innovador
Las metodologías activas proponen diferentes escenarios de enseñanzas y aprendizajes significativos
con o, sin tecnologías, tan necesarios en la época actual para desarrollar la creatividad estudiantil y, con
ella; responder de formas adecuadas a los fenómenos o sucesos exigidos en plena "Industria 4.0" en la
que todos los seres humanos están desenvolviéndose, por ende, es trascendental presentar las más
relevantes por haber tenido suceso en varios contextos formativos a nivel mundial en cualquier
modalidad y grado, (Casagrande, 2023; Diesel et al., 2017; Ferreira et al., 2024; Gallo et al., 2024; I. A.
F. Leal et al., 2021; Lovato et al., 2018; Morán, 2019; Oliveira de et al., 2020; Peixoto et al., 2020;
Ranzani et al., 2024; Santos y Castaman, 2022), proponen las siguientes: Aprendizaje Basado en
Problemas (ABP), Aprendizaje Basado en Proyectos (ABPy), Aprendizaje Cooperativo, Aprendizaje
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Colaborativo, Ludificación (Gamification), Pensamiento de Diseño (Design Thinking), Sala de Aula
Invertida (Flipped Classroom), Enseñanza Basada en la Escritura Conceptual, Aprendizaje Basado en
Equipos (TBL), Aprendizaje Autodirigida (AA), Portafolio Creativo, Enseñanza Híbrida, Estudio de
Caso, Seminario Temático, Aprendizaje Basada en Instrucción, Proyectos Interdisciplinares,
Aprendizaje Basado en la Investigación, Cultura Maker (DT), Aprendizaje entre Pares, Rotación por
Estaciones, Foro y Lista de discusión.
Por su parte las técnicas utilizadas en escenarios activos para que los docentes faciliten a sus alumnos
desenvolverse con creatividad con diferentes disciplinas a estudiarse, Peixoto et al. (2020) y Gómez-
Zambrano y Pérez-Iribar (2023) las proponen a continuación: simulaciones, actividades prácticas,
diagramas de Ishikawa, tormenta de ideas, técnica de los sombreros, panel integrado, visita técnica,
infográfico, menú de aprendizaje, tarifas de aprendizaje, exposiciones y dramatización. En cambio,
(Pimienta, 2008, 2012) propone algunas estrategias de competencias indispensables para que exista un
ambiente activo destacándose los cuadros sinópticos, cuadros comparativos, matriz de clasificación e,
inducción, técnica uve de Gowin, correlación, analogía, diagramas radiales, causa-efecto y, de flujo,
asimismo; mapas cognitivos; mentales, conceptuales, semánticos, aspectos comunes, ciclos, secuencias,
algoritmos, y, aquellos de comprensión profunda: resúmenes, síntesis, ensayos, debates, simposios,
mesas redondas, tertulias y conversaciones anecdóticas. (Casagrande, 2023; Gallo et al., 2024; I. A. F.
Leal et al., 2021; Ranzani et al., 2024; Soares, 2021) relacionando las metodologías activas y las
Tecnologías Digitales de Información y Comunicación (TDIC) también deben considerarse las
herramientas: Plickers, Google Forms, Socrative, Pixtón, Quiz, Screencast, Mentimenter, Kahoot,
Slido, TBL Active, EDMODO y Classcraft considerándose que están en permanente actualización e
invención a ritmos que permiten poseerse inteligencia artificial como complemento del estudiante típico
del siglo XXI para alcanzarse conocimientos significativos capaces de meter a la imaginación práctica
otros innovadores.
Los beneficios que se ganan al aplicarse en los salones de clases las metodologías activas son
multifacéticos, porque permiten al profesor cambiar su rol protagónico a ser secundario, rompiendo el
esquema tradicionalmente utilizado para alojar contenidos a estudiarse obligatoriamente en los
estudiantes como seres inofensivos, pasivos y bancarios, con posturas de conductas mecánicas y
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decorativas de la información hacer medidas pago estandarizaciones no aptas para el presente,
transformándose en mediadores, facilitadores, guías, tutores, orientadores, supervisores, consejeros de
los procesos de enseñanza y aprendizaje con perfiles de competencias modernas que, proveen un
entorno interactivo, interdisciplinario, complejo, tecnológico, digital y socioconstructivista, con
escenarios híbridos donde existen problematizaciones de la vida real a ser estudiadas en base a proyectos
de soluciones, instalando un ambiente flexible, dinámico, fluido, reflexivo, analítico, crítico,
gamificado, cooperativo, colaborativo, empático, resiliente, alegre, divertido, inclusivo, democrático y
tolerante, visualizando siempre la participación activa de los alumnos cumpliendo su protagonismo
principal en el salón de clases.
En tal sentido, las metodologías activas provocan el acontecimiento de habilidades cognitivas,
socioemocionales y metacognitivas positivas, donde puede llevarse a cabo el proceso creativo basado
en la preparación, incubación, iluminación y formulación de ideas mediante la imaginación práctica en
compañía de aspectos socio-constructivistas que provocan experiencias significativas, logrando;
productos tangibles e intangibles nuevos, originales y útiles. Entonces, estimulan al alumno alcanzar
las habilidades requeridas actualmente, ya que se predispone a saber aprender y, también a hacer,
demostrándose; optimistas, curiosos, intuitivos, imaginativos, entusiastas, espontáneos, perseverantes,
abiertos y llenos de fluidez con libertad, independencia, voluntad, autoconfianza, decisión y,
competentes para leer, escribir, preguntar, discutir, acordar o pactar, desenvolviéndose; individual y
colectivamente con discernimiento, sabiduría, inventiva, autodisciplina, solidaridad y éticamente
correctos, asumiendo con liderazgo problemas reales con resultados a ser aplicados en su comunidad
de pertenencia. Por tanto, los beneficios que producen los escenarios activos para desarrollar la
creatividad les promueven condiciones a sus actores de reflexionar, comprender, construir y transformar
los aprendizajes disciplinares en ambientes físicos o, digitalizados, consiguiendo rendimientos
académicos significativos e innovadores para afrontar los retos indefinidos de la "Industria 4.0" relativa
del siglo XXI.
