Sobrecarga
del cuidador de adultos mayores dependientes
Chango M. Viviana. N.
https://orcid.org/0000-0002-8357-5912
Facultad Ciencias de la Salud, Estudiante de la Carrera de Enfermer�a,
Universidad T�cnica de Ambato
Ambato-Ecuador.
�Guarate C. Yeisy C.
https://orcid.org/0000-0003-1526-4693
Licenciada en Enfermer�a,
Magister en Enfermer�a en Salud Reproductiva,
Dra. En Enfermer�a en Salud y Cuidado Humano,
Universidad de Carabobo, Venezuela.
Docente de la Carrera de Enfermer�a,
Universidad T�cnica de Ambato, Ecuador.
RESUMEN
Introducci�n: El envejecimiento es un proceso din�mico, progresivo e irreversible que da lugar a m�ltiples cambios afectando la capacidad de realizar las actividades diarias por cuenta propia, por lo tanto, los adultos mayores requieren de un cuidador, es decir, una persona que le dispense el cuidado sobre todo si presenta discapacidad o dependencia. Objetivo: Determinar la prevalencia de la sobrecarga del cuidador de adultos mayores dependientes. Metodolog�a: Estudio cuantitativo, descriptivo, de corte transversal y de campo. La poblaci�n estuvo conformada por 90 cuidadores primarios de una poblaci�n adulta mayor a quienes se les aplic� el test de Zarit previa firma de consentimiento informado; siendo la muestra censal. Para la recolecci�n de la informaci�n se tom� en cuenta los se�alado en la Declaraci�n de Helsinki relacionado con los aspectos �ticos para la investigaci�n con seres humanos. Resultados: El mayor porcentaje de los cuidadores eran se sexo femenino quienes presentaron niveles de sobrecarga intensa. Conclusi�n: Existe una sobrecarga intensa en la poblaci�n de estudio por lo que es importante la intervenci�n del personal de salud para evitar que esta sobrecarga afecte la vida del cuidador y por ende la del adulto mayor.
Palabras claves: sobrecarga; cuidadores; adulto mayor
Overload of the dependent elderly caregiver
ABSTRACT
Introduction: Aging is a dynamic, progressive and irreversible process that results in multiple changes affecting the ability to perform daily activities on their own, therefore, older adults require a caregiver, that is, a person who dispenses care especially if they present disability or dependence. Objective: To determine the prevalence of caregiver overload in dependent older adults. Methodology: Quantitative, descriptive, cross-sectional and field study. The population consisted of 90 primary caregivers of an older adult population to whom the Zarit test was applied after signing an informed consent form; being the census sample. For the collection of the information, the Declaration of Helsinki related to the ethical aspects of research with human beings was taken into account. Results: The highest percentage of caregivers were women who presented levels of intense overload. Conclusion: There is an intense overload in the study population, so it is important for health personnel to intervene to prevent this overload from affecting the caregiver's life and, therefore, that of the older adult.
Key words: overload; caregivers; elderly.
Art�culo recibido:� 02 noviembre. 2021
Aceptado para publicaci�n: 28 noviembre 2021
Correspondencia: [email protected]
Conflictos de Inter�s: Ninguna que declarar
1. INTRODUCION
El envejecimiento se define como un proceso din�mico, progresivo e irreversible dando lugar a m�ltiples cambios biol�gicos, psicol�gicos y sociales; el ciclo de vida inicia con la concepci�n, se desarrolla durante toda vida y culmina con la muerte (OMS, 2021)
El mundo experimenta un cambio demogr�fico, estimando que para el 2050 la poblaci�n mundial en la edad de 60 a�os llegue a los 2000 millones, un aumento de 900 millones con respecto a 2015. Hoy en d�a hay 125 millones de personas con 80 a�os o m�s. Para 2050 se estima un n�mero casi igual de personas en este rango de edad solamente en China y 434 millones de personas en todo el mundo. Para 2050, aproximadamente un 80% de todas las personas mayores vivir�an en pa�ses de ingresos bajos y medianos. La pauta de envejecimiento de la poblaci�n en todo el mundo aumenta r�pidamente. En Francia se dispuso de casi 150 a�os para adaptarse a un incremento del 10% al 20% en la poblaci�n mayor de 60 a�os. En Canad� el 9,6% de la poblaci�n brinda ayuda a personas que est�n siendo afectados por alguna enfermedad cr�nica. Dentro de la poblaci�n norteamericana, el 19,2%, es decir, 52 millones de personas cuidan de personas adultas enfermas (Rizo et al., 2016). De igual manera, en Ecuador existe un aproximado de 1.049.824 personas mayores de 65 a�os lo que representa el 6,5% de la poblaci�n total (MIES, 2021).
