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requiere además de una sólida formación profesional y experiencia en el trato de este tipo de afecciones
a fin de propender a la reinserción social. (World Health Organization, 1994)
Actualmente se pone énfasis en el establecimiento y determinación de sistemas de acreditación de
calidad en el servicio de rehabilitación de la dependencia a las drogas, que otorguen garantías suficientes
del cumplimiento de las normas de ejecución y toda otra norma jurídica relacionada con el sistema de
salud en protección del paciente, respecto de las instituciones encargadas de la administración del
tratamiento. (UNODC, 2003)
Todo tratamiento debe estar regulado y supervisado por las instituciones gubernamentales que rige el
ámbito de la salud en el país, quien ha de otorgar la autorización a fin de iniciar sus funciones, solo
cuando estén cumplidas las exigencias mínimas establecidas, y por tiempo definido.
El MSPBS, por S.G. N° 766/2007 establece las “Normas mínimas de calidad de atención a las personas
con problemas derivados del consumo de alcohol y otras drogas” (MSPBS, 2019)
Los centros con internación, deben establecer claramente los mecanismos de ingreso del paciente,
además, contar con servicios de primeros auxilios de modo permanente y antecedentes médicos o
diagnóstico del paciente, en consonancia con su capacidad de resolver el problema y en base al respeto
de las normas sanitaria y los derechos humanos. (OEA-CICAD, 2014)
Siendo la salud un derecho humano fundamental, el Sistema de Salud del Paraguay creado por Ley Nº
1.032/96, se halla reglamentada por Decreto Nº 21.376/1998. Esta, se encuentra integrada, por
instituciones públicas, privadas y mixtas.
La Carta magna del Paraguay refiere en el artículo 68 que “Toda persona está obligada a someterse a
las medidas sanitarias que establezca la ley, dentro del respeto a la dignidad humana” Además, refiere
que;“Se establecerán programas de educación preventiva y de rehabilitación de los adictos, con la
participación de organizaciones privadas” (Constitución Nacional, 1992)
No obstante, a pesar de las dificultades, toda persona adicta a las drogas, requiere un tratamiento de
rehabilitación, cuyo propósito es impulsar su desarrollo personal dotándola de autonomía y coherencia,
lo convierta en un sujeto competente para coexistir sin conflictos con su entorno, con capacidad de
reinserción social (Mack, Frances, & Franklin, 2003).