CONCLUSIONES
Dentro de este ensayo académico se tuvo como propósito concebir el desarrollo de la creatividad
estudiantil como necesidad educativa contemporánea mediante escenarios diseñados por las
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metodologías activas, concibiéndose su relación productora de beneficios significativos para responder
innovadoramente a las exigencias propuestas por la "Industria 4.0" relativas del siglo XXI. Entonces, a
través del diagnóstico propuesto a la creatividad definida como "Don Divino" y natural inagotable en
todos los seres humanos por la cual transformó el entorno a su disposición, adaptándose y
evolucionando socialmente hasta llegar a la presente contemporaneidad, pues figura ser de forma
urgente una necesidad no caducada, sino más bien requerida a desarrollarla en todos los participantes
de la educación formal o informal gracias a sus múltiples grados y, niveles expresivos la posibilidad de
favorecer en diferentes dominios y contextos del desenvolvimiento humano; físicos, online e híbridos,
innovaciones tangibles e intangibles por ser novedosas, originales y útiles.
También se ha verificado a través de la historia mostrada por la "Pedagoa Progresista" o, "Educación
Nueva", globalmente creada por un conglomerado de teorías socioconstructivistas, propicias a aplicarse
con o, sin la presencia de Tecnologías Digitales de la Información y Comunicación (TDIC), favorecer
una formación flexible, divertida, dinámica, amigable y enganchadora, favorecedores de contextos que
diseñan procesos necesarios para el desarrollo de la creatividad en los estudiantes, poseyendo contextos
innovadores, acogedores e inclusivos a sus características, competencias, inteligencias, talentos y
personalidades, además de ser propicia para desarticular las raíces de la instrucción tradicional y
bancaria de sujetos pasivos que la inhiben o silencian, no aptos para afrontar esta nueva realidad,
cambiando su destino otorgándole al profesor ser orientador y facilitador de los conocimientos,
transformando las materias en disciplinas curriculares, formando alumnos como actores principales del
escenario académico, proveyéndoles; habilidades exigidas actualmente a desempeñarse con
imaginación aplicada en aquello que les apasiona y, con ello; ser competentes, actualizados y adaptables
constantemente, respondiendo; asertivamente a los nuevos progresos, cumplimientos y actuaciones
propuestos por la "Industria 4.0" del siglo XXI.
De acuerdo al estudio ejecutado sobre la temática debe señalarse que las metodologías activas producen
contextos de enseñanzas y aprendizajes significativos, multifacéticos, interdisciplinarios, complejos,
online, offline, donde; los profesores diseñan espacios del aprender a aprender y haciendo,
democráticos, tolerantes, agradables, armónicos, dinámicos, éticos, flexibles, gamificados, bridos,
respetuosos, inclusivos, colaborativos y cooperativos, no generando bloqueos perceptivos, hipotéticos,
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deductivos, emocionales, psicosociales, intuitivos, curiosos, fantasiosos o, imaginativos, siendo capaces
de no proveer talleres, tareas o actividades con requerimientos basadas solamente por lógica o, razón
considerándolas las únicas formas de aceptarse pensamientos dentro del salón de clases, ya que favorece
a través de su rol como mediador, mentor, tutor y facilitador de los contenidos a concebirse
curricularmente, construyendo escenarios y laboratorios de trabajos educativos teniendo en cuenta el
interés y, necesidades esenciales de sus alumnos, concibiéndose de forma positiva como oportunidades
para fortalecer la formación a concebirse sus capacidades, competencias, habilidades y destrezas
inclusivamente, siendo; flexibles al utilizar aparatos y herramientas tecnológicas y digitales,
provocando; problemas, desafíos, dilemas que permitan concebir proyectos o emprendimientos y de los
contenidos a estudiarse fáciles de asimilarlos, desencadenando; deseos e interés por indagar
profundamente bajo los objetivos a cumplirse de forma en que se propicie el descubrimiento
aceptándose los errores, desaciertos y equivocaciones viéndolas como un recurso destinado a favorecer
nuevos aportes, estableciendo contextos para debates, diálogos y conversaciones anecdóticas,
involucrando a las familias y sociedad, evaluando sus resultados cualitativamente al poner la
imaginación práctica en resultados volviéndolos inolvidables, capaces de abordar otros y desenvolverse
creativamente.
En síntesis, las metodologías activas al ser utilizadas en la educación contemporánea permite gracias a
sus principios, valores, conceptos y teorías alojar una propuesta de escenarios que permiten a los
estudiantes desenvolverse con las habilidades y competencias exigidas en esta nueva realidad, siendo
una respuesta favorecedora e idónea para que exista el desarrollo de la creatividad, ya que con ella
comparten los ambientes necesarios exigidos por sus investigadores modernos principales y, por las
características y personalidad como de las acciones que la obstruyen interrelacionándose
complementariamente a viceversa para que exista un ser humano activo por una parte y, en otra acciones
a utilizarse apto para contrarrestar las problemáticas con optimismo, fluidez, curiosidad, intuición,
apertura, motivación, libertad, originalidad, crítica, confianza, independencia, imaginación,
flexibilidad, espontaneidad, persistencia, iniciativa, tecnología y digitalización que, le otorgan
comportamientos, respuestas o soluciones creativas e innovadoras exigidas por la "Industria 4.0"
relativa del siglo XXI.
pág. 9572
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