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La práctica de ejercer control sobre internet y censurar contenidos considerados "peligrosos" por el
gobierno puede desembocar en una distopía digital. En Bolivia se han reportado casos de restricciones
en las redes sociales e intentos de silenciar a quienes disienten o critican al gobierno. Cuando se reprime
la libertad de expresión, las personas pueden sentir miedo de manifestar sus opiniones, lo que puede
generar un efecto paralizante en la sociedad.
En Bolivia, la distopía digital es un fenómeno complejo en el que se entrelazan tecnología, poder,
información y cultura. Es fundamental fomentar la accesibilidad equitativa a la tecnología, proteger las
libertades civiles y promover una ciudadanía informada y crítica para prevenir que se convierta en una
realidad opresiva. El secreto radica en lograr un equilibrio entre el progreso tecnológico y la salvaguarda
de los derechos y libertades humanas.
Cultura de la Cancelación por Distanciamiento
Inseguridad Digital
La inseguridad digital ha sido un conflicto desde los inicios del internet, y puede llegar a ser muy
peligrosa, sobre todo para menores de edad. A pesar de las restricciones impuestas por las empresas que
dominan el mundo digital, no son suficientes para controlar todos los peligros que existen en el mundo
virtual.
El acoso digital o ciberacoso es un tipo de agresión realizada por individuos o grupos. La intimidación:
"Suele implicar el envío de mensajes de texto hirientes, la difusión de rumores a través de las redes
sociales, la creación de páginas web y perfiles falsos para burlarse de la gente, la toma de fotos privadas
en el dormitorio o el baño y su publicación en línea" (Aykac, 2023).
Para las nuevas generaciones es normal tener acceso a varias cuentas en redes sociales, correos
electrónicos u otros sitios web, lo que dificulta tener control sobre la seguridad de estos sitios, ya que se
desconoce la ubicación de los acosadores, complicando el enfrentamiento de estos problemas. De este
modo, surgen infracciones que invaden la privacidad.
Por otro lado, no podemos dejar de lado la invasión a la privacidad de personas que, debido a la cobertura
mediática, ven su esfera privada expuesta al público (Tranche, 2019, pág. 53). Estos sucesos pueden
tener efectos negativos, al igual que el ciberacoso, vulnerando los derechos de privacidad de las
personas, y como consecuencia, las víctimas pueden desarrollar desórdenes emocionales.