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INTRODUCCIÓN
El presente artículo aborda el rol crucial del emprendimiento y la innovación en el desarrollo profesional
de las carreras tecnológicas administrativas. En un entorno profesional cada vez más dinámico y
competitivo, la capacidad de innovar y emprender se ha convertido en un factor esencial para el éxito
en estas disciplinas. Sin embargo, existe un problema significativo: la falta de integración sistemática
del emprendimiento y la innovación en los currículos de las carreras tecnológicas administrativas. A
pesar de que estas competencias son fundamentales para enfrentar los desafíos del mercado laboral
actual, muchas instituciones educativas aún no las priorizan adecuadamente, lo que genera un vacío en
la formación de los estudiantes (Gibb, 2002; Schumpeter, 1942).
Abordar este tema es de vital importancia debido a que el mercado laboral exige profesionales que no
solo posean conocimientos técnicos, sino que también sean capaces de liderar y adaptarse a los cambios
constantes a través de la innovación y el emprendimiento. Estas competencias no solo aumentan la
empleabilidad de los graduados, sino que también contribuyen al desarrollo económico y social
mediante la creación de nuevos negocios y soluciones innovadoras (Drucker, 1985). Este artículo, por
lo tanto, busca resaltar la relevancia de incorporar emprendimiento e innovación en la formación
académica de las carreras tecnológicas administrativas.
El estudio se sustenta en las teorías del emprendimiento y la innovación, en particular en los marcos
conceptuales de Schumpeter y Becker. Schumpeter (1942), en su teoría de la destrucción creativa,
sostiene que la innovación es el motor del desarrollo económico, con los emprendedores desempeñando
un papel clave en la introducción de nuevas combinaciones de productos, procesos, mercados y formas
de organización. Complementariamente, la teoría del capital humano de Becker (1964) subraya la
importancia de la inversión en educación y formación para aumentar las habilidades y competencias
individuales, lo que a su vez mejora la productividad y contribuye al crecimiento económico.
Diversos estudios han resaltado la importancia del emprendimiento y la innovación en la educación
superior. Gibb (2002) enfatiza la necesidad de desarrollar una cultura emprendedora en las instituciones
de educación superior (IES), mientras que Drucker (1985) sostiene que la innovación es el proceso
específico que dota a los recursos de una nueva capacidad para crear riqueza. Sin embargo, la mayoría
de estas investigaciones se han centrado en carreras de negocios o ingeniería, dejando un vacío en la