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INTRODUCCIÓN
El personal responsable del mantenimiento de líneas, redes y circuitos eléctricos es denominado liniero
electricista. Esta posición en el sector eléctrico es reconocida por requerir un considerable esfuerzo
físico, debido al tiempo prolongado en que se deben mantener posturas forzadas y realizar actividades
que demandan fortaleza y determinación. A estos factores se añaden numerosos riesgos a los que está
expuesto el personal, como el riesgo eléctrico, el riesgo biomecánico por el trabajo en alturas y por
mantener posturas prolongadas, así como riesgos físicos por la exposición a rayos ultravioleta, riesgos
químicos, biológicos y ergonómicos, lo que convierte a esta actividad en una labor de gran importancia
(Bermúdez Moreira, 2019).
La prevención de riesgos laborales es una cuestión de vital importancia en el entorno laboral moderno,
donde la seguridad y el bienestar de los trabajadores son prioritarios. La Ley 31/1995, de 8 de
noviembre, de Prevención de Riesgos Laborales, proporciona el marco legal necesario para asegurar un
nivel adecuado de protección frente a los riesgos derivados de las condiciones de trabajo (BOE, 1995).
Esta normativa establece las garantías y responsabilidades para crear un ambiente laboral seguro,
mitigando la ocurrencia de accidentes y enfermedades profesionales.
Los riesgos laborales son variados y abarcan factores físicos, químicos, biológicos, ergonómicos y
psicosociales. Cada uno de estos riesgos requiere de medidas específicas para su prevención y control.
Según el Instituto Nacional de Seguridad y Salud en el Trabajo (INSST, 2020), las condiciones laborales
adversas pueden causar graves impactos en la salud física y mental de los empleados, afectando su
bienestar general y productividad. Un plan de prevención de riesgos laborales debe basarse en una
evaluación exhaustiva de los riesgos presentes en el entorno laboral, identificando peligros específicos
y diseñando estrategias adecuadas para su mitigación (García et al., 2021).
Implementar medidas preventivas no solo mejora la salud de los trabajadores, sino que también optimiza
el clima laboral y la eficiencia operativa de las organizaciones. Las empresas que invierten en
prevención de riesgos laborales ven una reducción significativa en los costos asociados a accidentes y
enfermedades, así como un aumento en la satisfacción y motivación de sus empleados (Martínez &
Pérez, 2022).