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específicamente a la proteína receptora de sulfonilurea (SUR1). La meglitinida, una parte de la
glibenclamida que no es una sulfonilurea, también puede unirse a estos receptores, que también
estimulan la liberación de insulina. Como resultado de esta acción, el canal se cierra y la despolarización
resultante facilita la secreción de insulina. Las células β deben ser funcionales.
Esta acción liberadora se ve potenciada por otros estímulos, como la propia glucosa, aunque también es
detectable en células β que han perdido sensibilidad a la glucosa. Los canales de K-ATP con proteína
SUR1 no son exclusivos de las células β pancreáticas, sino que se encuentran en otros tejidos y órganos,
como vasos sanguíneos, corazón, cerebro, etc. A largo plazo, la tolerancia a la glucosa mejora, pero los
niveles plasmáticos de insulina, tanto basal como posglucosa, no permanecen elevados, sino que pueden
disminuir. Así, se cree que la acción prolongada de los agentes hipoglucemiantes orales se debe no sólo
a la acción secretora de la insulina en el páncreas, sino también a un aumento o potenciación de la acción
de la hormona en los tejidos. (Casallas J. 2004)
Tradicionalmente se ha considerado el uso de terapia combinada en caso de fracaso de la monoterapia,
lo que ocurre en el 30% de los diabéticos.
La historia natural de la enfermedad y la pérdida de la función de las células beta se suman al fracaso
secundario de la monoterapia, que puede ocurrir estimado en un 10% anual. Las directrices canadienses
de 2008 introdujeron un nuevo concepto en el algoritmo de tratamiento: si el paciente tenía una HbA1c
> 9, se iniciaba inmediatamente el tratamiento farmacológico combinado o insulina. Posteriormente, la
Asociación Estadounidense de Endocrinólogos propuso iniciar la terapia combinada con HbA1c más
alta, más del 7,6% y, si la terapia dual no es efectiva, cambiar a terapia triple con medicamentos orales
o agregar insulina. Comité de Expertos en Guías de Práctica Clínica de la Asociación Canadiense de
Diabetes. (Asociación Canadiense de Diabetes 2008)
El grupo de trabajo de la Asociación Española de Diabetes (SED), en "Recomendaciones para el
tratamiento farmacológico de la hiperglucemia en la diabetes tipo 2", recomienda el inicio de terapia
combinada si la 'HbA1c es superior al 8,5%. (Sociedad Española de Diabetes. 2010).
La glitazona, la sulfonilurea de segunda generación y la metformina logran reducciones similares de la
HbA1c cuando se usan solas: una reducción absoluta de alrededor del 1%. La repaglinida logra