El envejecimiento es un �rea de estudio de magnitud, comorbilidad y vulnerabilidad social, en especial en los adultos mayores que atraviesan una situaci�n de dependencia (Minsalud, 2021). Dentro de los adultos mayores est�n quienes se jubilaron y reciben pensiones que les permite vivir dignamente y que son de ayuda para poder solventar sus propios gastos siendo un gran apoyo econ�mico para que su cuidador pueda costear alg�n tratamiento o medicamentos que necesite, sin embargo, tambi�n existen adultos mayores que no cuentan con este apoyo y sus familiares tienen la obligaci�n de solventar los gastos econ�micos para poder darles una vida digna a la persona bajo su cargo, para este grupo de adultos mayores los a�os adicionales se acompa�an del declive de sus capacidades f�sica y mental y por ende las complicaciones son a�n m�s notorias� (Toro, 2016).
Como consecuencia del alargamiento de la vida tambi�n aumenta el n�mero de enfermedades degenerativas y cr�nicas; a medida que la persona va envejeciendo se van alterando sus capacidades f�sicas y mentales� afectando, de tal manera, la capacidad de realizar las actividades diarias por su propia cuenta, perjudicando la independencia de la persona (Zepeda, 2019).
El aumento de adultos mayores con alg�n tipo de discapacidad o de dependencia requiere la presencia de un cuidador, es decir, de una persona que realice los cuidados directos del adulto mayor dependiente. Esta persona, generalmente un cuidador informal, dispensa de manera altruista y gratuita el cuidado de una persona que presenta alg�n grado de discapacidad o dependencia, por lo general, la responsabilidad recae en un familiar directo que conviva con la persona (D�Argemir, 2015). Es importante resaltar que �ste rol casi siempre es asumido por el sexo femenino quien no recibe alg�n tipo de ayuda o remuneraci�n por los cuidados brindados, debe contar con una buena relaci�n afectiva con la persona a su cargo, adem�s debe poseer capacidades para ofrecerle seguridad y bienestar al adulto mayor (Silva et al., 2016).
Los cuidadores informales tienen la responsabilidad de realizar diferentes actividades como esfuerzos f�sicos vi�ndose sometidos a tensiones que derivan del propio cuidado conllevando a cambios en su ambiente familiar, laboral y social afectando as� la calidad de vida del cuidador al no poder administrar su propio tiempo y descuidando su salud; esto lo hace vulnerable a sufrir de enfermedades� (Gomez et al., 2016).
As� mismo, el cuidar de un adulto mayor que presente alg�n tipo de discapacidad o enfermedad cr�nica puede causar en el cuidador sentimiento de soledad, sobrecarga emocional, depresi�n, restricci�n de libertad personal, tiempo de ocio y descanso generando problemas en su salud como hipertensi�n arterial, problemas cardiovasculares y gastrointestinales, cefalea y alteraciones osteomusculares (Eterovic, 2015). La sobrecarga del cuidador aumenta con el nivel de dependencia de la persona cuidada, influyendo negativamente en la calidad de vida y en el estado psicol�gico de los adultos mayores dependientes y sobre todo en los cuidadores; es por esta raz�n que la sobrecarga de los cuidadores tambi�n se ha convertido hoy en d�a como un problema sanitario y social que requiere de m�s estudios para poder brindarle apoyo y soluciones a trav�s de intervenciones por parte de un profesional en Psicolog�a y otros miembros de la salud (Gonzales, L et al., 2016).
Es por ello que esta investigaci�n tuvo como objetivo general determinar la prevalencia de la sobrecarga del cuidador de adultos mayores dependientes, mediante la intervenci�n de profesionales de la salud a trav�s de interconsultas con psicolog�a y educaci�n por parte de enfermer�a para poder disminuir la sobrecarga existente y as� evitar la despersonalizaci�n y complicaciones en el cuidador.
2. ESTRATEGIAS METODOL�GICAS O MATERIALES Y M�TODOS
El estudio realizado es de enfoque cuantitativo, descriptivo, de corte transversal y de campo (Gavira, 2015), lo cual permiti� determinar la prevalencia de la sobrecarga del cuidador de adultos mayores dependientes. La poblaci�n estuvo conformada por 90 cuidadores primarios de la poblaci�n adulta mayor del Cant�n Cevallos de la provincia de Tungurahua. La muestra fue censal lo que quiere decir que se ocup� el 100% de la poblaci�n. Para la recolecci�n de la informaci�n se aplic� el test de Zarit, validado en varios idiomas incluido el espa�ol, adem�s tiene una confiabilidad de 0.91 seg�n el alfa de crombach (Rodriguez et al., 2016). Este test consta de 22 �tems con respuestas donde se eval�an de acuerdo a una escala de Likert que va de 1 (nunca) a 5 (casi siempre), donde el punto de corte es de 46 puntos que es indicativo de no sobrecarga; de 47-55 hay una sobrecarga leve y mayor a 56 puntos implica una sobre carga intensa (Tartaglini, 2019), por consiguiente, los resultados que se reflejar�n en la evaluaci�n indicar�n las repercusiones negativas en el cuidador principal (Buritica et al., 2020) al prestar cuidados en el adulto mayor, como su salud f�sica y mental, vida social y los recursos econ�micos (Navarro et al., 2017).
Para el procesamiento de la informaci�n se utiliz� el programa Microsoft Excel para calcular la frecuencia y los porcentajes de los 22 �tems del test y las opciones de respuesta de la escala de Likert. De esta manera se pudieron ordenar los datos obtenidos y presentarlos en gr�ficas de barras (Quispe et al., 2019).
La investigaci�n sigui� los lineamientos de la declaraci�n de Helsinki por lo cual los participantes fueron informados del prop�sito del estudio solicitando la firma de consentimiento informado previo al llenado del test. As� mismo, se cuidaron los principios de respeto, autonom�a y confidencialidad de los participantes. (Chavez et al., 2018).
3. RESULTADOS Y DISCUSI�N
Resultados
El gr�fico 1 se�ala que, de 90 cuidadores de adultos mayores dependientes, el mayor porcentaje de cuidadores corresponde al sexo femenino con el 69%, mientras que el 31% de los cuidadores son de sexo masculino.�
Gr�fico 1: Distribuci�n de la poblaci�n seg�n sexo
Fuente: Instrumento aplicado
En el gr�fico 2 se evidencia que el 78% de la poblaci�n muestra una sobrecarga intensa, mientras que el 11% de la poblaci�n se�ala que presenta una sobrecarga ligera, finalmente el 11% de los cuidadores de adultos mayores se encuentran con ausencia de sobrecargo.�
Gr�fico 2.� Resultados
del test de Zarit con relaci�n al nivel de sobrecarga
Fuente: Instrumento aplicado
Discusi�n �
Los resultados del estudio evidenciaron que la poblaci�n de estudio present� una sobrecarga intensa coincidiendo con los hallazgos de una investigaci�n realizada en Chile en donde se evidenci� que el 59, 7% present� una sobre carga intensa, mientras que el 23%, una sobrecarga ligera (Flores et al., 2012). En una investigaci�n realizada en Chile por Toro Yeny. Rivas Edith (2016) el 75,9% de los cuidadores estudiados presentaron sobrecarga y el 24,1% est� libre de sobrecarga (Toro, Y et al., 2016). Resultados diferentes se hall� en una investigaci�n realizada en Lima, Per� se�ala que los cuidadores presentan un 11,5% sobrecarga ligera (Rizo et al., 2016).
Por tal motivo, la sobrecarga del cuidador origina cambios relacionados con la familia, el trabajo, en lo econ�mico, el tiempo de ocio, el estado de �nimo y el estado de salud, generando en el cuidador una serie de malestar tanto f�sico como mental. Esta serie de malestares no son tomados en cuenta por los cuidadores por el hecho de tratar de brindarles todos los cuidados necesarios al adulto mayor, haciendo de lado estas se�ales y no cuidar de la salud del cuidador (Delgado, E et al., 2016).
A trav�s de esta investigaci�n tambi�n se pudo evidenciar que la mayor�a de los cuidadores eran de sexo femenino, lo que coincide con otras investigaciones realizada en M�xico y Per� donde el 72.4% y 86.9% de la poblaci�n, respectivamente, eran mujeres quienes adem�s de tener responsabilidades en su hogar asum�an el cuidado de un adulto mayor (Navarro et al., 2017). (Silva et al., 2016). Concluyendo que las mujeres son quienes asumen esta responsabilidad de cuidadores de adultos mayores mientras que los hombres asumen el rol de cuidador solo cuando no existe una mujer en su c�rculo familiar (Swinkels, J et al., 2019).
Lo antes expuesto se�ala que es la mujer quien asume el papel principal de cuidador principal, quien no solo se hace responsable de las tareas dom�sticas tambi�n asume el cuidado del adulto mayor y realiza actividades de cuidado de su propia salud familiar (Mosquera, I et al., 2019). Estudios realizados muestran que las mujeres que asumen el cargo de cuidadora principal o informal presentan casi dos veces m�s sobrecarga que los hombres y las cuidadoras m�s j�venes presentan mayor sobrecarga que las de mayor edad por tratar de compatibilizar el empleo, las actividades sociales y el desarrollo profesional (Zepeda et al., 2019).
Por lo tanto, debido al envejecimiento de la poblaci�n y al incremento de las enfermedades cr�nico degenerativas se ve la necesidad de contar con cuidadores responsables que puedan brindar los cuidados indispensables al adulto mayor sin descuidar su propia salud y en beneficio de las personas a su cargo (Cascella, G et al., 2020).
4. CONCLUSIONES
El cuidar de un adulto mayor no deber�a depender de una sola persona, sino m�s bien deber�a estar a cargo de todos los miembros de la familia, para que de esta manera puedan evitarse una sobrecarga intensa ya que esta sobrecarga puede traer un costo muy alto en la vida de la �nica persona cuidadora, es por ello que se deber�a compartir y organizar el trabajo con los dem�s miembros de la familia de forma equitativa e igualitaria.
Los cuidadores presentan una sobrecarga intensa, por lo que necesita de ayuda por parte del personal de salud para evitar que esta sobrecarga afecte su vida, tanto en su salud como la su vida personal.
Generalmente los cuidadores de adultos mayores son de sexo femenino por lo que adem�s de cumplir con este rol, desempe�an otras tareas como los quehaceres del hogar y encargarse de su propia familia, lo que podr�a afectar su salud f�sica y mental, generando un estr�s cr�nico, provocando cansancio emocional y tambi�n despersonalizaci�n al creer que no satisfacen las necesidades del adulto mayor bajo su cuidado por tener otras ocupaciones que cumplir.
Cuando un cuidador presenta sobrecarga tiende a abandonar algunas actividades; es por ello que para poder cuidar de la persona a su cargo empiezan a descuidar su vida social, por tal motivo, se recomienda al personal de salud intervenir implementando estrategias que apoyen a los cuidadores, con la finalidad de poder disminuir la sobrecarga para que el cuidador pueda tener una mejor calidad de vida y su estado de salud no se vea afectada. La premisa es cuidar al cuidador.
Agradecimientos: Agradezco a la Universidad T�cnica de Ambato por el apoyo brindado con el respectivo tr�mite y, en especial, a la directora y a quienes conforman el Centro de Salud Tipo B Cevallos por permitirme llevar a cabo esta investigaci�n
6. LISTA DE REFERENCIAS
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